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| 22 | Opinión Libre N o Sábado 2 de Octubre de 2010 La artillería del pensamiento
Francisco
Rivero Álvarez
franrivero1@hotmail.com
fra
Lecciones de Guayana
y Zulia del 26-S
De todas las lecturas electorales que
hemos realizado del caudal de datos
que se han derivado de la pasada contienda
parlamentaria, una de las que más nos
ha llamado la atención son los resultados
de la votación en Bolívar y Zulia.
Echemos una mirada: ambas regiones
son polos de desarrollo económico del país
y de alta concentración de capital y proletariado,
en una señorea Pdvsa, en la otra
Sidor y el resto de las empresas básicas.
En Bolívar arrasaron los candidatos del
PSUV, en Zulia una vergonzosa derrota.
Se pregunta uno ¿es que acaso los zulianos
viven en otro planeta? Metamos la
lupa marxista y encontraremos algunos
hechos interesantes.
Si bien en Zulia, la oposición adeca ha
mantenido el poder a lo largo de todo el proceso
bolivariano, en Bolívar en las pasadas
elecciones regionales de 2008 el panorama
no era muy diferente. Se ganó milagrosamente,
debido a la división de la derecha, lo
cual evidencia en relación a la votación del
26-S, una franca recuperación de las fuerzas
revolucionarias en esa entidad.
Pero sigamos; en las dos regiones se han
emprendido procesos de nacionalización
de industrias e igualmente -a pesar de las
trabas burocráticas- se han incorporado
legiones enteras de tercerizados en calidad
de fijos a las plantillas de Pdvsa y Sidor,
con todas las repercusiones de beneficio
material y psicológico que esto acarrea
para la clase trabajadora.
Vistos estos elementos de análisis cuantitativo,
si evaluamos ahora las características
de los procesos de nacionalización
llevados a cabo en esos dos estados, nos
encontramos que en Bolívar la nacionalización
surgió como producto de la lucha
de la propia clase obrera, que el presidente
Hugo Chávez comprendió y ha impulsado
con el Plan Guayana Socialista, donde el
control obrero es el alma de proyecto.
En Zulia, en cambio, ha imperado el modelo
de nacionalización burocrática, controlada
por élites de Pdvsa.
Guayana sin duda es el ejemplo. Si nacionalizáramos
la economía, y extendiéramos
la experiencia del control obrero
iniciado en Guayana a todas las empresas
del Estado, incluyendo a la Administración
Pública, acabaríamos de una vez con
todas las lacras de corrupción e ineficiencia
que corroen a la Revolución. ¡Ahí están
los hechos! ¡Vacilar es perdernos!
La Guaira / Edo. Vargas
Escuálidomundo de Arma
Tlatelolco: muerte y dignidad
Ileana Ruiz de Mujica mujicaruiz@hotmail.com
No sabemos su número. ¿Veinte?
¿Sesenta y ocho? ¿Más de trescientos?
No sabemos sus nombres. Todavía hay
cadáveres en el océano.
No sabemos cómo se puede descifrar
el silencio.
¿Cómo pueden caber quince mil proyectiles
en un canto?
Estuvieron en una plaza. Tres Culturas.
Tlatelolco.
Estuvieron protestando. Libertad
de expresión. Destitución de militares
asesinos.
Estuvieron reclamando un justo derecho.
Justicia. Indemnización.
Ahora la muerte es su compañera de faena.
Ahora la muerte les releva de la universidad,
del trabajo, de la escuela, del sindicato,
del hogar.
Ahora son una herida de impunidad
sangrienta en la dignidad vulnerada
del pueblo mexicano, del pueblo
latinoamericano, del pueblo todo.
El 2 de octubre de1968 será siempre evocado
como el día en el que Gustavo Díaz Ordaz,
presidente priísta de México, valiéndose
del Batallón Olimpia y el Ejército mexicano
se equiparó a Hernán Cortés, cuando en
1521 en el entonces Virreinato de Nueva
España asesinó a las y los mexicas.
También como en aquellos tiempos,
la Iglesia fue cómplice. Acompañó vestida
de Inquisición a quien torturaba o cerró
sus puertas ante el primer tiroteo.
Recordáles cuando tengás que poner una
flor sobre el féretro inexistente.
Recordáles cuando entrés en el campus
universitario.
Recordáles cuando contés a tus hijos e hijas
la historia de Nuestramérica.
No te olvidés de decir que nunca hubo juicio.
No te olvidés de decir que diez días después
hubo Juegos Olímpicos.
No te olvidés de decir que aquel crimen
horrible sólo se recuerda cuando está
de aniversario.
¿Puede haber un epitafio que identifique
el vacío en la humanidad que dejaron
las víctimas de la matanza de Tlatelolco?
¿Puede quedar algo para la posteridad si nos
destruimos mezquinamente?
¿Pueden las voces de familiares y
sobrevivientes ser grito de alerta, campana
que convoque?
¡La muerte y la dignidad jamás nos pueden
ser ajenas!
Paraguaná / Edo. Falcón
Oliver Reina
oliver.reina@gmail.com
Dos Asambleas,
una nación
Sobre los resultados del pasado domingo
mucho se ha escrito, en especial lo referido
a los porcentajes de votos, el número de
entidades con mayoría de cualquiera de las
tendencias políticas, la cantidad de curules
logrados y demás variables cuantitativas.
Sin embargo, opino que -más allá de los números-
es en sus cualidades que deben analizarse
los próximos momentos políticos.
En lo inmediato se vienen dos momentos,
correspondientes a dos Asambleas:
el primero, este último trimestre del año,
en el que la actual desde su correlación
de fuerzas, permite el avance a paso redoblado
en el aparato legal para avanzar
en la Revolución Bolivariana; el segundo,
la próxima Asamblea que instalará el periodo
legislativo que comienza en enero y
en el que estando también garantizado el
avance de la Revolución -dada la mayoría
obtenida el pasado domingo- habrá una
desaceleración en aquellos temas para los
que se requiere 2/3 de votos, como por
ejemplo: las leyes orgánicas que según el
Artículo 203 de la Constitución, son “las
que se dicten para organizar los poderes
públicos o para desarrollar los derechos
constitucionales y las que sirvan de marco
normativo a otras leyes”, así como para
modificar leyes orgánicas vigentes.
Y afirmamos dicha desaceleración, pues
algunos de los recién electos diputados de
la alianza de la MUD ya han manifestado
que pretenden derogar leyes y frenar el
avance de las políticas que hasta ahora viene
desarrollando el Estado venezolano.
Así, cuando en diciembre culmine este
periodo de aceleración legislativa con la
actual correlación de fuerzas en la Asamblea
Nacional, cada uno de los diputados
favorecidos por la votación popular debe
asumir el compromiso de cumplir con su
país y de legislar en función del Plan de
Desarrollo Económico y Social de la nación,
como lo plantea la misma Constitución
que hace ocho años algunos de ellos
desconocieron.
Sepan que con la misma incondicionalidad
que se aceptaron los resultados electorales,
se les exigirá el cumplimiento de su
trabajo y el respeto a las responsabilidades
contraídas. No desvíen el timón, respeten
la democracia y manténganse en el marco
de la ley.
De no hacerlo, el pueblo consciente y en
función contralora, asumirá la responsabilidad
histórica de hacer respetar la Carta
Magna.¡Escríbanlo!
Caracas