Dossier de prensa Mala índole - Alfaguara
Dossier de prensa Mala índole - Alfaguara
Dossier de prensa Mala índole - Alfaguara
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
«Soy el primer lector <strong>de</strong> mis novelas, y si <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el principio supiese toda la historia, escribiría<br />
<strong>de</strong> manera más rutinaria, y me aburriría. Necesito averiguar -parcialmente, claro- lo que estoy<br />
escribiendo, para sentirme interesado y no verlo como un ejercicio <strong>de</strong> redacción. Esto no<br />
significa que escriba a ciegas ni a tientas: suelo saber hacia dón<strong>de</strong> voy o quiero ir; como he<br />
dicho tantas veces, tengo una brújula; pero carezco <strong>de</strong> mapa, ignoro cuál será el recorrido, la<br />
travesía. Los <strong>de</strong>cido sobre la marcha, improviso mucho. Pero <strong>de</strong>cido siempre yo, por<br />
supuesto. No creo en tonterías <strong>de</strong> esas que algunos novelistas todavía dicen, que si los<br />
personajes “cobran vida” y “exigen” cosas. Haría falta ser muy pusilánime para <strong>de</strong>jarse “dar<br />
ór<strong>de</strong>nes” por entes <strong>de</strong> ficción, creados por uno mismo.» (en Il Giannone, enero 2011)<br />
«No tengo prisa, cuando escribo. Todo lo contrario. Quizá escriba, entre otras cosas, para<br />
per<strong>de</strong>r un poco el tiempo, ahora que nadie está dispuesto a eso. Y eso quiere <strong>de</strong>cir, para<br />
también po<strong>de</strong>r notarlo, sentirlo, contemplarlo, percibir su paso e incluso -en la literatura-<br />
<strong>de</strong>tenerlo. En la literatura, o en la novela, se le pue<strong>de</strong> dar al tiempo la dimensión que el<br />
propio tiempo y su transcurrir continuo no le dan. Se pue<strong>de</strong> conseguir que exista el tiempo<br />
que en la vida no tiene tiempo <strong>de</strong> existir. Eso me interesa mucho.» (en Il Giannone, enero<br />
2011)<br />
«Mis libros nacen muy lentamente. Puedo escribir las dos primeras frases un día y no escribir<br />
las siguientes hasta pasada una semana, un mes incluso. Es difícil <strong>de</strong>cir cuándo se produce el<br />
verda<strong>de</strong>ro nacimiento <strong>de</strong> una novela. Hasta que llevo escritas cuarenta o cincuenta páginas ni<br />
siquiera sé si finalmente va a existir.» (en Il Giannone, enero 2011)<br />
«Uno no entien<strong>de</strong> mucho más sobre casi nada <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> escribir un libro. Una <strong>de</strong> las<br />
razones por las que escribo es porque me parece que escribiendo pienso mejor sobre las<br />
cosas, que <strong>de</strong> ninguna otra manera. Y creo que eso en realidad le pasa a todo el mundo, sean<br />
escritores profesionales o no. La gente escribe diarios, blogs o cartas y, a veces, para<br />
enten<strong>de</strong>rse y explicarse mejor. La escritura da forma a los pensamientos. Ahora bien: <strong>de</strong> ahí a<br />
que uno entienda más sobre la muerte o sobre el amor media un abismo. A mí me gusta<br />
recordar a menudo una cosa que dijo Faulkner sobre la literatura: “La literatura lo más que<br />
logra es lo mismo que un fósforo cuando se encien<strong>de</strong> en mitad <strong>de</strong> la noche, en mitad <strong>de</strong> un<br />
campo. Esa cerilla en realidad no ilumina nada, lo único que permite ver mejor es cuánta<br />
oscuridad hay alre<strong>de</strong>dor”.» (en vive.in -Colombia-, 25/06/2011)