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LA LEGIÓN
Esta revista femenina dedica su sección Yo… a
la Dª. Mónica Vargas, ecuatoriana y legionaria
de la Unidad de Zapadores de la BRILEG. Formar
parte de esta familia que es La Legión es lo
mejor que me ha pasado, afirma. Para mí está
siendo una escuela de responsabilidad, de respeto,
de compañerismo, de lealtad, de disciplina. La única diferencia
de género que me he encontrado ha sido la diferencia de baremo
en las pruebas físicas de acceso. Una vez superadas, las condiciones
son iguales para todos. Ahora no quiero estar en otro sitio.
No experimenta ningún conflicto sirviendo a una Bandera extranjera,
porque siente que su sangre ecuatoriana es la misma que fluye por
las venas de los españoles.
Hay una estrofa de la Canción del Legionario que le gusta especialmente:
Soy valiente y leal legionario, soy soldado de brava legión;
pesa en mi alma doliente calvario que en el fuego busca redención….
9 de junio de 2007
EL CRISTO DE LA XIII BANDERA
D. Antonio Herrero Andreu
Si en el mundo existe algún colectivo que sienta tanto fervor
y tradición a la fe católica, expresada en este caso en la
imagen de Cristo, éstos son los legionarios. Para comprobarlo
sólo hay que ver en la Semana Santa malagueña
Continuando con el desfile del 14 de julio en París, en la fotografía
podemos ver a La Legión Española desfilando por las calles de la
capital francesa cuando aparecía en Televisión Española TVE.
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TVE-1
PRENSA
cómo con sus robustos brazos los legionarios llevan en
andas a su Cristo, y cómo a su vez, miles de espectadores
viven emocionados al contemplar ese bello paso, acompañado
por el himno del Novio de la Muerte con el sentimiento
de fe a su Crucificado.
Del pueblo proceden y al pueblo sirven
Con alguna frecuencia, auténticos ignorantes que yo más
bien llamaría licenciados en resentimiento, tratan de presentar
la figura del militar como seres extraños y más lejos,
hasta parásitos. Concretamente en La Legión desde su creación,
se puede comprobar la transfiguración de la vida, de
su individualidad deshecha, maculada, la escoria que
busca la expiación por medio del sacrificio, allí se redimían
con esa alegría sana del desenfado, con gallardía y este glorioso
cuerpo supo y sabe imponer en sus hombres desperdigados,
rotos, forjando una silueta heroica y juvenil. Incluso,
hasta el extremo de convertir a un malhechor en un
caballero. Mejor lo explicaba uno que llegó al empleo
LA LEGIÓN, NÚM. 500