La esquina de los ojos rojos - Taurus

L
a esquina de los ojos rojos arranca en la anterior novela de Rafael Ramírez
Heredia, La Mara, primera parte de una trilogía que penetra en la sordidez del
México oscuro y violento. Esta nueva entrega tiene por escenario la ciudad de
México y muestra la vida de un barrio donde hay leyes que pueden más que la
justicia y el que se mezclan personas honradas con capos de la droga, jóvenes sicarios,
mujeres en busca de venganza, alcohólicos y policías judiciales, con los que el autor
presenta un mundo que todos sabemos que existe pero que nadie quiere aceptarlo.
En medio de este universo en el que impera la impunidad, se desarrolla una trama cuya
lectura nos mantiene en vilo al ir descubriendo las redes con que se teje el submundo del
Barrio —que puede ser cualquier lugar de México— y su cotidiana violencia. La historia
parte del asesinato de un joven sicario y de la violación de su amante, lo que detona una
confabulación que va más allá y se entremezcla con muchas otras historias como los
amoríos de seres al parecer sin esperanza, la descripción de las operaciones policiales, las
dantescas inmersiones de un buzo, la acción de los sicarios a bordo de motocicletas, las
procesiones religiosas, los desfiles y rezos nocturnos, las venganzas de los capos que llegan
hasta el delirio criminal en los basureros, los oscuros negocios de los altos cargos policiales,
las maniobras políticas y la influencia que poseen los medios de comunicación… Todo esto
y el espléndido perfil psicológico que Ramírez Heredia hace de los personajes, siempre bajo
el manto, los rezos y las alabanzas a la Santa Muerte.
El barrio en esta novela es un personaje de peso. No tiene nombre pero, por cómo se
describe, puede ser cualquiera de los barrios de la ciudad de México, tristemente afamados
por la dura y extrema realidad que en ellos se vive. Es un barrio que se aburre ya con los
asesinatos y con los operativos policiales, que festeja la venta de drogas y se alboroza con el
comercio de armas a la vez que reza en sus santuarios.
La novela incluye también en la trama el culto de los habitantes a la Santa Muerte, un
fenómeno religioso que ha crecido como la espuma en este tipo de suburbios, cuya imagen
es venerada con fervor. Todos buscan la protección de la Santa Muerte poniendo cruces en
memoria de sus muertos en el altar de la Esquina de los Ojos Muertos. A partir de ahí se
teje un drama que comienza con el asesinato de una adolescente, cuya madre jura vengarla.
Sin embargo, en el camino se cruza con un hombre solitario.
A lo largo de 40 años, Rafael Ramírez Heredia ha cultivado un tipo de escritura que se
preocupa por contar historias que tengan un peso tan fuerte como la propia realidad,
creando personajes y entornos con elementos verosímiles, que evitan los artificios o las
tramas rebuscadas y se preocupan por la anécdota. Se trata de un autor que disfruta
creando personajes y desarrollando una historia que el lector siga con gusto, sorpresa,
tristeza o admiración. Sus novelas son un testimonio de la realidad desde las que mira,
analiza, recoge y va tomando elementos de la vida real para convertirlos en la realidad
literaria.