El Origen de los Hebreos Abraham - El Mundo Bíblico
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todavía vivo y lo lanzó fuera cayendo frente a Téraj su padre don<strong>de</strong> finalmente murió.<br />
De ahí que está escrito: “Y murió Jarán frente a Téraj su padre.” 34<br />
La narración anterior no se trata <strong>de</strong> algo literal <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista histórico, sino que<br />
es una Agadá (un relato en forma <strong>de</strong> parábola que contiene moraleja), cuya pretensión en este<br />
caso es explicar que Abram fue el primer hombre en <strong>de</strong>scubrir que había un solo Di-s en el<br />
universo, y éste había creado el cielo y la tierra. En esto el Talmud coinci<strong>de</strong> con el libro <strong>de</strong><br />
Jubileos:<br />
“…y se separó <strong>de</strong> su padre para no adorar ído<strong>los</strong> con él. Comenzó a orar al Creador<br />
<strong>de</strong> todo, para que lo salvase <strong>de</strong>l error <strong>de</strong> <strong>los</strong> hombres y no le tocase en suerte errar tras<br />
impureza y abominación…” “…En el sexto septenario, en su séptimo año, dijo Abram a<br />
Taré: Padre. Este respondió: Heme aquí, hijo mío. Prosiguió Abram: ¿Qué auxilio y<br />
utilidad nos brindan estos ído<strong>los</strong> que adoras y ante <strong>los</strong> que te prostras? No tienen espíritu,<br />
ya que son mu<strong>de</strong>z y extravío <strong>de</strong> la mente. No <strong>los</strong> adores. Adora al Di-s <strong>de</strong>l cielo, que hace<br />
bajar el rocío y la lluvia sobre la tierra. <strong>El</strong> hace todo en ella, ha creado todo con su voz, y<br />
<strong>de</strong> él proce<strong>de</strong> toda vida. ¿Por qué adoráis a quienes carecen <strong>de</strong> espíritu y son obra <strong>de</strong><br />
manos? ¡Los lleváis sobre vuestros hombros, sin que os proporcionen más ayuda que la<br />
gran pérdida <strong>de</strong> <strong>los</strong> que <strong>los</strong> hacen y el extravío <strong>de</strong> las mentes <strong>de</strong> <strong>los</strong> que <strong>los</strong> adoran! No <strong>los</strong><br />
adoréis. Respondió su padre: Yo también lo sé, hijo mío; pero ¿qué puedo hacer con este<br />
pueblo que me or<strong>de</strong>na servir<strong>los</strong>? Si les digo la verdad, me matarán, pues sus espíritus están<br />
apegados a su adoración y alabanza. Cállate, hijo mío, no sea que te maten. Abram dijo lo<br />
mismo a sus dos hermanos, que se enojaron con él y se calló.” 35<br />
La historia relatada en el Talmud, contiene variantes <strong>de</strong>l libro Jubileos y también es<br />
mencionada en la paráfrasis <strong>de</strong>l Targúm Pseudo-Jonatán (Gn 11:28):<br />
“Y sucedió que, cuando Nimrod arrojó a Abram al horno <strong>de</strong> fuego porque no daba culto<br />
a sus ído<strong>los</strong>, el fuego no tuvo autoridad para quemarlo. Así pues, se dividió el corazón <strong>de</strong><br />
Harán diciendo: Si vence Nimrod, estaré <strong>de</strong> su parte, y si vence Abram, estaré <strong>de</strong> su<br />
parte. Cuando todo el pueblo que estaba allí vio que el fuego no había tenido po<strong>de</strong>r sobre<br />
Abram, dijo en su corazón: ¿No está Harán, hermano <strong>de</strong> Abram, lleno <strong>de</strong> adivinaciones y<br />
encantamientos? Él, pues, ha usado un ensalmo sobre el fuego para que no quemara a su<br />
34 Midrásh, Génesis Rabá 38:13; otros comentarios referentes a Téraj y <strong>Abraham</strong> pue<strong>de</strong>n encontrarse en el<br />
midrásh <strong>de</strong> Núm. Rabá 19:1; 19:33; Zoh. 1:77b; Gen. Rabá 30:4; 30:12.<br />
35 Jub. 11:16,17; 12:1-8.<br />
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