15.05.2013 Views

No. 13 - Revista de Temas Nicaragüenses

No. 13 - Revista de Temas Nicaragüenses

No. 13 - Revista de Temas Nicaragüenses

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>Revista</strong> <strong>de</strong> <strong>Temas</strong> <strong>Nicaragüenses</strong> <strong>No</strong>. <strong>13</strong> (Mayo 2009)<br />

pregna y se apropia en tal forma los espíritus, que una ola <strong>de</strong> entusiasmo corona el pacto, y luego<br />

salen a la calle “poseídos”, llenos <strong>de</strong> gracia celeste, transportados, tentados <strong>de</strong> divinidad.<br />

Viene entonces la lógica y la retórica <strong>de</strong>l servilismo, como período inicial <strong>de</strong> su papel social.<br />

Los i<strong>de</strong>ólogos son los encargados <strong>de</strong> la armazón sofística y no faltan entre ellos quienes pongan al<br />

servicio <strong>de</strong> “la causa” un grueso contingente <strong>de</strong> oratoria fisiológica, llamada a concertar hipnóticamente<br />

las conciencias prontas a la hecatombe. Lo primero que se necesita es <strong>de</strong>mostrar la gran<strong>de</strong>za<br />

<strong>de</strong>l caudillo, <strong>de</strong>l prohombre afortunado. La naturaleza corporal y espiritual <strong>de</strong>l elegido da alguna materia<br />

para la exégesis (explicación), pero no lo bastante. Hay que acudir entonces a la pseudossociología,<br />

que tan dócil se muestra en estos casos, y ella alumbra los vacíos sociales que el “Jefe”<br />

está llamado a remediar. Surge entonces por virtud <strong>de</strong> contrasentido, la tesis colectivista. El colectivismo<br />

es la doctrina que se presta mejor para la anulación <strong>de</strong> todos en favor <strong>de</strong> uno, en favor <strong>de</strong>l<br />

único. La masa es la poda <strong>de</strong> personalida<strong>de</strong>s significativas para po<strong>de</strong>r seguir uniforme y ciegamente<br />

los dictados <strong>de</strong> un César.<br />

Es, pues, paradójico, pero es exacto, que la necesidad <strong>de</strong> exaltar un individuo hasta lo máximo,<br />

conduzca a la tesis colectivista. Pero ésta es la mejor aliada <strong>de</strong>l caudillismo. Sin una doctrina rebañega<br />

no hay caudillo posible. El mito <strong>de</strong>l bienestar colectivo, el mito <strong>de</strong> la unidad, el mito <strong>de</strong> la<br />

solidaridad ¡el mito <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n!, son ladrillos sobre los que ha <strong>de</strong> encaramarse alguien, ése precisamente<br />

que en un momento histórico encarna las esperanzas <strong>de</strong> una sociedad <strong>de</strong>cepcionada. Echados así<br />

los cimientos, se produce un fenómeno espectacular. Los incapaces, los cobar<strong>de</strong>s, los invertidos espirituales<br />

e i<strong>de</strong>ológicos resultan ser entonces los salvadores <strong>de</strong> la sociedad. La sociedad sucumbe, y<br />

son ellos ¡los serviles!, los que van a salvarla. Y no hay mucho cómo combatirlos. En cualquier momento<br />

<strong>de</strong> la vida social hay <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n, hay anarquía, hay robo y hay exceso <strong>de</strong> criminalidad.<br />

<strong>No</strong> hay más que proclamar entonces la necesidad <strong>de</strong> una mano fuerte, <strong>de</strong> un puño cerrado,<br />

<strong>de</strong> una personalidad enérgica que ponga or<strong>de</strong>n en el caos y que poseída <strong>de</strong>l más puro <strong>de</strong>sinterés levante<br />

la situación material <strong>de</strong>l pueblo hasta un nivel <strong>de</strong> vida <strong>de</strong>corosa. Es que ellos, los serviles, suponen<br />

que a la sociedad le hace falta lo que a ellos: algo fuerte, algo enérgico: un macho (ellos ignoran<br />

que lo que falta es pan). Y una vez esgrimido el argumento, nadie los contiene. Y los serviles,<br />

timoratos, híbridos, insípidos en su vida individual <strong>de</strong>vienen ahora valientes, <strong>de</strong>cididos, agresivos. Y<br />

empiezan…..a acusar a los otros, a señalarlos, a motejarlos, a perseguirlos. ¡Hay que ver la ola <strong>de</strong><br />

coraje que los arrastra, con la frente alta y el semblante lleno <strong>de</strong> felicidad! ¡El Hombre, nuestro<br />

Hombre! ¡El mundo entero para él! ¡Nuestras vidas, nuestras mujeres, nuestras haciendas: todo para<br />

él! ¡La patria es él! Y nadie repara ya entonces en la brutal apostasía <strong>de</strong> la tesis, en la prostitución <strong>de</strong>l<br />

concepto <strong>de</strong> patria que entraña este endiosamiento <strong>de</strong> uno, a cuyo servicio se ponen el Estado y la<br />

nación y los sagrados intereses <strong>de</strong>l pueblo dividido en familias reales, <strong>de</strong> necesida<strong>de</strong>s actuales impostergables.<br />

Pero no hay lucha fructuosa contra esta avalancha. El <strong>de</strong>coro privado, el pudor natural en<br />

las personalida<strong>de</strong>s numerosas les impi<strong>de</strong> aspirar a los manejos <strong>de</strong> la cosa pública, y se ven obligados,<br />

por <strong>de</strong>sidia, por <strong>de</strong>sprecio, por asco y también por incapacidad <strong>de</strong>l individuo contra la masa, se ven<br />

obligados a encerrarse en sí mismos y abandonar la calle pública a los gruesos y estruendosos manifestantes<br />

<strong>de</strong> la nueva fe. Un nuevo período se abre, un nuevo elemento se agrega. Unificados en la<br />

i<strong>de</strong>a, unificados en la calle, empieza el período <strong>de</strong> proselitismo. El río se va haciendo cada vez más<br />

impetuoso y asalta la avenida principal.<br />

La enorme, la voluminosa masa <strong>de</strong> los indiferentes, se convierten poco a poco, tocados <strong>de</strong><br />

entusiasmo ante la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> una nueva patria con figura <strong>de</strong> hombre, y <strong>de</strong> espectadores pasan a ser ac-<br />

109

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!