S - Portal de Cultura de Defensa - Ministerio de Defensa

n
n
LA LEGIÓN
El General Sañudo Jefe del Mando de Fuerzas Ligeras, el Teniente General Pitarch, Jefe de la Fuerza Terrestre y
los Generales López Negrete y Bello Crespo, respectivamente Adjunto y Jefe de Estado Mayor de la Fuerza Terrestre
y por último al General Villar Turrau, General Jefe de Estado Mayor del Ejército.
También he de recordar a mis compañeros del Cuartel General de la Fuerza Terrestre, mi anterior y primer destino
como Teniente Coronel, a los cuales pido perdón por haber dejado con tanta premura y con tanto trabajo.
Quiero en este punto mencionar expresamente al que
ha sido mi Jefe directo durante este periodo: el Coronel
Arribas que no ha podido asistir por encontrarse realizando
preparativos para marchar al Líbano y que en
todo momento me ha mandado ejemplarmente y también
apoyado incondicionalmente cuando solicité este
destino.
Volviendo a La Legión y para no olvidar a nadie comenzaré
dando las gracias al Teniente Coronel Millán Astray
por haber fundado tan extraordinaria Unidad y a todos
los hombres y mujeres que desde 1920 han engrosado
sus filas. Sin embargo, no puedo dejar de citar personalmente
a los Jefes de Estado Mayor que me precedieron,
algunos de los cuales me honran con su presencia:
General Muñoz, Coronel Martínez de Tejada, Coronel
Díaz Cruz y Teniente Coronel Martín Cabrero. He tenido
la gran suerte de conocerlos a todos y de estar bajo
sus directas órdenes. Va a resultar muy difícil llegar a la altura de tan magníficos Oficiales pero su ejemplo será mi
guía. No obstante, cuento para ello con un equipo que me va a facilitar enormemente esta labor. Conozco y he
trabajado prácticamente con todos los miembros de este Cuartel General y puedo afirmar que en este aspecto soy
el Jefe de Estado Mayor más afortunado del Ejército Español.
La Legión somos los que vestimos de verde y muchos más. Quiero también hacer una referencia a todas las personas
e instituciones que forman la gran familia legionaria. Legionarios de Honor, Hermandades, Cofradías, Autoridades
Civiles y un largo etcétera de amigos de La Legión que con su apoyo y cariño contribuyen de forma notable
a aumentar el prestigio de nuestra Unidad.
Finalmente, sólo me queda destacar que todo lo que hoy soy y lo que he hecho en estos años se lo debo a mi
familia. Mi primera referencia sea en recuerdo de los que ya no están, mis
abuelos y mi padre que seguro están disfrutando en el cielo de este feliz
día. A mi madre, esposa y resto de familiares que me acompañan quiero
agradecer su presencia y el cariño, aliento y comprensión que constantemente
me han ofrecido para hacer frente a los pequeños sacrificios que,
en ocasiones, exige nuestra profesión.
Mi primera cita fue para un científico francés, la segunda para un religioso
español y para que mi esposa, Elena Ivanovna Chigaeva, no se enfade,
voy a finalizar citando al literato ruso Anton Pavlovich Chejov que decía
lo siguiente: “Los hombres inteligentes quieren aprender; los demás, enseñar”.
Yo vine a La Legión aprender y por ello voy a concluir con un símil
educativo. Recién salido de la Academia General, hice mis párvulos militares
como Teniente en el Tercio Duque de Alba y en la Academia de Mandos
Legionarios. La enseñanza general básica la efectúe como Capitán en
la segunda Compañía de la VII Bandera del Tercio Don Juan de Austria. Al
compás de la evolución normativa en esta materia, en el empleo de
Comandante realice la ESO en el Cuartel General de la Brigada de
La Legión. Y hoy tomo el Mando de la Jefatura de Estado Mayor de ese
mismo Cuartel General para seguir aprendiendo de mis Jefes, compañeros
En el LXXXVII Aniversario con su esposa
y subordinados.
47
En unas maniobras junto a su predecesor en el cargo,
el Teniente Coronel Martín Cabrero
LA LEGIÓN, NÚM. 500