Historia oral, trauma y tabú
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HISTORIA ORAL, TRAUMAY TABU*<br />
Wendy Rickard<br />
INTRODUCCIÓN<br />
Aceptar ser entrevistada para un proyecto de historia <strong>oral</strong> requiere algo más que<br />
unos minutos de reflexión. Durante la entrevista, la actitud de las personas entrevistadas<br />
pasa a menudo del nerviosismo inicial a una creciente confianza, y sigue con<br />
la incertidumbre sobre el producto final. Escuchar las cintas o reflexionar sobre lo<br />
grabado es otra fase, que plantea interrogantes sobre qué destino tendrán éstas en<br />
el futuro. En resumen, la historia <strong>oral</strong> ofrece a la vez la posibilidad de afirmar y de<br />
desestabilizar un relato personal. Su capacidad "subversiva" procede de su carácter<br />
potencialmente inestable y abierto. A veces puede ser una experiencia liberadora<br />
para la persona entrevistada, pero en otros casos puede dejada profundamente inquieta<br />
o desconcertada.<br />
ws riesgos que entrañan las entrevistas abiertas se han comentado ampliamente<br />
y se han distinguido tres temas en particular. Elprimero es la incertidumbre sobre<br />
el proceso de investigadón cualitativa en sí mismo. Desde los "Experimentos Hawthome"<br />
de la década de los treinta, se reconoce que cualquier proyecto de investigación tiene<br />
una influencia directa sobre los objetos del mismo. Elsegundo aspecto es la evidente<br />
diferencia de poder entre entrevistador y entrevistado. El tercer aspecto clave es el<br />
cansancio. Por ejemplo, Karen Kavanaugh y Lioness Ayres señalaron que dos de las<br />
personas entrevistadas en su estudio sobre las pérdidas perinataIes "quedaron tan<br />
agotadas después de la primera entrevista que durmieron durante doce horas seguidas<br />
inmediatamente después de terminada".<br />
Todas las entrevistas de historia <strong>oral</strong> pueden evocar temas emocionalmente difíciles.<br />
En un análisis de los <strong>trauma</strong>s pasados en las etapas tardías de la vida en Europa,<br />
Linga Hunt apunta que sólo en gran Bretaña 1,19 millones de personas mayores de<br />
sesenta años tienen "algún tipo de dificultad permanente como resultado de expe-<br />
*. Quie1'o maoifestar mi más sincero agradecimiento a las personas que me propordonaron<br />
el material de las entrevistas y la discusión en grupo en que se basa el presente artículo, muchas<br />
de las cuales desean permanecer en el anonimato.<br />
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Wendy Rickard<br />
riencias traumáticas anteriores". Una extrdpolación parece indicar que, dentro de la<br />
población en general, una proporción considerable de la gente joven debe estar<br />
viviendo con algún <strong>trauma</strong>. Estos datos han impulsado recienremente un renovado<br />
interés por el <strong>trauma</strong> y el tabú entre los historiadores <strong>oral</strong>es. En la conferencia de la<br />
Oral History A'isociation celebrada en Buffalo (Estados Unidos) en octUbre de 1998,<br />
una mesa redonda sobre "Supervivientes del <strong>trauma</strong> y sus relatos" suscitó un debate<br />
ético y metodológico que se prolongó a lo largo de todo el encuentro. En el Reino<br />
Unido, la Oral History Society organizÓ en enero de 1998 un seminario especial de<br />
un día sobre derechos de autor y ética que atrajo a un amplio público y estimuló la<br />
publicación de un número especial de la revista Oral History dedicado a la "Memoria<br />
del <strong>trauma</strong> y ética" en otoño de 1998. La conferencia de la Asociación Internacional<br />
de <strong>Historia</strong> Oral, que se va a celebrar en Turquía en junio de 2000, propone dar prioridad<br />
a las cuestiones metodológicas y éticas como un subtema de la conferencia.<br />
Los proyectos de historia <strong>oral</strong> centrados en temas sensibles es mucho más probable<br />
que deban enfrenrarse con el malestar derivado del trduma y del tabú. Los investigadores<br />
de un estudio sobre las prostitutas han apuntado que de casi quinientas<br />
prostitUtas entrevistadas en todo el mundo, dos terceras partes sufrían de "desorden<br />
de estrés postraumático", dolencia que aqueja a menos deIS % de la poblaciÓn general.<br />
La frecuencia del estrés postraumático entre las prostitutas no parecía guardar<br />
relación con su nacionalidad ni con el lugar en el que trabajaban. Era tan frecuente<br />
en Estambul como en San Francisco y tanto en hombres como en mujeres que trabajaban<br />
en tres burdeles caros de Johannesburgo como en los que trabajaban en las<br />
calles de la misma ciudad, a pesar de que la violencia física era menos frecuente en<br />
los burdeles. Investigaciones realizadas por la Coalición de Personas que Conviven<br />
con el VIH/SIDAdel Reino Unido sugieren que las experiencias de <strong>trauma</strong> son especialmente<br />
frecuentes entre ellas y son muchas las que consideran la posibilidad de<br />
suicidarse.<br />
Se ha definido como tema de investigación sensible aquel que supone una considerable<br />
amenaza potencial para las personas implicadas. Incluye las investigaciones<br />
que se entrometen en experiencias profundamente personales, se ocupan de<br />
cuestiones relativas a las desviaciones de la conducta y el control social, amenazan<br />
los intereses de personas poderosas o tocan cuestiones sagradas para las personas<br />
implicadas. l.a prostitución y el SIDA, como temas sensibles, están ambos expuestos<br />
a todos estos riesgos.<br />
Se han propuesto diversas estrategias iniciadas por el investigador pard minimizar<br />
los riesgos inherentes a las entrevistas cualitativas. Éstos incluyen ofrecer un apoyo<br />
adecuado a las personas entrevistadas, procurar anticipar previamente los problemas<br />
y renegociar el consentimiento si las circunstancias varían u ocurren acontecimientos<br />
inesperados durante el proceso de la entrevista. También incluyen alternativamente<br />
encauzar la entrevista hacia ámbitos sensibles o desviada de ellos, ofrecer<br />
pausas para el descanso, o permitir que las personas entrevistadas marquen la orientación<br />
yel ritmo de la entrevista, de manera que los temas vayan surgiendo gradual-<br />
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<strong>Historia</strong> <strong>oral</strong>, <strong>trauma</strong> y tabú<br />
mente, y organizar consultas de referencia en los casos apropiados, además de un<br />
repaso de todo lo dicho al finalizar la entrevista. También se ha llamado la atención<br />
sobre la necesidad de que el investigador mantenga contacto con un consejero profesional<br />
que le ayude a cuidar de su propio bienestar, dado que el proceso de la entrevista<br />
puede resultar penoso y derribar sus propias defensas. Por ejemplo, Ken Plummer<br />
comentÓ a propósito de los relatos sexuales narrados en la entrevistas que su papel<br />
de entrevistador le convirtió en un embaucador "que inducía a la gente a llegar hasta<br />
los límites de una historia que quizá jamás habían contado antes". Es un hecho reconocido<br />
que el entrevistador puede experimentar una incomodidad derivada en el<br />
curso de este proceso.<br />
Sin embargo, rardSveces se intenta averiguar la opinión de los entrevistados sobre<br />
estas cuestiones y las oportunidades para que éstos aporten sus reflexiones a la historia<br />
<strong>oral</strong> son escasas y diversas. En el presente trabajo me propongo examinar la<br />
informaciÓn ofrecida por las personas entrevistadas sobre su respuesta ante el <strong>trauma</strong><br />
y el tabú en el contexto de la historia <strong>oral</strong>. El texto se plantea en qué medida los<br />
historiadores <strong>oral</strong>es pueden asumir indebidamente el papel de "vigilantes" al evaluar<br />
la solidez emocional de los potenciales entrevistados o entrevistadas. También discute<br />
algunos de los supuestos que pueden adoptar los entrevistadores en relación<br />
con los participantes en proyectos de historia <strong>oral</strong> sobre temas sensibles, y sugiere<br />
la necesidad de reinterpretar los indicadores del malestar. A partir de este planteamiento,<br />
el trabajo se apoya en datos más amplios que indican una posible tendencia<br />
reciente en nuestra histOria social a recuperar el malestar y desafiar los tabúes.<br />
MÉTODO<br />
Para considerar los temas del <strong>trauma</strong> y el tabú en la historia <strong>oral</strong> he empleado un<br />
enfoque reflexivo, que Jo Stanley ha caracterizado como aquel que "se hace cargo<br />
de los costes psíquicos de una entrevista, tanto para quien la realiza como para la<br />
persona entrevistada". Consciente del contexto traumático y de tabú que rodea las<br />
entrevistas sobre el SIDAy la prostituciÓn, deseaba explorar las tensiones que sienten<br />
las personas entrevistadas y frente a las cuales reaccionan, pero que quizá no sean<br />
capaces de expresar ante mí. Con ese objetivo, intenté reunir a cuatro personas lJue<br />
había entrevistado (Anna, Mandy, Jane y Paul) para discutir con ellas estas cuestiones.<br />
Les ofrecí una hoja explicativa introductoria con varias preguntas orientativas y<br />
a continuaciÓn les dejé solos con una grabadora para que discutiesen entre ellos<br />
sobre esos temas. Sin ningún inicial prefijado de tiempo, acabaron grabando una<br />
sesión de aproximadamente una hora. Habíamos convenido previamente que yo<br />
escucharía las cintas para sacar partido de las percepciones que áflorasen en la discusión<br />
en grupo. El material se transcribió y cada participante recibió una copia.<br />
Luego rS}iacté un borrador de mi presentaciÓn del material y discutí con ellos su contenido<br />
y la selección del material. Posteriormente siguieron ofreciéndome sus comentarios<br />
a través de un diálogo informal que se prolongó durante tres meses a partir de<br />
la fecha de la grabación. El segundo elemento del método fue la elaboración a par-
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Wendy Rickard<br />
tir de anécdotas sobre e! contexto en e! que se realizaron las entrevistas, registradas<br />
en las notas de campo y resúmenes grabados en el momento de la entrevista.<br />
INDICADORES DEL MALESTAR<br />
Hace poco, al regreso de unas vacaciones, encontré un mensaje de Tina en mi<br />
contestador. Decía así:<br />
Hola, sólo quería darle las gracias por mandarme el resumen de la entrevista. Lo<br />
he guardado en e! maletero del coche para que los críos no lo encuentren. Y gracias<br />
por hacerme la entrevista, me hizo mucho bien, y gracias también por la felicitación<br />
de Navidad...<br />
Llegada a este punto, rompió a llorar y colgó. Durante los tres meses anteriores,<br />
habíamos estado grabando la historia de Tina para e! proyecto sobre "<strong>Historia</strong> <strong>oral</strong><br />
de la prostitución". Para enmarcarla en el contexto de los antecedentes previos, le<br />
dije a Tina que deseaba empezar la entrevista pidiéndole que evocase e! recuerdo<br />
más temprano que conservaba de su niñez. "No tiene que ser nada especialmente<br />
importante. Sólo algo que la ayude a rememorar", le dije. Con la grabadora apagada,<br />
ella comentó: "Oh, es una pregunta difícil. Me veo correteando alrededor de la mesa<br />
de la cocina perseguida por mi hermano. La mesa tenía un mantel a cuadros rojos".<br />
La interrumpí, diciéndome: perfecto, nada peligroso, no quiero tener que pedirle<br />
que lo repita con la grabadora en marcha. Y empezamos la entrevista. Lagrabación<br />
comienza así:<br />
WR: ¿Cuál es su recuerdo más temprano de su niñez, qué es lo primero que<br />
recuerda<br />
Tina: Recuerdo que era descarada. Nada tímida. Eso era cuando tenía dos o tres<br />
años. No sé, me viene a la memoria un recuerdo de subirme al coche con mi tío y mi<br />
hermano, que tenía dieciocho meses. Me daba vergüenza subir. Ibamos a una fiesta<br />
infantil. Esta es una de las primeras cosas que recuerdo. Oh, no, lo siento, lo primero<br />
es cuando me fueron a buscar a la escuela o creo que fue a la guardería, fue mi<br />
abuela. Mi hermana de siete meses había muerto en un incendio. [Sollozos. INTE-<br />
RRUPCIÓN DE LA GRABACIÓN]<br />
En mis notas escribí que jamás volvería a empezar una entrevista con esa pregunta<br />
y me sentía desolada por haber <strong>trauma</strong>tizado sin querer a Tina desde el primer<br />
momento. Aunque creía haberla preparado para la primera pregunta, luego respondió<br />
algo completamente distinto. Dudaba seriamente de que quisiera continuar.<br />
Se mostró dispuesta a hacerla y siguió llorando a ratos a lo largo de toda la entrevista<br />
(tanto ante los recuerdos felices como al recordar momentos traumáticos), mientras<br />
insistía en querer seguir, y pidiéndome sólo que parara de grabar cuando la intensidad<br />
del llanto la obligó a ir a buscar más kleenex o una cajetilla de cigarrillos.<br />
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<strong>Historia</strong> <strong>oral</strong>, <strong>trauma</strong> y tabú<br />
El relato era interesantísimo para mí, pero el proceso de grabarlo resultó angustioso<br />
en algún momento. En varias ocasiones, le pregunté a Tina si estaba segura de<br />
que estábamos obrando bien. Ella se mostró convencida. Tenía apoyo. Había pedido<br />
ayuda psicológica y mientras duraron las entrevistas estuvo acudiendo a un consejero.<br />
Loque me llamó la atención en esa entrevista en concreto fue que si yo hubiese<br />
estado más informada sobre los temas que le evocaría la entrevista, tal vez le habría<br />
aconsejado que lo dejásemos. Sin embargo, como muchas otras de las personas que<br />
entrevisté, Tina no paraba de repetir que la entrevista le estaba resultando más liberadora<br />
que las sesiones de consejo psicológico y que estaba plenamente satisfecha<br />
con la experiencia. Al final de la entrevista, me dijo:<br />
El fondo de! asunto es que... desde que empezamos con esto... se me han abierto<br />
tantas cosas del pasado... tantas heridas... No era consciente de que se me iban a<br />
abrir tantas cosas y me obligaría a reflexionar sobre mi vida más profundamente de<br />
lo que lo había hecho nunca hasta ahora... Tuve una vida muy dura... A diferencia del<br />
consejo psicológico, siento que la fuer/.a que me ha dado hacer esto me va a dar el<br />
impulso necesario para hacer exactamente lo que quiero hacer.<br />
Grabamos una entrevista sobre toda su vida, que duró once hords y media en<br />
total, repartidas en cinco sesiones. El llanto de Tina se convirtió en una broma privada<br />
entre nosotras y yo le llevaba cada semana una caja de kleene.1Cnueva. Al final,<br />
nos despedimos afectuosamente y seguimos manteniendo contacto de manera ocasional.<br />
Laexperiencia de esta entrevista me recuerda la necesidad de evitar una excesiva<br />
prudencia al evaluar la solidez emocional de las personas entrevistadas y correr<br />
con ello el riesgo de actuar como "vigilante" de sus experiencias. .<br />
La información acerca de entrevistas sobre otros temas sensibles corrobora este<br />
postulado. En su estudio sobre las expeliencias parentales de pérdida perinatal, Karen<br />
Kavanaugh observa que "el llanto no siempre es una señal de que el entrevistador<br />
debe intervenir y su ausencia no se debe considerar siempre trdnquilizadora". También<br />
señala que "aun cuando la participación en el estudio fue beneficiosa para las madres,<br />
no por ello dejó de ser dolorosa" (p. 94). En una investigaciÓn relativa a los efectos<br />
de las enfermedades terminales sobre los pacientes y las personas encargadas de atenderlos,<br />
Davis Cowley y Ryland seilalan que dos de los entrevistados quisieron seguir<br />
adelante con la entrevista a pesar de que no paraban de llorar. Todos estos datos constituyen<br />
una advertencia para los historiadores <strong>oral</strong>es contra el riesgo de reinterpretar<br />
el llanto como un indicador del deseo de abandonar o evitar una entrevista.<br />
SUPUESTOS<br />
NO VERIFICADOS<br />
No siempre podemos dar por sentado que lo que induce a un informador a cerrarse,<br />
abandonar la entrevista o sentir incomodidad al respecto más adelante es el carácter<br />
traumático de la misma. En un estudio sobre la no-respuesta en los estudios sobre<br />
los hombres y la infertilidad, Lloyd señaló que otras explicaciones pueden ser igual-
Wendy Rickard<br />
<strong>Historia</strong> <strong>oral</strong>, <strong>trauma</strong> y tabú<br />
mente válidas. Puede ser que a los participantes no les gustase el entrevistador, que<br />
simplemente estuviesen molestos por la intromisión o que no estuviesen de humor<br />
para hablar ese día. El estado de ánimo fue uno de los aspectos clave señalados en<br />
mi grupo de discusión sobre las entrevistas. Mandy dijo:<br />
Cuando recibí mis cintas, escuché alrededor de una hora de grabación y me pasé<br />
las veinticuatro horas siguientes francamente deprimida. Luego me dije: tengo que<br />
escuchadas hasta el fin. Cuando llegó el fin de semana, mi estado de ánimo había<br />
cambiado por completo, hacía un día soleado, etcétera, y escuché todas las cintas<br />
hasta el final y mis sentimientos fueron increíblemente positivos, y me dije: ¡me alegro<br />
tanto de haber grabado todo esto!<br />
Me entristeció que, una vez transcrita la discusión, cuando mandé las copias a<br />
los participantes, Anna volviera a sentirse alterada por cómo sonaban sus intervenciones<br />
comparadas con las de los demás entrevistados ang]oparlantes de origen. No<br />
le preocupaba e] contenido de sus grabaciones originales, que incluían material muy<br />
traumático, como la historia del suicidio de su hermano de trece años con la pistola<br />
de su padre. Le preocupaba más que la gente la juzgase por lo que ella considerdba<br />
su mal dominio del inglés. Mandy manifestó que a ella también le preocupaba sonar<br />
coherente:<br />
Hacia el final de mis cintas estaba hecha un lío y deseaba de verdad ser coherente<br />
y decir algo que no resultase contradictorio, yasabe, una frase clara y bonita, y luego,<br />
mmm, en fin, es como si, mmm, mmm, [risas], vamos que me parece horroroso.<br />
Estas preocupaciones son habituales en cualquier entrevista de histOlia <strong>oral</strong>, lo<br />
cual sugiere que el hecho de estar entrevistando a las personas sobre temas particu-<br />
]armente traumáticos o tabú significa que debo hacer un esfuer.w para recordar que<br />
estos elementos quizá no sean ]0 que más les preocupa a las personas entrevistadas.<br />
También es un recordatorio de la necesidad de ser muy prudente en lo que respecta<br />
a enviar materia] escrito o copias de las grabaciones a las personas entrevistadas.<br />
EXPRESIÓN PÚBLICA DE LOS TRAUMAS Y TABÚES<br />
Esto me ha llevado a plantearme<br />
que quizá debería modificar mis ideas sobre la<br />
expresión de un discurso traumático en un contexto más amplio. Ken P]ummer sugiere<br />
que en los tiempos modernos todo el mundo se siente obligado a transformar sus<br />
<strong>trauma</strong>s en un discurso permanente y que la psicoterapia básicamente institucionaliza<br />
este discurso. Señala que la terapia podría haberse convertido en la panacea,<br />
tanto para quienes están intentando aprender a hacer frente a <strong>trauma</strong>s específicos<br />
como también para todas las personas: "la terapia ofrece el potencial para ayudamos<br />
a convertimos en personas más 'acabadas', más capacitadas para afromar los cambios<br />
y la fluidez de la vida moderna". En el grupo de discusión, Mandy, a la vez que<br />
señalaba el valor incalculable que ha tenido la terapia en su vida, también observó<br />
que la historia <strong>oral</strong> le había inspirado otras percepciones personales distintas.<br />
... y volver a escuchar mis cintas me permitió adquirir una percepción muy gratificante<br />
sobre algunas cosas..., una visión que no había conseguido durante la terapia...<br />
Fue sólo gracias a escuchar y oír mis propias palabras. En la terapia, una no tiene<br />
la oportunidad de volver a escuchar luego lo que ha dicho en la sesión con su terapeuta.<br />
E] terdpeuta controla ese material, así que la situaciÓn es muy distinta.<br />
Paul y Anna también expresaron opiniones muy positivas sobre el valor de la historia<br />
<strong>oral</strong> para facilitar la expresión de un discurso que resulta potencialmente inquietante<br />
o es censurado en algunos sectores de la sociedad engeneraI. Paul dijo:<br />
Me mandaron a un psicOterapeuta en el hospital y, al cabo de un par de días, él<br />
me telefoneó y le dije que no volvería otra vez, no dc mala manera, pero eso era<br />
absurdo. Yo tenía muy claro que no quería que [la entrevista de historia <strong>oral</strong>] fuese<br />
o se pareciese a nada terapéutico. Me sentía mucho más libre, no tenía que enfrentarme<br />
con Wendy y decirle, ya saben: "No, no quicro que me haga esas preguntas",<br />
o "No, no quiero seguir por ahí". Todo se desarrollÓ en realidad de un modo que me<br />
pareció muy correcto, me pareciÓ que yo era el ducño cn cierto modo, y en un<br />
momento en el que vivía como muy invasords el resto de las intervenciones institucionales<br />
en mi vida, o muy amenazadoras en aquel momento, esto fue algo así como<br />
la otra cara de la medalla.<br />
Anna dijo:<br />
Es bueno poder decirlo todo de golpe y sin parar. Porque yo, yo he hecho terapia,<br />
pero era tan lenta y en cambio... esto [ser entrevistada] fue como, bueno... que<br />
nadie me interrumpa, por favor... En la terapia no se habla de lo que una quiere, lo<br />
que hace: se trata de que una se enfrente... Y no se puede hacer todo a la vez, hay<br />
un límite de tiempo y un reloj... Ya lo mejor un día una se dice que va a decir algo,<br />
pero luego a lo mejor se vuelve atrás y nunca lo dice.<br />
En cierto modo me siento orgullosa de haberlo hecho [la entrevista de historia<br />
<strong>oral</strong>]... Es como una pequeña aportación que hemos hecho. Se necesita valor... de<br />
alguna manera siempre sentí... y no estaba hablando con un psiquiatra o un psicólogo...<br />
siempre sentí la necesidad... y sólo me di cuenta cuando acabé de escuchar<br />
las cintas, pero no antes, de que necesitaba decir algo bien alto... la parte buena de<br />
todo esto es que, vaya, lo he hecho...<br />
En un contexto de este tipo, la historia <strong>oral</strong> parece ocupar un lugar importante<br />
como pueme entre la experiencia terapéutica y la necesidad de expresión creativa,<br />
afirmativa. Me interesa la posible interpretaciÓn de esta experiencia en el contexto<br />
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Wendy Rickard<br />
de la modificación de la respuesta social frente al <strong>trauma</strong> en la historia. Desde finales<br />
del siglo XIX,el <strong>trauma</strong> se ha considerado en gran parte como un problema médico<br />
o religioso. Era algo que se debía tratar y frente a lo cual se debía reaccionar en el<br />
marco de intimidad y confidencialidad de la vida familiar o quizá con el sacerdote<br />
local, por un lado, y por el otro, en el contexto de la atención médica o de salud mental<br />
profesional. Más recientemente, hemos asistido a una "desmedicalización" de las<br />
preocupaciones traumáticas en ciertos ámbitos, pero se ha mantenido el concepto<br />
de profesionalización en el ámbito terapéutico. En palabras de Nigel Hunt e Jan<br />
Robbins: "En el siglo pasado, al menos en la sociedad occidental, pasó a ser tarea de<br />
los psicólogos narrar las historias de los <strong>trauma</strong>s, a menudo en nombre de la víctima.<br />
Si bien el tratamiento del <strong>trauma</strong> ha ofrecido recursos para reducir los síntomas<br />
en las víctimas, también ha tenido efectos negativos al arrebatarles la responsabilidad<br />
de los problemas, medicalizándolos y patologizándolos". Esta tendencia ha ido<br />
unida a una segmentación y a una especialización, pero algunos comentaristas apuntan<br />
que éstas ahora se están erosionando, y ponen en peligro los límites que antes<br />
garantizaban una estabilidad y seguridad.<br />
Algunas historiadoras <strong>oral</strong>es feministas afirman que "la historia <strong>oral</strong> se ha convertido<br />
en una extensión casi natural de la práctica de la autoconciencia [conciousness<br />
raising]". Las reacciones de las personas que he transcrito parecen indicar que la historia<br />
<strong>oral</strong> permite devolver en cierto sentido el <strong>trauma</strong> al ámbito público. A continuación<br />
voy a exponer una de las muchas manifestaciones de este proceso que ha sido<br />
posible observar a ]0 largo de la década de los noventa. La crisis del SIDA y los progresos<br />
del movimiento en favor de los derechos en relación con la prostitución son<br />
ejemplos claros de plataformas para una reelaboración de las ideas sobre las posibles<br />
maneras de enfocar los <strong>trauma</strong>s y los tabúes. En el Reino Unido, como en muchos otros<br />
países de todo el mundo, las personas con VIH y SIDAhan explorado diferentes experiencias<br />
de reafirmación, desde los primeros enfoques basados en la autoayuda hasta<br />
organismos innovadores como la Fundación Terence Higgins y Body Positive, el montaje<br />
fotográfico "Positive Lives", el proyecto de la colcha de retales y de los nombres<br />
(Aids Quilt and Names project), y trabajos autobiográficos individuales. Elproyecto de<br />
la colcha de retales conmemordtiva, "Aids Memorial Quilt", ha llegado a ser el proyecto<br />
continuado de arte comunitario más amplio del mundo, a partir de una idea surgida<br />
en el verano de 1987 en San Francisco. Su objetivo es ofrecer un medio de expresión<br />
positivo y creativo a las personas cuya vida se ha visto afectada por la epidemia,<br />
recordando los nombres y las vidas que se esconden detrás de las estadísticas. También<br />
se propone servir como instrumento pedagógico dirigido a la opinión pública en general:<br />
una conmemoración personal y finalmente pública, potente y digna.<br />
Elmovimiento internacional en favor de los derechos de las prostitutas está empezando<br />
a considerar empresas análogas; existe el plan de realizar una cuerda de tender<br />
ropa conmemorativa con una hilera de fundas de cojín bordadas para recordar<br />
a las trabajadoras sexuales muertas víctimas de la violencia, que, inevitablemente,<br />
invoca una existencia estigmatizada dentro de la sociedad. Por lo tanto, existe una<br />
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<strong>Historia</strong> <strong>oral</strong>, <strong>trauma</strong> y tabú<br />
perspectiva desde la cual cuando el fenómeno del <strong>trauma</strong> comienza a perder la categoría<br />
de angustia privada y a atraer una actividad creativa propia, la reducción psi-<br />
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coanalítica pierde parte de su impronta. Asimismo, en contra de la abundante bibliografía<br />
antes citada que se propone sanear las experiencias traumáticas asociadas a la<br />
entrevista para las personas entrevistadas y mitigar su impacto, también se ha observado<br />
que una parte esencial del proceso es, por el contrario, que el entrevistador<br />
mismo sea testigo del <strong>trauma</strong> de los recuerdos dolorosos. DavidJones declaró a propósito<br />
de sus entrevistas con problemas de salud mental: "Es posible que el malestar<br />
experimentado por el entrevistador sea una parte terriblemente importante de la<br />
comunicación. Evitar ese sufrimiento a los entrevistadores podría equivaler tal vez<br />
sencillamente a su distanciamiento de la conversación y la comunicación".<br />
Los hechos citados por las personas entrevistadas sugieren que el contexto de<br />
la entrevista está experimentando claramente un cambio en lo que respecta a los<br />
tabúes sexuales para todos los historiadores <strong>oral</strong>es. Otros autores lo corroboran. Por<br />
ejemplo, JO Stanley comentÓ a propósito de sus entrevistas con personas con una<br />
participación activa en el Partido Comunista: "Hay una camarada anciana y rica que<br />
ha entregado su fortuna y su vida al partido. Su sobrina feminista quería escribir su<br />
biografía. La familia se negó a cooperar y uno de los motivos fue al parecer su actitud<br />
con respecto al lesbianismo. En cambio, este verano pude ver la colcha conmemorativa<br />
del SIDA. En uno de los múltiples recuadros bordados que recuerdan a las<br />
personas muertas figuraban los símbolos de un hombre cuyos intereses estaban representados<br />
por una hoz y un martillo con las palabras "Joven Liga Comunista" debajo<br />
y un par de tacones de aguja rojos. Su esquela funeraria ocupÓ un lugar destacado<br />
en la prensa del partido. Este nuevo clima, en el que los camaradas mezclan abiel1amente<br />
su vida política con el travestismo permite pensar que en el futuro empezarán<br />
a aparecer biografías muy distintas".<br />
EXPRESIÓN<br />
PÚBLICA DE TEMAS TABÚ<br />
Las personas entrevistadas dejaron entrever que también existen una serie de<br />
riesgos potenciales asociados al hecho de permitir ]a consulta pública de sus cintas<br />
en un archivo nacional, aunque se impongan condiciones en materia de derechos<br />
de autor y restricciones de acceso. Su principal preocupación era su posible impacto<br />
sobre sus amistades y familiares. Ladecisión de permitir que las amistades y familiares<br />
escuchen las cintas y las implicaciones de revelar que uno se ha prestado a ser<br />
entrevistado se describieron como difíciles en ambos casos. Anna inició la siguiente<br />
discusión<br />
en el grupo:<br />
Me siento rara cuando le hablo de ello a la gente. Lo he hecho [lo ba comentado<br />
con personas amigas] tres o cuatro veces. Luego pensé, cállate, estás hablando<br />
demasiado, porque la gente se vuelve muy curiosa... a veces no estás demasiado segura<br />
de a qué viene tanto interés. De alguna manera, en el caso de algunas personas,<br />
te dices que ni hablar.<br />
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PAUL:<br />
Dos personas me han pedido si pueden escucharlas. Una es mi pareja y no me<br />
importaría que las oyera. La otra es mi madre y fui capaz de decide; "No, porque ahí<br />
digo algunas cosas muy, muy personales sobre ti", y ella me respondió: "Oh, quiero<br />
saber qué es, dímelo". Desde luego no voy a hacerla. Aunque hay algunas condiciones<br />
en las que creo que podría dejar que las escuchase, pero primero tendríamos<br />
que hablar de ello, y ahora mi relación con mis padres es lo bastante buena como<br />
para poder hacerlo, pero hace cinco años... quiero decir que antes me han tirado platos,<br />
sabéis [RISAS].Pero, sí, creo que... hay muy pocas personas con las que podría<br />
llegar a sentirme cómodo, poquísimas.<br />
JANE;<br />
Creo que es por esto que estoy empezando a decidir que no voy a contarIe a<br />
nadie que lo he hecho. La verdad es que no sé por qué lo he hecho, así que tampoco<br />
puedo explicárselo a nadie.<br />
Para intentar comprender y responder desde un punto de vista ético a las preocupaciones<br />
expuestas anteriormente es fundamental considerar el contexto en el<br />
que suelen plantearse actualmente estas cuestiones en el marco de la historia <strong>oral</strong>.<br />
"Las historias <strong>oral</strong>es se suelen recoger, aunque no de manera exclusiva, entre dos<br />
tipos de personas que de alguna manera se superponen; personas mayores y personas<br />
relativamente carentes de poder". Sin embargo, en proyectos como el nuestro<br />
es adecuado entrevistar a personas más jóvenes. Me parece que no existe una<br />
solución clara, salvo la de limitar el acceso durante periodos mucho más prolongados<br />
de tiempo y reforzar quizá las precauciones para garantizar que cualquier persona<br />
que acceda al material firme primero un compromiso jurídicamente vinculante<br />
en relación con el uso del mismo.<br />
También soy consciente -y es algo que me inquieta, aunque hasta el momento<br />
no me haya encontrado en esa situación- de que las exigencias contrapuestas en relación<br />
con el acceso al material planteadas por las propias personas entrevistadas y por<br />
sus amistades y familiares, que tengan noticia de la existencia de las cintas o puedan<br />
llegar a tenerIa, entrañan potencialmente grandes riesgos y dilemas para los historiadores<br />
<strong>oral</strong>es. En el contexto altamente politizado del SIDA y la prostitución, también<br />
existe un potencial para la interposición de demandas por difamación por parte<br />
de testigos públicos, pero personalmente implicados (tanto individuos como organizaciones),<br />
sobre aquellas que aparecen mencionadas y citadas por su nombre en<br />
las cintas y a quienes tal vez se describe o se presenta de un modo o en un contexto<br />
con el que pueden no estar de acuerdo. Me gustaría que se debatiera más a fondo<br />
la posible respuesta de las instituciones de archivo si llegara a plantearse una situación<br />
de ese tipo y cómo podrían advertir los entrevistadores a las personas entrevis-<br />
tadas para que sean precavidas en ese sentido, sin influir innecesariamente<br />
manera de narrar su historia.<br />
sobre su<br />
También se plantean algunos interrogantes en cuanto a lo que ocurre en el ámbito<br />
público cuando aumenta el conocimiento sobre temas tabú. La prostitución constituye<br />
un ejemplo clave. Históricamente, la información sobre las actividades de las<br />
prostitutas se ha utilizado sobre todo para restringir, más que para mejorar, sus circunstancias,<br />
con lo que se las puede poner en situaciones de alto riesgo. Esta situación<br />
ha cambiado poco en la actualidad. McLaren ofrece un análisis de las disposiciones<br />
legales canadienses que han mejorado gracias a una mayor información sobre<br />
las actividades de las prostitutas. Las nuevas normas "prohíben la corrupción de mujeres<br />
menores de veintiún años y unifican y amplían las disposiciones en materia de<br />
vagancia para incluir a los hombres que viven de los ingresos obtenidos por prostitutas".<br />
Por consiguiente, en relación con los temas tabú, un mejor conocimiento<br />
sobre las vidas de las prostitutas plantea cierta tensión. Algunas personas interpretan<br />
cualquier cosa que pueda contribuir a dar poder a las prostitutas como equivalente<br />
al fomento de la prostituciÓn misma. Se considera que ello "no contribuye a<br />
apartar a las mujeres de su modo de vida desviado".<br />
Las personas entrevistadas comentaron estas repercusiones potencialmente negativas<br />
en el grupo de discusiÓn. Todas manifestaron que eran conscientes de la necesidad<br />
de que los responsables de la custodia de las cintas velen porque por el momento<br />
sólo puedan escucharlas determinadas personas autorizadas y observen rigurosamente<br />
las restricciones en materia de derechos de autor (que en muchos casos limitan el acceso<br />
público durante un plazo de hasta cincuenta años). También comentaron el significado<br />
que podrían tener sus grabaciones en el futuro a lavista de los aspectos histÚrica<br />
y socialmente contribuidos de los tabúes en torno al SIDAy la prostituciÚn. Paul dijo;<br />
Esta es una descripción pública de espacios privados en los que yo he participado,<br />
pero sólo he tenido un papel y también intervinieron otras personas. Pienso en<br />
particular en mi vida en el seminario, que es un espacio muy privado y completamente<br />
distinto de cómo seguramente lo ven la mayoría de las personas o cÓmo desearía<br />
presentado de hecho la Iglesia... Yo era muy consciente de que eso resultaría<br />
explosivo si se publicase ahora, pero no lo será dentro de veinte años, entonces será<br />
mucho más auténticamente histórico, creo yo... Ellos también habrán cambiado... Lo<br />
interesante para mí es que no creo que ahora podamos predecir qué va a ser interesante<br />
y qué no dentro de cincuenta años.<br />
y Mandy añadió;<br />
Sí, tock>es posible... podría ocurrir algo inusitado que provocara un cambio repentino<br />
en esas organizaciones, en su manera de entender las cosas y su reacción ante<br />
ellas... o bien... podría haber una reacción contra cualquier posible liberalización y<br />
en tal caso lo que has contado sería un documento increíblemente peligroso.<br />
131
Wendy Rickard<br />
<strong>Historia</strong> <strong>oral</strong>, <strong>trauma</strong> y tabú<br />
Sin embargo, aunque expresaron estas preocupaciones, todos los entrevistados<br />
estuvieron de acuerdo en que desafiar en cierto sentido esos tabú es con la grabación<br />
de historias <strong>oral</strong>es era, una vez sopesados los pros y los contras, un acto positivo.<br />
Mandy concluyó esta parte de la discusión con el siguiente comentario:<br />
Yo me inclino a pensar que los temas que son más tabú en esta sociedad son los<br />
más cruciales en cierto aspecto, más cruciales para examinar desde el punto de vista<br />
de la evolución de nuestra sociedad y los problemas que ahora existen en realidad. Por<br />
esto, tener grabaciones anónimas de personas que han vivido en el centro mismo de<br />
esos tabúes, del tipo que sea, es increíblemente útil... No son minucia~ sobre lo que<br />
una hace o siente o lo que ha dicho; el hecho de decido dentro del contexto del tabú<br />
es lo que lo hace terriblemente inquietante o excitante o muy útil o lo que sea.<br />
EXPRESIÓN<br />
PERSONAL<br />
Los historiadores <strong>oral</strong>es han observado en una serie de contextos que la historia<br />
<strong>oral</strong> tiene significado como expresión personal además de como expresión pública.<br />
En su texto merodológico, Ruth Finnegan dice: "Los relatos personales pueden<br />
cumplir la función de validar la vida de una persona, dando sentido a las diversas<br />
experiencias vividas y creadas, en cierto sentido, a través del relato, y tienen interés<br />
como creaciones estéticas y personales actuales estructuradas, además de como<br />
meros testimonios del pasado". Ian Procter y Maureen Padfield señalan que la mayoría<br />
de las mujeres adultas jóvenes que entrevistaron recuerdan la entrevista como<br />
una experiencia interesante o agradable porque ellas eran el centro de atención y<br />
pudieron gozar de la atención desinteresada del entrevistador. Hutchinson y sus colegas<br />
caracterizan los beneficios que reporta la participaciÓn en entrevistas cualitativas<br />
como catarsis, autorreconocimiento, sentido de una finalidad, autoconciencia, apoderamiento,<br />
curación, y posibilidad de dar voz a las personas desprovistas de poder.<br />
Los trabajos de histOria <strong>oral</strong> relacionados con el HolocaustO son el ejemplo evidente<br />
y más frecuentemente citado en el contexto de los <strong>trauma</strong>s, pero existen<br />
muchos otros, generalmente asociados a las experiencias de la gente sobre la guerra.<br />
Por ejemplo, en su trabajo de historia <strong>oral</strong> con ucranianos exilados, Rob Perks<br />
comenta:<br />
"Incluso un conocimiento y conciencia históricos de los hechos no son una preparación<br />
adecuada para saber formular las preguntas acertadas, ni tampoco para el<br />
<strong>trauma</strong> emocional que supone entrevistar a personas ancianas cuya vida aparece marcada<br />
por el hecho de haber sido testigos de los más horrendos crímenes contra la<br />
humanidad cometidos en el siglo XX... Sin embargo, aunque había dolor, las personas<br />
que entrevisté también transmitían un fuerte sentimiento (quizá ingenuo) de<br />
esperanza: la esperanza de que la libertad de expresión y la autodeterminación serán<br />
I<br />
!<br />
I<br />
I<br />
Algunos comentarios posteriores de Paul en el grupo de discusión sobre este<br />
aspecto de autoafirmación frente a tabúes y <strong>trauma</strong>s distintos de los de la guerra<br />
resultan significativos en este contexto. Paul comentó:<br />
Vivimos en una cultura en la que las vidas normales están construidas<br />
de manera<br />
que nos obligan a adaptamos gran parte del tiempo y la verdad es que cuando<br />
pensé en la posibilidad de grabar todas esas cosas en una cinta... Cuando iba por la<br />
calle, miraba a la gente y pensaba qué dirían; y me di cuenta de que no hay personas<br />
normales, no hay personas con ese tipo de..., que nazcan y tengan una niñez feliz, lo<br />
pasen de maravilla en la escuela, encuentren un trabajo que les guste y se casen y<br />
tengan el número adecuado de hijos, y vivan plenamente integrados y satisfechos en<br />
el lugar donde viven, y luego vean como sus hijos echan a andar por la vicia y finalmente<br />
mueran. Quiero decir, que las vidas no son así, y ahora he empezado a vedo<br />
muy claro y esto me ha liberado en realidad de la rareza de mi propia vida... Fue algo<br />
muy liberador.<br />
CONCLUSIÓN<br />
En los momentos traumáticos, suelo compararme con un "fotÓgrafo de catástrofes".<br />
En el curso de mi trabajo de historia <strong>oral</strong>, he captado muchos momentos de<br />
gran dolor que se me han quedado grabados en la memoria. A menudo me pregunto<br />
qué podría hacer con este material aparte de conservado protegido, dada la necesidad<br />
de limitar el apetito público de historias estremecedoras en cualquier formato<br />
y de controlar estrictamente las repercusiones de su revelaciÓn para las propias per-<br />
Simas entrevistadas. Sin embargo, dicho material nos permite apreciar, con intensidad<br />
y claridad de percepción, situaciones que muchos afortunadamente jamás experimentan<br />
de manera directa y puede modificar nuestra manera de entender el mundo.<br />
Los relatos de las personas entrevistadas que he descrito me llevan a plantearme de<br />
manera provechosa algunos de los problemas éticos con los que se enfrentan los historiadores<br />
<strong>oral</strong>es. Para muchos de ellos no tengo respuesta. Si bien, estos comentarios<br />
advierten a los historiadores <strong>oral</strong>es que no deben juzgara las personas que entrevistan<br />
en funciÓn de su capacidad para tolerar una entrevista, a la vez también les<br />
hacen reconocer las dificultades y el malestar con los que puede encontrarse el entrevistador<br />
como resultado. Señalan la transformaciÓn potencial de la expresiÓn creativa<br />
del <strong>trauma</strong> que permite la historia <strong>oral</strong> al trasladado del ámbito privado al público<br />
fuera de la esfera de la medicina, pero tamhién advierten al historiador <strong>oral</strong> de la<br />
necesidad<br />
tabú.<br />
de actuar con cautela en lo que se refiere a la expresiÓn p~blica de temas<br />
Traducción<br />
de Mireia BoJill<br />
l ~;paces de devolver, quizá no el sustento, pero sí una validez y dignidad a la memo-<br />
~a individual".