Clase 24 <strong>de</strong>l 10 <strong>de</strong> Junio <strong>de</strong> 1959 (*) Clase 25 <strong>de</strong>l 17 <strong>de</strong> Junio <strong>de</strong> 1959 Clase 26 <strong>de</strong>l 24 <strong>de</strong> Junio <strong>de</strong> 1959 Clase 27 <strong>de</strong>l 1º <strong>de</strong> Julio <strong>de</strong> 1959 12 <strong>de</strong> Noviembre <strong>de</strong> 1958 Vamos a hablar este año <strong>de</strong>l <strong>de</strong>seo y <strong>su</strong> interpretación. Un análisis es una terapéutica, <strong>de</strong>cimos, un tratamiento psíquico que toma diversos niveles <strong>de</strong>l psiquismo sobre lo que primeramente ha sido el primer objeto científico <strong>de</strong> <strong>su</strong> experiencia, eso que llamaremos los fenómenos marginales o residuales, el <strong>su</strong>eño, el lap<strong>su</strong>s, el chiste. He insistido el año pasado sobre síntomas. Por una parte entramos en el aspecto curativo <strong>de</strong>l tratamiento sobre síntomas en sentido amplio, no obstante que se manifiesten en el <strong>su</strong>jeto por medio <strong>de</strong> inhibiciones que estén constituidas en síntomas y sostenidas por esos síntomas; por otra parte, ese tratamiento modificador <strong>de</strong> estructuras, <strong>de</strong> esas estructuras que se llaman neurosis y neuro-psicosis, Freud primero las ha estructurado en realidad como neuropsicosis <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa. <strong>El</strong> psicoanálisis interviene a diversos niveles para tratar con diferentes realida<strong>de</strong>s fenoménicas, en tanto ellas ponen en juego el <strong>de</strong>seo. Es especialmente bajo esta rúbrica <strong>de</strong>l <strong>de</strong>seo, como significativos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>seo, que los fenómenos que he llamado hace poco residuales, marginales, han sido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el principio aprehendidos por Freud. En los síntomas que vemos <strong>de</strong>scriptos <strong>de</strong> una punta a la otra <strong>de</strong> <strong>su</strong> pensamiento (<strong>de</strong> Freud), la
intervención <strong>de</strong> la angustia es el punto clave <strong>de</strong> la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> los síntomas, pero en tanto tal o cual actividad que va a entrar en el juego <strong>de</strong> dicha <strong>de</strong>terminación está erotizada; <strong>de</strong>cimos mejor, "tomada en el mecanismo <strong>de</strong>l <strong>de</strong>seo". En fin, ¿qué significa incluso el término <strong>de</strong>fensa, a propósito <strong>de</strong> las neuro-psicosis, si no es <strong>de</strong>fensa contra algo, contra alguna cosa que no es otra que el <strong>de</strong>seo? Y no obstante esta teoría analítica en el centro <strong>de</strong> la cual es <strong>su</strong>ficiente indicar que se sitúa la noción <strong>de</strong> libido, que no es otra cosa que la energía psíquica <strong>de</strong>l <strong>de</strong>seo, es alguna cosa, si se trata <strong>de</strong> energía, ya lo he indicado al pasar, recuer<strong>de</strong>n otra vez la metáfora <strong>de</strong> la usina, en que ciertas conjunciones <strong>de</strong> lo simbólico y <strong>de</strong> lo real son necesarias para que incluso <strong>su</strong>bsista la noción <strong>de</strong> energía. Pero no quiero aquí ni <strong>de</strong>tenerme ni ponerme pesado. Esta teoría analítica reposa, pues, totalmente sobre esta noción <strong>de</strong> libido, sobre la energía <strong>de</strong>l <strong>de</strong>seo. Es así que la vemos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> algún tiempo cada vez más orientada hacia alguna cosa que es la misma que sostiene esa nueva orientación, articulada ella misma muy conscientemente, al menos por los más conscientes entre los que la han tomado prestada <strong>de</strong> Fairbain. <strong>El</strong> ha escrito muchas veces , puesto que no cesa <strong>de</strong> articular ni <strong>de</strong> escribir, especialemente en la compilación que se <strong>de</strong> llama "Estudios psianalíticos <strong>de</strong> la personalidad", que la teoría mo<strong>de</strong>rna <strong>de</strong>l análisis ha cambiado alguna cosa <strong>de</strong>l eje que primero le había dado Freud, al hacer o al consi<strong>de</strong>rar que la libido no es más para nosotros "plea<strong>su</strong>re-seeking" (búsqueda <strong>de</strong> placer), como se expresa Fairbain, ella es "object-seeking" (búsqueda <strong>de</strong> objeto). Es <strong>de</strong>cir que el señor Fairbain es el representante más típico <strong>de</strong> esta mo<strong>de</strong>rna ten<strong>de</strong>ncia. Lo que significa esta ten<strong>de</strong>ncia al orientar la función <strong>de</strong> la libido en función <strong>de</strong> un objeto que le estaría <strong>de</strong> alguna manera pre<strong>de</strong>stinado, es bajo mil formas las inci<strong>de</strong>ncias en la técnica y en la teoría analítica, eso que se ha creído muchas veces <strong>de</strong>signar allí como entrañando <strong>de</strong>sviaciones prácticas, algunas no sin inci<strong>de</strong>ncias peligrosas. La importancia <strong>de</strong> lo que quiero señalarles para hacerles abordar hoy el problema, es, en <strong>su</strong>ma, el velamiento <strong>de</strong> la palabra <strong>de</strong>seo que aparece en toda la manipulación <strong>de</strong> la experiencia analítica, y <strong>de</strong> alguna manera qué impresión no diría <strong>de</strong> renovación, sino <strong>de</strong> extrañeza, producimos al reintroducirla; quiero <strong>de</strong>cir que en lugar <strong>de</strong> hablar <strong>de</strong> libido o <strong>de</strong> objeto genital, hablamos <strong>de</strong> <strong>de</strong>seo genital. Nos parecerá quizá enseguida bastante difícil consi<strong>de</strong>rar como que va <strong>de</strong> <strong>su</strong>yo que el <strong>de</strong>seo genital y <strong>su</strong> maduración, impliquen por sí solos esta <strong>su</strong>erte <strong>de</strong> posibilidad, o <strong>de</strong> apertura, o <strong>de</strong> plenitud <strong>de</strong> realización sobre el amor que parece haber <strong>de</strong>venido <strong>de</strong> este modo doctrinal, en una cierta perspectiva <strong>de</strong> maduración <strong>de</strong> la libido. Ten<strong>de</strong>ncia y realización, e implicación en cuanto a la maduración <strong>de</strong> la libido, que parecen incluso tanto más sorpren<strong>de</strong>ntes que se produzcan en el seno <strong>de</strong> una doctrina que ha sido precisamente la primera, no sólo en poner <strong>de</strong> relieve, sino incluso en dar cuenta <strong>de</strong> eso que Freud ha clasificado bajo el título <strong>de</strong> <strong>de</strong>gradación <strong>de</strong> la vida amorosa. Si en efecto el <strong>de</strong>seo parece entrañar consigo un cierto quantum <strong>de</strong> amor, es justa y precisamente, y a menudo, <strong>de</strong> un amor que se presenta a la personalidad como conflictual, <strong>de</strong> un amor que no se confiesa, <strong>de</strong> un amor que rechaza incluso confesarse. Por otra parte, si reintroducimos también esa palabra <strong>de</strong>seo ahí don<strong>de</strong> términos como afectividad, como sentimiento positivo o negativo, son empleados corrientemente en una <strong>su</strong>erte <strong>de</strong> aproximación odiosa, si se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong> las fuerzas todavía eficaces, y especialmente en la relación analítica, en la transferencia, me parece que por el sólo hecho <strong>de</strong>l empleo <strong>de</strong> esta palabra, un clivaje se producirá que por sí mismo habrá <strong>de</strong> aclarar algo. No se trata <strong>de</strong> saber si la transferencia esta constituida por una afectividad o por sentimientos positivos o negativos con lo que este término comporta <strong>de</strong> vago y <strong>de</strong> velado, sino que se trata, y aquí se nombra el <strong>de</strong>seo probado por sólo uno, <strong>de</strong>seo sexual, <strong>de</strong>seo agresivo en el sitio <strong>de</strong>l análisis, que nos aparecerá enseguida y a primera vista. Estos <strong>de</strong>seos no están todos en la transferencia, y por ese mismo hecho la transferencia necesita ser <strong>de</strong>finida por otras cosas que por referencias más o menos confusas que la noción positiva o negativa <strong>de</strong> la afectividad; en fin, <strong>de</strong> manera que si pronunciamos la palabra <strong>de</strong>seo, el último beneficio <strong>de</strong> este uso pleno es que nos preguntaremos qué es el <strong>de</strong>seo. Eso no será una pregunta que habremos <strong>de</strong> o podremos respon<strong>de</strong>r. Simplemente, si yo no estaba aquí ligado por lo que podría llamar la cita que tengo con mis necesida<strong>de</strong>s prácticas experienciales, me habría permitido una interrogación sobre el tema <strong>de</strong>l sentido <strong>de</strong> esta palabra <strong>de</strong>seo, según aquellos que han estado más calificados para valorizar <strong>su</strong> uso, a saber: los poetas y los filósofos. No lo haría, primero, porque el uso <strong>de</strong> la palabra <strong>de</strong>seo, la transmisión <strong>de</strong>l término y <strong>de</strong> la función <strong>de</strong>l <strong>de</strong>seo en la poesía, es algo que, diría, reencontraremos "après-coup" si llevamos bastante lejos nuestra investigación. Si es verda<strong>de</strong>ro, como lo que será la continuación <strong>de</strong> mi <strong>de</strong>sarrollo este año, que la situación <strong>de</strong>l <strong>de</strong>seo está profundamente marcada, unida a una cierta función <strong>de</strong>l lenguaje, a una cierta relación <strong>de</strong>l <strong>su</strong>jeto al significante, la experiencia analítica nos llevará, al menos lo espero, bastante lejos en esta exploración por la que nos encontramos siempre para ayudarnos, quizá por la evocación propiamente poética, que <strong>de</strong> esto pue<strong>de</strong> haber, y a<strong>de</strong>más a compren<strong>de</strong>r más profundamente hasta el final la naturaleza <strong>de</strong> la creación poética en <strong>su</strong>s relaciones con el <strong>de</strong>seo. Simplemente remarcaré que las dificulta<strong>de</strong>s en el fondo mismo <strong>de</strong>l juego <strong>de</strong> ocultación que verán en el fondo <strong>de</strong> lo que nos <strong>de</strong>scubrirá nuestra experiencia, aparece ya en la poesía, <strong>de</strong> cómo la relación poética con el <strong>de</strong>seo se acomoda mal en la pintura <strong>de</strong> <strong>su</strong> objeto. Diría, a este respecto, que la poesía figurativa —evoco casi las rosas y los lirios <strong>de</strong> la belleza— tiene algo que no expresa el <strong>de</strong>seo más que en el registro <strong>de</strong> una singular frialdad; al contrario la ley propiamente hablando <strong>de</strong> este problema <strong>de</strong> la evocación <strong>de</strong>l <strong>de</strong>seo, está en una poesía que curiosamente se presenta como la poesía que se ha llamado metafísica, y para los que leen en inglés, no tomaría aquí más que la referencia más eminentes <strong>de</strong> los poetas metafísicos <strong>de</strong> la literatura inglesa, John Donne, para que puedan reportarse allí y constatar cómo está muy precisamente evocado el problema <strong>de</strong> la estructura <strong>de</strong> las relaciones <strong>de</strong>l <strong>de</strong>seo en un poema célebre, por ejemplo, "The ecstasy", y cuyo título indica bastante los anzuelos, en cuya dirección se elabora poéticamente sobre el plan lírico el
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va a cruzar los aceros por encargo
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Falofahía 29 de Abril de 1959 Si l
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Hago alusión aquí a lo que Maine
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