Hacia sus riquezas en gloria - Cash Luna
Hacia sus riquezas en gloria - Cash Luna
Hacia sus riquezas en gloria - Cash Luna
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Ministerios <strong>Cash</strong> <strong>Luna</strong><br />
http://www.cashluna.org<br />
<strong>Hacia</strong> <strong>sus</strong> <strong>riquezas</strong> <strong>en</strong> <strong>gloria</strong><br />
Gálatas 6:6<br />
El que es <strong>en</strong>señado <strong>en</strong> la palabra, haga partícipe de toda cosa bu<strong>en</strong>a al que lo instruye.<br />
Yo nunca les he pedido nada, ni les voy a pedir, pero esta escritura no la pued<strong>en</strong> borrar de la Biblia,<br />
usted valora la palabra cuando valora al que la lleva. Usted no puede decir que recibe la palabra pero<br />
que no busca al hombre. ¿Y si <strong>sus</strong> hijos dijeran eso de usted? Ti<strong>en</strong>e que haber un balance. “Maldito<br />
el hombre que confía <strong>en</strong> el hombre” eso está <strong>en</strong> el contexto de la salvación, porque nadie puede ser<br />
salvo por otro hombre, pero cuando <strong>sus</strong> hijos confían <strong>en</strong> usted, usted no puede decirles: “Eres un<br />
maldito por confiar <strong>en</strong> mí” esas escrituras se han usado mal, se han usado con la carne, más que con<br />
el espíritu, pero no es de esto de lo que les voy a hablar, sino de una ley.<br />
Galatas 6:7<br />
No os <strong>en</strong>gañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también<br />
segará.<br />
Dios no puede ser <strong>en</strong>gañado, porque todo lo que el hombre siembre, eso cosechará. Toda la g<strong>en</strong>te<br />
que quiere vivir una vida obt<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do algo que nunca ha sembrado está tratando consci<strong>en</strong>te o<br />
inconsci<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te de <strong>en</strong>gañar a Dios. Aquí dice “Dios no puede ser burlado”. En el versículo 6 habla<br />
de que los hombres que sembramos la palabra t<strong>en</strong>emos el derecho de cosechar lo material y <strong>en</strong> el<br />
versículo 7 dice “No se <strong>en</strong>gañ<strong>en</strong>, Dios no puede ser burlado, porque todo lo que el hombre siembre,<br />
eso también cosechará”. Cosecharás únicam<strong>en</strong>te para lo que has sembrado, no podemos violar la<br />
ley de la siembra y cosecha, si yo quiero cariño de mi esposa, debo sembrar cariño; si quiero el<br />
respeto de mis hijos voy a sembrar respeto, quieres respeto <strong>en</strong> el trabajo, siémbralo.<br />
No podemos evadir esa ley para vivir, porque es una ley que rige todo el comportami<strong>en</strong>to humano.<br />
Gálatas 6:8 Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que<br />
siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. Tratar de evadir esta ley es tratar de<br />
burlarnos de Dios.<br />
Hace años el Señor habló a mi corazón y me dijo: “Dile a mi pueblo que no evadan mi ley de sembrar<br />
y cosechar porque ni YO si<strong>en</strong>do Dios la evado, cuando quise hijos tuve que dar al mío” nosotros no<br />
éramos hijos de Dios hasta que Jesucristo vino, de hecho lo crucificaron por decir que era el Hijo de<br />
Dios, hoy nacemos de nuevo por el Espíritu Santo y no sólo nos convertimos <strong>en</strong> hijos sino también <strong>en</strong><br />
herederos con Cristo, eso somos gracias a que algui<strong>en</strong> dio a su hijo.<br />
Para todos aquellos que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> hijos que no están sirvi<strong>en</strong>do al Señor porque no lo dejas, te voy a<br />
decir lo que el Señor me dijo <strong>en</strong> una ocasión “Yo di a mi hijo, quiero que todos me d<strong>en</strong> los suyos, no<br />
me están dando a <strong>sus</strong> hijos como yo di al mío”. Luego nos ll<strong>en</strong>amos la boca dici<strong>en</strong>do que imitamos a<br />
Dios. Cuando Dios quiso hijos, dio a su propio hijo; cuando Dios quiso ovejas, dio al cordero de<br />
Dios, cuando quiso trigo sembró al grano de trigo que es Jesucristo; cuando él quiso reyes y<br />
sacerdotes sacrificó al Sumo Sacerdote y cuando quiso amor, primero amó. Dios es amor, a él le<br />
agrada amar y le agrada ser amado. A mí me agrada amar, pero me agrada también que mi esposa<br />
me ame. ¿Usted cree que a Dios no le gusta ser amado por <strong>sus</strong> hijos? Pero la palabra dice que<br />
nosotros le amamos porque El nos amó primero.<br />
Cuando doy seminarios a pastores les pregunto: “¿cuántos de ustedes cre<strong>en</strong> que los siervos de Dios
Cuando doy seminarios a pastores les pregunto: “¿cuántos de ustedes cre<strong>en</strong> que los siervos de Dios<br />
deb<strong>en</strong> vivir bi<strong>en</strong> y todos respond<strong>en</strong> AMEN? Yo les digo que yo no creo eso, les digo que deb<strong>en</strong> vivir<br />
bi<strong>en</strong> los que trabajan bi<strong>en</strong>, sea pastor, abogado, taxista, el derecho de vivir bi<strong>en</strong> se lo gana uno<br />
trabajando bi<strong>en</strong>. Esta es una ley a la que nosotros los siervos de Dios también estamos sujetos.<br />
1 Corintios 9:1-12<br />
¿No soy apóstol? ¿No soy libre? ¿No he visto a Jesús el Señor nuestro? ¿No sois vosotros mi obra <strong>en</strong><br />
el Señor? Si para otros no soy apóstol, para vosotros ciertam<strong>en</strong>te lo soy; porque el sello de mi<br />
apostolado sois vosotros <strong>en</strong> el Señor. Contra los que me acusan, esta es mi def<strong>en</strong>sa: ¿Acaso no<br />
t<strong>en</strong>emos derecho de comer y beber? ¿No t<strong>en</strong>emos derecho de traer con nosotros una hermana por<br />
mujer como también los otros apóstoles, y los hermanos del Señor, y Cefas? ¿O sólo yo y Bernabé<br />
no t<strong>en</strong>emos derecho de no trabajar? ¿Quién fue jamás soldado a <strong>sus</strong> propias exp<strong>en</strong>sas? ¿Quién<br />
planta viña y no come de su fruto? ¿O quién apaci<strong>en</strong>ta el rebaño y no toma de la leche del rebaño?<br />
¿Digo esto sólo como hombre? ¿No dice esto también la ley? Porque <strong>en</strong> la ley de Moisés está<br />
escrito: No pondrás bozal al buey que trilla. ¿Ti<strong>en</strong>e Dios cuidado de los bueyes, o lo dice <strong>en</strong>teram<strong>en</strong>te<br />
por nosotros? Pues por nosotros se escribió; porque con esperanza debe arar el que ara, y el que<br />
trilla, con esperanza de recibir del fruto. Si nosotros sembramos <strong>en</strong>tre vosotros lo espiritual, ¿es<br />
gran cosa si segáremos de vosotros lo material? Si otros participan de este derecho sobre vosotros,<br />
¿cuánto más nosotros? Pero no hemos usado de este derecho, sino que lo soportamos todo, por no<br />
poner ningún obstáculo al evangelio de Cristo.<br />
Cuando usted va a al supermercado, las familias o fundadores de ese negocio hac<strong>en</strong> uso de su<br />
derecho de cosechar de parte de ustedes después de sembrarles un bu<strong>en</strong> producto, usted toma el<br />
producto, pasa a la caja y paga, de lo que usted paga ellos pagan todo y de las utilidades ellos viv<strong>en</strong>,<br />
viv<strong>en</strong> de lo que yo doy. En un restaurante pasa lo mismo y la g<strong>en</strong>te que va a tu negocio hace lo<br />
mismo. Pablo dice, si todos ti<strong>en</strong><strong>en</strong> ese derecho por qué no lo podemos t<strong>en</strong>er nosotros.<br />
1 Corintios 9:13-14<br />
¿No sabéis que los que trabajan <strong>en</strong> las cosas sagradas, com<strong>en</strong> del templo, y que los que sirv<strong>en</strong> al<br />
altar, del altar participan? Así también ord<strong>en</strong>ó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan<br />
del evangelio.<br />
Cuando doy seminarios le digo a la g<strong>en</strong>te que van a vivir tan bi<strong>en</strong> como predique, pero sería injusto<br />
predicar mal y vivir bi<strong>en</strong>, porque sería injusto vivir un derecho, pero no estoy hablando de mí sino de<br />
la ley. Tu ti<strong>en</strong>es una cosecha de lo que siembras, todo el que siembra ti<strong>en</strong>e un derecho, pero el que<br />
no siembra ¿cómo pues ejercerá su derecho? Por eso dice Gálatas: “No se <strong>en</strong>gañ<strong>en</strong>, a Dios ustedes<br />
no lo <strong>en</strong>gañan”, <strong>en</strong> otras palabras “únicam<strong>en</strong>te t<strong>en</strong>drán como cosecha algo que hayan sembrado”. Si<br />
usted quiere participar de un derecho, primero siembre. Hay hombres que quier<strong>en</strong> el derecho de<br />
una bu<strong>en</strong>a mujer pero no siembra <strong>en</strong> ella, el derecho de un bu<strong>en</strong> marido pero no lo tratan bi<strong>en</strong>,<br />
<strong>en</strong>tonces el Señor dice: “No se <strong>en</strong>gañ<strong>en</strong>, lo que están vivi<strong>en</strong>do es fruto de su siembra, sembraron<br />
irrespeto, ahora ti<strong>en</strong><strong>en</strong> el irrespeto <strong>en</strong> su casa; sembraron semilla de aspereza, ahora la aspereza<br />
vino de regreso”.<br />
Jamás una cosecha es m<strong>en</strong>or que la siembra, ¿Cuándo ha visto un árbol más pequeño que su<br />
semilla? ¿Cuándo ha visto una naranja más pequeña que la pepita de la naranja? ¿Cuándo ha visto<br />
que la cosecha sea m<strong>en</strong>or que la siembra? Siempre es mayor, para bi<strong>en</strong> o para mal, por lo tanto,<br />
sembremos el bi<strong>en</strong>, si queremos cosechar el bi<strong>en</strong> <strong>en</strong> todo lo que hacemos.<br />
De todo lo que has sembrado ti<strong>en</strong>es el derecho de recibir tu cosecha. Habla a toda la bu<strong>en</strong>a semilla<br />
que has sembrado <strong>en</strong> tu vida, que v<strong>en</strong>ga a tu vida la cosecha de lo que has sembrado. Muchas de<br />
las semillas que has sembrado no han crecido porque no la has b<strong>en</strong>decido, hay g<strong>en</strong>te especialista <strong>en</strong><br />
maldecir su semilla.<br />
T<strong>en</strong>emos que <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der que vivimos <strong>en</strong> un mundo espiritual, pero hay g<strong>en</strong>te que quiere cosechar <strong>en</strong> lo<br />
espiritual mant<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do los principios fuera de lo espiritual, <strong>en</strong>tonces te manti<strong>en</strong>es <strong>en</strong> el reino de los<br />
hombres queri<strong>en</strong>do cosechar del reino de Dios, ti<strong>en</strong>es que trasladar tus principios al reino de Dios, si<br />
quieres que el reino de Dios te retribuya, debes creer que verás la cosecha lo que has sembrado.
Siembre y espere una cosecha a cambio. ¿Cuándo ha visto a un sembrador, sembrando sin esperar<br />
cosecha?<br />
No puedes esperar que la cosecha salga sólo porque sí, Pablo decía “nosotros sembramos, otros<br />
riegan pero Dios da el crecimi<strong>en</strong>to” hasta la iglesia crece por la ley de la siembra y la cosecha. Pablo<br />
sembró, Apolos regó, más Dios dio el crecimi<strong>en</strong>to. Se siembra un esperma <strong>en</strong> un óvulo y por eso<br />
estamos aquí, sujetos a la misma ley.<br />
Hebreos 11:1-2<br />
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Porque por ella<br />
alcanzaron bu<strong>en</strong> testimonio los antiguos.<br />
Se alcanza bu<strong>en</strong> testimonio por medio de la fe (certeza de lo que se espera, convicción de lo que no<br />
se ve). Usted no vive por lo que ti<strong>en</strong>e sino por lo que no ti<strong>en</strong>e, si no, no sería fe. Fe es lo que<br />
espero, si no espero nada no puedo hablar de fe. Sin fe es imposible agradar a Dios. Si queremos ser<br />
una iglesia que agrade a Dios, t<strong>en</strong>emos que ser una iglesia de fe.<br />
Hebreos 11:3-4<br />
Por la fe <strong>en</strong>t<strong>en</strong>demos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que<br />
se ve fue hecho de lo que no se veía. Por la fe Abel ofreció a Dios más excel<strong>en</strong>te sacrificio que Caín,<br />
por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de <strong>sus</strong> ofr<strong>en</strong>das; y muerto,<br />
aún habla por ella.<br />
El primer humano que hizo la primera obra de fe, fue Abel. La Biblia registra que lo primero que hizo<br />
un ser humano por fe, fue ofr<strong>en</strong>dar. Si la ofr<strong>en</strong>da no fuera importante ¿Por qué es lo primero que<br />
aparece después de la creación de la tierra? Voy a <strong>en</strong>señarles del poder de ofr<strong>en</strong>dar, porque si<br />
vamos a hacer nuestras promesas de fe quiero darles la palabra para que d<strong>en</strong> sabi<strong>en</strong>do qué es lo que<br />
les va a pasar, ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der que la ofr<strong>en</strong>da ti<strong>en</strong>e tanto poder ad<strong>en</strong>tro que el Diablo ha tratado<br />
de desvirtuar todo esto para que el pueblo de Dios no haga uso de dicho poder, ofr<strong>en</strong>dan y maldic<strong>en</strong><br />
su ofr<strong>en</strong>da, siembran y maldic<strong>en</strong> su propia semilla, ese es el ataque. Por eso les leí que Pablo decía<br />
“esto digo <strong>en</strong> mi def<strong>en</strong>sa” (1 Corintios 9:3). Los hombres de Dios t<strong>en</strong>emos derecho de vivir bi<strong>en</strong> si<br />
hacemos el bi<strong>en</strong>, porque es parte del ataque es para tu semilla, porque <strong>en</strong> la semilla hay mucho<br />
poder. Por ejemplo, para ser estéril ¿qué es lo que se ataca? La semilla, sea el óvulo o el esperma.<br />
Génesis 4:3<br />
Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofr<strong>en</strong>da a Jehová.<br />
Caín también ofr<strong>en</strong>dó, estamos hablando de Génesis 4, acto seguido de la creación del hombre, la<br />
Biblia no habla de qué jugaba Caín con Abel, no habla de lo que hacían, de los pecados que cometían<br />
<strong>en</strong>tre ellos, de cómo dormían <strong>en</strong> el cuarto, sólo habla de un tema “SU OFRENDA”. El poder de hacer<br />
las <strong>riquezas</strong> es más antiguo que la profesión universitaria, es más antiguo que el sistema del mundo,<br />
pero muchos de ustedes insist<strong>en</strong> <strong>en</strong> ver el sistema del mundo para hacer la riqueza, viv<strong>en</strong> <strong>en</strong> un<br />
mundo ambiguo, mitad <strong>en</strong> el mundo, mitad <strong>en</strong> el Señor, no usan el principio de Dios, ni sab<strong>en</strong> usar<br />
bi<strong>en</strong> los principios del mundo, están <strong>en</strong> medio y luego se preguntan por qué no resulta y no resulta<br />
porque han r<strong>en</strong>dido su vida <strong>en</strong>tera al reino de los cielos.<br />
Génesis 4:4<br />
Y Abel trajo también de los primogénitos de <strong>sus</strong> ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová<br />
con agrado a Abel y a su ofr<strong>en</strong>da;<br />
Abel no trajo cualquier ofr<strong>en</strong>da, él trajo la mejor ofr<strong>en</strong>da. Pero nosotros muchas veces damos<br />
cualquier ofr<strong>en</strong>da <strong>en</strong> lugar de dar “la mejor ofr<strong>en</strong>da”, <strong>en</strong>tonces dice <strong>en</strong> el versículo 5 pero no miró con<br />
agrado a Caín y a la ofr<strong>en</strong>da suya. Si regreso a Hebreos 11 dice que “sin fe es imposible agradar a<br />
Dios y por la fe alcanzaron bu<strong>en</strong> testimonio los antiguos” Abel alcanzó un bu<strong>en</strong> testimonio por fe y vio
Dios y por la fe alcanzaron bu<strong>en</strong> testimonio los antiguos” Abel alcanzó un bu<strong>en</strong> testimonio por fe y vio<br />
Dios con agrado a Abel y a su ofr<strong>en</strong>da. La forma <strong>en</strong> la que Dios te ve está directam<strong>en</strong>te relacionada<br />
con tu ofr<strong>en</strong>da. Tu ofr<strong>en</strong>da produce <strong>en</strong> Dios que te vea de difer<strong>en</strong>te forma que mira al resto.<br />
Yo no vivo de lo que ustedes dan, vivo de lo que yo doy, cada vez que quiero algo siembro todo lo<br />
que puedo o todo lo que t<strong>en</strong>go porque creo <strong>en</strong> esa ley. Si quieres saber cómo Dios te mira, mira tu<br />
ofr<strong>en</strong>da, es s<strong>en</strong>cillo, Dios me mira como mira mi ofr<strong>en</strong>da, no lo digo yo, lo dice la Biblia.<br />
Génesis 4:5<br />
Pero no miró con agrado a Caín y a la ofr<strong>en</strong>da suya. Y se <strong>en</strong>sañó Caín <strong>en</strong> gran manera, y decayó su<br />
semblante.<br />
Mi estado de ánimo dep<strong>en</strong>de de la ofr<strong>en</strong>da, porque el que no ofr<strong>en</strong>dó bi<strong>en</strong>, Dios no lo vio bi<strong>en</strong> y su<br />
semblante decayó. El rostro de Caín reflejaba que algo no estaba bi<strong>en</strong> ad<strong>en</strong>tro, como le pasa a<br />
mucha g<strong>en</strong>te, no hay luz <strong>en</strong> <strong>sus</strong> ojos, yo le preguntaría ¿cómo está su ofr<strong>en</strong>da?<br />
Génesis 4:6<br />
Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has <strong>en</strong>sañado, y por qué ha decaído tu semblante?<br />
El bi<strong>en</strong> que hizo Abel fue dar lo mejor, el mal que hizo Caín fue haber dado cualquier cosa, los dos<br />
dieron y yo <strong>en</strong>seño esto porque aquí todos dan, el punto es si todos sab<strong>en</strong> qué están haci<strong>en</strong>do y si<br />
sab<strong>en</strong> lo que pued<strong>en</strong> producir. Usted debe <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der cómo hacer para que le vaya bi<strong>en</strong>. A Abel no le<br />
fue bi<strong>en</strong> porque estudió <strong>en</strong> la mejor universidad, ni por los post-grados que t<strong>en</strong>ía, le fue bi<strong>en</strong> por<br />
traer becerro más gordo.<br />
Génesis 4:7<br />
Si bi<strong>en</strong> hicieres, ¿no serás <strong>en</strong>altecido? y si no hicieres bi<strong>en</strong>, el pecado está a la puerta; con todo esto,<br />
a ti será su deseo, y tú te <strong>en</strong>señorearás de él. Y se <strong>en</strong>sañó Caín <strong>en</strong> gran manera, y decayó su<br />
semblante.<br />
Yo les dije que Dios iba a restituir lo que por años se había comido la oruga, saltón y revoltón, vi<strong>en</strong>e<br />
el tiempo del a honra y el honor, se va el tiempo de la vergü<strong>en</strong>za, pero sería una simple expresión<br />
emocional sino sabemos cómo es que ocurre, si él va a honrarte, <strong>en</strong>altecerte y ponerte <strong>en</strong> alto lo va a<br />
hacer como lo hizo con Abel, lo primero que hizo Abraham fue ofr<strong>en</strong>dar, lo primero que hizo Jacob fue<br />
diezmar, lo primero que hizo Gedeón cuando estaba <strong>en</strong> problemas fue traer una ofr<strong>en</strong>da al ángel que<br />
se le había aparecido y levantó un altar, lo primero que hizo Moisés cuando salió de Egipto fue<br />
sacrificar, pres<strong>en</strong>tar ofr<strong>en</strong>das al Señor, lo que Jesús hizo <strong>en</strong> la Cruz del Calvario fue <strong>en</strong>tregarse<br />
como una ofr<strong>en</strong>da, lo que hace a la derecha del Padre es pres<strong>en</strong>tar nuestras ofr<strong>en</strong>das. La ofr<strong>en</strong>da<br />
ti<strong>en</strong>e mucho poder y no la has usado como es por prejuicios religiosos o presión de la g<strong>en</strong>te que te<br />
habla, o recibes de Dios al respecto o recibes la palabra del mundo al respecto.<br />
Abel fue <strong>en</strong>altecido, Caín no lo fue, <strong>en</strong>tonces Caín mata por <strong>en</strong>vidia a Abel. Cuando una persona es<br />
<strong>en</strong>altecida por Dios levanta la <strong>en</strong>vidia de otros, si usted cree que va a ser levantado por Dios debe<br />
apr<strong>en</strong>der a manejar la <strong>en</strong>vidia de los demás porque esa llega junto con la <strong>gloria</strong> y la honra, usted<br />
debe t<strong>en</strong>er el carácter para manejar eso.<br />
Filip<strong>en</strong>ses 4:14-17<br />
Sin embargo, bi<strong>en</strong> hicisteis <strong>en</strong> participar conmigo <strong>en</strong> mi tribulación. Y sabéis también vosotros, oh<br />
filip<strong>en</strong>ses, que al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia<br />
participó conmigo <strong>en</strong> razón de dar y recibir, sino vosotros solos; pues aun a Tesalónica me <strong>en</strong>viasteis<br />
una y otra vez para mis necesidades. No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde<br />
<strong>en</strong> vuestra cu<strong>en</strong>ta. Pero todo lo he recibido, y t<strong>en</strong>go abundancia; estoy ll<strong>en</strong>o, habi<strong>en</strong>do recibido de
Epafrodito lo que <strong>en</strong>viasteis; olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios. Mi Dios, pues, suplirá<br />
todo lo que os falta conforme a <strong>sus</strong> <strong>riquezas</strong> <strong>en</strong> <strong>gloria</strong> <strong>en</strong> Cristo Jesús.<br />
Tu ofr<strong>en</strong>da es olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios. Caín no agradó a Dios, Abel si lo<br />
agradó. Ofr<strong>en</strong>da agradable, persona agradable. Pablo les dice, lo que ustedes han hecho es<br />
agradable a Dios, y parafraseando diría “y por eso Dios hará con ustedes lo mismo que hizo con Abel,<br />
suplirá todo lo que les falta según <strong>sus</strong> <strong>riquezas</strong> <strong>en</strong> <strong>gloria</strong> <strong>en</strong> Cristo Jesús”<br />
Pablo dice: “Yo busco que <strong>en</strong> vuestra cu<strong>en</strong>ta abunde el fruto”. El problema de muchos es que<br />
cuando ti<strong>en</strong>es un problema económico y quieres comprar algo, volteas a ver tu cu<strong>en</strong>ta bancaria, ¿tú<br />
sabes cuánto has ofr<strong>en</strong>dado <strong>en</strong> tu vida? ¿Cómo puedes <strong>en</strong>tonces usar esa cu<strong>en</strong>ta?<br />
El problema de muchos es que siempre voltean a ver su cu<strong>en</strong>ta humana, su cu<strong>en</strong>ta terr<strong>en</strong>al y no<br />
sab<strong>en</strong> cuánto ti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong> su cu<strong>en</strong>ta. Pablo dijo “Cada vez que ofr<strong>en</strong>das abunda <strong>en</strong> tu cu<strong>en</strong>ta” Hay una<br />
cu<strong>en</strong>ta que puedes t<strong>en</strong>er acceso a ella, pero nunca reclamas nada de ella y eso es ser un mal<br />
cosechador, debes ser un bu<strong>en</strong> cosechador, no sólo un bu<strong>en</strong> sembrador, debes decir “no me va a ir<br />
mal, el hecho de que la economía no esté bi<strong>en</strong> no voy a ver esta chequera, t<strong>en</strong>go una cu<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> la<br />
cual he depositado y el Apóstol Pablo dijo, que abunda <strong>en</strong> mi cu<strong>en</strong>ta todo lo que he dado y que de<br />
esa cu<strong>en</strong>ta Dios suplirá conforme <strong>sus</strong> <strong>riquezas</strong> <strong>en</strong> <strong>gloria</strong> TODO lo que me haga falta.<br />
Debes hacer uso de esa cu<strong>en</strong>ta, sólo usas la cu<strong>en</strong>ta terr<strong>en</strong>al, todo lo que has sembrado, ofr<strong>en</strong>dado o<br />
diezmado dice el Apóstol Pablo que abunda <strong>en</strong> nuestra cu<strong>en</strong>ta, <strong>en</strong> otras palabras, cuando vas al<br />
banco y depositas ti<strong>en</strong>es una cu<strong>en</strong>ta y cuando diezmas y ofr<strong>en</strong>das ti<strong>en</strong>es otra cu<strong>en</strong>ta, nada que hayas<br />
diezmado u ofr<strong>en</strong>dado se ha perdido, lo único que no has hecho es “pedir” que baje cuando lo<br />
necesitas. Todo lo que el hombre siembra, cosecha, Pablo dijo: “¿Acaso no t<strong>en</strong>emos el derecho de<br />
cosechar?” De lo que hemos sembrado si t<strong>en</strong>emos el derecho de cosechar, <strong>en</strong> los negocios la g<strong>en</strong>te<br />
ejerce un derecho, te da una factura por un servicio, <strong>en</strong> el reino de los cielos hay derechos<br />
económicos, tú has sembrado, has diezmado, has ofr<strong>en</strong>dado y el Salmo 20 dice “Dios haga memoria<br />
de todas mis ofr<strong>en</strong>das”. No trate de explicarle a la g<strong>en</strong>te del mundo esto, los del mundo no<br />
<strong>en</strong>ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> ni de las cu<strong>en</strong>tas de aquí abajo, m<strong>en</strong>os de las de arriba.<br />
Jesús dijo: “No hagan tesoros donde los ladrones minan y hurtan”. Los bancos se han llevado dinero<br />
de aquí pero no hay nadie que se haya llevado tus diezmos y tus ofr<strong>en</strong>das porque <strong>en</strong> el cielo no<br />
<strong>en</strong>tran ladrones, nada se corrompe, está intacto. Cada vez que t<strong>en</strong>gas un problema económico, o<br />
t<strong>en</strong>gas un deseo, híncate antes de ver tu chequera y dile al Señor: “Señor indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te de mi<br />
chequera aquí <strong>en</strong> la tierra yo t<strong>en</strong>go una cu<strong>en</strong>ta contigo Señor, provéeme sobr<strong>en</strong>aturalm<strong>en</strong>te, ábreme<br />
puertas, mándame lo que necesito, acude a tu cu<strong>en</strong>ta”.<br />
¿Habla Pablo o no de una cu<strong>en</strong>ta? En la Biblia al Día dice “lo que más me pone cont<strong>en</strong>to es del bu<strong>en</strong><br />
y gran premio que habrán de recibir por haber dado” Si tu supieras que esa es una cu<strong>en</strong>ta y que<br />
todos la necesitamos un día, sembrarías bi<strong>en</strong>, no como Caín, tomando el billete de Q20 cuando ti<strong>en</strong>es<br />
el de Q100.00, soltarías de tu corazón el problema y tu cu<strong>en</strong>ta va a abundar.<br />
Todos vamos a sembrar para Ciudad de Dios y créame que he estado de rodillas delante de Dios y le<br />
digo, “Señor que todo el que siembre que reciba su justa cosecha” y me dice: “¿Tu lo puedes creer<br />
por ellos? Y le dije que sí y él me dijo que t<strong>en</strong>ían que creerlo ustedes.<br />
El otro domingo haremos nuestras promesas de fe, ora al Señor y prepárate para la cosecha <strong>en</strong>orme<br />
que Dios te va a dar.