Cuento El patio de juego de los Angeles - Creando Tu Realidad
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—Esto parece un sueño —dijo Salomé con lágrimas<br />
en <strong>los</strong> ojos— Un pequeño paraíso.<br />
—Sí —respondió Simón— ¡Este pequeño paraíso<br />
<strong>de</strong>bería exten<strong>de</strong>rse a todo el planeta!<br />
Esa tar<strong>de</strong> Simón y Salomé se esforzaron por<br />
preparar para sus papás una <strong>de</strong>liciosa cena.<br />
—Papá y mamá —tomó la iniciativa Simón— <strong>los</strong><br />
hemos reunido para <strong>de</strong>cirles algo que tal vez uste<strong>de</strong>s no se<br />
imaginan. Salomé y yo hemos <strong>de</strong>scubierto que el amor <strong>de</strong><br />
hermanos que siempre nos unió ha cambiado, nos amamos<br />
profundamente y queremos formar un hogar.<br />
—Sí —afirmó Salomé— durante <strong>los</strong> años en la<br />
universidad lo <strong>de</strong>scubrimos. Nos amamos mucho y lo hemos<br />
mantenido en silencio hasta terminar nuestros estudios.<br />
Los padres se miran con una pícara sonrisa y<br />
Car<strong>los</strong> el padre <strong>de</strong> Salomé intervino.<br />
—Ya lo sabíamos —les dijo— Esto lo <strong>de</strong>scubrimos<br />
hace mucho tiempo. Aún antes <strong>de</strong> su viaje a la capital.<br />
— ¡No pue<strong>de</strong> ser papá! —contestó Salomé<br />
sonrojada—<br />
—<strong>El</strong> amor hija —intervino su mamá— es algo que<br />
se asoma a <strong>los</strong> ojos, se siente en la mirada y se vive en el ambiente.<br />
Todos nosotros lo habíamos comentado. Sabíamos<br />
cuanto se amaban.<br />
—Porque intuíamos <strong>de</strong> su amor –le tocó el turno a<br />
Fe<strong>de</strong>rico— <strong>de</strong>cidimos que Salomé viviera en la Ciudad universitaria.<br />
Era mejor mantener<strong>los</strong> un poco separados en su<br />
convivencia. Como ves Salomé, en nuestros planes estaba<br />
que estudiaras una carrera igual que nuestro hijo y<br />
estábamos dispuestos a costear tus estudios.<br />
—Sí —dijo Marta muy divertida— todos nos<br />
preguntábamos cuando nos darían la noticia. Así que<br />
cuentan con nuestra bendición y apoyo. Los amamos mucho,