Primeras páginas de Crepúsculo - Prisa Ediciones
Primeras páginas de Crepúsculo - Prisa Ediciones
Primeras páginas de Crepúsculo - Prisa Ediciones
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
La<strong>de</strong>é la cabeza para que el pelo me ocultara el rostro, aunque<br />
estuve segura <strong>de</strong> que, cuando nuestras miradas se cruzaron,<br />
sus ojos no parecían tan duros ni hostiles como la última<br />
vez que le vi. Simplemente tenían un punto <strong>de</strong> curiosidad y, <strong>de</strong><br />
nuevo, cierta insatisfacción.<br />
—Edward Cullen te está mirando —me murmuró Jessica<br />
al oído, y se rió.<br />
—No parece enojado, ¿verdad? —tuve que preguntar.<br />
—No —dijo, confusa por la pregunta—. ¿Debería estarlo?<br />
—Creo que no soy <strong>de</strong> su agrado —le confesé. Aún me sentía<br />
mareada, por lo que apoyé la cabeza sobre el brazo.<br />
—A los Cullen no les gusta nadie… Bueno, tampoco se fijan<br />
en nadie lo bastante para les guste, pero te sigue mirando.<br />
—No le mires —susurré.<br />
Jessica se rió con disimulo, pero <strong>de</strong>svió la vista. Alcé la cabeza<br />
lo suficiente para cerciorarme <strong>de</strong> que lo había hecho. Estaba<br />
dispuesta a emplear la fuerza si era necesario.<br />
Mike nos interrumpió en ese momento; estaba planificando<br />
una épica batalla <strong>de</strong> nieve en el aparcamiento y nos preguntó<br />
si <strong>de</strong>seábamos participar. Jessica asintió con entusiasmo. La forma<br />
en que miraba a Mike <strong>de</strong>jaba pocas dudas, asentiría a cualquier<br />
cosa que él sugiriera. Me callé. Iba a tener que escon<strong>de</strong>rme<br />
en el gimnasio hasta que el aparcamiento estuviera vacío.<br />
Me cuidé <strong>de</strong> no apartar la vista <strong>de</strong> mi propia mesa durante lo<br />
que restaba <strong>de</strong> la hora <strong>de</strong>l almuerzo. Decidí respetar el pacto que<br />
había alcanzado conmigo misma. Asistiría a clase <strong>de</strong> Biología, ya<br />
que no parecía enfadado. Tanto me aterraba volver a sentarme a<br />
su lado que tuve unos leves retortijones <strong>de</strong> estómago.<br />
No me apetecía nada que Mike me acompañara a clase como<br />
<strong>de</strong> costumbre, ya que parecía ser el blanco predilecto <strong>de</strong> los<br />
francotiradores <strong>de</strong> bolas <strong>de</strong> nieve, pero, al llegar a la puerta, to-<br />
48