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Se ordena la despedia - Iberescena

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CREACIÓN DRAMATÚRGICA Y COREOGRÁFICA 2009 / 2010<br />

Mauricio Roa Lucero<br />

<strong>Se</strong> <strong>ordena</strong> <strong>la</strong> despedía…<br />

Una tragedia educativa de 25 cuerdas en memoria del payador guitarronero<br />

César “Tranca” Castillo. Fallecido el 8 de septiembre del 2005 en <strong>la</strong> cárcel de<br />

Rancagua.<br />

Personajes<br />

Tranca<br />

<strong>Se</strong>lva<br />

Angulo (Gendarme)<br />

Rucio (Gendarme)<br />

Floridor<br />

Mu<strong>la</strong>to<br />

Raulito<br />

Cotepín<br />

Zancudo<br />

<strong>Se</strong>rgio<br />

Asesor criminalístico<br />

1


Cuerda 1<br />

Coro:<br />

Un adiós para empezar<br />

saludando a un payador.<br />

Coro de payadores<br />

Primera fi<strong>la</strong> de c<strong>la</strong>vijas<br />

Primera orden (LA)<br />

Diez escenas se despiden de diez frases, cada una en espera de sus versos.<br />

Cuatro golpes de décima se trenzan con <strong>la</strong> trágica espine<strong>la</strong> de un espino.<br />

Veinticinco cuerdas cuelgan de un puente<br />

Tres actos despiden a un poeta.<br />

Tres fi<strong>la</strong>s de c<strong>la</strong>vijas sostienen<br />

Veintiuna cuerdas para colgarse.<br />

Cinco órdenes dan <strong>la</strong> despedida<br />

a cuatro diablos de guitarrón.<br />

Cuatro diablos se tiñen de negro.<br />

Cuatro amigos visten de luto.<br />

Cuatro cuerdas más para colgarse.<br />

Como corvos de guitarrón hay un hombre que se enfrenta a un trágico destino.<br />

Las fauces de un guitarrón los separan en un grito que se apaga en un abismo.<br />

Arriba, un cuello cuelga de un mástil que con su alma llora el despojo de sus<br />

rimas.<br />

Cuerda 2<br />

Tranca: <strong>Se</strong>lva…<br />

El alba despunta<br />

Los barrotes recogen sus <strong>la</strong>rgas sombras<br />

Detrás de estos muros <strong>la</strong> cordillera se manifiesta.<br />

La mezquina mañana me arrebata <strong>la</strong> bondad de su paisaje.<br />

<strong>Se</strong>lva se desve<strong>la</strong>…<br />

Me necesita a su <strong>la</strong>do…<br />

Rancagua… el agua que se arranca… <strong>la</strong> vida que se escapa… que se pierde<br />

en este vacío… mi alma teme no soportarlo.<br />

2


Hiede… 30 reos realzan <strong>la</strong> podredumbre de este lugar… de este corral.<br />

La luz incipiente proporciona a sus cuerpos cualidades espectrales. Sus figuras<br />

se funden en mi cabeza. Una maza miserable de <strong>la</strong> que yo también me hago<br />

parte. Me adormece el imperceptible movimiento de sus angustias.<br />

Entreabro los ojos… me levanto de un salto con un muro b<strong>la</strong>nco en mis<br />

narices… el muro respira… va a estal<strong>la</strong>r mi corazón. El muro se hace cómplice<br />

de mis <strong>la</strong>tidos… resop<strong>la</strong> el muro sobre mi cara. Poco a poco comienzo a<br />

alejarme… mi muslo izquierdo se entumece… me cuesta trabajo retroceder…<br />

Cada paso palpita estruendoso en mi cráneo. Mis manos instintivamente<br />

aprietan los oídos, pero el estruendo viene de adentro. Mi espalda choca con <strong>la</strong><br />

pared. Una luz me enceguece… mis pies se humedecen, el agua corre por los<br />

muros, se filtra por todos los vértices de esta celda y <strong>la</strong> corriente crece hasta<br />

sumergirme por completo. Nado con desesperación para salir a flote, pero <strong>la</strong><br />

superficie nunca aparece, lucho con todas mis fuerzas para conseguir un poco<br />

de aire. Al fin me rindo junto al último de mis respiros, mi cuerpo se hunde en<br />

un abismo que me presenta profundidades vírgenes.<br />

Una figura con luz propia se acerca desde una oscuridad desconocida para el<br />

hombre. Identifico su forma… es una ballena… b<strong>la</strong>nca… resp<strong>la</strong>ndeciente… me<br />

mira con misericordia… muro o ballena vigi<strong>la</strong>n el mismo tormento.<br />

Cuerda 3<br />

Rucio: ¡A <strong>la</strong> cuentaaaaa!<br />

Coro:<br />

El profe lo escribió así:<br />

En <strong>la</strong> puerta de este encierro<br />

está escrito con carbón,<br />

aquí el bueno se hace malo<br />

y el malo se hace peor.<br />

Tranca: En los pasillos se arma un bullicio. No, parece ser que es <strong>la</strong> celda de<br />

al <strong>la</strong>do. Si es al <strong>la</strong>do.<br />

Un gordo se encarama en una sil<strong>la</strong>.<br />

<strong>Se</strong>rgio: ¡Bájate de ahí huevón, que estay sapiando!<br />

Tranca: Veo a <strong>Se</strong>lvita mirándome tras los barrotes. El Manguera está sentado<br />

en <strong>la</strong> litera de esa esquina. No te puedo ayudar ahora amigo, cuando salga te<br />

voy a llevar algo de mercadería.<br />

3


Aquí en <strong>la</strong> cárcel es mejor no saber nada. Si sabes mucho te tratan de sapo, si<br />

sabes poco te tratan de gil.<br />

<strong>Se</strong> escucha un ba<strong>la</strong>zo.<br />

Los gendarmes traen por el pasillo en tinta a dos reos esposados.<br />

Cotepín: ¡No se que hueá mi cabo, nosotros lo encontramos así en el baño!<br />

Tranca: El Bigote trae mi guitarrón. Estás cada día más canoso amigo. Parece<br />

que <strong>la</strong> nieve hizo de <strong>la</strong>s suyas en tu cabeza. El guitarrón se deshace en mi<br />

mano. Las venas se tragan <strong>la</strong>s veinticinco cuerdas.<br />

Estoy en el sector veinticinco.<br />

Floridor: ¡Las visitas siempre son buenas profe, pero a veces de afuera llegan<br />

noticias ma<strong>la</strong>s que sicosean a <strong>la</strong> gente y se producen situaciones como <strong>la</strong>s de<br />

anoche!<br />

Tranca:<br />

Voy camino al colegio<br />

En una luz roja pasa frente a mi una mujer cabizbaja<br />

Lleva un sombrero en sus manos<br />

Un sombrero cortado en dos<br />

Llego<br />

Tengo <strong>la</strong> manía de contar los pasos desde el vehículo hasta <strong>la</strong> puerta de<br />

entrada, pero una paloma que se cruza en mi andar, me hace perder <strong>la</strong> cuenta.<br />

Hay un gendarme alto que le dicen el Rucio.<br />

Me asedia hace días, ya no se hace cuantos.<br />

Perdí <strong>la</strong> cuenta de los pasos que he dado.<br />

Perdí <strong>la</strong> cuenta de los días, dejé de contar cuando el rucio me prohibió seguir<br />

escribiendo.<br />

Quizás a alguien le pueda molestar que cuente lo que sucede aquí dentro.<br />

Pero aquí dentro lo que sucede es <strong>la</strong> espera. Aquí dentro hay un más adentro.<br />

Y el más adentro es lo que me quieren quitar.<br />

Voy por el mes me parece, hace días que ya no puedo escribir.<br />

El Rucio se encarga de quebrar todo lo que me queda de dignidad.<br />

Mis amigos están aquí. Mis colegas. Mis compadres. ¿Qué hacen dentro de<br />

esta celda?<br />

Esta primera orden es un derrape de mi conciencia. Es <strong>la</strong> orden del dolor que<br />

me causa estar aquí dentro. Es <strong>la</strong> orden de <strong>la</strong> injusticia que no encaja dentro de<br />

mi razón y del l<strong>la</strong>nto de mis familiares.<br />

Diablito 1<br />

4


Yo no quiero saber tanto.<br />

No quiero ver los ojos de mis alumnos, pensando en que esta pa<strong>la</strong>bra significa<br />

que no están iluminados.<br />

No es necesario saber que <strong>la</strong> vocación que apasiona mi corazón, es<br />

recompensada con tanta injusticia.<br />

En <strong>la</strong> cana hay dos tipos de personas los Vivancos que son los choros y los<br />

Gilbertos que son los manduqueados.<br />

Un Vivanco dice que el Gilberto que trabaja en <strong>la</strong> cocina vale menos que una<br />

pa<strong>la</strong> de caca. No quiero pensar que es así como <strong>la</strong> sociedad valora al profesor,<br />

al educador.<br />

Cuerda 1<br />

<strong>Se</strong>gunda orden (MI)<br />

Tranca: En mis sueños vi una ballena. También vi a Mu<strong>la</strong>to Taguada<br />

enfrentándose a Don Javier de <strong>la</strong> Rosa y aunque 1790 fue el año de aquel<br />

encuentro, <strong>la</strong> noche me trajo nuevamente esta historia que dibujó sobre los<br />

muros de está celda aquel<strong>la</strong> cantina de <strong>la</strong> contienda de los históricos<br />

payadores.<br />

Don Javier, un hombre que ha recorrido el mundo, conocedor de los libros,<br />

juega a favor de <strong>la</strong> republica, Mu<strong>la</strong>to; conocedor solo de <strong>la</strong> tierra que ha arado<br />

va en representación de los oprimidos. Verseaban sobre <strong>la</strong> lucha de los<br />

mapuches y los privilegios de los españoles, enfrentados los dos puetas dando<br />

<strong>la</strong> vida en ello.<br />

Van casi ochenta horas de delirio dando rienda suelta a <strong>la</strong> viveza popu<strong>la</strong>r y no<br />

dando tregua a <strong>la</strong> deshonra de <strong>la</strong> derrota. En cada una de sus respuestas<br />

entregaban todo su ingenio, sin dejar que el cansancio menguara sus fuerzas.<br />

Don Javier ya doblegado por el ingenio del Mu<strong>la</strong>to saca a relucir todo el<br />

conocimiento que le ha otorgado su vida más acomodada y va dejando en<br />

evidencia <strong>la</strong> falta de educación del Mu<strong>la</strong>to hasta que lo hace confundirse y<br />

caer.<br />

La tradición pide <strong>la</strong> cuenta y el payador vencido entrega su sombrero al<br />

vencedor quien lo tijeretea entre <strong>la</strong>s risas de vencedores.<br />

Mientras <strong>la</strong> cara del Mu<strong>la</strong>to se transfigura no puedo evitar sentir morbosidad al<br />

estar presenciando tanta humil<strong>la</strong>ción. Javier de <strong>la</strong> Rosa va cortando el<br />

sombrero al Mu<strong>la</strong>to y <strong>la</strong> cantina enmudece por completo. Solo se escuchan los<br />

pasos del vencido abandonando el lugar con <strong>la</strong> mirada fija en el suelo. Todo se<br />

5


conge<strong>la</strong> por unos segundos y el relincho de un caballo desde los cerros hace<br />

reaccionar a <strong>la</strong> triste mujer que deja rauda el lugar en busca de su amado que<br />

camina rumbo a <strong>la</strong> muerte. De <strong>la</strong>s cuerdas de su guitarra fabricó su horca y a<br />

<strong>la</strong>s oril<strong>la</strong>s del río entrego su sombrero al caudal.<br />

Cuerda 2<br />

Tranca: Aquí en el sector 25, <strong>la</strong>s horas tienen más de sesenta minutos. Las 25<br />

cuerdas del guitarrón suenan en mi cabeza otorgando a cada segundo el<br />

amargo sonido de su ausencia.<br />

Cotepín: Es que aquí el tiempo sobra sin saber que hay que hacer con él.<br />

Zancudo: ¿Me deja ver sus manos profe?<br />

Tranca: ¿Y pa que querís ver mis manos? Déjame solo mejor.<br />

Zancudo: Ya po’ profe déjeme ver sus manos. Que le cuesta.<br />

Tranca: No sea cargante amigo. Como no entiende que hay momentos en que<br />

un hombre necesita de su soledad.<br />

Zancudo: Si es un segundo no más. Muéstreme sus manos que quiero ver una<br />

cosa.<br />

Cotepín: Ya vira pa’ otro <strong>la</strong>do Zancudo si no querís que te muestre <strong>la</strong>s mías<br />

mejor.<br />

Zancudo: Con buenas pa<strong>la</strong>bras cualquiera entiende.<br />

Cotepín: ¡Putas que es huevón profe, como va a permitir que cualquier huevón<br />

le venga a hueviar <strong>la</strong>s manos!<br />

Tranca: Aquí todos parecen esforzarse por invadir tu ya pequeño espacio: ¡Un<br />

cigarro profe!, ¡Présteme el ajedrez!, ¡Présteme quina pa’ pagar una deuda!,<br />

¡Présteme fuego profe! y nadie entiende cuando <strong>la</strong> mente te pide un momento<br />

de intima reflexión.<br />

Cotepín: Así es <strong>la</strong> cosa aquí en <strong>la</strong> cana. Mire el Chilevisión. Lleva 31 años tras<br />

<strong>la</strong>s rejas, fue condenado a dos cadenas perpetuas y dice que con todos los<br />

beneficios solo le quedan siete meses para irse. ¿Y que mundo le va a quedar<br />

allá afuera? ¿Quién lo va a esperar ya a los sesenta y tres años de su vida?<br />

Tranca: Si <strong>la</strong>s horas tienen más de sesenta minutos, nadie podrá saber<br />

cuantas horas tienen treinta y un años.<br />

6


Cuerda 3<br />

Angulo: La cuenta es <strong>la</strong> primera actividad del penal. <strong>Se</strong> abren <strong>la</strong>s celdas y<br />

todos deben salir al pasillo en fi<strong>la</strong> para proceder al conteo. Los guardias<br />

pasamos frente a ustedes oyendo <strong>la</strong> numeración y contemp<strong>la</strong>ndo <strong>la</strong> presencia<br />

de los penados.<br />

<strong>Se</strong> debe estar completamente afeitado, de pelo corto, manos atrás y al cantar<br />

el número que le ha correspondido, se debe mover <strong>la</strong> cabeza con dirección al<br />

compañero siguiente, dándole así el pase para que cante el número sucesivo.<br />

¿Comprendió amigo?<br />

Tranca: Si gendarme. Aunque espero que algún día les sobre alguien en <strong>la</strong><br />

lista.<br />

Angulo: Es que aquí no sobra ni falta nadie. Y si falta contamos hasta que<br />

aparezca.<br />

Tranca: Le digo por que me gustaría no estar aquí dentro.<br />

Angulo: Ah, si… entiendo. No se, usted es el profe. Lo llevo para su celda<br />

entonces…<br />

Tranca: Uste cree que me va a pasar algo malo ahí dentro. Quiero decir… son<br />

muy malos los que están ahí.<br />

Angulo: Mire aquí a nadie le gusta estar por algo es <strong>la</strong> cárcel. Ahora en el<br />

sector 25 que es donde usted va a estar los tipos son bastante tranquilos. De<br />

todas formas trate de no l<strong>la</strong>mar tanto <strong>la</strong> atención y portarse bien.<br />

Tranca: Yo no debería estar aquí.<br />

Angulo: No me salga con esa que aquí todos son inocentes.<br />

Tranca: Sabía que me iba a decir eso. Bueno, vamos entonces.<br />

Angulo: Oiga no me de órdenes. Primero quiero preguntarle algo.<br />

Tranca: Pregunte no más.<br />

Angulo:¿Usted es músico también? Yo lo vi una vez en <strong>la</strong> p<strong>la</strong>za de armas<br />

tocando una guitarra muy extraña. Sonaba bonita, eso si.<br />

Tranca: Ese es el guitarrón. Eso hago yo, soy payador guitarronero. ¿Cuál es<br />

su nombre?<br />

7


Angulo: Iván Angulo, pero dígame gendarme no mas por que aquí no se<br />

puede tutear. Así que payador ¿y no puede tirar una paya ahora?<br />

Tranca: Es que pa’ payar se necesitan mínimo dos, porque <strong>la</strong> paya es un<br />

enfrentamiento. Si quiere le puedo decir un brindis.<br />

Angulo: A ver.<br />

Tranca: Esta es una de <strong>la</strong>s que mas se me conocen:<br />

Brindo dijo un profesor<br />

por <strong>la</strong> pizarra y <strong>la</strong> tiza<br />

mi sueldo es para <strong>la</strong> risa<br />

siendo yo un educador.<br />

Los momentos de dolor<br />

y económicos apuros<br />

los borro con lo mas puro<br />

que es <strong>la</strong> risa de <strong>la</strong> infancia<br />

por que tengo <strong>la</strong> ganancia<br />

de estar sembrando futuro.<br />

Angulo: Harto bonita. ¿Cómo se aprende eso de memoria? Debe costar harto<br />

memorizar tanta pa<strong>la</strong>bra.<br />

Tranca: Hay una estructura que ayuda harto. Si quiere le puedo enseñar.<br />

Angulo: <strong>Se</strong>ría bueno aprenderlo, pero ahora lo tengo que llevar a <strong>la</strong> celda.<br />

Oiga y le aconsejo que no le diga a nadie que estuvimos conversando no le<br />

gustará para nada a mi mayor. Tenga ojo con él. Es uno grande y Rucio, lo va<br />

a reconocer a <strong>la</strong> primera y le va a hacer <strong>la</strong> vida imposible si se le mete sangre<br />

en el ojo con usted. Lo va tener entre ceja y ceja.<br />

Cuerda 1<br />

Tercera orden (DO)<br />

Tranca: Dentro del hacinamiento de este penal queda poco espacio para<br />

recordar quien uno es. De los recuerdos poco puedo hacer para convertirlos en<br />

identidad. La cuenta diaria nos deja bien presente que aquí somos números<br />

más que nombres.<br />

Pensando en quien soy, viajo a recordar a mi madre que conoció a mi padre<br />

siendo una viuda más de <strong>la</strong> tragedia del humo. La peor tragedia de <strong>la</strong> minería<br />

chilena. Una ironía de <strong>la</strong> vida haber sido concebido producto de una tragedia.<br />

8


Los presentaron y tienen que haberse flechado los dos porque al poco tiempo<br />

después se pusieron a convivir y de esa convivencia fue que nací.<br />

Estudie en el colegio bernardo Ohiggins de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción Ohiggins. Mi mamá me<br />

llevaba tempranito al colegio y como llegaba tan temprano me aburría<br />

esperando solo en el colegio. Un día se me ocurrió cerrar el colegio y que los<br />

otros esperaran. Así que espere que los auxiliares abrieran, se fueran para<br />

dentro a hacer sus quehaceres y tranqué <strong>la</strong> puerta. Así se fueron acumu<strong>la</strong>ndo<br />

alumnos y profesores sin entender que es lo que pasaba. Después cuando me<br />

descubrieron me decían al pasar ahí va el que tranca <strong>la</strong> puerta. Y ahí quede<br />

como el tranca.<br />

Con el ciego Salvita conocí <strong>la</strong> paya y los versos chistosos. Fue él quien sembró<br />

en mí <strong>la</strong> pasión por <strong>la</strong> décima espine<strong>la</strong> que en estos momentos de soledad se<br />

convierte en una gran herramienta que bendice mi espíritu.<br />

Rucio: Así que tenemos carne nueva para <strong>la</strong> lumita. ¿Usted es el famoso<br />

profesor del que tanto hab<strong>la</strong>n allá afuera?<br />

Tranca: No se que es lo que se hab<strong>la</strong> allá afuera, pero si, soy profesor. Y de<br />

usted aquí dentro… también se hab<strong>la</strong> gendarme.<br />

Rucio: ¿Y que esta escribiendo ahí? ¿Cartitas de amor para sus alumnas?<br />

Tranca: Yo no le voy a contestar ese improperio. <strong>Se</strong> muy bien que no me<br />

conviene. Pero yo estoy aquí en calidad de imputado y no se me ha dec<strong>la</strong>rado<br />

culpable de nada. Espero que <strong>la</strong> verdad salga a flote y que todo esto mañana<br />

no sea más que un mal recuerdo.<br />

Rucio: Calidad de imputado. Esa si que es buena. Calidad de imputado. Que<br />

bueno que recuerda eso porque mañana tiene una visita a <strong>la</strong> fiscalía para<br />

dec<strong>la</strong>rar. Así que lo vamos a dejar piluchito para presentarle una linda tenida<br />

que va a tener que usar. Le lleva brazos y piernas encadenadas, pantalones<br />

amarillos que combinan perfecto con <strong>la</strong> chaqueta amaril<strong>la</strong> que le vamos a<br />

poner. Adivine que pa<strong>la</strong>bra tiene <strong>la</strong> chaqueta en <strong>la</strong> espalda con letras bien<br />

grandes. Una pa<strong>la</strong>bra de mucha calidad: IMPUTADO. Y para darle <strong>la</strong><br />

bienvenida le tenemos preparada unas cuantas ruedas de reconocimiento con<br />

otros reos invitados, a ver si algunas de <strong>la</strong>s víctimas te reconoce detrás del<br />

espejo. Por que nunca se sabe quien esta detrás del espejito. Ahí va a tener<br />

que disfrutar de su calidad de imputado.<br />

Tranca: <strong>Se</strong>a quien sea que me este mirando, estará viendo a un hombre<br />

inocente.<br />

Rucio: No hable huevadas oiga. ¿Usted cree que alguien que lo vea con esas<br />

prendas pensará que detrás de esa imagen hay un inocente? ¿Alguien va a ver<br />

detrás de esa chaqueta amaril<strong>la</strong> a un hombre de trabajo? Nadie se atrevería a<br />

mirarte como padre de familia.<br />

9


Tranca: Yo se lo que soy. Yo se lo que valgo. Mi dignidad no se va a achicar<br />

con un traje que me vistan.<br />

Rucio: Yo le voy a decir una cosa. Hay dos formas de mirar en <strong>la</strong> calle a un<br />

hombre esposado de overol amarillo: con miedo o con un fulminante rechazo<br />

despectivo. Esas miradas quiebran cualquier tipo de dignidad que un reo pueda<br />

fabricarse. Mañana esa fortaleza con <strong>la</strong> que me hab<strong>la</strong> va a desaparecer y ahí<br />

voy a estar yo para mirar su cara en ese momento. Le prometo que no voy a<br />

necesitar recordarle el motivo por el que esta aquí adentro. La culpa… aquí<br />

todos tratan de evitar<strong>la</strong>, pero <strong>la</strong> culpa es una joroba que crece con cada día que<br />

se está preso y si no crece, aquí tengo una herramienta que resulta ser muy<br />

buen abono. ¿Qué le parece esta luma? ¿La encuentra bonita?<br />

Tranca: Que le voy a decir gendarme. Darle <strong>la</strong>s gracias no más por <strong>la</strong><br />

dignificante escena que me va a rega<strong>la</strong>r mañana. Buenas noches.<br />

Rucio: ¿Qué tiene ahí en <strong>la</strong> mano?<br />

Tranca: Un lápiz.<br />

Rucio: ¿Y quien se lo pasó? Voy a tener que requisarlo, ve que no se pueden<br />

tener este tipo de elementos puntudos en el penal. Cualquier elemento que<br />

tenga posibilidad de ser utilizado como arma es peligroso aquí dentro.<br />

Tranca: Le prometo que no voy a escribir nada que comprometa a los<br />

funcionarios del penal, pero…<br />

Rucio: Entréguelo. Es una orden.<br />

Tranca: Tome. Buenas noches gendarme.<br />

Rucio: Usté’ dirá si son buenas.<br />

Cuerda 2<br />

<strong>Se</strong>gunda fi<strong>la</strong> de c<strong>la</strong>vijas<br />

Tranca: Hoy mande una carta al jefe de <strong>la</strong> corporación municipal de Rancagua.<br />

Decía así:<br />

“Quiero expresarle que de todo lo vivido en mis 57 años éste ha sido tal vez el<br />

momento mas duro porque junto con sentir el destrozo de una carrera, una<br />

familia y una imagen pública intachable, también he sentido un quiebre<br />

personal ya que del docente y artista de ayer queda el camino destrozado de<br />

10


un hombre que debe comenzar a luchar por recuperar su prestigio personal y<br />

todo cuanto siente destrozado y perdido.”<br />

Yo que debería estar sembrando futuro con el arte que oficio, debo dejar de<br />

sembrar para protegerme de esta injusticia. ¿Cuanto tiempo demorará esta<br />

tortura? ¿Existirá un motivo del destino adonde me lleve esta amarga<br />

experiencia? Llevo más de dos semanas hacinado junto a 31 reclusos en un<br />

espacio de no más de 50 metros cuadrados. Debido a <strong>la</strong> sobre pob<strong>la</strong>ción he<br />

tenido que dormir en el suelo hasta ahora. El único contacto con el exterior es<br />

una pequeña ventana por donde entra un mínimo de aire. Todos los camarotes<br />

están ocupados y los cuatro que llegamos últimos debemos dormir en el<br />

espacio que sirve de comedor y salón de TV. Somos los últimos en acostarnos<br />

y los primeros que debemos levantarnos. Cuando tenemos “suerte” que <strong>la</strong> luz<br />

este funcionando el Zancudo se desve<strong>la</strong> con los programas y cuando no, se<br />

une a los ronquidos del gordo <strong>Se</strong>rgio y a <strong>la</strong>s pesadil<strong>la</strong>s murmuradas de Raulito<br />

que hab<strong>la</strong> dormido, lo que dificulta de sobremanera <strong>la</strong> posibilidad de dormir,<br />

con todo ese bello panorama finalmente el cansancio te vence y logras conciliar<br />

el sueño, esto ocurre ya pasada <strong>la</strong> media noche, al amanecer cuando<br />

comienzan a cantar los gorriones sabemos que pronto llegará <strong>la</strong> hora obligada<br />

de levantarnos por que comienzan a desfi<strong>la</strong>r con rumbo a <strong>la</strong> cocina todos los<br />

que desean tomar desayuno, sus caras son una mezc<strong>la</strong> de rabia e imploración<br />

y sus gestos nos dicen a <strong>la</strong>s c<strong>la</strong>ras -¡levántense los huevotes!- entonces<br />

retiramos los colchones con una precisión mecánica y armamos el comedor<br />

para que comience otro día de aparente normalidad.<br />

Cuerda 3<br />

Floridor: Oiga Profe, ¿tiene un cigarrito?<br />

Tranca: Un cilíndrico tuberculoso, Floridor… ahí lo tiene.<br />

Floridor: ¿Primera vez que cae en cana? Mire aquí <strong>la</strong> gente no es ma<strong>la</strong>, pero<br />

hay que tener cuidado con los malos hábitos de <strong>la</strong> gente y tratar que a uno no<br />

se le peguen. <strong>Se</strong> ve que uste es un hombre que guarda muy en secreto sus<br />

cosas, da <strong>la</strong> sensación que usted fuera silencioso por naturaleza, un ahorrador<br />

de pa<strong>la</strong>bras, eso. C<strong>la</strong>ro que siendo profesor dudo que sea así, simplemente<br />

que usted es de los que hab<strong>la</strong>n cuando tienen que hab<strong>la</strong>r, porque sabe el peso<br />

que tiene cada una de sus pa<strong>la</strong>bras. Aquí hay gente que se <strong>la</strong> pasa hab<strong>la</strong>ndo<br />

de sus familias y los amigos que tienen afuera, pero se sabe que esos son los<br />

que nunca vienen a ver sus familiares.<br />

Tranca: ¿Quiere fuego?<br />

Floridor: Gracias. Este es uno de los pocos p<strong>la</strong>ceres que uno se puede dar<br />

aquí dentro. Sabe, yo ya llevo bastante tiempo tras <strong>la</strong>s rejas. Esta es <strong>la</strong> cuarta<br />

vez y por ahí por los 80 estuve preso en Arica, c<strong>la</strong>ro que eso fue por razones<br />

11


políticas. Yo era sindicalista del cobre. Era el 20 de junio de 1982 el día de<br />

aquel recordado partido entre <strong>la</strong> selección chilena y <strong>la</strong> austriaca. Lo recuerdo<br />

porque un guardia nos había concedido el favor de escuchar el partido a<br />

cambio de un anillo de oro que cedió un camarada a beneficio de <strong>la</strong> hinchada<br />

presidiaria. Estábamos en una celda 24 fumadores empedernidos y llevábamos<br />

más de un mes sin humo en los pulmones. En esos momentos uno hubiera<br />

dado <strong>la</strong> vida por un cigarro, así que con <strong>la</strong>s colil<strong>la</strong>s que a veces dejaban caer<br />

los guardias en el pasillo, logramos reunir, el tabaco necesario para fabricar un<br />

cigarro comunitario. No era una tarea fácil; uno de los artesanos se dislocó el<br />

hombro por recoger una colil<strong>la</strong> con demasiado ímpetu, pero el vicio es el vicio<br />

profesor. En esos tiempos <strong>la</strong>s restricciones y carencias eran mucho más<br />

grandes que <strong>la</strong>s de ahora, así que una fumada era como estar respirando un<br />

pedacito de esa libertad por <strong>la</strong> que todos rogábamos. Así, después de mucho<br />

esfuerzo logramos reunir una cantidad digna de tabaco y con un pedazo de<br />

papel de diario, armamos un cigarro. La idea era celebrar el triunfo de Chile<br />

frente a Austria, pero <strong>la</strong> ansiedad transmitida por el partido nos hizo ade<strong>la</strong>ntar<br />

<strong>la</strong> jugada. Solucionamos el primer dilema, <strong>la</strong> obtención del vicio, pero<br />

comenzaba otro, solo había un fósforo… comprenderá profesor que ninguno de<br />

los comensales se ofreció a encenderlo. El fracaso de <strong>la</strong> operación conllevaría<br />

para el responsable, <strong>la</strong> ira colectiva de los fumadores con <strong>la</strong>s respectivas<br />

represalias que con <strong>la</strong> desesperación y necesidad podían perfectamente pasar<br />

a circunstancias mayores. Así que decidimos sortear entre los presentes <strong>la</strong><br />

delicada misión. Cortamos pelitos de un pedazo de escobillón que había<br />

recic<strong>la</strong>do uno de los nuestros y decidimos que el más corto sería el elegido. ¿Y<br />

quién cree que saco el pelito más corto? El pe<strong>la</strong>fustán que tiene frente a sus<br />

ojos. Ahí estaba yo profesor, con el fósforo en mi mano, el cigarro en mi boca y<br />

<strong>la</strong> mirada de 23 nicotinómanos atentos más a mi encomienda que a <strong>la</strong>s jugadas<br />

de gol que se producían en el partido. No sé si era el peso de <strong>la</strong><br />

responsabilidad, pero sentí un escalofrío que subía por mi columna hasta erizar<br />

mis cabellos. Sudando a mares y tiritando más que espejo de micro me percato<br />

de una pequeña ráfaga de aire que entraba por una escotil<strong>la</strong> y ordeno a dos<br />

reos tapar<strong>la</strong> con una colchoneta. Pongo <strong>la</strong> cabeza del fósforo contra el cemento<br />

decidido a aplicar <strong>la</strong> fricción cuando desde <strong>la</strong> radio se escucha que hay penal<br />

favorable a Chile. Todos saltan y gritan al guardia que suba el volumen.<br />

Caszely frente al arco de Koncilia. Tensión absoluta. No vue<strong>la</strong> una mosca.<br />

Algunos se arrodil<strong>la</strong>n apretando los dientes, otros se miran paralizados y los<br />

más sordos encajan sus orejas entre los barrotes buscando <strong>la</strong> minima distancia<br />

entre el par<strong>la</strong>nte y sus parabólicas. Sin un filtro de piedad el locutor narra <strong>la</strong><br />

tragedia; Cazsely pierde el penal y mientras los auditores fulminados<br />

comprimen con fuerza párpados y <strong>la</strong>bios, raspo con delicada pero decidida ira<br />

el fósforo y acerco el fuego a mi boca aspirando una <strong>la</strong>rga y calmante<br />

humareda de nicotina.<br />

Tranca: ¿Otro cigarrito?<br />

12


Cuerda 4<br />

Mu<strong>la</strong>to: ¡Tranca, despierta!<br />

Tranca: Taguada, ¿Eres tu? déjame dormir. Duerme tú también. <strong>Se</strong> buen<br />

Mu<strong>la</strong>to y vigi<strong>la</strong> mis noches de agonía.<br />

Mu<strong>la</strong>to: Estoy aquí Tranca, en tu sueño. Una b<strong>la</strong>nca ballena me ha traído para<br />

poder hab<strong>la</strong>r contigo. La noche me prestó un momento.<br />

Tranca:<br />

Yo no tengo tu sombrero<br />

Mu<strong>la</strong>to amigo horte<strong>la</strong>no<br />

mi sombrero lo devano<br />

con el peso de mi encierro.<br />

Yo no soy el vertedero<br />

del dolor de tu derrota<br />

es mi sangre gota a gota<br />

que vacía esta injusticia<br />

ya no quiero mas noticia<br />

no me des tu triste nota<br />

Mu<strong>la</strong>to:<br />

Una cuerda de guitarra<br />

puso fin a mi deshonra<br />

en el árbol una alondra<br />

con su canto desamarra.<br />

En mi cuello así se narra<br />

el destrono de un poeta<br />

una ma<strong>la</strong> jugarreta<br />

puso fin a mi reinado<br />

pero tu eres el legado<br />

hoy tu carne es mi <strong>la</strong>nceta<br />

13


Tranca:<br />

Como enfrento un contrapunto<br />

mostrando esta horrible herida<br />

han partido en dos mi vida<br />

por un acto que es presunto.<br />

Y por mas que junto y junto<br />

<strong>la</strong>s razones del por qué<br />

con respuestas no hay quien de<br />

en mi bulto de cabeza<br />

solo escucho llora y reza<br />

no te queda mas que fe<br />

Mu<strong>la</strong>to:<br />

No doblegues el destino<br />

con tristeza y pesadumbre<br />

allá afuera hay mucha lumbre<br />

y te queda un gran camino.<br />

<strong>Se</strong> que soy un campesino<br />

y fui presa de mi error<br />

pues que sirva mi dolor<br />

como fruto de experiencia<br />

Tranca tu ten <strong>la</strong> paciencia<br />

que no tuve en mi <strong>la</strong>bor.<br />

Tranca:<br />

Es que mi alma se desborda<br />

de extrañar a mi mujer<br />

de mis hijos que han de ver<br />

a su padre en pluma torda<br />

ap<strong>la</strong>stado por <strong>la</strong> horda<br />

de tanta malicia humana<br />

que me tiene en esta cana<br />

por crudeza e impiedad.<br />

No existe una dignidad<br />

que soporte esta picana.<br />

14


Mu<strong>la</strong>to:<br />

Mi verdugo no fue el verso<br />

ni don Javier de <strong>la</strong> Rosa<br />

fue aquel<strong>la</strong> oscura babosa<br />

del orgullo más perverso.<br />

En un pozo me vi inmerso<br />

y me hundí en mi quebranto<br />

quedé ciego bajo el manto<br />

que nubló mi fiel temp<strong>la</strong>nza<br />

estropeando <strong>la</strong> ba<strong>la</strong>nza<br />

que peso siempre en mi canto.<br />

Tranca:<br />

Pero el peso de mi canto<br />

No cayó por mi conducta<br />

Un juez de su boca eructa<br />

Y aquí estoy quizás por cuanto.<br />

Nunca he dicho ser un santo<br />

Te lo juro a ti Mu<strong>la</strong>to<br />

Pero es un mal garabato<br />

Esta infame acusación<br />

Han marcado mi pasión<br />

Con <strong>la</strong> sue<strong>la</strong> del zapato.<br />

Mu<strong>la</strong>to:<br />

Me despido de ti Tranca<br />

puesto que el alba despunta<br />

sólo soy peón de yunta<br />

mi pa<strong>la</strong>bra aquí fue franca.<br />

Retorno a <strong>la</strong> tierra b<strong>la</strong>nca<br />

que permitió mi consejo<br />

por lo menos se que dejo<br />

en tu alma algo de paz<br />

espero que seas capaz<br />

de no verme como espejo.<br />

15


Diablito 2<br />

Ya no hay profesor.<br />

Ya no hay <strong>la</strong> historia de un suicidio en una cárcel.<br />

Ya no hay <strong>la</strong> historia de un trabajador de <strong>la</strong> educación que cultivó luz toda una<br />

vida.<br />

Ya no hay alumnas enojadas por <strong>la</strong>s ma<strong>la</strong>s notas.<br />

Ya no hay una directora de mente perversa a quien le moleste que uno diga lo<br />

que piensa.<br />

Hay una acusación de abuso de tres de mis alumnas de<strong>la</strong>nte de todo un curso<br />

que dice lo contrario.<br />

Hay jueces con martillos cargados como los dados de ma<strong>la</strong> fama.<br />

Hay jueces que tuvieron una ma<strong>la</strong> mañana.<br />

Cuerda 1<br />

Cuarta orden (SOL)<br />

Angulo: Oiga profe, le vengo a cobrar <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra. Estuve pensando mucho eso<br />

de… no se preocupe, son leseras no mas.<br />

Tranca: Joven, pregunte sin miedo.<br />

Angulo: ¿Guitarrón, me dijo que se l<strong>la</strong>maba, el instrumento que uste toca?<br />

Tranca: El guitarrón, c<strong>la</strong>ro. Es un instrumento típico chileno. <strong>Se</strong> piensa que es<br />

el único chileno propiamente tal. O sea, yo creo que si que es chileno. Aunque<br />

no se sabe bien su procedencia. Los maestros de pirque fueron quienes lo<br />

rescataron y lo cultivaron. Si no hubiera sido por personas como el Santitos<br />

Rubio por ejemplo, el Chosto Ulloa y varios otros que se fijaron en esta guitarra<br />

chica con varias cuerdas.<br />

Angulo: Fui a un lugar donde lo tocaron el fin de semana. A mi señora le<br />

quedó gustando mucho y le conté que había un profesor aquí dentro que era<br />

payador.<br />

16


Tranca: Yo no era payador; Soy. Aunque no tenga guitarrón aquí dentro lo sigo<br />

siendo igual.<br />

Angulo: Suena como si estuviera una orquesta de guitarras tocando a <strong>la</strong> vez.<br />

Tranca: Yo le voy a hab<strong>la</strong>r un poquito de este instrumento que nace como<br />

necesidad de expresión masculina, joven. Siéntese. Y disculpe que me<br />

entusiasme tanto pero me emociona hab<strong>la</strong>r del “estrumento” bajo estas<br />

circunstancias. Tiene 25 cuerdas por eso es que suena así. Es más acinturado<br />

que una guitarra tiene más caja más fondo. Tiene 3 corridas de 7 c<strong>la</strong>vijas cada<br />

una. Mas cuatro diablitos que suenan a los costados. Entonces tenemos 21<br />

cuerdas que son <strong>la</strong>s que se pulsan; <strong>la</strong>s que van desde el puente hasta el<br />

c<strong>la</strong>vijero, pero no se pulsan de manera individual si no que están en grupos o<br />

en órdenes<br />

El primer orden <strong>la</strong> primera <strong>ordena</strong>nza son tres cuerdas afinadas en La<br />

El segundo orden también tiene tres cuerdas en afinadas MI<br />

La tercera <strong>ordena</strong>nza son cuatro cuerdas afinadas en un DO<br />

El cuarto orden son seis cuerdas afinadas en un SOL, aquí se juega con los<br />

entorchados y <strong>la</strong>s cuerdas mas agudas.<br />

Y el quinto orden tiene 5 afinados en RE.<br />

Los c<strong>la</strong>vijeros más chiquititos que están a los costados son cuatro cuerdas que<br />

se l<strong>la</strong>man diablitos. Son diablitos por que se desafinan como ellos solos. Como<br />

es casi imposible hab<strong>la</strong>r del guitarrón sin hab<strong>la</strong>r de <strong>la</strong> décima Violeta Parra<br />

escribió una décima muy bonita explicando mejor que yo <strong>la</strong> belleza del<br />

guitarrón. Dice así:<br />

Al hab<strong>la</strong>r del estrumento<br />

diríjome al guitarrón,<br />

con su a<strong>la</strong>mbre y su bordón<br />

su sonoro es un portento.<br />

Cinc' <strong>ordena</strong>nzas le cuento<br />

tres de a cinco, dos de a tres,<br />

del c<strong>la</strong>vijero a sus pies<br />

l'entrasta'ura 'legante,<br />

cuatro diablitos cantantes<br />

debe su caja tener.<br />

También tiene en su puente <strong>la</strong> figura de dos corvos que están frente a frente,<br />

estos representan <strong>la</strong> batal<strong>la</strong> que se da en el contrapunto improvisado.<br />

Angulo: <strong>Se</strong> podría a decir que usted esta corvo a corvo con el destino profe,<br />

pero sabe una cosa, yo le creo. He visto el cariño que le tiene <strong>la</strong> gente ahí<br />

afuera, como se han movilizado, han organizado hasta marchas para luchar por<br />

su pronta salida y en lo personal no lo veo a usted cometiendo esos actos de<br />

los que se le escucha. Ármese de fuerza que pronto todo esto no será más que<br />

un mal recuerdo.<br />

Tranca: Me gustaría pensar como usted joven, pero mi corazón esta marchito.<br />

Ha sido demasiada <strong>la</strong>rga esta espera. Y se bien que una acusación como <strong>la</strong><br />

que me han hecho tiene sus marcas imborrables, se que afuera voy a tener<br />

17


que enfrentarme a <strong>la</strong>s miradas de desconfianza de profesores y apoderados.<br />

No se como podría reaccionar frente algo así. Ese día que salí a <strong>la</strong> calle como<br />

imputado pude sentir el peso del prejuicio en <strong>la</strong> mirada de los transeúntes. Esa<br />

experiencia machaco mi alma de manera irreparable. Estoy corvo a corvo con<br />

el destino, Iván. En eso tienes razón.<br />

Rucio: No sabía que los presos te tuteaban ahora Iván.<br />

Angulo: Yo le di permiso mi mayor.<br />

Rucio: hay que tener cuidado Angulo no ve que a estos hambriento uno les da<br />

<strong>la</strong> mano y se toman el codo. Siempre están al acecho de una oportunidad para<br />

sacar provecho y eso le puede jugar en contra Angulo.<br />

Angulo: Como usted diga mi mayor.<br />

Rucio: Váyase al sector del <strong>la</strong>do y déjeme con el pederasta que lo voy a invitar<br />

a conocer un lugar precioso para que se inspire en sus escritos. Tanto que le<br />

gusta entregar papelitos a <strong>la</strong>s visitas profesor. Tenga cuidado con <strong>la</strong><br />

información que sale de aquí porque <strong>la</strong> ley aquí <strong>la</strong> escribimos de una forma que<br />

no se entiende allá afuera. Ahora me obliga a ais<strong>la</strong>rlo en un lugar donde no<br />

tenga contacto con papel ni con lápiz, pero le va a servir quizás reflexionar un<br />

rato a so<strong>la</strong>s. A ver si con un poquito de incomunicación se le quita <strong>la</strong> calentura<br />

con <strong>la</strong>s niñitas.<br />

Tranca: Usted esta sobrepasándose, señor. Quiero que me deje tranquilo o si<br />

no voy a tener que denunciarlo con su autoridad.<br />

Rucio: A ver. Mire a su alrededor ¿ve alguna autoridad aparte de <strong>la</strong> mía en<br />

algún <strong>la</strong>do? Vamos a ver si después de <strong>la</strong>s <strong>la</strong>tas le quedan ganas de<br />

acusarme. ¿Conoce <strong>la</strong>s <strong>la</strong>tas profesor? Las <strong>la</strong>tas son celdas muy pequeñas<br />

solitarias y frías, los que <strong>la</strong>s conocen no tienen ganas de volver a el<strong>la</strong>s ya que<br />

el frío, <strong>la</strong> soledad y el encierro son los peores compañeros que puede tener un<br />

hombre en su caso. Permítame acompañarlo.<br />

Tranca: ¡Suélteme!<br />

Cuerda 2<br />

Tranca: Cuatro golpes tiene <strong>la</strong> décima. El primer octosí<strong>la</strong>bo se rima con el<br />

cuarto y el quinto. El segundo con el tercero. El sexto con el séptimo y con el<br />

último. El octavo con el noveno. Cuatro paredes de <strong>la</strong>ta de<strong>la</strong>tan con frialdad<br />

brutal <strong>la</strong> condición de mi encierro. Está es <strong>la</strong> nueva reforma procesal. La que<br />

busca culpables en vez de inocentes. Cuando salga a <strong>la</strong> calle y me encuentre<br />

contigo <strong>Se</strong>lvita, tú serás <strong>la</strong> encargada de valorar cuanto he cambiado, yo por lo<br />

18


pronto, quiero seguir siendo el mismo de ayer. Esta ballena b<strong>la</strong>nca que viene a<br />

visitarme me trae <strong>la</strong> c<strong>la</strong>ma del sonido del mar.<br />

Diablito 3<br />

Hay decisiones irresponsables.<br />

Hay cámaras de televisión que apuntan sin criterio.<br />

Hay noticias que forman parte de una línea editorial de algún medio de<br />

comunicación. Otras que no.<br />

Hay un hombre que no quiere saber tanto.<br />

Hay una constitución que ha olvidado su rol frente a <strong>la</strong> sociedad.<br />

Hay un país que desde su televisor cava su propia tumba.<br />

Hay constitución que es <strong>la</strong> cruz de <strong>la</strong> educación.<br />

Hay una idea de proyecto de país de insostenible inexistencia.<br />

Hay quienes se llenan <strong>la</strong> boca y los bolsillos hab<strong>la</strong>ndo de un mejor futuro para<br />

los que vienen a este mundo.<br />

Hay personas encargadas de cambiar esta constitución.<br />

Hay inconveniencia. No hay voluntad. Hay desidia. No hay vocación.<br />

Hay cosas que siguen así para el beneficio de unos pocos en desmedro de un<br />

todo.<br />

No hay pa<strong>la</strong>bras cuando hay una realidad que desborda tanto el corazón.<br />

Cuerda 3<br />

<strong>Se</strong>lva: ¿Te has preguntado alguna vez que sucede al interior de <strong>la</strong>s cárceles?<br />

¿Te has preguntado quienes están allí? La vida me llevo a conocer de <strong>la</strong><br />

manera más dolorosa parte de lo que sucede dentro. El golpe recibido esa<br />

mañana del día 8 de septiembre de 2005 jamás podrá ser olvidado por mí y mi<br />

familia, ya que fue cuando mi alma se partió en mil pedazos y el dolor invadió<br />

mi vida hasta el día de hoy.<br />

19


El desastre comenzado justo un mes antes, cuando detuvieron a César. Era un<br />

día 8 de agosto y junto a Marta, mi cuñada, fuimos a visitarlo a Investigaciones,<br />

allí en una salita contigua a <strong>la</strong> secretaría, él nos daba ánimo y nos decía que no<br />

nos preocupáramos, que todo pasaría muy pronto, todo se ac<strong>la</strong>raría. Al día<br />

siguiente, cuando en <strong>la</strong> audiencia se escucho al fiscal, los que allí estábamos,<br />

incluido César, quedamos espantados por <strong>la</strong> gravedad y lo increíble de <strong>la</strong><br />

acusación. Aún me parece ver a Cesar mirar hacia donde estábamos sentados,<br />

incluidas <strong>la</strong>s cámaras de televisión, con una mirada de incredulidad y dolor.<br />

Ahora al recordar su expresión me doy cuenta que allí se dicto su sentencia de<br />

muerte.<br />

Fue considerado un peligro para <strong>la</strong> sociedad y enviado al centro de reclusión<br />

por 90 días, p<strong>la</strong>zo que otorgo el juez para realizar <strong>la</strong> investigación. Para Cesar,<br />

ese espíritu libre e inquieto fue demasiado, ¿Cómo podría soportar tanta<br />

humil<strong>la</strong>ción y tanto dolor?<br />

En el colegio Hermanos Carrera, los apoderados que estaban apoyando a<br />

Cesar efectuaron una marcha de apoyo hacia el profesor que había atendido<br />

por mas de tres años a sus hijos, y seguramente que por este apoyo brindado<br />

eran rechazados por los directivos y se les cerraban <strong>la</strong>s puertas del<br />

establecimiento. A los profesores se les prohibió involucrarse, incluso se realizo<br />

en un consejo de profesores una reunión con una abogada que sindicó de<br />

culpable a este profesor a pesar que se estaba en periodo de investigación; en<br />

cambio <strong>la</strong>s apoderadas acusadoras eran atendidas con abrazos y sonrisas por<br />

los directivos haciéndo<strong>la</strong>s pasar a <strong>la</strong>s oficinas por <strong>la</strong>rgo rato. ¿Estaba<br />

influyendo <strong>la</strong> ideología política de César? ¿Estaban influyendo <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones<br />

que Cesar mantenía con los directivos? ¿Por fin se desharían de este profesor<br />

que no aceptaba el autoritarismo y no se dejaba dominar?<br />

Era necesario investigar sobre <strong>la</strong>s alumnas acusadoras y sus familias, se<br />

entrevisto a apoderados y alumnos, quienes aportaron antecedentes sobre<br />

el<strong>la</strong>s, sobre el acuerdo al que habían llegado <strong>la</strong>s niñas acusadoras para<br />

vengarse del profesor porque les había puesto una ma<strong>la</strong> nota, que una de <strong>la</strong>s<br />

niñas testigo era pariente del director, que el hermano de una de <strong>la</strong>s niñas<br />

frente a todos sus compañeros indicó que él sabía que su madre y hermana<br />

estaban mintiendo, etc. <strong>Se</strong> estaba investigando a una de el<strong>la</strong>s ya que se<br />

comentaba que anteriormente ya había acusado falsamente a otra persona. El<br />

asesor criminalístico…<br />

Asesor criminalístico: “En base a los re<strong>la</strong>tos, entrevistas y dec<strong>la</strong>raciones<br />

obtenidas, junto a <strong>la</strong> inspección del sitio del suceso, se puede apreciar que<br />

dadas <strong>la</strong>s circunstancias es muy difícil que don César Castillo Bozo haya<br />

realizado <strong>la</strong>s acciones que denuncian <strong>la</strong>s menores. Lo anterior se ratifica, por<br />

<strong>la</strong>s dec<strong>la</strong>raciones prestadas por los propios alumnos, que se ubican en los<br />

primeros asientos de <strong>la</strong> sa<strong>la</strong>, quienes constantemente están observando todas<br />

<strong>la</strong>s actuaciones de su maestro y docente. Lo mismo se establece, por<br />

intermedio de <strong>la</strong> inspección al sitio del suceso, <strong>la</strong> cual ratifica lo expuesto por<br />

los alumnos entrevistados, ya que los asientos se ubican a una minima<br />

distancia, lo que a <strong>la</strong> mirada de los niños no se escaparía una situación tan<br />

obvia como <strong>la</strong> de manosear partes intimas de <strong>la</strong>s alumnas denunciantes.<br />

También existen otros factores que hacen apreciar lo indicado. Del por qué no<br />

se denuncio antes estos hechos, que según propias versiones de <strong>la</strong>s menores<br />

vienen sucediendo desde comienzo de año. Que justo, después de habérseles<br />

20


consignado una ma<strong>la</strong> nota, en confabu<strong>la</strong>ción <strong>la</strong>s menores denunciantes, junto a<br />

otras alumnas, según lo re<strong>la</strong>tado propios compañeros, denuncian al profesor.<br />

Que <strong>la</strong>s alumnas denunciantes recién este año se vienen integrando al grupo<br />

de curso. Todo esto hace suponer que existe un trasfondo en <strong>la</strong> acusación y<br />

que probablemente los dichos mencionados por <strong>la</strong>s menores no es verídico.”<br />

<strong>Se</strong>lva: Cabe seña<strong>la</strong>r, que <strong>la</strong>s alumnas se incorporaron al curso del 4º año entre<br />

marzo y abril del 2005, que estaban muy desfasadas en su aprendizaje ya que<br />

habrían presentado necesidades educativas especiales, que tenían muchos<br />

problemas conductuales. La sa<strong>la</strong> cuenta con cinco ventanas sin cortinas, <strong>la</strong><br />

puerta de entrada tiene una ventanita, cuenta con 45 asientos o pupitres para<br />

los 45 alumnos, que el escritorio solo tenía una base y dos cajones muy<br />

pequeños y por lo tanto permitía una buena visibilidad a los alumnos, <strong>la</strong>s<br />

tocaciones indicadas se habrían efectuado en c<strong>la</strong>ses frente a todos los<br />

alumnos. El profesor trabajó en esa escue<strong>la</strong> por 15 años y estuvo a cargo de<br />

varios proyectos que el realizó. El sector donde se encuentra ubicada <strong>la</strong><br />

escue<strong>la</strong> es de marginalidad o alto riesgo social donde muchos niños tienen<br />

graves experiencias de vida. Yo me pregunto ¿todo esto no provocó ni una<br />

duda en <strong>la</strong> subdirectora y en <strong>la</strong> jefe técnico cuando <strong>la</strong>s alumnas acusaban al<br />

profesor? ¿Pudo más <strong>la</strong> enemistad que sentían hacia su colega?<br />

El Examen Psicológico fue efectuado por un perito forense, quien luego de<br />

entrevistas, pruebas y exámenes, concluyó:<br />

. Inteligencia normal<br />

. Afectividad Madura<br />

. Control de impulsos.<br />

. Síndrome Depresivo<br />

. Ausencia de trastornos sexuales.<br />

Además encontró signos de angustia y <strong>la</strong>bilidad emocional. En una de esas<br />

entrevistas se <strong>la</strong> pidió que escribiera como se sentía ante <strong>la</strong> acusación. <strong>Se</strong><br />

sentía desconso<strong>la</strong>do, herido, consternado porque sentía que frente a <strong>la</strong><br />

sociedad se le había dejado como un delincuente, que sin ser escuchado se le<br />

destruía su carrera profesional, su vida familiar y su imagen pública.<br />

Cuerda 4<br />

Raulito: Profe, estoy derrumbado. Mi abogado se me acerco para ofrecerme<br />

juicio abreviado. ¡Si llego a juicio Oral, es sólo mi pa<strong>la</strong>bra contra quien me<br />

acusa y no creo que vaya a se a mi a quien le crean profe! ¡el abogado quiere<br />

que me dec<strong>la</strong>re culpable y así me puede sacar de aquí cumpliendo <strong>la</strong> pena sólo<br />

firmando en el patronato de reos!<br />

21


Tranca: Te entiendo Raúl. La verdad es que para el que es culpable esto no<br />

sería problema, pero para el inocente si que lo es, porque no puede ir en contra<br />

de sus valores, principios y conciencia, dicho de otro modo <strong>la</strong> reforma necesita<br />

culpables y si no existen con todo este procedimiento de cárcel y<br />

ab<strong>la</strong>ndamiento hay que comenzar a fabricarlos.<br />

Raulito: No se que hacer. No puedo vivir sosteniendo el peso de algo que no<br />

hice, pero tampoco aguanto un día más aquí dentro. Llevo casi 90 días preso<br />

viviendo <strong>la</strong>s incomodidades, presiones y tensiones propias de esta vida<br />

carce<strong>la</strong>ria y me ofrecen una forma de salir dec<strong>la</strong>rándome culpable.<br />

Tranca: Raulito tiemb<strong>la</strong> frente a mí. Piensa en los que han creído en él, en los<br />

que lo han apoyado, piensa en su propia inocencia y sabe que aceptar es<br />

renunciar a 90 días de lucha y cargar para toda su vida con una culpa que no<br />

ha cometido. Yo también tiemblo mientras reflexiono esta curiosidad de<br />

reforma, aquí el culpable puede salir libre con beneficios, y el inocente para<br />

salir libre debe dec<strong>la</strong>rarse culpable.<br />

Cuerda 5<br />

Rucio: ¡La cuenta!<br />

Cotepín: ¡A <strong>la</strong> fi<strong>la</strong> los huevones!<br />

Tercera fi<strong>la</strong> de c<strong>la</strong>vijas<br />

Rucio: Tate cal<strong>la</strong>o Cotepín. ¡Vamos al pasillo los pichulácticos! 1<br />

Floridor: ¡Cuarenta y uno y último!<br />

Rucio: ¡Faltan dos! ¡¿Quienes son?!<br />

Cotepín: ¡De <strong>la</strong> veinticinco mi Cabo, Fernández salió al aseo!<br />

Rucio: ¡<strong>Se</strong> repite <strong>la</strong> cuenta!<br />

Floridor: ¡Cuarenta y uno y último!<br />

Angulo: Siguen faltando dos, mi cabo.<br />

1 Procesados por delitos de connotación sexual.<br />

22


Rucio: ¡Profesor de un paso al frente! Dígame donde están los que faltan a <strong>la</strong><br />

cuenta.<br />

Tranca: No se, señor. Hay uno que anda haciendo el aseo. Me parece que es<br />

Fernández.<br />

Rucio: Ya se que hay uno haciendo el aseo. No se haga el pavo conmigo.<br />

¡Donde esta el que falta!<br />

Tranca: Puede que durmiendo.<br />

Ahora me va a romper de un lumazo el hocico.<br />

Lo hace.<br />

Caigo de rodil<strong>la</strong>s.<br />

La pupi<strong>la</strong> frente a <strong>la</strong> hebil<strong>la</strong>.<br />

<strong>Se</strong> me escapan <strong>la</strong>s lágrimas.<br />

Angulo: Jefe. Es verdad el Elvis se había quedado dormido. Aquí lo traigo.<br />

Rucio: No ve Angulo. Lo que le decía. No hay que darles un centímetro de<br />

confianza a estos delincuentes. A <strong>la</strong> primera se suben por el chorro. ¡Te quedai<br />

trapeando el pasillo Elvis, por hueveta y flojo!<br />

Tranca: No se hizo comentario alguno de <strong>la</strong> situación. En todo caso aquí son<br />

así <strong>la</strong>s cosas, nadie pregunta ni cuenta nada. Sólo queda el aprendizaje que no<br />

se debe andar de los primeros ni de los últimos, dentro de lo posible, debes ser<br />

de vidrio para que nadie se fije en tu presencia ni te pierdas en <strong>la</strong> rutina de<br />

ningún uniformado.<br />

Mañana ya es visita y cuento los minutos para verte <strong>Se</strong>lvita.<br />

Cuerda 6<br />

Zancudo: Hoy es viernes. El domingo vendrá mi mujer y mis dos hijos.<br />

Tranca: Yo también cuento <strong>la</strong>s horas que faltan para <strong>la</strong> visita del domingo<br />

Zancudo, pero deja de transmitir un rato que nos dejas a todos con ansiedad.<br />

Floridor: Le ha contado a todos, dígale que pare pues profe.<br />

Cotepín: Pero aquí todos sabemos <strong>la</strong> verdad. Que lo que cuenta es pura<br />

ilusión. En <strong>la</strong>s tres últimas visitas lo han dejado tirado.<br />

Zancudo: ¡No, si yo se que ahora vienen! ¡Lo que pasa es que pasa es que<br />

ellos viajan de Santiago y en puros pasajes son más de seis lucas! ¡No si<br />

ahora vienen, no ven que es fin de mes!<br />

Tranca: Cada uno espera como puede Cotepín.<br />

23


Cotepín: ¡Pero este ya esta pe<strong>la</strong>ndo el cable!<br />

Raulito: ¡Ral<strong>la</strong>ndo <strong>la</strong> papa!<br />

Floridor: ¡Peinando <strong>la</strong> muñeca!<br />

Tranca: Uno tiene que saber que es lo que está pasado con <strong>la</strong> familia más allá<br />

de estos muros. <strong>Se</strong> espera dispuesto a recibir alegrías o ma<strong>la</strong>s noticias. <strong>Se</strong><br />

espera con el convencimiento que alguien vendrá.<br />

Floridor: ¡Cuando yo cumplí trece meses de encierro le dije a mi compañera<br />

que <strong>la</strong> dejaba en libertad de acción, que no viniera más, que el<strong>la</strong> aún era joven<br />

y no podía encadenarse a una inútil espera! ¡Es mejor saber que hay libertad<br />

al romper compromisos, que llegar al nido y encontrar otro zorzal hornando!<br />

Raulito: ¡Usted sí que tuvo visitas profe, le conté como sesenta!<br />

Cotepín: ¡Bueno al principio es así, muchos vienen por que son amigos, otros<br />

vienen de curiosos, pero con del tiempo <strong>la</strong> visita va bajando y quedan sólo los<br />

que tienen que quedar!<br />

Tranca: Es angustiante mirar el reloj calcu<strong>la</strong>ndo <strong>la</strong>s horas que faltan para <strong>la</strong><br />

visita, pienso en los que posiblemente vendrán y te siento a mi <strong>la</strong>do selvita<br />

acompañándome en esta espera.<br />

Pienso en los que no vendrán y para ellos también esta espera tiene su precio;<br />

el domingo podré verte compañera, podré sentir tu cariño y sé que seguirás<br />

también en una espera, porque toda noche tiene su amanecer.<br />

Cuerda 1<br />

Quinta orden (RE)<br />

Tranca: El hecho que hoy haya visita disipa en algo <strong>la</strong>s tensiones, todos se<br />

preparan para recibir<strong>la</strong>, salen a <strong>la</strong> luz <strong>la</strong>s mejores ropas y <strong>la</strong>s bolsas con lo que<br />

hay que mandar para afuera han quedado preparadas desde <strong>la</strong> noche anterior.<br />

<strong>Se</strong>rgio: ¡Putas, quien tiene una luca que me preste pa pagar el camaro!<br />

Cotepín: ¡llego el domingo de visitas! Hoy es día de ilusiones y de<br />

decepciones.<br />

Floridor: El f<strong>la</strong>co Zancudo ha rebotado por cuarta vez; sale con <strong>la</strong> ilusión de<br />

una visita y prepara sus bancas y su mesa… sin que nadie llegue a visitarlo.<br />

24


Zancudo: ¡No, tienen que haber tenido problemas! ¡Me avisaron a última hora<br />

que no podían venir! ¡Tiene que haberles faltado p<strong>la</strong>ta para los pasajes!<br />

Cotepín: Enfrente su decepción compañero y deje de inventarse disculpas. Lo<br />

dejaron rebotando y punto.<br />

Zancudo: ¡No, si algo tiene que haber pasado, los míos no pueden dejarme así<br />

tirado!<br />

<strong>Se</strong>rgio: Es lo mismo que dijiste <strong>la</strong> semana pasada.<br />

Tranca: La mesa y bancas solitarias parecen entender con <strong>la</strong> dureza de sus<br />

maderas este cuarto rebote que ha tenido en el mes.<br />

La visita siempre trae novedades, <strong>la</strong> familia y los amigos te impregnan del que<br />

hacer que hay más allá de los muros, los recuerdos florecen y <strong>la</strong>s sonrisas que<br />

hab<strong>la</strong>n de pasados tiempos mejores llenan el espacio de incertidumbre de hoy<br />

en que te encuentras.<br />

Coro:<br />

En el patio han preparado<br />

una mesa y unas bancas<br />

aquí esta tu viejo “tranca”<br />

sufriendo tu beso amado,<br />

hay amigos a mi <strong>la</strong>do<br />

que también sufren tardanzas,<br />

todo se vuelve aguas mansas<br />

y se olvida todo asunto<br />

sueño amaneceres juntos<br />

no sabes con que esperanza.<br />

La visita tiene sabor y olor de horas de libertad, cada uno de tus familiares y<br />

amigos junto con traerte algo de solidaridad, te trae esa energía positiva que te<br />

dice fuerza, ánimo, estoy contigo.<br />

Por eso entiendo al Zancudo, ya que por cuarta vez ha rebotado. Su mesa y<br />

sus bancas han quedado vacías en una inútil espera.<br />

Cuerda 2<br />

Rucio: Ya te dije Tranca que cortaras con eso de los escritos. Me canse de<br />

repetirlo. Parece que <strong>la</strong>s <strong>la</strong>tas no fueron suficiente para que entendieras.<br />

Tranca: Quiere que le diga una cosa cabo. Usted me tiene hasta <strong>la</strong> coronil<strong>la</strong>.<br />

No creo que <strong>la</strong> prohibición de mis escritos sea una cosa de <strong>la</strong> fiscalía. Eso es<br />

cosa suya no más y no entiendo el por que. Acaso es escritor frustrado o hace<br />

esto de aburrido no más. Mis pa<strong>la</strong>bras no dañan a nadie y son lo único que me<br />

queda en este encierro de mierda que me ha tocado <strong>la</strong> ma<strong>la</strong> suerte de padecer.<br />

25


No me interesan sus lumazos de milico impotente. Haga lo que quiera ‘eñor, ya<br />

me aburrí de estarle agachando el moño. No doy más con esta cárcel inmunda<br />

donde poco falta pa que tengamos que dormir parados uno al <strong>la</strong>do del otro.<br />

Cotepín: Tenga paciencia compañero. Cierre el hocico que nos va a meter en<br />

problemas a todos.<br />

Rucio: Deja no más que siga hab<strong>la</strong>ndo. Me gusta reventar a palos a los reos<br />

que se ponen choros.<br />

Tranca: Entonces reviénteme pos oiga uste’ cree puedo estar más reventado<br />

de lo que ya estoy. A uste le gusta ser sádico de eso no tengo duda porque<br />

todos los que estamos aquí ya estamos reventados. Cree que se me olvido lo<br />

que le paso al Galindo a <strong>la</strong> semana que había llegado aquí. El pobre viejo tenia<br />

asma y nunca le pasaron el inha<strong>la</strong>dor que llevaba años pidiendo. Cuanto rato<br />

estuvimos pateando <strong>la</strong> puerta. Gritando ¡Eh, mi cabo, enfermo en <strong>la</strong> veinticinco!<br />

¡Y uste estaba a cargo no? Pero no quiso escuchar, hizo oídos sordos a los<br />

gritos de piedad que todos gritamos. Lo sacaron sin aire, a <strong>la</strong> rastra y no<br />

alcanzaron a llegar con Galindo al hospital. Ninguno de nosotros pudo<br />

despedirse de él. Simplemente falto un número en <strong>la</strong> cuenta de <strong>la</strong> mañana y<br />

usted tuvo que retirar una ficha más de los archivos. ni siquiera pudimos<br />

otorgarle el más sentido pésame a su familia, porque ni siquiera su familia ha<br />

vuelto a buscar sus escasas pertenencias. <strong>Se</strong> murió como un perro<br />

abandonado. Usted dejo que muriera así. Pero aquí estoy yo para decirle que<br />

no somos na’ animales. Que aunque estemos aquí hacinados, sin poder<br />

siquiera cagar en soledad, tenemos una dignidad que nos pertenece por<br />

derecho. Y aunque usted no quiera entender que aquí no todos somos<br />

culpables de los delitos que se nos imputan. Y aunque <strong>la</strong> reforma ande<br />

desesperada fabricándose culpables, hay un algo aquí adentro, en ese lugar<br />

donde su luma no llega y su brutalidad es incapaz de alcanzar, en ese lugar<br />

hay algo que no nos pueden arrebatar, hay un algo que se debe cuidar. Y uste’<br />

bruto de mierda no es quién pa venir a masacrarnos con su prepotencia<br />

inhumana.<br />

Angulo: Mi cabo no haga nada de lo que se pueda arrepentir, por favor.<br />

Rucio: No, Angulo. No lo voy a tocar esta vez. Pero cagaste, mierda. <strong>Se</strong> te<br />

acabaron <strong>la</strong>s visitas dominicales. Angulo, llévate a este pelmazo unos días a<br />

<strong>la</strong>s <strong>la</strong>tas a ver si se le quita <strong>la</strong> rabia y deja de babear. Y quiero un al<strong>la</strong>namiento<br />

en <strong>la</strong> 25. No quiero ver ningún vestigio de papel o lápiz en este sector o te va a<br />

llegar un sumario Angulo que te va a cortar <strong>la</strong> pega de una. No quiero ver mas<br />

insolencia en este sector, ¿entendieron? o de verdad <strong>la</strong> mano se va a venir<br />

dura y al que abra <strong>la</strong> boca sobre lo de Galindo se va una semana de<br />

vacaciones a <strong>la</strong>s <strong>la</strong>tas.<br />

Tranca: ¡Mu<strong>la</strong>to! ¡Mu<strong>la</strong>to ayúdame! ¡Tráeme a <strong>la</strong> <strong>Se</strong>lvita! ¡Cuida de los niños!<br />

Angulo: Vamos, profe. Esta delirando. Aquí no hay ningún Mu<strong>la</strong>to.<br />

Floridor: Llévelo a <strong>la</strong> enfermería mejor cabo no ve que se está volviendo loco.<br />

26


Cotepín: Quédate cal<strong>la</strong>do, mejor Floridor. No escuchaste que nos van hacer<br />

al<strong>la</strong>namiento. Ándate a rescatar lo que tengas de valor.<br />

Tranca: ¡Han cortado mi sombrero en mil pedazos, Mu<strong>la</strong>to! ¡La ballena esta<br />

varada esperando mi partida!<br />

Angulo: Ya profe. Andando.<br />

Cuerda 3<br />

<strong>Se</strong>lva: ¿La fiscalía tiene el poder de quitarle a un hombre lo único que le<br />

quedaba; el escribir? ¿Deseaban conocer <strong>la</strong> verdad o aniqui<strong>la</strong>r al hombre que<br />

tenían detenido?<br />

Durante el mes de agosto, un mes frío penetrante, lluvias y grisáceo color,<br />

César paso entre <strong>la</strong> esperanza y <strong>la</strong> decepción, de acuerdo como se presentaba<br />

<strong>la</strong> situación de otros imputados, a quienes no se les creía su inocencia y se les<br />

ofrecía que se dec<strong>la</strong>raran culpables para darles <strong>la</strong> ansiada libertad.<br />

Entre uno de sus escritos pude rescatar <strong>la</strong> siguiente carta dirigida a sus colegas<br />

en forma expresa:<br />

Tranca: “Tengo que decirles que he llorado, de rabia, de impotencia, de pena y<br />

también de alegría cuando en <strong>la</strong> visita dominical han llegado mis colegas, mis<br />

apoderados y mis ex alumnos. Si hay un infierno en <strong>la</strong> tierra creo que<br />

precisamente es este lugar, aquí no encuentras algo que te permita crecer y<br />

creer en tus semejantes, acá sientes el dolor de no tener a tu <strong>la</strong>do a tu mujer y<br />

tus hijos, y los muros y rejas no son nada comparado con el encierro interior<br />

que estas obligado a vivir.<br />

Cómo podría explicarles este mundo q1ue es tan irreal y ajeno para <strong>la</strong> aparente<br />

normalidad que vivimos lo s que siempre hemos dedicado nuestras manos al<br />

mundo del trabajo. La vida es algo hermoso y ahora me doy cuenta de todo el<br />

tiempo que he perdido por orgullo, vanidades o ambiciones, sé que el cuerpo<br />

es el que está preso porque con mis ilusiones, sueños y letras puedo viajar<br />

hasta donde quiera. En estos momentos puedo abstraerme hasta el patio del<br />

colegio y contemp<strong>la</strong>r al gordo <strong>Se</strong>gua o a <strong>la</strong> Amandita y valorar que gracias a<br />

ellos nosotros podemos trabajar en mejores condiciones, puedo imaginar a <strong>la</strong>s<br />

muchachas terminando el mural de <strong>la</strong> biblioteca y pasearme libremente por los<br />

pasillos riéndome de <strong>la</strong> f<strong>la</strong>ca Pía o de <strong>la</strong> Carmen porque sé que a veces no<br />

entienden mi humor…<br />

Uno a diario vive cuatro vidas: Una vida social, que tu te inventas a través de<br />

personas o instituciones y a esa vida puedes mentirle o aparentar socialmente;<br />

también tienes una vida pública, <strong>la</strong> cual te llega a través de tus accione, cargos<br />

y capacidades que poseas, en esta vida también puedes mentir, lo que a veces<br />

te sirve para mejorar<strong>la</strong>; ya que más pegada a ti llevas una vida privada cuyo<br />

dios se l<strong>la</strong>ma familia y allí también puedes mentir, qué hombre no le ha mentido<br />

alguna vez a su familia, ya sea por evitar problemas o por no crear conflictos;<br />

pero <strong>la</strong> más importante de estas cuatro, es <strong>la</strong> vida intima, y allí el dios se l<strong>la</strong>ma<br />

27


conciencia y a el<strong>la</strong> no puedes mentirle, por eso, yo estoy en paz con mi dios<br />

l<strong>la</strong>mado conciencia…<br />

Quiero terminar estas letras diciéndoles que los extraño mucho, que pese a<br />

todo mi alma no acumu<strong>la</strong> odios y que entiendo a los que hoy aparecen como<br />

mis aparentes enemigos.<br />

Hoy cuando lleguen a sus casas besen a sus hijos y piensen que yo y muchos<br />

no lo podemos hacer.<br />

Los quiere, César Castillo.<br />

Cuerda 4<br />

Tranca:<br />

Tras barrotes y cadenas<br />

hay angustia y soledad,<br />

hay inocencia y maldad<br />

mezc<strong>la</strong>da en risas y penas.<br />

Hay ilusiones ajenas<br />

que llevan acierto y yerro,<br />

hay un cruel sonar de fierros<br />

surgido por todos <strong>la</strong>dos<br />

y te sientes enjau<strong>la</strong>do<br />

en <strong>la</strong> puerta de este encierro.<br />

Mu<strong>la</strong>to:<br />

Tranca, amigo no decaiga<br />

vengo a darte aquí mi mano<br />

esta historia no es en vano<br />

que el dolor no te distraiga.<br />

El valor que en ti se arraiga<br />

será ejemplo de virtud<br />

es toda una multitud<br />

que acompaña tu desvelo<br />

todos tienen el anhelo<br />

de mostrarte gratitud<br />

28


Tranca:<br />

Una cuerda se ha perdido<br />

que arranque de un guitarrón<br />

se ha quebrado una canción<br />

y no ha sido por olvido.<br />

Pensamiento dividido<br />

entre rabia e impotencia<br />

en tu ausencia cruel carencia<br />

pierdo el alma trozo a trozo<br />

de este cuerpo ca<strong>la</strong>bozo<br />

hago luto mi dolencia<br />

Mu<strong>la</strong>to:<br />

Tranca escucha, no seas ciego<br />

hay salida de este infierno<br />

toma mi brazo fraterno<br />

y levanta al fin tu ego.<br />

De tu oficio eres un lego<br />

Tu pasión se necesita<br />

saca al hombre que en ti habita<br />

al poeta, al profesor<br />

y demuéstrale tu honor<br />

A ese abismo que te irrita.<br />

Tranca:<br />

Un funámbulo que anda<br />

sobre un hilo muy finito<br />

me abrazo con un diablito<br />

seduciendo de bufanda.<br />

<strong>Se</strong> Mu<strong>la</strong>to mi baranda<br />

dale fin a esta tortura<br />

pero hazlo con dulzura<br />

haz de seda mi vahído<br />

y sereno me despido<br />

con tu brisa de c<strong>la</strong>usura.<br />

29


Mu<strong>la</strong>to:<br />

Entonces a dos razones<br />

cump<strong>la</strong>mos tu decisión<br />

Tranca:<br />

Durmamos mi corazón<br />

no alientes otras opciones<br />

Mu<strong>la</strong>to:<br />

El viento trae canciones<br />

que apagan todo maltrato<br />

Tranca:<br />

<strong>Se</strong> acaba todo re<strong>la</strong>to<br />

sobre esta ballena b<strong>la</strong>nca<br />

Mu<strong>la</strong>to:<br />

Fue gusto ayudarte Tranca<br />

<strong>Se</strong> despide tu Mu<strong>la</strong>to.<br />

Angulo: ¡Profesor! ¡Profe! ¡Ayuda! ¡L<strong>la</strong>men a enfermería, rápido!<br />

Diablito 4<br />

Hay universidades que fueron castradas en algún momento de <strong>la</strong> historia.<br />

Fueron un cuerpo descuartizado por una dictadura que sabia que el<br />

pensamiento era un arma apuntando sus cabezas.<br />

Nunca hubo culpables, pero heredamos una constitución ciega que sepulta<br />

todo sueño de educar igualitariamente. Y terminamos siendo gente a <strong>la</strong> que le<br />

gustarían cientos de cosas.<br />

Gustaría no saber que se vive en una tierra de bur<strong>la</strong>.<br />

Gustaría no sentir el escalofrío que produce entender el proyecto que este<br />

sistema tiene para nuestros hijos.<br />

30


Gustaría no entender por que se saca <strong>la</strong> filosofía de los colegios.<br />

Gustaría no entender que un profesor con ideología es un peligro público.<br />

Vocación de riesgosas características.<br />

Gustaría no entender el por que de tanto poto y tanta teta, el porque de tanta<br />

noticia basura.<br />

Los niños saben encender un televisor de manera innata. Gustaría de no saber<br />

por que.<br />

Gustaría de no tener tanto que decir. No tener <strong>la</strong> sensación de pa<strong>la</strong>bras tan<br />

grandes que se estanquen en <strong>la</strong> boca; atraganten y asfixien.<br />

Gustaría no saber de pueblos manipu<strong>la</strong>dos.<br />

Gustaría no entender por que <strong>la</strong>s calles chorrean de publicidad. De por que<br />

tanta violencia en <strong>la</strong>s calles. De remedios carísimos. De viejos a los que <strong>la</strong><br />

salud pública ignora. Gustaría no pensar en sucias mentes que no quieren que<br />

pensemos.<br />

Gustaría no pensar en una constitución que no se altera en todos estos años<br />

de democracia, porque a los congresistas de esta pequeña aldea, esta<br />

pequeña maldea, esta pequeña mal death, les tiemb<strong>la</strong>n los bolsillos.<br />

Gustaría no entender que esta falta,<br />

esta falta.<br />

Esta falta.<br />

Esta falta.<br />

No es producto.<br />

No es producto.<br />

No es producto.<br />

No es producto.<br />

Gustaría no entender que corporaciones manejan un títere presidente. Y el<br />

títere maneja títeres empresas, rodeado de títeres ministros.<br />

Gustaría no ofender a los títeres.<br />

Gustaría no maldecir lo que muchos entendemos. Lo que muchos sabemos.<br />

Pero se sabe, se entiende, y lo que es peor, se vive y se siente.<br />

Y muchos vemos un paisaje dividido en 50 y 50 en donde el bienestar es una<br />

trampa en el ojo del ciudadano. Una ilusión que nunca se concreta. Como el<br />

niño que trata de escapar de esa pintura. Como <strong>la</strong> pareja que se besa<br />

espontáneamente en una fotografía y luego en otra, y en otra y en otra.<br />

No hay maldad en <strong>la</strong>s niñas que hoy me sentencian, hay ignorancia. La maldad<br />

no tiene justificación. Solo hay un error <strong>la</strong>mentable. Un precipicio edificado por<br />

31


adultos irresponsables. Hay niños comprenderán que solo deben confiar en su<br />

generación y <strong>la</strong> sentencia será para todos nosotros. Porque como adultos<br />

hemos barrido con el futuro de ellos. Y entenderán que esta constitución es de<br />

papel confort. Los monos con navaja que hoy nos manejan con todas sus<br />

normas, reg<strong>la</strong>s y leyes de juguete, no serán ningún obstáculo para los que<br />

vienen.<br />

Cuerda 5<br />

<strong>Se</strong>lva: César, fue un intelectual, con gran agilidad mental, originalidad, con<br />

espíritu de iniciativa, jovial, lleno de proyectos, pero también fue polémico,<br />

incisivo, en ocasiones con critica sin diplomacia e hiriente cuando sentía que<br />

tenia <strong>la</strong> razón, defendía sus derechos o de los demás y/o se le trataba con<br />

autoritarismo, esto lo llevó a tener algunos “enemigos” que no entendieron su<br />

forma de ser.<br />

Coro:<br />

<strong>Se</strong> <strong>ordena</strong> <strong>la</strong> despedida<br />

cogollo de verde esencia<br />

quiero gritar mi inocencia<br />

como homenaje a <strong>la</strong> vida,<br />

el día de mi partida<br />

solo déjenme una flor<br />

y que aparezca un cantor<br />

con alegría y sin quejas<br />

por que a pesar de <strong>la</strong>s rejas<br />

canta libre un payador.<br />

Gracias al que en mi creyó<br />

al que me ha dado su apoyo<br />

frente a estos duros escollos<br />

hoy día me entrego a Dios.<br />

Marcho raudo, muy veloz<br />

y dejo esta poesía<br />

para que algún nuevo día<br />

otro <strong>la</strong> vuelva a cantar<br />

quise a todos saludar<br />

en esta mi despedida.<br />

FIN.<br />

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