Orquesta Ars Barroca - CeSPI

Imágen reproducida de Opere teatrali, Venezia, Antonio Zatta, 1794
Opera
Il Filosofo
REPRESENTACIONES:
Sábado 22 diciembre 2012
Encarnación, Plaza de la Gobernación
Domingo 23 diciembre 2012
Itacajón de Trinidad de Itapua
Viernes 28 diciembre 2012
San Ignacio Guazú, Plaza Mayor de la Reducción
Jesuítica
Jueves 3 de enero 2013
Posadas, Salón Auditorio de la Escuela Superior
Provincial de Música (ESMU)
TODAS LAS FUNCIONES INICIAN A LAS 21:00 HORAS
En colaboración con:
Taller de Ópera Amadeus Lírica de Encarnación,
Directora Alba Alvarez.
Conservatorio Amadeus de Encarnación.
Orquesta Ars Barroca de la Universidad Católica “Nuestra
Señora de Asunción”, Subsede San Ignacio Guazú,
Directora Profa. María Esperanza del Puerto. Dirigida por
el Mtro. Luis Caballero, es unas de la más importante realidad
orquestal de la región sur paraguaya.
Grillitos Sinfónicos, Escuela Orquestal de Posadas,
Argentina. Fundada y dirigida por María Alejandra
Vendrell y por el violinista Miguel Brizuela, cuenta con
más de 1200 alumnos de instrumento musical y de coro en
el área de Posadas, y coordina a decenas de instructores.
di Campagna
Drama en 3 actos de Carlo Goldoni
Música de Baldassarre Galuppi
Primera representación: 26 de octubre 1754
en Venecia, Teatro de San Samuele
1
Caracteres e Intérpretes:
Eugenia: hija núbil de Don Tritemio
Soprano: Alba Alvarez, Déborah Schmidt
Rinaldo: caballero amante de Eugenia
Tenor: Hernán Varela, Anibal Rodríguez
Nardo: rico campesino, llamado “Fiósofo”
Barítono: Eduardo Fernández, Marcelo Albarega
Lesbina: criada de la casa de Don Tritemio
Soprano: Angélica Rodríguez, Gisell Dietze
Don Tritemio. Ciudadano residente en Villa
Baso: Alan Chomik
Reducción crítica de Francesco Grigolo basada
sobre la copia del manuscrito del 1754 de la
Bibliothèque Nationale de France
Transcripción a cura de Santiago Suarez
Orquesta bi-nacional de
Fronteras Musicales Abiertas
Producción ejecutiva de José Luis Rhi Sausi
Dirección artística de Francesco Grigolo

Concierto conmemorativo
del 403° aniversario de San Ignacio Guazú
Te Deum
En colaboración con:
Taller de Ópera Amadeus Lírica de Encarnación,
Directora Alba Alvarez.
Conservatorio Amadeus de Encarnación.
Grillitos Sinfónicos, Escuela Orquestal de Posadas,
Argentina.Fundada y dirigida por María Alejandra Vendrell
y por el violinista Miguel Brizuela, cuenta con más de 1200
alumnos de instrumento musical y de coro en el área de
Posadas y coordina a decenas de instructores.
Laudamus
PROGRAMA
Johann Sebastian Bach - Concierto para dos violines
y cuerdas BWV 1043 y Concierto para violin y cuerdas
en la menor BWV 1041
Violín solo Martin Goitia, Tomás González
y Alcides Manuel Gonzalez Ortiz
Antonio Lucio Vivaldi - Concierto n. 5 in mi menor
RV 253 “La tempesta di mare”
Violín solo de Jorge Bedoya
A. L. Vivaldi - “Nulla in Mundo Pax Sincera” RV 630
Soprano Déborah Schmidt
Domenico Zipoli - Te Deum Laudamus
Soprano Déborah Schmidt, Contralto Jennifer Talavera,
Tenor Anibal Rodríguez, Baso Alan Chomik
Wolfgang Amadeus Mozart - Sinfonia n° 29 K 201
Orquesta Ars Barroca
Director Luis Caballero
Sábado 29 diciembre 2012, 20 horas,
Plaza de la Reducción Jesuítica,
San Ignacio Guazú - Paraguay
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Producción ejecutiva de José Luis Rhi Sausi
Dirección artística de Francesco Grigolo

Concierto
En colaboración con:
Taller de Ópera Amadeus Lírica y el Conservatorio
Amadeus de Encarnación
Orquesta Ars Barroca de la Universidad Católica “Nuestra
Señora de Asunción”, Subsede San Ignacio Guazú,
Directora Profa. María Esperanza del Puerto. Dirigida por
el Mtro. Luis Caballero, es unas de la más importantes realidades
orquestales del sur del Paraguay.
Barroco
para la Ciudad
PROGRAMA
Johann Sebastian Bach - Concierto para dos violines y
cuerdas BWV 1043 y Concierto para violin y cuerdas en la
menor BWV 1041
Antonio Lucio Vivaldi - “Nulla in Mundo Pax Sincera” RV
630 - Concierto n. 5 in mi menor RV 253 “La tempesta di
mare”
Domenico Zipoli - Te Deum Laudamus
Soprano Déborah Schmidt, Contralto Jennifer Talavera,
Tenor Anibal Rodríguez, Baso Alan Chomik.
Orquesta de los Grillitos
Sinfónicos de Posadas
y Orquesta Ars Barroca
de San Ignacio Guazú, Paraguay
Miércoles 2 de enero de 2013, 20:00 horas
Salón Auditorio de la Escuela Superior
Provincial de Música ESMU Avenida Roque
Pérez esquina Colón. Posadas – Argentina
3
de Posadas
Producción ejecutiva de José Luis Rhi Sausi
Dirección artística de Francesco Grigolo

En colaboración con:
Taller de Ópera Amadeus Lírica de Encarnación,
Directora Alba Alvarez.
Orquesta Ars Barroca de la Universidad Católica “Nuestra
Señora de Asunción”, Subsede San Ignacio Guazú,
Directora Profa. María Esperanza del Puerto. Dirigida por
el Mtro. Luis Caballero, es unas de la más importante realidad
orquestal de la región sur paraguaya.
Concierto
Lírico Sinfónico
PROGRAMA
Wolfgang Amadeus Mozart - Sinfonia n° 29 K 201
Gioacchino Rossini - Aria de Rosina “Una voce poco fa” -
Soprano Angélica Rodríguez
Pietro Morlacchi - “El Pastor Suizo” - Tema y variaciones
para flauta piccolo y orquesta
Giacomo Puccini - Madama Butterfly “Un bel dì vedremo”
Soprano Alba Alvarez
Orquesta de los Grillitos
Sinfónicos de Posadas
y Orquesta Ars Barroca
de San Ignacio Guazú, Paraguay
Sabado 5 de enero de 2013, 20:00 horas
Salón Auditorio de la Escuela Superior
Provincial de Música ESMU Avenida Roque
Pérez esquina Colón. Posadas – Argentina
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para la Ciudad
de Posadas
Producción ejecutiva de José Luis Rhi Sausi
Dirección artística de Francesco Grigolo

PRESENTACION
Baldassarre Galuppi
Il Filosofo di Campagna
Considerado el más inspirado entre los compositores venecianos de su
época, celebrado por Carlo Goldoni, Baldassarre Galuppi logra caracterizar
emocionalmente y musicalmente cada personaje de esta obra.
DRAMA JOCOSO
El tema de la sabiduría del filósofo como una nueva figura en la obra del siglo XVIII
Hasta hace poco tiempo, el conocimiento de la música de Baldassare Galuppi (1706-1785) se limitaba generalmente a las
sonatas para clavecín. Estas no preparan a la calidad de Il Filosofo di campagna, un episodio de la ópera del siglo XVIII de la
más alta calidad.
El Compositor
Ni noble ni apreciado por los nobles, ni de una familia de artistas de renombre
(aunque su padre, barbero de profesión, tocaba el violín en una orquesta
pequeña), Galuppi es un ejemplo de un músico que ha creado una ruta
en la era barroca para la afirmación de un compositor barroco de clase
media y trabajador, demandante de empleo en cualquier teatro principal,
evento o casas privadas a las que podía acceder. Para lograr este objetivo
Galuppi se dedicó con gran diligencia y con un éxito considerable.
Inicialmente clavecinista en los teatros de ópera, terminó su vida como
director del Coro de la Catedral de San Marcos de Venecia y en el Hospital
de los Incurables. Su fama y el círculo de conocidos se había expandido. Era
amigo de Carl Philip Emanuel Bach y Johann Adolf Hasse, y tuvo el honor de
recibir la visita del futuro Zar de Rusia, Paolo. Galuppi también fue parte de una pequeña gama de compositores italianos
que regularmente Catalina la Grande llamaba en Rusia, donde sus óperas y obras sacras eran muy populares.
El Escritor
Goldoni era el colaborador más asiduo de Galuppi. Fue una relación fructífera para ambos: Goldoni
ganando un público internacional por su trabajo que de otro modo se vería limitado por la barrera
del idioma (en el teatro de prosa los idiomas nacionales se habían afirmado desde hacía mucho
tiempo, al contrario que en el teatro musical), mientras que Galuppi se había convertido en el compositor
de ópera más popular del momento en Europa. Actualmente un libreto escrito por Goldoni
es considerado como una meta en el teatro de prosa y un objetivo en el teatro musical; estas obras
son comedias que aún se consideran esenciales para el teatro italiano y europeo. Galuppi por su
parte utiliza todos los recursos musicales de la ópera cómica italiana, con imaginación y gran atención
a los detalles de carácter.
En la técnica de puesta en escena, Goldoni difiere significativamente de la posterior experiencia de
Da Ponte, el libretista italiano de Mozart. Mientras que el segundo se centra en el rápido desarrollo
de las asignaturas, al presentar complicaciones humorísticas, Goldoni se detiene en la caracterización del personaje; como
resultado musical hay una alta densidad de “recitativos” en la música de Il Filosofo.
El humorismo está en los personajes, y reside en sus conversaciones y no en la acción en torno a ellos. No tienen nada que
ver con las figuras heladas del mozartiano Così fan tutte: Los personajes de los libretos de Goldoni, al igual que los de sus
obras de teatro de prosa, se inspiran en la vida real.
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Don Tritemio, estampa de viejo burgués, es un guardián contencioso, pero también muestra un sentido del humor divertido,
una líbido activa y un ingenioso sentido de la táctica. Lesbina, la criada ambiciosa, la ama de llaves cínica, en el modelo
de las Serpinas y las Despinas, irónicamente cae a su vez en la trampa del amor.
El filósofo al que hace referencia el título, Nardo, es un rico agricultor del campo, decente y de hablar franco, pero también
es sentimental y un poco misógino.
El orígen de la pareja de amantes, Rinaldo y Eugenia, tal vez resida en la tradicional Comedia del Arte, pero la inventiva que
caracteriza el trabajo y la intrusión ocasional de trágicos clichés ya nos recuerdan a Molière: “Me concederais entonces la
mano (de su hija)? “. Pide Rinaldo.“No, señor”, responde Tritemio.“¡Ay de mí: me estoy muriendo”, exclama el joven.“Por favor
no te mueras en mi casa”, dice Tritemio que pretende ser serio.
La Música
La mayor parte de la música de Galuppi es emocionalmente reflexiva y
resalta en los momentos de éxtasis dramático: estamos en la mitad del
siglo XVIII, justo antes de la aparición de Haydn, Mozart y Cimarosa.
Galuppi todavía pone gran esfuerzo en la caracterización musical de
cada personaje y de sus emociones. Por ejemplo, la aria de Lesbina del
acto segundo, Compatite Signor, es en realidad un concertado muy refinado,
con una apertura agitada y abrumadora a la que sigue inmediatamente
una sección en ritmo ternario de sabor coqueteante; el retorno al
ritmo binario, en la sección mediana, brillantemente se resalta el momento
en que se reflexiona sobre ella misma, como a una joven que no conoce
el amor como sentimiento. La presentación de Nardo al comienzo de la
segunda escena, Se non sei nata nobile, está impregnada de encanto bucólico y su catálogo de virtudes femeniles lo describe
brevemente pero a fondo. La mia ragion è questa es una maravillosa descripción de la nada, argumentada por Don
Tritemio con indiferencia. Aunque los dos amantes son individualmente menos interesantes como personajes, Galuppi compensa
esta debilidad con una serie de melodías que evocan la magia de la música de la ópera en su peso; Di questa poveretta
de Eugenia es un ejemplo conmovedor, mientras que las metáforas colocadas en dueto amoroso Se voi m’amate son evocadas
en una melodía casi infantil, muy vocal incluso en la parte orquestal. El trabajo final es una serie de melodías rápidas
e inteligentes, de cruces y acentos para crear un mayor interés, con una increíble variedad dramática a la vez hábilmente
transformándose en un prototipo para un final sorprendente “a la Rossini”, aunque con tiempos más lentos.
Reasumamos la historia: el viudo Trithemio quiere casar su hija Eugenia a un campesino rico, Nardo, pero ella está enamorada
de un hijo de la nobleza menor, Rinaldo. Después de algunas complicaciones y con la asistencia de Lesbina la gobernante,
Eugenia termina casándose con Rinaldo, mientras que la misma Lesbina con Nardo.Tritemio se tendrá que contentar con
la descendencia. El libreto nos cuenta, por lo tanto, de la vida emocional de Lesbina y Don Tritemio, Rinaldo y su Eugenia, así
como del filósofo Nardo, y ya ha dispuesto a rendirse a los tonos de la música, en conformidad con las explosiones de ira, de
los patéticos problemas, de los idilios cantados y de los movimientos gráciles.
Personajes
Lesbina finge sencillez en sus frases, para revelar su instinto en la acción dramática. Requiere una voz de soprano que incluya
un buen apoyo en el registro medio y grave. Eugenia, menos marcada en la figura dramática, su cantar se presenta de
una manera más clásica. Las dos partes femininas necesitan poner el significado de las palabras que pronuncian por encima
de cualquier otra consideración, como se pide en una comedia. Las líneas melódicas piden realizar ocasionales pianissimo
y suspensiones vocales en las cadencias, como se pide en un contesto de teatro musical de 1700. Notable el incipit asignado
al dúo, Candidetto Gelsomino, en el que ya se manifiesta el ingenio cándido (pero no demasiado) de la joven Eugenia y la
racionalidad de Lesbina, doncella que se sumerge en su misma franqueza, con gesto inteligente y delicada caída en la púrpura
de la malicia.
Rinaldo representa una clase en decadencia y tiene que poner el sello en el carácter y los modales, como un Don Ottavio
(desde el Don Giovanni de Mozart) ante literam, tratando de dar elegante amenidad y nobleza un poco gastada cuando es
necesario, cuando lo solicite una impuntatura de la partitura.
Tritemio es el personaje con el nivel de dramaturgia más alto. Expresa una excelente caracterización del personaje, que
debe ser polifacético y detallado, además de cantar con una sólida comprensión del estilo. El personaje tiene que mostrar
signos de ironía, pero sin exageraciones, que puedan traer a la mente un Don Bartolo de Rossini (Il Barbiere di Siviglia de
Rossini es del 1816!). Su actuación va desde la comedia barroca hasta la ansiedad rococó, y sin embargo se trata de un personaje
descrito como mayor. La medida de tono del carácter del siglo XVIII deberá estar bien puesta frente a ciertos vegetales
plantadas con hilarante alegoría específicamente rural, y mostrar el canto de ardores del padre estricto Don Tritemio,
radicchio invecchiato, dirigido a Lesbina cuando aspira a disfrutar un poco de “esa fresca achicoria “…
Nardo es el carácter mas abierto, tanto desde el punto de vista dramático como musical (y vocal!); papel del barítono, menos
grave de Tritemio, requiere un registro vocal más amplio, que para la época de la composición debía ser trazado sin definición
plástica excesiva (no es un Figaro, todavía!). La parte pide una precisa caracterización del personaje, tiene que interpretar
el carácter, como un hombre brillante y atractivo, pero diferente de lo habitual en su época. Personaje muy moderno,
donde se puede intuir algo de Voltaire y mucho de Rousseau: Nardo es “la razón natural iluminada” y sus especulaciones
rurales inspiran simpatía.
Es una obra deliciosa.
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Francesco Grigolo

Acto I – Escena I
En el jardín de la casa de Don Tritemio, Eugenia
con un ramo de jazmín, Lesbina con una rosa en la
mano
EUGENIA: Cándido jazmín, que eres hermoso en la
mañana, perderás, cerca de la noche, tu primera belleza
LESBINA: Hermosa rosa honor de flores, fresca gustas y
enamoras, pero cerca está tu azote, y pronto tu hermosura
desaparecerá.
EUGENIA Y LESBINA: La belleza de las mujeres es igual,
cuánto más fresca más se aprecia; pero pronto se olvida
cuando pierde la verde hermosura de la edad.
EUGENIA: Basta, basta, no más, para esta canción, mi
Lesbina, despierta en mí la melancolía.
LESBINA: De hecho, cantarla a menudo, señora, os
aconsejo, para de la rosa escabullirse el peligro
EUGENIA: Ah! Es que por debajo de un áspero y severo
padre, no espero hacer un buen uso de esta edad, que de
las mujeres es la flor. Demasiado, demasiado enemigo se
pone el padre.
LESBINA: Es más, de vuestra boda lo oí razonar.
EUGENIA: Boda infeliz sería a mi corazón las divisadas de
su avaricia. A ese hombre vil, que tiene de nombre Nardo,
me quiere dar por esposo. Lo aborrezco, y prefiero elegir la
muerte.
LESBINA: No hablaría así si debiera proponer a su
corazón… Rinaldo.
EUGENIA: Lesbina ... ¡ay!
LESBINA: Se ha acalorado?
EUGENIA: Oh! Lesbina, ayúdame.
LESBINA: Yo le ofrezco lo que sé, lo que puedo. Es cierto
que estoy en una edad de no prometer mucho, pero
puedo, si me esfuerzo, hacer valer para vos el arte y el
ingenio.
EUGENIA: De esta pobrecita tengan piedad. Yo soy una
huerfanita, que madre ya no tiene. Cruel es mi padre;
contrario a mi deseo, no sabe qué es el amor... La
patroncita afligida querría... pobrecita…entiendes... ¿tú me
entiendes? ... ah por favor piedad. Tú me entiendes... ah!
por favor piedad. (Parte)
Libreto de IL FILOSOFO DI CAMPAGNA
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Acto I - Escena II
Lesbina, luego Don Tritemio
LESBINA: Pobrecita, la compadezco. Esta También la
entiendo. Enseña la prudencia: si no tienes lo que te gusta,
es mejor prescindir.
TRITEMIO: ¿Qué hace usted, señorita?
LESBINA: Un poco de ensalada quería recoger para la
cena.
TRITEMIO: Hace poco la escuché canturrear.
LESBINA: Es verdad, con la señora me divirtía un poco.
TRITEMIO: Y me imagino que cantaron canciones de amor.
LESBINA: Oh, no señor. De esta o aquella flor, de tal o cual
fruta, cantábamos sus elogios.
TRITEMIO: Lo voy a creer?
LESBINA: Quiere oír?
TRITEMIO: Con gusto
LESBINA: (Algunas rimas cantaré a propósito...)
TRITEMIO: (Oh niña! Podría hacer cualquier cosa por vos!)
LESBINA: Escuche, amo hermoso, la canción del rábano.
LESBINA: Cuando soy joven, soy fresco y hermoso, soy
tiernecito, de buen sabor.
Pero cuando envejezco, lanzado soy; ya no soy bueno con
el picazón.
TRITEMIO: Saca esta canción de la memoria.
LESBINA: Quiero cantar una sobre la achicoria.
LESBINA: Soy fresca, nueva y hermosa achicoria. Cómeme
pronto, tómame ya. Si me quedo en el prado, achicoria
envejecida, nadie más se dignará a recogerme.
TRITEMIO: Escucha, hija mía, esta canción tiene un poco
de alegoría. Vos sois, Lesbina hermosa, novela achicoria:
antes de que el destino la vea envejecer, debe ser atrapada
en medio del césped.
LESBINA: Para mí todavía hay tiempo. Debería pensar en la
señora, querido patrón. Ahora que es buena temporada,
ahora que es un fruto maduro y sabroso, no la deje
envejecer sin un marido.
TRITEMIO: En ella he pensado ya, novio le he destinado, y
pronto lo tendrá.
LESBINA: Puedo saber quién es?
TRITEMIO: Nardo se nombra.

LESBINA: De la ciudad la hierba tiernecita para la boca de
un villano no me parece digna.
TRITEMIO: Eh, que la prudencia enseña que cada hierba se
contente de tener un Gobierno, para no quedar expuesta
al crudo invierno.
LESBINA: Yo estaría contenta, antes de verla tan mal
truncada, para la nieve dejarla mi ensalada.
TRITEMIO: Usted es un regalo para su amo.
LESBINA: Oh oh, escuche otra canción, que he aprendido
con respecto a mi ensalada.
LESBINA: No recojas mis hojas vieja mano de pastor.
Quiero un bello pastorcito, o prefiero seguir quedándome
en el césped un tiempo más. (Parte)
Acto I - Escena III
Don Tritemio, a continuación, Rinaldo
TRITEMIO: Alegóricamente me dijo que con ella no haré
nada. Pero yo me jacto de que a fuerza de cortesías, con el
tiempo toda su voluntad mía será. Pero ahora lo que me
interesa es deshacerme de Eugenia. Un buen partido
Nardo será: rico, muy rico; un campesino, es cierto, pero
muy sabio.
RINALDO: Retirado (Este es el padre feliz de mi hermosa.)
TRITEMIO: Por la villa se dice que Nardo tiene un buen
estatus, y todos Filósofo lo llaman.
RINALDO: (Suerte, no me traicione) Señor…
TRITEMIO: Patrón.
RINALDO: Si me lo permite, me gustaría decir dos
palabras.
TRITEMIO: Incluso cuatro escucho, y más si lo desea.
RINALDO: No sé si usted me conoce.
TRITEMIO: No creo.
RINALDO: De mí se puede informar, yo soy caballero, mis
bienes están cerca de los suyos.
TRITEMIO: Estoy encantado de escucharlo.
RINALDO: Usted tiene una hija.
TRITEMIO: Sí, señor.
RINALDO: Voy a decir ... si yo fuera digno ... Demasiado
audaz es esto ... pero... me da fuerza el amor.
TRITEMIO: Entiendo el resto.
RINALDO: Así que,señor …
TRITEMIO: Por lo tanto, mi querido señor, para llegar al
punto, le diré…
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RINALDO: Que me va a dar su hija?
TRITEMIO: No, señor.
RINALDO: Ay, me muero!
TRITEMIO: Por favor no venga a morir en mi casa.
RINALDO: ¿Pero por qué con tanta dureza me quita toda
esperanza?
TRITEMIO: Ilusionaros sería una descortesía.
RINALDO: Soy caballero.
TRITEMIO: Muy bien.
RINALDO: De bienes soy rico como vos.
TRITEMIO: Estoy persuadido.
RINALDO: Mi estado, mis fondos, mi familia le mostraré.
TRITEMIO: Creo todo.
RINALDO: ¿Puedo esperar?
TRITEMIO: No, señor.
RINALDO: Pero la razón por lo menos me diga, porqué no
quiere tampoco que espere.
TRITEMIO: La razón? …
RINALDO: Querría saber …
TRITEMIO: Sí, de buena gana. Mi razón es la siguiente ...
Me parece razón honesta.
La hija me pediste, y la razón quisiste ... mi razonamiento
está aquí.
No puedo decir que sí, porque quiero decir que no.
Si todavía no es suficiente, otra te digo: yo contesto:“Señor,
no,”
porque quiero así. Y soy patron para decirlo: aquí está mi
razonamiento. (Parte)
Rinaldo
Acto I - Escena IV
RINALDO: Razón tonta sólo digna de alma vil y enemiga
de la honestidad. Pero no quiero que se diga que he
sufrido tal insulto, que yo deba andar groseramente sin
venganza. O Eugenia será mía o usted, padre inhumano, se
arrepentirá de su locura.
RINALDO: Alma vil e ingrata, corazón despiadado,
indigno, no sé reprimir la ira, el alma se agita
furiosamente. Impío, cruel, audaz, no hay paz para mí, no,
no la hay. Pérfido, ingrato, para mí no hay paz.¿Oh!
Por qué negaste un refresco para mi deseo? Y sin
esperanza, oh Dios! Así me dejaste? No puedo reprimir la
ira, el alma se agita furiosamente.Impío, audaz, malvado,

despiadado, el alma se agita, cruel, perverso, audaz, no hay
paz para mí. Despiadado corazón: No hay paz para mí.
(Parte)
Fin del primer acto
Acto II – Escena I
Antes Rinaldo y Eugenia, después Lesbina
EUGENIA: Si me amas, si confías en mí, la suerte nos
sonreirá. Sí, nos sonreirá. Ya lo sabes, me entiendes bien, mi
corazón vuestro será. Incluso la ovejita, la paloma, su pareja
está buscando, sí, también el ovejita, su compañero
buscando va.
EUGENIA, RINALDO: Si me amas, si confías en mí, la suerte
nos sonreirá. Ya lo sabes, me entiendes bien, mi corazón
vuestro será. Incluso la ovejita, la paloma, su pareja
buscando está.
LESBINA (a Eugenia): Hay quienes buscan a usted, mi
señora.
EUGENIA: Mi padre?
LESBINA: Oh! Está mi patrón con su administrador y su
dinero, no se dan prisa, ni tan rápido procede el negocio.
RINALDO: ¿Y entonces quién está demandando por ella?
LESBINA: Bravo! Usted es curioso? Quien la busca, señor,
es su marido.
RINALDO: ¿Cómo?
EUGENIA: ¿Qué dices?
LESBINA: Ha llegado ahora, en este punto, fuerte, rápido,
gallardo, el hermoso Nardo; y el padre vuestro dijo y
demandó buen recibimiento, si no es por genio por
obediencia.
EUGENIA: ¿Qué debo hacer?
RINALDO: Tienes coraje para traicionar a quien te adora?
EUGENIA: Eso es verdad, soy hija, pero también amante.
Quien me aconseja?
LESBINA: De ambos tengo piedad; déjenme tomar la
rienda. Retírense pronto.
EUGENIA: Voy. (En el acto de salir)
RINALDO: Yo también. (En el acto de seguir Eugenia)
LESBINA: Con gracia amos míos; retírense sí, esto me
apremia; pero no van a retirarse juntos.
Vos aquí, Usted más allá: eso es.
EUGENIA: Sufres, ídolo mío?
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RINALDO: Sufrir es preciso.
LESBINA: Caramba! se aferró de inmediato a la fiesta!
Demasiado pronto deseaba casarse. Aquí está el
campesino rico. Ahora tengo el compromiso; todo el arte
que quieras, todo el talento. (Parte)
Acto II - Escena II
Nardo meditando en si mismo, después Lesbina
NARDO: El Señor Tritemio es un ciudadano, pero no me
atrae casarme con su hija. Miren eso! Sólo me casaré con
quien no se hincha con el viento y no sea llena de
arrogancia.
NARDO: Mi bendita azada, (amada mía), mi consuelo y
apoyo, usted es el cetro, y estos campos el reino. Aquí
reinaba mi padre, abuelo y bisabuelo, y el tatarabuelo, y
fueron sus súbditos la calabaza y el repollo. Yo no voy a
cambiar, lo juro, con los placeres de las fiestas y de los
teatros, azadas, granos, rastrillos, palas y arados.
NARDO: Veo aquél árbol en que hay una gran pera, y
recogerla yo no puedo: se va hacia arriba. Pero doy el salto,
asciendo a lo alto, veo una gran pera mucho más grande.
Tengo mucho deseo de tomarla, me levanto en la rama
para ir más arriba. Pero entonces me precipito con la
cabeza hacia abajo.
NARDO: Será hermosa? Ya veremos. Eso sí, que no tenga
defectos visibles. Las mujeres son todas compañeras.
¿Quién está aquí?
LESBINA: No lo ve? Por ahora estoy yo.
NARDO: Buenos días a su señoría.
LESBINA: Amo mío.
NARDO: Tritemio dónde está?
LESBINA: Vendrá pronto. Puede esperarlo en este lugar, si
le gusta.
NARDO: Esperaré. ¿Quién es usted, señora?
LESBINA: Yo no lo sé. (Pareciendo modestia)
NARDO: ¿ Usted es la hija de el por casualidad llegada
aquí?
LESBINA: Tal vez sí.
NARDO: Me parece…
LESBINA: Así será.
NARDO: Me gustas de verdad.
LESBINA: Demasiado amable.
NARDO: ¿Sabes quién soy?
LESBINA: No, mi señor.

NARDO: No te lo dice el corazón?
LESBINA: El corazón de una chica, si se trata de un
hombre, no puede decir nada.
NARDO: Eh! astuta, astuta! Usted sin falta me ha conocido:
del corazon de las chicas habla la naturaleza.
LESBINA: ¿Eres acaso ...
NARDO: ¿Quién?
LESBINA: El hermoso Nardino?
NARDO: Sí, querida, lo soy, aquel que como marido tuyo
está destinado.
LESBINA: Con permiso, señor, me llamaron.
NARDO: ¿A dónde vas?
LESBINA: No lo sé.
NARDO: Quédese, bonita.
LESBINA: No señor.
NARDO: Le gusta mi cara?
LESBINA: ...De hecho Me gusta ... pero ...
NARDO: Pero ... pero?
LESBINA: No puedo decir ... lo que es. Con permiso,
señor… yo quiero ir.
NARDO: Quédese un momento. (Se ve por su vergüenza
que es buena hija.)
LESBINA: (yo me sirvo, y sirvo a la señora.)
LESBINA: Disculpe, señor, yo no soy… soy así, no sé como
ser con el amor. Una cosa siento en mi corazón, que con
los labios no se puede explicar. Míreme aquí, usted sabrá
lo que es. Y a su vez la cara lejos de mí. Quiero salir, me
siento languidecer. (Ah, con el tiempo sabré explicarme.)
(Parte)
Acto II - Escena III
Nardo, después Don Tritemio, Lesbina, Eugenia
NARDO: Se vé claramente de un no sé qué, que su madre
la hizo para mí. Apenas nos vimos, un incógnito amor de
simpatia puso nuestros corazones en alegría.
TRITEMIO: Mi buen Señor Nardo, me compadezca si me
entretuvo demasiado una incumbencia doméstica; Os
saludo cordialmente.
NARDO: Y yo le abrazo.
TRITEMIO: Ahora vendrá mi hija.
NARDO: Ya vino.
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TRITEMIO: La viste?
NARDO: Señor sí, ya la he visto.
TRITEMIO: ¿Qué piensas?
NARDO: Me parece hermosa.
TRITEMIO: Es un poco asustadiza.
NARDO: Es correcto que una joven sea vergonzosa.
TRITEMIO: Dijo algo? Habló?
NARDO: Ella me dijo tanto, tanto que estoy con la
esperanza de ser amado.
TRITEMIO: ¿En serio?
NARDO: En serio
TRITEMIO: (Oh! Gracias al cielo!) ¡Hurra! ¡Hurra! Eugenia,
¿dónde estás? Date prisa, lleguemos a la conclusión del
asunto.
NARDO: Por mí, estoy listo.
TRITEMIO: Ahora la llamo.
NARDO: A celebrar la boda.
TRITEMIO: Pronto. (Parte)
NARDO: Estoy lleno de alegría, y en mi pecho mi corazón
late más brillante.
EUGENIA: Tal escena absurda ya en las entrañas me
sacude, y despierta la esperanza y el ardor.
LESBINA: (Sale de una habitación) Esposo dulce, para vos
soy poca cosa, pero me muerde el dios del amor.
NARDO: Ven a mi pecho, novia mía.
EUGENIA: Mi Lesbina ya me consuela, solo confío en ella
por un amor feliz.
LESBINA y NARDO: Dulce destino, amor feliz!
LESBINA: Parto, parto, mi padre.
NARDO: ¿Por qué te vas?
LESBINA: Mi sonrojo no me deja quedarme aquí. (Entra en
la habitación de donde vino)
NARDO: Vergonzosa la pobrecita huyó.
EUGENIA: Si fuera ella, no sabría burlar así.
TRITEMIO: La busco y no la encuentro. Oh cielos me
desespera! ¿Dónde diablos estará?
EUGENIA, NARDO: (risas) Ah, ah, ah.
TRITEMIO: La busqué por arriba, por abajo. La busqué acá,
allá.
EUGENIA, NARDO: (risas) Ah, ah, ah.
TRITEMIO: Ustedes ríen? ¿y Cómo va ?

NARDO: Hasta ahora estaba aquí.
EUGENIA: El me hace reír
TRITEMIO: ¿A donde fue?
NARDO: (mencionando dónde está la entrada) Ella se fue
por allí.
TRITEMIO: Si está ahí la encontraré y la traeré conmigo.
(Entra en la habitación) (Parte)
NARDO: Superar al padre podrá su sonrojar.
EUGENIA: Es prodigiosa aquella actitud con el novio. Ella
simula en el pecho respeto y amor.
NARDO: Se confunde en su pecho el respeto y el amor.
LESBINA: (Sale de nuevo) Deprisa, deprisa, novio bello, calla
y ponme el anillo, que la novia entonces seré yo.
EUGENIA: Esta cosa se puede hacer.
NARDO: Aquí, aquí, lo hago. (Le da un anillo)
LESBINA: Vuelve el padre, desaparezco.
NARDO: ¿Por qué esta reticencia?
LESBINA: La razón no la sé.
NARDO: No huyas de tu novio.
LESBINA: Comprenda, volveré. (De vuelta en la habitación
anterior)
NARDO, EUGENIA: Caso raro, caso hermoso! Una novia
con anillo tiene vergüenza de su padre.
TRITEMIO: No la encuentro.
EUGENIA, NARDO: (Risas) Ah, ah, ah.
TRITEMIO: No la encuentro.
NARDO: Ha estado aquí. Ella me habló y yo le di el anillo
ya.
TRITEMIO: A mi hija?
NARDO: Sí señor.
TRITEMIO: A la novia?
NARDO: Señor si.
TRITEMIO: Lo hecho, hecho está.
LESBINA, EUGENIA, NARDO, TRITEMIO: Estamos, pues, en
la alegría, que la novia vergonzosa después de todo
aparecerá. Y el amor en su corazón con placer triunfará.
(Parte)
Fin del Acto II
11
Acto III - Escena I
Campaña. Nardo tocando la guitarra y cantando,
después Rinaldo.
NARDO: Amor, si esto quieres, lo que quieres haré. Yo
seguiré en paz y salud. Pero mi libertad, entonces, no voy a
perder. Sufrir? No señor. Sufrir? Gritar? Oh! Voy a cantar,
tocar, quiero disfrutar de todo el tiempo que se pueda.
RINALDO: Caballero, usted es el que tiene como nombre
Nardo?
NARDO: Si señor.
RINALDO: A usted lo buscaba.
NARDO: Aquí estoy.
RINALDO: Diga, ¿es verdad que usted tenía la palabra de
Don Tritemio para su hija?
NARDO: Sí, señor, ya la tengo. Vi a la chica, me encanta el
hermoso rostro y le di el anillo justo esta mañana.
RINALDO: ¿Sabes lo que va a pasar con el regalo de boda
de su esposa?
NARDO: Todavía no sé ...
RINALDO: Golpes, lesiones y muerte.
NARDO: Caramba, señor! ¿Y en qué banco se invertirá, mi
amo?
RINALDO: Sobre su espalda, y yo soy el pagador.
NARDO: Tranquilo! Se puede saber, al menos por cortesia,
por qué su señoría quiere dar con tanta generosidad tal
caridad al novio?
RINALDO: Porqué de Don Tritemio amo también su hija,
porqué ella misma su fe en mí como su marido prometió,
porque lo encuentra a usted demasiado desagradable.
NARDO: Usted dice en serio?
RINALDO: Mis pares no mienten.
NARDO: Y mis pares tampoco saben casarse con su
desgracia. Se la cedo, señor, por mi parte, que por el
momento no hay escasez de mujeres.
RINALDO: Usted la cedió. Y ahora, amor mio, tenemos que
obligar al padre! (Parte)
Nardo, después Lesbina
Acto III - Escena II
NARDO: Estaría loco si realmente al costo del litigio, a costa
de temer incluso a la muerte, quería conseguir una esposa.
Amo la vida mucho, escapo, si se me permite, de las penas,
siempre anhelo la paz en mi casa y no entiendo otra filosofía.

LESBINA: Ah! miserable infeliz!
NARDO: Estás comprometida, a saber, con otro amigo y a
mi de ti ya no me importa un higo.
LESBINA: Oh, señor, no! Otra muy distinta es la causa de
mis lágrimas. No soy Eugenia.
NARDO: Ah!
LESBINA: Disculpe si tanto amor me hizo audaz. Fingí
rango, es verdad, porque le adoro. Por ud. languidezco y
muero. Confieso mi fracaso, pero quiero ser suya o morir.
Desafortunadamente, la cosa es real: soy Lesbina y soy la
criada
NARDO: No veo ningún mal. Para mí criada o patrona es lo
mismo.
LESBINA: Por piedad le pido su perdón a mi error.
NARDO: Si me amas de corazón, te adoro yo también.
NARDO: Si no nació noble que me importa? La civilización
no es el mejor medio de la mujer. Lo primero es la
honestidad, la belleza es el segundo, el tercero, las
costumbres; la cuarta es la abundancia, la quinta es la
virtud, pero ya no se utiliza. Criada graciosa serás mi
esposa, serás mi encantadora dama.
LESBINA: Entendí su ingenio, no hay peligro de que yo le
pueda disgustar ni en una pizca.
NARDO: Entonces, querida, dame tu mano.
LESBINA: Estoy lista.
NARDO: De nuestro matrimonio invoco de testigo a
Cupido.
LESBINA: Felices cantos de los pájaros que aman
tiernamente, oh vosotros sois testigos de mi amor sincero.
NARDO: Arboles, plantas y flores, vuestros ardores
encendidos enseñen a la pareja el amor natural.
LESBINA: Parece que el pájarito responde: ama al novio
siempre.
NARDO: Dice la tierra y la onda: ama a tu esposa siempre.
LESBINA: La golondrina, encantadora y hermosa, busca su
compañero.
NARDO: El olmo y las vides juntos, para enseñar a los
esposos la fidelidad.
LESBINA: Yo soy La golondrina y el halcón eres tú.
NARDO: Tú eres la vid hermosa, me gustaría ser el olmo.
LESBINA: Halcón mio, ven al nido querido, te espero.
NARDO: Llévame cerca tuyo, vid amorosa, amada esposa.
12
LESBINA: Y Suave amor, ardor feliz, alma del mundo, vida
del corazón.
NARDO: No, no se puede encontrar paz más hermosa, más
querido ardor. (Se van, y entran en la casa)
TRITEMIO: Cuerpo de Satanás! Cielos, estoy desesperado!
¡Ah! Me han asesinado. Mi corazón arde de ira.
NARDO, LESBINA: Lo hecho, hecho está.
NARDO: Mire, mi señor.
TRITEMIO: Dónde se ha ido mi hija? ¿Dónde me la han
llevado? Rinaldo indigno raptor, perverso, malvado.
NARDO: Mire, mi señor.
TRITEMIO: Impío
NARDO: Mire, mi señor.
TRITEMIO: Perfido,
NARDO: Mire, mi señor.
TRITEMIO: Y Lesbina, pícara, mujer traicionera y sin
corazón.
LESBINA: ¿Qué quiere hacer?
TRITEMIO: Cállate allí.
LESBINA: Lo hecho ...
TRITEMIO: Gran cobardía.
LESBINA: ¡Lo siento!
TRITEMIO: ¡Fuera de aquí!
EUGENIA: Ah, padre…, perdone ...
RINALDO: Suegro mio, perdón.
LESBINA: Esposa, señor, yo soy.
NARDO: Esa es la verdad.
TRITEMIO: Malos, malvados, se acomodaron? Sin la hija
triste, y sin novia quedo. ¡Qué hermosa caridad!
LESBINA: Abuelo será pronto, será un placer para usted.
TRITEMIO: Golpe de gracia es esto. Solución ya no hay.
TODOS: Sea por placer, sea por despecho, el amor al
corazón placer dará.
NARDO TRITEMIO: ...y renunciar virtud será
Fin de la ópera