Conferencias Rosacruces
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“encontrarse a sí mismo”, encontrar respuesta de quién es y lo que realmente debe de<br />
alcanzar. La isla de Patmos está al alcance de todo aquel que quiera merecerla; pero<br />
San Juan, el bien amado, alcanzó la isla de Patmos, como se habla en lenguaje<br />
esotérico, la alcanzó en espíritu y conscientemente, para lo que hay que prepararse.<br />
El habla de 7 ángeles, que con 7 trompetas daban un mensaje del libro que él<br />
tiene que escribir con los 7 sellos y se repite incesantemente el número 7 como el<br />
mensaje clave para la humanidad; entonces, vamos a desenvolver en qué consiste su<br />
simbolismo y valor.<br />
La constitución de cada ser comprende 7 principios y el mensaje que recibió San<br />
Juan es para la humanidad, cuando San Juan recibió la orden de escribir a las 7 iglesias,<br />
es nada más que un mensaje al ser humano, para desenvolver sus siete principios<br />
espirituales internos, que le abrirán facultades superiores. Existe dentro de la<br />
constitución espiritual de cada uno 7 vórtices que están trabajando lentamente y es<br />
preciso acelerarlos. La humanidad, en general, tiene éstos 7 vórtices con un cierto<br />
desenvolvimiento; el clarividente y el que llega a alcanzar lo que hizo San Juan es<br />
porque tuvo la sabiduría, la capacidad de acelerar esos vórtices, que están en cada uno.<br />
Hay, como dijimos, 7 vórtices: dos que tienen que desenvolverse en el cerebro,<br />
uno en la garganta, uno en el hígado, uno en los genitales y dos en las rodillas; se van<br />
acelerando por la capacidad que desarrolla cada uno para encontrarse a sí mismo.<br />
Encontrarse a sí mismo es desenvolver el potencial divino, que en un principio ha<br />
recibido toda la humanidad como patrimonio latente, pero que ahora tiene que<br />
dedicarse a desenvolverlos.<br />
El Verbo construye el Universo a través de la armonía y el Verbo es palabra<br />
creadora; palabra creadora que podría estar en función en cada ser, pero observen bien,<br />
lo más común es el lenguaje deformado; parece ser un placer decir palabras que<br />
deforman el propio lenguaje; es un placer, decimos, el hablar mal. Nosotros procuramos<br />
corregir: ¿por qué ésta modalidad? ¿por qué ésta otra? ¿por qué? Pero las personas nos<br />
dejan y se olvidan y siguen hablando mal, porque ser “snob”, es popular, es la<br />
costumbre.<br />
El creer que la espiritualidad es algo curioso y extraño es un error espantoso;<br />
espiritualidad es revelarse a sí mismo y construir definitivamente en el sentido<br />
verdadero. ¿Cómo van a crecer esos vórtices internos si no son por cultivar cualidades y<br />
virtudes?. Cuando decimos que la palabra se usa para construir, lo decimos para evitar<br />
la costumbre de deformar el lenguaje y aún peor, usándolo en sentido egoísta, usándolo<br />
en sentido de observación y crítica destructiva para los demás, en fin, en una forma<br />
inadecuada y mal uso de la palabra.<br />
Dijimos que de los vórtices que están en desenvolvimiento, uno está en el<br />
cuello, en la laringe. La primera raza humana, conocida como los Lemures de la<br />
antigüedad, enfrentaron un medio en que los animales se desenvolvieron en tamaño<br />
descomunal, hoy la ciencia reúne los restos de esqueletos encontrados y armados dan<br />
un tamaño colosal; esos enormes animales eran comandados por los antiguos Lemures.<br />
¿Que ser, hoy en la Tierra, siglo XX, sería capaz de enfrentarse a esas enormes bestias,<br />
que dan pavor sólo de pensar el tamaño que tenían? ¿Cómo el lemur los guiaba?<br />
Apenas, haciendo uso del poder que tenía en la expresión. No emitía el lemur antiguo el<br />
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