.78. f. 60 “Muelle Fiscal, Valparaíso, Chile”. En su calidad de fotógrafo profesional, Allan hizo las fotografías de la mayoría de sus postales, interviniendo los negativos para retocar o incluir algunos elementos de la composición. Editor Jorge Allan. Postal Nº 51.Colección Samuel León. f. 61 Postal fotolitografiada, en cartulina esmaltada. Se representan los arcos de homenajes al héroe de La Concepción, Luis Cruz M. Editor Alamiro Arancibia. Colección Samuel León.
.79. Al llegar 1878, esta librería, que contaba con almacén de música, agencia de periódicos extranjeros, instrumentos musicales, libros en blanco, útiles de escritorio, papeles de todo tipo, libros de enseñanza, juegos de azar y literatura francesa y alemana, se disolvió como sociedad y, bajo el nombre de “Librería Universal” pasó a manos de Carlos Niemeyer. Ese mismo año, Inghirami, ex socio de E. Niemeyer, entró en sociedad con Carlos Brandt, comerciante e importador de nacionalidad alemana, establecido en el puerto de Valparaíso. La nueva sociedad, Inghirami & Brandt, se instaló en Calle del Cabo Nº21, y también explotó el giro de almacén de música y librería. Al término de esta sociedad, hacia mediados de la década de 1880, Carlos Brandt estableció su propia casa comercial haciendo importación directa de papel de escribir y envolver, libros en blanco para colegios y oficinas, útiles de escritorio, quincallería fina, álbumes, carteras y portamonedas, cigarreras, artículos de fantasía y para regalos, tarjetas de fantasía y en blanco, naipes franceses, ingleses y españoles, papel albuminado y tarjetas para fotógrafos, artículos de junco, cartón Bristol, cartón para encuadernadores y para fabricación de cajas para zapatos y sombreros. Brandt también importaba pianos, acordeones, armonios y música impresa y recibía órdenes para importar toda clase de artículos desde Europa. En 1888, estableció una sucursal en Santiago (calle Estado 30-A), encomendando esa Gerencia a Adolfo Conrads, quien años más tarde será el continuador comercial en calidad de importador independiente y también editor de postales de notoria calidad. Carlos Brandt se anticipó a su competidor Carlos Kirsinger y estableció una filial en Concepción, en calle Comercio Nº 73 a cargo de Eugenio Kronemberg; en tanto, en la Casa Matriz de Valparaíso, se desempeñaron como apoderados Roberto Schmutzen y H. Mattensohn. Este último, junto a Grimm, sucedió a Brandt en el mismo giro comercial. Sin intentar una clasificación de la extensa y dispersa producción de Brandt, es necesario referirnos a algunos aspectos de sus notables ediciones, en las que se emplearon diversos procesos fotomecánicos, fundamentalmente la fotolitografía, con posible uso de planchas de cobre para las reproducciones con alto contraste; utilización de cuños secos; procesos de “iluminación” 53 ; huecograbado, etc. Brandt y sus contemporáneos, particularmente Carlos Kirsinger, desarrollaron a través de sus anónimos fotógrafos, una amplia visión de la vida nacional abarcando pueblos, ciudades, puertos y plantas productoras de salitre, además de escenas costumbristas, como el tema “Plata a la Chuña” 54 , donde un grupo de niños recoge festivamente las monedas arrojadas por un padrino de bautismo. Otro aspecto curioso reflejado en una postal de Brandt, se relaciona con sanciones que se aplicaban a los detenidos, como por ejemplo: Reos en el cepo. Su temática también incluyó grupos sociales, festividades, ceremonias, trabajadores en diversos oficios, tarjetas de saludos de Año Nuevo y más de un centenar de tarjetas con temas mapuches, incluidas algunas coloreadas donde se representa a mujeres chilenas y europeas vestidas a la usanza indígena. f. 22