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Baroja, Pío - Las miserias de la guerra [pdf] - AMPA Severí Torres

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<strong>Pío</strong> <strong>Baroja</strong> L a s m i s e r i a s d e l a g u e r r a<br />

los guardaba para él. Investigaba por el gusto <strong>de</strong> reunir y comprobar los sucesos a los cuales una<br />

vez esc<strong>la</strong>recidos, no pensaba dar mayor extensión.<br />

Como un archivo cerrado <strong>de</strong> realida<strong>de</strong>s vistas y recogidas por él. Evans fue acumu<strong>la</strong>ndo datos en<br />

un diario don<strong>de</strong> anotaba lo que consi<strong>de</strong>raba como cierto. Eso le parecía digno <strong>de</strong> conservarse para<br />

ser examinado más a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte, y po<strong>de</strong>r formar un juicio sobre el caos que en torno suyo se agitaba.<br />

Ese juicio nunca pensó en comunicarlo a los <strong>de</strong>más, sino en reservárselo para él.<br />

La parte <strong>de</strong> ese diario <strong>de</strong>l comandante Evans que se refería a los acontecimientos <strong>de</strong> España se<br />

dividió en otras dos: <strong>la</strong> primera abarcaba <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1934 a 1935, y <strong>la</strong> segunda <strong>de</strong>l verano <strong>de</strong> 1935 al<br />

final <strong>de</strong> 1938. En el tiempo que el diplomático había <strong>de</strong>sempeñado el cargo <strong>de</strong> agregado militar en<br />

<strong>la</strong> Embajada inglesa en Madrid, había conocido a mucha gente, hecho vida mundana y habitado en<br />

un piso <strong>de</strong> <strong>la</strong> calle <strong>de</strong> Fortuny, La segunda parte, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1935 a 1938, durante <strong>la</strong> Revolución, fue<br />

cuando Evans se apartó <strong>de</strong> sus funciones oficiales, renunciando a su sueldo para vivir in<strong>de</strong>pendiente<br />

y por medios propios. Después Evans salió <strong>de</strong> Madrid y solo se enteró <strong>de</strong> lo que ocurría en España<br />

por cartas recibidas <strong>de</strong> su chófer Will, al que rogó, antes <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar <strong>la</strong> capital, le informase <strong>de</strong> lo más<br />

pintoresco y curioso, <strong>de</strong> lo que pasara en Madrid y en los alre<strong>de</strong>dores.<br />

IV<br />

PASEO EN AUTO<br />

En <strong>la</strong> primavera <strong>de</strong> 1935, un sábado por <strong>la</strong> tar<strong>de</strong>, Evans y el secretario <strong>de</strong> <strong>la</strong> Embajada inglesa.<br />

hombre joven, fueron en automóvil a pasar <strong>la</strong> tar<strong>de</strong> en Aranjuez. Anduvieron a <strong>la</strong> sombra <strong>de</strong> los<br />

gran<strong>de</strong>s árboles que bor<strong>de</strong>an <strong>la</strong> oril<strong>la</strong> izquierda <strong>de</strong>l Tajo. Hab<strong>la</strong>ron <strong>de</strong> <strong>la</strong> situación <strong>de</strong> España, y los<br />

dos se mostraron conformes en consi<strong>de</strong>rar<strong>la</strong> muy grave.<br />

España, según ellos, no sabía vivir en un régimen <strong>de</strong> libertad y <strong>de</strong> c<strong>la</strong>ridad. La República<br />

españo<strong>la</strong> en pocos años se había envejecido, aniqui<strong>la</strong>do y <strong>de</strong>sacreditado. No pudo encontrar<br />

hombres inteligentes y capaces. ¡Qué fracaso tan absoluto el <strong>de</strong> los encargados <strong>de</strong> regir<strong>la</strong>! No<br />

habían sabido ni cumplir <strong>la</strong> Ley ni escamotear<strong>la</strong> para sus intereses. ¡Qué <strong>de</strong>sencanto!<br />

Evans recordaba no hacía mucho tiempo una manifestación <strong>de</strong> jóvenes que habían estado en un<br />

miting celebrado en un campo próximo al río Manzanares. Los jóvenes habían entrado en el centro<br />

<strong>de</strong> Madrid levantando el puño y dando gritos <strong>de</strong> "¡Viva Azaña, el hombre más gran<strong>de</strong> <strong>de</strong> España!".<br />

¡Qué ilusiones! Todo iba <strong>de</strong>smoronándose en poco tiempo.<br />

Yo no poseo datos suficientes para tener una opinión segura pero, por lo oído, creo que los tres<br />

hombres más <strong>de</strong>stacados durante <strong>la</strong> República fueron Carner 1 , por su honra<strong>de</strong>z y por su trabajo.<br />

Indalecio Prieto por su inteligencia y Negrín por su audacia.<br />

<strong>Las</strong> cosas llegaron tan lejos que hasta los andaluces, que nunca tuvieron aspiraciones<br />

regionalistas, gritaban ya: "¡Viva Andalucía libre!". Se veía que España no podía vivir con un<br />

régimen liberal y <strong>de</strong> publicidad. Tendría que vivir con un liberalismo simu<strong>la</strong>do, o con una dictadura<br />

<strong>de</strong> república hispano americana.<br />

Los sucesos <strong>de</strong> Casas Viejas, ocurridos hacía pocos años 2 , habían <strong>de</strong>jado rastro. El caso <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

mísera al<strong>de</strong>a <strong>de</strong> <strong>la</strong> provincia <strong>de</strong> Cádiz, don<strong>de</strong> apareció como una l<strong>la</strong>ga <strong>de</strong> ilusión y <strong>de</strong> utopía, un<br />

intento <strong>de</strong> anarquismo libertario, fue uno <strong>de</strong> los primeros y más serios tropiezos <strong>de</strong> <strong>la</strong> República.<br />

Tuvo a<strong>de</strong>más <strong>la</strong> <strong>de</strong>sgracia <strong>de</strong> ser tratado por <strong>la</strong> pedantería severa <strong>de</strong>l presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Consejo, que<br />

quiso mostrarse rígido y duro, e hizo intervenir en el asunto a un capitán neurasténico y morfinómano,<br />

capaz <strong>de</strong> fusi<strong>la</strong>r a unos cuantos medio locos.<br />

1<br />

<strong>Baroja</strong> se refiere a Jaume Carner Romeu (1867- 1934), ministro <strong>de</strong> Finanzas <strong>de</strong>l segundo gobierno Azaña, entre el 15-<br />

XII.1931 y el 27-IX- 1934.<br />

Se ha consi<strong>de</strong>rado necesario introducir algunas notas escuetas para evitar que, dada <strong>la</strong> forma elusiva <strong>de</strong> <strong>Baroja</strong> al narrar<br />

muchos episodios, estos resulten ininteligibles para cl lector <strong>de</strong>l día (Nota <strong>de</strong>l editor).<br />

2<br />

Enero <strong>de</strong> 1933.<br />

11

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