Rutas vocacionales- Frailes dominicos Viceprovincia San Vicente ...

Por el bautismo todos somos constituidos
sacerdotes, porque somos capaces de
entregar nuestra vida al servicio de los
demás así como lo hizo Cristo Jesús. Él
es el único y eterno sacerdote, sin
embargo, lo comparte con algunos
cristianos de la comunidad para animar,
bendecir, perdonar y celebrar la fe. A esto
se le llama el sacerdocio ministerial.
SACERDOCIO MINISTERIAL
(Ministerio=servicio). En medio de la
comunidad eclesial, Dios llama algunos
hermanos a representar, dibujar los
gestos y palabras de Jesús en medio de
la comunidad.
El sacerdote es alguien que es tomado de
en medio del pueblo de Dios y es
consagrado por él, para el servicio de este
mismo pueblo en al cosas que se refieren
a entablar la relación y amistad de Dios
con los seres humanos.
Por medio del sacramento del Orden
sacerdotal, que es conferido por el
Obispo, los sacerdotes se comprometen:
A crear, cuidar la comunidad
eclesial,
Alimentar a la comunidad con la
Palabra de Dios y los sacramentos.
Servir, gobernar y defender la
comunidad parroquial.
Santificar la comunidad, por medio
de la plegaria, el consuelo y los
sacramentos.
Enseñar y formar a la comunidad
en lo referente a la fe.
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ϑ El sacerdote es un vínculo de unión
en las familias y comunidades. Es el
hombre de Dios. No es quien manda,
sino quien sirve, organiza y estimula
los dones que cada cristiano posee.
ϑ Los sacerdotes que dependen del
Obispo, se les llaman diocesanos pues
sirven a la diócesis en las diferentes
parroquias que la integran. Pero
también, existen sacerdotes en
comunidad, a ellos se les llama
sacerdotes religiosos, cumplen votos
religiosos, viven en fraternidades, y
aunque colaboren en las diócesis
obedeciendo al Obispo del lugar, en la
organización interna de sus
comunidades, están supeditados a sus
superiores religiosos.
El sacerdote:
Se esfuerza por ser el buen pastor:
conoce a sus hermanos en la fe,
participa de sus preocupaciones y
angustias, dolores y esperanzas.
Incentiva a las familias en el
crecimiento de la vida cristiana.
Tiene especial cuidado con los:
-pobres.
-enfermos.
-abandonados.
-exiliados.
-por los que pasan especiales
dificultades.