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aquella época, era considerado el<br />
mejor del mundo. Según el autor del<br />
libro, el Ayuntamiento de Pamplona<br />
en el año 1890 acordó colocar una<br />
placa de mármol en la casa donde<br />
nació el artista.<br />
Título en París<br />
A partir de 1857 el joven Pablo Sarasate,<br />
es muy reconocido por sus<br />
éxitos en el conservatorio de Paris.<br />
Uno de sus biógrafos habla de su juventud<br />
y retoma acordes de quienes<br />
eran sus maestros, como D. Manuel<br />
Rodríguez, distinguido concertista<br />
del teatro de la Zarzuela, y discípulo<br />
del maestro Armengant.<br />
<strong>En</strong> el año 1861 salió cual pájaro<br />
aventurero a la capital del Reino Unido.<br />
<strong>En</strong> el Palacio de Cristal, donde se<br />
celebraban conciertos de primer orden,<br />
colmado de éxitos fue contratado<br />
por un empresario famoso M.<br />
Ullman, para una tourné pro Europa<br />
durante cuatro meses, que le llevaría<br />
a Austria, Budapest, Constantinopla<br />
y otras capitales. De regreso a su patria,<br />
1880 recorre Madrid, Zaragoza,<br />
Bilbao, Barcelona y su ciudad natal,<br />
Pamplona<br />
Hijo predilecto de Pamplona<br />
Pablo Sarasate es conocido internacionalmente,<br />
el violinista navarro<br />
que tanto amó a su tierra natal.<br />
El ayuntamiento de Pamplona lo<br />
reconoce como hijo predilecto de su<br />
ciudad y de todos los navarros, los<br />
periódicos locales “El eco” y Diario<br />
de Navarra daban las noticias de la<br />
solemne fiesta que colmó de alegría<br />
a su hijo predilecto, a Pamplona y a<br />
todos los navarros y acompañantes,<br />
con la música de Santa Cecilia y el<br />
Orfeón pamplonés que realzó la<br />
fiesta.<br />
<strong>En</strong> Julio de 1808 fue el último<br />
concierto que dio Pablo Sarasate en<br />
Pamplona.<br />
<strong>En</strong>fermedad<br />
Veinticinco conciertos constituían el<br />
compromiso de Pablo Sarasate en<br />
Alemania para los meses de Febrero<br />
y Marzo de 1907, llegando a alcanzar<br />
grandes éxitos, pero a mitad de su<br />
contrato enfermó. Los periódicos lo-<br />
cales sorprendían a sus lectores con<br />
la noticia, la salud del violinista revestía<br />
evidente gravedad. Ante una ligera<br />
mejoría, fue trasladado a su casa<br />
de París pero por recomendaciones<br />
del médico y amigo Doctor Blaz,<br />
cambia de residencia a Briarriz, donde<br />
permanece hasta el final. “Si me<br />
muero, quiero que me llevéis hasta<br />
Pamplona, ciudad donde yo nací, y<br />
donde pondrán mi sepultura”, dijo<br />
Sarasate.<br />
Testamento y muerte<br />
Pablo Sarasate hizo su testamento<br />
ante notario años antes de caer enfermo.<br />
Había acumulado una fortuna<br />
considerable que repartió entre<br />
sus hermanas, la Casa de Misericordia,<br />
el Conservatorio, y al Ayuntamiento,<br />
a las instituciones 25.000<br />
francos para cada una. También se<br />
acordó de las familias pobres de<br />
Pamplona y dio órdenes para que todos<br />
sus enseres, como muebles, joyas,<br />
violines, biblioteca y música, lo<br />
colocaran en un gran saló. Sus deseos<br />
los vemos hoy cumplidos en la<br />
calle del Mercado número 11 de<br />
Pamplona.<br />
Muerte de Sarasate<br />
Todos los periódicos, españoles y<br />
extranjeros, daban la noticia. Pablo<br />
Sarasate murió en su quinta de Viráis,<br />
a la cual llamó Villa Navarra, en la<br />
noche del domingo 20 de septiembre<br />
de 1908. La noticia fue comunicada<br />
telegráficamente al alcalde de Pamplona,<br />
Sr. Irujo. El Ayuntamiento esperó<br />
la llegada del féretro, expuesto<br />
para la despedida de los pamploneses,<br />
navarros y grandes amigos y representantes<br />
del mundo de las artes,<br />
la música y la cultura en general.<br />
Pablo Sarasate hoy sigue vivo en la<br />
memoria de los navarros y su mausoleo<br />
se encuentra en el cementerio<br />
de la capital navarra, obra del escultor<br />
Benlliure. Cuando visitamos los<br />
monumentos en homenaje a los<br />
grandes artistas es como si el artista<br />
nos estuviera hablando en esos momentos,<br />
en el “idioma de la gloria”.<br />
Blanca Urabayen Galdiano<br />
COLABORACIÓN<br />
Cartas a<br />
Mª Puy<br />
_ SUOPINIÓN<br />
Mi querida Mª del Puy:<br />
La anterior carta que te envié contenía<br />
varios errores que "el Señor de los Llanos"<br />
trató de corregir. El principal, lo entiendo<br />
así, que si trazáramos una línea recta entre<br />
el puente de la Vía y el de los Llanos, toda la<br />
zona comprendida entre ambos puentes y el<br />
río es del Parque y no está permitido construir<br />
nada que no sea plantacín de árboles y<br />
jardinería, y es más, las actuales edificaciones,<br />
tarde o temprano, tienden a desaparecer,<br />
con lo que desaparecerán, así pues, el<br />
restaurante Navarra, la escuela vasca, el<br />
chalet de Zalbidea, el propio San Benito, los<br />
cines, los chalés de las familias Díaz y Fernández<br />
y otros más que no recuerdo.<br />
Así pues, el Parque, una vez desaparecidos<br />
todos estos edificios, estará hermoso y<br />
será amplio, tanto que podremos presumir<br />
los estelleses de poseer un parque mejor<br />
que el de "Mª Luisa" de Sevilla; pero mientras<br />
eso llega a efecto, nuestra Alcaldesa ha<br />
realizado el jardín de la Plaza de Aralar. Lo<br />
que antes era un erial ahora, con la tala de<br />
los Prunus Pisardi y la colocación de bonitas<br />
farolas, ha cambiado totalmente su fisonomía,<br />
y los jardines lucen con bonitos arbustos<br />
y pequeñas palmeras. Se ve que nuestra<br />
actual alcaldesa tiene un gusto exquisito y<br />
en cada rincón de la ciudad ordena que se<br />
embellezca para hacer de Estella una ciudad<br />
más admirada por cuantos nos visitan.<br />
Así, cuando tú vengas, Mª del Puy, te va a<br />
parecer que estás en una ciudad encantada.<br />
Un beso de,<br />
ANDRÉS<br />
ESPECIAL NAVIDAD 200809<br />
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