ANSELMO SEQUEIRA, NICARAGUA - Rostros y Versos
ANSELMO SEQUEIRA, NICARAGUA - Rostros y Versos
ANSELMO SEQUEIRA, NICARAGUA - Rostros y Versos
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<strong>ANSELMO</strong> <strong>SEQUEIRA</strong>, <strong>NICARAGUA</strong> POESÍA<br />
ANTOLOGÍA POÉTICA<br />
ARTEPOÉTICA-ROSTROS Y VERSOS<br />
SÁTIRAS ERÓTICAS<br />
NO FALLA EL APETITO DE PISAR<br />
1<br />
ENORME PANZA<br />
Sin engorros, noche y día,<br />
Félix pisaba a Petrona,<br />
y al punto se la embutía<br />
porque la pobre tenía<br />
la cachimba bien pelona.<br />
Y es claro, transcurrida<br />
del tiempo la acción de hielo,<br />
resultó la rejodida<br />
con una panza bandida<br />
que le llegaba hasta el cielo.<br />
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ARTEPOÉTICA-ROSTROS Y VERSOS<br />
2<br />
100.000 POLVOS<br />
En cueros él y ella. Ocasión grata.<br />
Cincuenteños los dos, pero no menos.<br />
Y él: "Con esa anona y esta reata,<br />
¿quieres que ante el deseo que mata<br />
a nuestros viejos tiempos regresemos?"<br />
Y así chucharon dos desconocidos<br />
dejándose de escrúpulo y vergüenza,<br />
y echaron cien mil polvos muy sentidos<br />
y fueron muy cordiales conocidos<br />
que con frecuencia hacíanse una trenza.<br />
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3<br />
COLA DE CARTA<br />
Y mientras llega el gran día<br />
de rempujarte de nuevo<br />
manteniéndote hasta el huevo<br />
en la noche y en el día<br />
con una inmensa alegría,<br />
que te lleva alegre al viento<br />
el olor de este instrumento<br />
que siempre has idolatrado<br />
y que siempre te he zampado<br />
como pistón de jumento.<br />
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4<br />
PAIPUDA<br />
Eugenia, una paipuda muy deseada,<br />
dice que ella se siente enamorada,<br />
y asegura vales con voz de azar<br />
y derramando activa carcajada:<br />
—¡Enamorada! Vaya una pavada,,<br />
Lo que esa tiene es gana de culear.<br />
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MUJER, VERGA Y CACHIMBA<br />
5<br />
Mujer de hermoso conjunto<br />
que en el punto anda su aroma<br />
tiene que aflojar tal punto<br />
para que del punto coma.<br />
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6<br />
Mujer que a dos les da gozo<br />
y con su marido a tres<br />
le dice al que es más baboso:<br />
—Ahora estoy con el mes.<br />
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7<br />
Me voy por verga a la calle,<br />
respondió Mireya a Rosa,<br />
y ésta, arrecha, lujuriosa:<br />
—Pero, hermana, vé el detalle:<br />
por verga, el primo de Valle,<br />
ya tú crees otra cosa.<br />
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Qué gusto un loro refleja<br />
cuando come papaturro,<br />
ni más ni menos que vieja<br />
rempujada por un burro.<br />
8<br />
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Viendo los pelos negros de la axila<br />
fornicar al instante el tronco acuerda,<br />
y toda mi ansiedad se recopila<br />
de zamparte la verga hasta la mierda.<br />
ARTEPOÉTICA-ROSTROS Y VERSOS<br />
9<br />
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10<br />
EL TORSO FORNICADO<br />
QUE SÓLO ABRIRSE AGUARDA<br />
Ese torso apetitosos<br />
que aquí por detrás está,<br />
tiene un cachimbón peloso<br />
que con su bulto sabroso<br />
sólo abrirse aguarda ya.<br />
¿Es de alguna hermosa suegra<br />
cuyo rijo asustará?<br />
¿De caucásica? ¿De negra?<br />
Sea. Es la guaba que alegra<br />
al que la rempujará.<br />
Recuerda a Friné desnuda<br />
que así absuelta quedará,<br />
y, sin discusión ni duda,<br />
su raja grande y carnuda<br />
las garras aumentará.<br />
Esos senos y ese ombligo<br />
y esas nalgotas, ah!,<br />
con gusto y encanto digo<br />
que en el centro está el gran higo<br />
cuya miel me alegrará;<br />
miel de torso que fornica,<br />
que se abre,<br />
que se abrirá;<br />
así, pues, no despotrica<br />
quien diga: "Su raja rica<br />
alegrarse ayudará."<br />
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ALGUNAS MUESTRAS<br />
11<br />
Dijo Luz con disimulo<br />
a Lucila, en secreta plática:<br />
"Me gusta a mí el hombre mulo<br />
cuando me empalaga el culo<br />
con empapación huevática."<br />
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12<br />
Dijo Procopio el reatudo<br />
a Maritza la sopona:<br />
"Préstame ese tu mechudo<br />
que el talete se ne entona."<br />
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13<br />
Era abombado, peludo,<br />
de carne mi precioso acopio,<br />
rincón de eunico propio<br />
para un termo gargantudo<br />
medalla de oro buen pudo<br />
ganar en alto certamen,<br />
puesto que, sin mucho examen,<br />
nació carente de peros,<br />
para que los mameyeros<br />
hasta la muerte lo mamen.<br />
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14<br />
Dijo la Charramanduca,<br />
dijo la chancha pelona,<br />
que la chancha más chiquita<br />
tiene más grande la anona.<br />
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15<br />
DOS INTIMAS RECIÉN CASADAS CHARLAN<br />
SOBRE SUS CORRESPONDIENTES MARIDOS<br />
Y yo —dijo la hermosa Cleopatra Armonía—,<br />
estoy satisfecha de su postería,<br />
que es precisamente como la quería:<br />
grande, fuerte, recia, las tres condiciones<br />
con que yo soñaba, con sus rempujones<br />
me sacó los pedos y los cagajones.<br />
Y a mí —dijo Abeja de la Crisopella—,<br />
en quien los garrotes de raza buscan muelle,<br />
me tocó en desgracia, sola que no es bella,<br />
puyón pequeñito, mínimo carrito;<br />
sólo hace cosquillas, fue mi error muy bruto,<br />
estoy muy de duelo, estoy muy de luto.<br />
Este palabreo de coño y culeo<br />
y de zarandeo con tigüiloteo<br />
oyóle muy presto un tal don Tadeo,<br />
anciano maciso,<br />
dueño de un gran chunche que es gran carrizo,<br />
etc., etc., etc.<br />
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SONETOS<br />
16<br />
MODERNA<br />
Venga la alegre copa del arrogante vino<br />
y póngase la musa como una dama alcohólica;<br />
¡como locos bohemios hablemos del divino<br />
arte. Fluyan estrofas por su lumbre simbólica!<br />
Charlemos de adorables bellas, de las de fino<br />
mirar, de las de rostro de monja melancólica,<br />
que mienten en sus labios en su hablar peregrino,<br />
o ya una sonrisita dulcemente bucólica.<br />
Bendigamos los pájaros, las tardes y las rosas,<br />
bendigamos el fuerte gravitar de las cosas<br />
y el sol que amanera sus tintas de pintor.<br />
Mientras de nuestras bocas se desgajan sonrisas,<br />
y gritamos: que viva la pauta de las brisas<br />
y que vivan los versos y que viva el Amor.<br />
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17<br />
PARA LA LUNA<br />
¿<strong>Versos</strong> para la novia de los poetas? ¿<strong>Versos</strong><br />
para la que nos dice sus leyendas de amor?<br />
Han de ser parecidos, por líricos y tersos,<br />
a las curvas de agua que arroja el surtidor.<br />
O ya por su fragancia milagrosa y divina<br />
a los claros de plata que nos dan los luceros;<br />
a una rosa hecha de porcelana fina<br />
o a la mansedumbre de un grupo de corderos.<br />
Va su lánguida rueda deshilando sus tules<br />
en mis melancolías y en las copas azules<br />
de árboles que se agrupan como graves hermanos.<br />
Muchos versos para ella que comprende las penas,<br />
para ella que nos manda sus blancas azucenas<br />
vaporosas, quién sabe como qué dulces manos…<br />
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18<br />
MOMENTO LÍRICO<br />
Para Francisco Villaespesa.<br />
Pan —el bicorne alegre— desperdicia canciones<br />
metido en el gran vientre de la selva estirada;<br />
ríe la aurora sobre los lentos callejones<br />
y ríen los pastores arreando la vacada.<br />
La fuente va tejiendo breves modulaciones<br />
ante el aburrimiento de una senda ahumada;<br />
cruzan alegremente los vientos retozones<br />
bajo la mañanita radiante y perfumada.<br />
El Oriente se arregla de visiones preciosas.<br />
La mañana es como una zagala zalamera<br />
despilfarrando encanto sobre todas las cosas.<br />
Y finge aparecerse con la cara rosada,<br />
con dos grandes ojeras, como si tuviera<br />
la actitud adorable de una recién casada.<br />
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19<br />
SPES<br />
Para Alberto Ortiz.<br />
Novia, doliente hermana de los lirios, hermana<br />
de los mansos corderos, por donde le perdiste<br />
cuando sonó su verso la sonora campana<br />
de aquella tarde enferma en que se fugó tan triste…?<br />
Yo me quedé mirando tras mi vieja ventana<br />
la delicada estela que en la senda pusiste,<br />
me dio sus melodías el crepúsculo grana,<br />
pero todo era vano porque tú no volviste.<br />
Y te alejaste enferma como la tarde aquella,<br />
con la carita pálida y en el alma la huella<br />
de una lenta cadena de dolores ya viejos.<br />
Cuando volvió la noche, me arrebujé en mi estancia,<br />
y una brisa amiga que traía fragancia<br />
me contó que te había visto, pero muy lejos.<br />
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20<br />
A RUBÉN DARÍO<br />
Señor, hacia el silencio de tu serena testa<br />
llego a darte mi lírico manojo de laurel;<br />
a ti que eres el pájaro de ignorada floresta<br />
y derramas tu verso como un vaso de miel.<br />
A ti que como una magnífica protesta<br />
elevaste las alas al eterno vergel<br />
y sentiste allá arriba la fantástica fiesta<br />
del arte y te pusiste retozando con él.<br />
¡Oh! ¡Maestro! ¡Oh!, Sagrado Maestro. Tu albo vaso<br />
de miel —tu regio verso— como el azul pegaso<br />
prosiga recorriendo los éteres sin fin.<br />
Mientras las juventudes que piensan y que sueñan,<br />
allá por tus palacios, se acercan y te enseñan<br />
la fresca epifanía que cante su clarín.<br />
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21<br />
FIGULINA<br />
Su breve andar acompasa<br />
claros ritmos de princesa<br />
cuando la senda atraviesa<br />
toda vestida de gasa.<br />
Pasa como un verso. Pasa<br />
con sus ojos de turquesa<br />
y sus manos de marquesa<br />
y su boquita de brasa.<br />
Es un marfil su sonrisa.<br />
Brilla —frágil y garbosa—<br />
su blancura de cerusa.<br />
De tal manera sumisa<br />
y de tal modo vidriosa<br />
como un ensueño de musa.<br />
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22<br />
DE UNA QUE YO ME SÉ…<br />
Conozco su figura maravillosa. ¿En cuáles<br />
cronos a media tinta orlineada la vi…?<br />
¿Fue cuando estaba viendo detrás de sus cristales<br />
algún claro crepúsculo de color de rubí…?<br />
¿O fue en la primavera de unas sentimentales<br />
visiones que en un sueño peregrino sentí…?<br />
¿Acaso en algún álbum de apacibles postales<br />
adiviné sus formas de sorprendente hurí…?<br />
Hoy que aparece -plena de encanto y de poesía-<br />
como el egregio mármol de una mitología<br />
en las fragilidades de mi imaginación;<br />
ahora que presiento su fina aristocracia<br />
recogeré perfumes para adular tu gracia<br />
y diré que es la única aquí en mi corazón.<br />
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OTROS POEMAS<br />
23<br />
DESDE MI REJA<br />
Todos los días me pongo<br />
cerquilla de mi ventana,<br />
a mirar cómo se fuga<br />
la tarde amarilla y mansa.<br />
Bajo del cielo profundo<br />
se queda viendo mi alma<br />
—con el ojo pensativo—<br />
Todas las cosas que pasan.<br />
Gloria de luz en las dulces<br />
lejanía. En la calle<br />
alegres chicos retozan<br />
echando al viento su alarde.<br />
Allá por algún sendero<br />
pasan rumiando unas vacas<br />
su frágil pereza, mientras<br />
bulle una fiesta de pájaros.<br />
Conversan sobre las hojas<br />
entre los árboles vagos.<br />
Suben los hilos de humo<br />
de chimenea, lejana.<br />
Silban brisas, tiemblan trinos.<br />
En el hilo de la tarde<br />
se van engarzando lentos<br />
los peplos de los celajes.<br />
Desparramando dulzuras<br />
camina alguna muchacha<br />
que lleva los ojos verdes<br />
y lleva el rostro de raso.<br />
Los perfumes que me vienen<br />
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ARTEPOÉTICA-ROSTROS Y VERSOS<br />
me dicen la linda fábula:<br />
no hay mujercitas más buenas<br />
que las rosas y las tardes.<br />
Me vienen de la pradera<br />
ecos enfermos, lejanos:<br />
un can que ladra de angustia<br />
o el violín de la cigarra.<br />
Una visión de palomas<br />
se tiende de vez en cuando<br />
trazando sus líneas curvas<br />
sobre las gasas del aire.<br />
Y por la senda más triste<br />
—echando hacia atrás las manos—<br />
melenudo y taciturno<br />
se aleja algún poeta pálido.<br />
¿En qué pensará el poeta…?<br />
(¿Será en Psiquis o en la Carne?)<br />
Es de seguro que piensa<br />
en el alcázar del Alma.<br />
Añorando el terciopelo<br />
de algunas ojeras lánguidas,<br />
alguna boca de seda<br />
algunos grandes ojazos;<br />
la silueta vaporosa<br />
de novia sutil y trágica<br />
va con el lírico espectro<br />
de su pena y de su paso.<br />
Huyen lirismos de ensueño.<br />
Algún escuálido sauce<br />
enfilado en la arboleda<br />
mueve despacio sus ramas.<br />
Y en tanto que hacen su solfa<br />
las metálicas campanas<br />
preludiando los repiques<br />
melancólicos del Ángelus.<br />
Y allá en las lejanías<br />
los arreboles se alargan<br />
y se evaporan los ritmos<br />
de melódicas fragancias.<br />
Ya va de viaje el crepúsculo<br />
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ARTEPOÉTICA-ROSTROS Y VERSOS<br />
y en los tules de sus trajes<br />
va deshojándose el verso<br />
de una lánguida nostalgia.<br />
Entre mis manos se cierra<br />
y la gavilla de chicos<br />
un libro de tristes páginas<br />
interrumpe la algazara.<br />
Y mi alma siente que vibra<br />
la tristeza de los prados<br />
y la seriedad escueta<br />
que ponen las viejas calles.<br />
Y vi la honda harmonía<br />
de los jardines hastiados<br />
y vi el silencio, el ensueño<br />
como una fija mirada.<br />
Los ponientes se marchitan.<br />
Del cielo en la larga lámina<br />
se recorta la penumbra<br />
como un telón de basalto.<br />
Y el azul se emborrona<br />
como un antiguo retrato<br />
cuando los bronces repican<br />
la muerte de los paisajes.<br />
Me aburro, pienso y escribo<br />
una rima desolada<br />
mientras se vuelve ceniza<br />
el papel de mi cigarro.<br />
Se amorfinan mis pupilas,<br />
pasa el rumor de una ráfaga<br />
como diciendo que ha muerto<br />
la tarde amarilla y mansa.<br />
Mi canto se desvanece,<br />
entrecierro mi ventana<br />
y allá en la selva dormida<br />
muere la fiesta de pájaros.<br />
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(1937)<br />
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ARTEPOÉTICA-ROSTROS Y VERSOS<br />
24<br />
PUESTA DE SOL<br />
Triste como un quien sabe se desgarra<br />
la tarde gris. Menesterosamente<br />
se oye gemir una espectral guitarra<br />
de una extranjera enfermedad silente.<br />
Y mientras en un iluminar pictórico,<br />
el imperial crepúsculo cereza,<br />
un amarilla pálido fosfórico<br />
destacaba, flamante de belleza;<br />
lejos, más lejos, por donde una granja<br />
era un fantasma, monotonía,<br />
un solar de zapote y de naranja<br />
a todo el occidente enloquecía.<br />
Intrigadotes pájaros floridos<br />
desgarraban su plata milagrera<br />
y un toro descargaba sus mugidos<br />
en la gran S de la carretera.<br />
Encantadoramente proseguía<br />
en un haz de insistencias armoniosas,<br />
el corazón de la pajarería<br />
despilfarrando sus piedras preciosas.<br />
Y Apolo, en sus últimas diabluras,<br />
encendió por cabañas y montañas,<br />
con su gran potería de pinturas,<br />
largos escándalos de telarañas.<br />
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ARTEPOÉTICA-ROSTROS Y VERSOS<br />
A MAYRA LÓPEZ<br />
EN SUS QUINCE AÑOS<br />
25<br />
Mayra López: no he de ir<br />
a tu linda reunión,<br />
pues tengo que hacer: dormir.<br />
Mañana iré a tu mansión.<br />
¿Quedé mal? ¿Qué habré de hacer?<br />
¿Quedé bien? Vaya, es mejor.<br />
Que huya de ti el padecer.<br />
Que te bendiga el Señor.<br />
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ARTEPOÉTICA-ROSTROS Y VERSOS<br />
26<br />
¿Te has fijado en Europa?<br />
Tanta nieve<br />
matando gente.<br />
¿No te conmueve?<br />
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ARTEPOÉTICA-ROSTROS Y VERSOS<br />
27<br />
Hay que trabajar<br />
y resolver lo del amor.<br />
La cosa está en no llorar<br />
al burlar<br />
al dolor.<br />
Página29
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ARTEPOÉTICA-ROSTROS Y VERSOS<br />
28<br />
En esa barca nos iremos lejos<br />
bogando en un dulce río<br />
en persiga de reflejos<br />
que nos rellenen todo vacío.<br />
¿Me quedaré preso<br />
de tu recuerdo en la intimidad?<br />
¡Caracoles! Cómo es eso<br />
de pescar felicidad.<br />
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(Enero, 1963)<br />
<strong>ANSELMO</strong> <strong>SEQUEIRA</strong>, <strong>NICARAGUA</strong> POESÍA<br />
ARTEPOÉTICA-ROSTROS Y VERSOS<br />
29<br />
EL CONTENTO DE LA BARCA<br />
Un teddy de fantasía<br />
por tu invitar atender<br />
en tu cumpleañero día<br />
que te soñó enternecer.<br />
No lo ajes, jamás lo rompas.<br />
Tiene luz, quizá, y no pompas.<br />
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<strong>ANSELMO</strong> <strong>SEQUEIRA</strong>, <strong>NICARAGUA</strong> POESÍA<br />
ARTEPOÉTICA-ROSTROS Y VERSOS<br />
30<br />
VERSOS DE SORTILEGIO,<br />
ABECEDARIO DE AMOR<br />
Y UNA DEPRECACIÓN<br />
El verso A se abrió en explosión rosa<br />
y zarpó rumbo hacia tu cabellera,<br />
semejante a una barca deliciosa<br />
que te trae una carga perfumera.<br />
El verso B es bombón entre bombones,<br />
dulzor standard que realmente encanta,<br />
y que por endulzar tus gustaciones<br />
se está cruzando ya por tu garganta.<br />
El verso C florece igual que un loto,<br />
un loto grande, azul, de gracia pura,<br />
loto a quien nadie excusaría el voto<br />
para que sea eterna tu ventura.<br />
El verso CH despliega su ala fina<br />
y hacia tu primor al vuelo enfoca,<br />
por trinar una dulce cavatina<br />
de cristal a la orilla de tu boca.<br />
El verso D tremola sus banderas,<br />
sus banderas de sol y de alegría<br />
para hacer el pregón de tus maneras,<br />
de reina que hace que se encienda el día.<br />
El verso E encabrítase encantado<br />
como un feliz corcel que suspirara<br />
por ir cargando, desequilibrado,<br />
en sus lomos tu ideal, belleza rara.<br />
El verso F es frasco de frescores,<br />
un ramaje que tiembla estremecido<br />
de abanicar y que derrama flores<br />
en tu pecho elegante y repulido.<br />
A sensación Solares.<br />
En el mundo.<br />
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<strong>ANSELMO</strong> <strong>SEQUEIRA</strong>, <strong>NICARAGUA</strong> POESÍA<br />
El verso G es de gemas un escriño<br />
cristalizando, al parecer, de estrellas,<br />
que se te prenden con lilial cariño<br />
cual un racimo de mentiras bellas.<br />
El verso H como harmonio suena<br />
de nítidas cadencias musicales,<br />
que elogia la dulzura de azucena<br />
de tus frágiles formas imperiales.<br />
El verso I tal un imán atrae<br />
hacia sí todo prodigiosamente,<br />
pero a ti, rendido, se retrae<br />
y besa los rosales de tu frente.<br />
ARTEPOÉTICA-ROSTROS Y VERSOS<br />
El verso J era un jarrón florido<br />
que por las artes mágicas de embrujo<br />
se trocó en un violín cuyo sonido<br />
dice muy quedo que es de amor tu influjo.<br />
El verso K no es kiosco pintoresco<br />
de un parque de ilusión selecto ornato,<br />
sino un sueño mil y una nochesco<br />
que preconiza tu gentil recato.<br />
El verso L no es de luna un lampo<br />
que intercambia palabras con la fronda,<br />
pero es lirio que embriaga todo el campo<br />
y cuyo aroma sin cesar te ronda.<br />
El verso LL se hizo lluvia de oro<br />
que nació de un crepúsculo inefable<br />
que derramó a los pies de tu tesoro<br />
su canción de un color inencontrable.<br />
El verso M es tierna mañanita<br />
ebria de pájaros y de fragancias,<br />
y en que un áureo liróforo recita<br />
para ti sus recónditas estancias.<br />
Nenúfar claro que se balancea<br />
en un estanque de aguas asedadas,<br />
el verso N, oh, palpitante Dea,<br />
te enamora con frases increadas.<br />
Ñambar feral de corazón de acero<br />
que del tiempo los látigos resiste,<br />
el verso Ñ es fuerte caballero<br />
que en ofrecerte pleitesía insiste.<br />
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<strong>ANSELMO</strong> <strong>SEQUEIRA</strong>, <strong>NICARAGUA</strong> POESÍA<br />
Oh, verso O, la ola alegre y loca<br />
que los inmensos litorales baña,<br />
y que lame con manso afán la roca<br />
de tus frialdades de beldad extraña.<br />
ARTEPOÉTICA-ROSTROS Y VERSOS<br />
Prodigando fanfarrias, orgullo y mando,<br />
y entre ritmos y entre emociones,<br />
yérguese el verso P, preconizando<br />
tus percusiones y repercusiones.<br />
Q de querer, Q de inquirir, el verso<br />
Q es un reto de sangre a los abismos,<br />
mudo de asombro ante el abismo terso<br />
de tus maravillosos espejismos.<br />
R en Rusia, R en rezo, R en la renga<br />
reina, en reír, en razonar, en risa,<br />
y es red el verso R que sostenga<br />
por siempre tu claror de pitonisa.<br />
Sobre el sendero de su loco foco<br />
de extravagancias en que amor se pesaca,<br />
verso R doble es el terror de un loco,<br />
loco por tu sonrisa gitanesca.<br />
S de sierpe, de sabiduría,<br />
el verso S desarrolla su alma<br />
tal una serpentina de alegría<br />
que en rodear tu primor halla su palma.<br />
Y de taquigrafía que se mueve<br />
captando ideas enderezadoras,<br />
el verso T se inflama y se conmueve<br />
frente a tus manos maravilladotas.<br />
Usina de productos delicados,<br />
álzase el verso U, loco de pitos,<br />
para dar sus encantos ponderados<br />
a tus tremendas portes exquisitos.<br />
Varita de virtud que echa luceros,<br />
el verso V te arroja resplandores<br />
porque eres la fantástica, sin peros,<br />
luz de las luces y flor de las flores.<br />
Lánguida, desmayada porcelana,<br />
walkiria que se inclina hasta la muerte,<br />
el verso W es la wertheriana<br />
pistola en la tragedia de quererte.<br />
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<strong>ANSELMO</strong> <strong>SEQUEIRA</strong>, <strong>NICARAGUA</strong> POESÍA<br />
Desesperadamente, en infinita<br />
ansia de trastornados y opresos,<br />
el verso Y es el que ya te grita,<br />
dama, ya los ofires de tus besos.<br />
ARTEPOÉTICA-ROSTROS Y VERSOS<br />
En romance que sangra y veja y mustia<br />
historias de aflicción reconstruyéndote,<br />
el verso X es la larga angustia<br />
de un xilófono o llanto conmoviéndote.<br />
Y toda palidez y faz enjuta,<br />
oye que pasa el más potente encanto,<br />
el verso Z es la zozobra bruta<br />
en que me creo, de adorarte tanto.<br />
DEPRECACIÓN<br />
Cuando de las entrañas de la noche,<br />
haciendo de dolor lento derroche<br />
fluya algo que indagar siempre escatimas,<br />
piensa que se arrodilla, silenciario<br />
y temblón, ante ti, este Abecedario<br />
de Amor, y te encarece: Ah, no me oprimas.<br />
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<strong>ANSELMO</strong> <strong>SEQUEIRA</strong>, <strong>NICARAGUA</strong> POESÍA<br />
ARTEPOÉTICA-ROSTROS Y VERSOS<br />
31<br />
EL VOLCÁN SANTIAGO<br />
Saludo al intransigente fumador,<br />
al ínclito y perínclito traidor,<br />
al malhechor<br />
dilecto y predilecto<br />
que en un más hondo alarma de vándalo sumergirnos podrá<br />
quizá,<br />
con todo y que da<br />
manotazos de humo sin jamás concluir.<br />
Tiene el tono impertérrito, a trechos, de un burgrave,<br />
de un laudgrave,<br />
de un margrave,<br />
que aplicaran horca y cuchillo, deseando destruir.<br />
En destrozar se presenta entrenado:<br />
arena ha descargado<br />
en lluvieta emporcante de malcriado,<br />
cuyo asfíctico riego<br />
amenaza al ganado dejar ciego;<br />
se doctoró en arruinar azahares<br />
y frutas a mares,<br />
y sus mefíticos gases<br />
en multícromos desplaces<br />
han irrogado males<br />
en los arrozales,<br />
en los cafetales,<br />
de cercas en metales,<br />
y en los trigales<br />
y en los capitales,<br />
inmisericorde tendiendo el terror.<br />
(Y no pareciera que es tan mal señor).<br />
Por inculturado,<br />
por inmensurado,<br />
por hosco,<br />
por tosco,<br />
merece<br />
protesta nervuda que crece<br />
en imprecaciones,<br />
quienquier que superviva se sentirá encantado;<br />
ya no aspecto arisco<br />
del sol en el disco.<br />
Está parado el huevo,<br />
ya todo será nuevo::<br />
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<strong>ANSELMO</strong> <strong>SEQUEIRA</strong>, <strong>NICARAGUA</strong> POESÍA<br />
nuevas conexiones,<br />
nuevos corazones,<br />
la Gran Nueva Veta,<br />
la Mina Secreta,<br />
el Sin Comparación<br />
único Filón;<br />
nuevos catequismos,<br />
nuevos dinamismos<br />
y fósforo nuevo<br />
y nuevo renuevo,<br />
y nueva la casa<br />
la casa nueva<br />
y nueva raza<br />
que alma nueva lleva<br />
de cultura -grandeza longeva-<br />
y colcha renueva<br />
como en desafío<br />
para que se atreva<br />
Mister Frío<br />
y no ser el dueño<br />
de quietud y sueño.<br />
Nueva la Vida<br />
ya renacida,<br />
nuevo el amor,<br />
nuevo el dolor,<br />
nuevo lo extra-nuevo:<br />
el Atómico Evo,<br />
nuevo el modo,<br />
nuevo el vivir,<br />
nuevo todo,<br />
nuevo el mirar,<br />
hasta sonreír<br />
de anhídrido en donde sin qué discutir,<br />
lo que no se eleva<br />
tiene que morir.<br />
El Santiago diríase un junior del Masaya<br />
(dentro del cráter de éste hay fronda y pajaradas garruleras).<br />
Una gehena en el Santiago hoy se halla<br />
(¿conflagración de luciféricas panteras?)<br />
¿No será el Santiago algún enviado loco del Destino<br />
que está esperando un día hacer<br />
que el mundo desempeore su camino,<br />
la empresa que no tiene comprender?<br />
Como a 500 metros está El Comalito,<br />
otro tumor, otro precito,<br />
otro que dice no ser chirle, sino a lo menos calentito.<br />
Perfílase incipiente,<br />
mas diz que treme cual contrito,<br />
infundiendo pavor por lo caliente.<br />
ARTEPOÉTICA-ROSTROS Y VERSOS<br />
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<strong>ANSELMO</strong> <strong>SEQUEIRA</strong>, <strong>NICARAGUA</strong> POESÍA<br />
Floreció sismo y sismo<br />
por el vulcanismo<br />
santiagal; de san Fernando sacó a los moradores,<br />
ya que al fuego central del plutonismo<br />
le urge darnos espinas, mas no flores.<br />
Como el Apóstol y Patrón de España<br />
y como el primo hermano de Jesús<br />
y como aquella Orden religiosa-<br />
militar del musline contraluz<br />
es llamado. (Ninguno hay que le llame<br />
El Volcán<br />
Malandrín,<br />
Sultán<br />
de flamante, opulenta, oriental, peregrina pipaza sin fin).<br />
ARTEPOÉTICA-ROSTROS Y VERSOS<br />
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<strong>ANSELMO</strong> <strong>SEQUEIRA</strong>, <strong>NICARAGUA</strong> POESÍA<br />
ARTEPOÉTICA-ROSTROS Y VERSOS<br />
32<br />
LA LAGUNA DE APOYO<br />
Trozo de cielo que impera,<br />
lapislázuli azulado<br />
cual regia joya engarzado<br />
en la blusa montañera.<br />
Turquesa impar, milagrera,<br />
Ni a fuerza de oro estelario<br />
de un sueño archimillonario<br />
pagar se conseguiría,<br />
el gran precio de osadía<br />
de su esplendor lapidario.<br />
¿Bulle en su oquedad la gloria<br />
de alguna áurea brujería?,<br />
¿la magia y la hechicería<br />
de hadas de que no hay memoria?<br />
¿De quizá es la historia<br />
de una princesa de encanto<br />
que libraba del espanto<br />
y habitó en su azul fondo<br />
y con su ideal pelo blondo<br />
trocó en gozo todo llanto?<br />
Existe acaso conseja<br />
de que de sus claras linfas<br />
brotaron mágicas ninfas<br />
cuya hermosura compleja<br />
amuleto astral semeja.<br />
Tal que el paisaje encantado<br />
frente a su cuerpo intocado<br />
más en éxtasis se queda<br />
y les da este hablar de seda:<br />
—Me habéis puesto enojado.<br />
Fatamorgana no fue eso.<br />
Tembló el paisaje aquel día<br />
de la emoción que sentía<br />
en redes de amores preso.<br />
Perdió la calma y el seso<br />
y con tonos destemplados<br />
ante seres tan preciados<br />
y de inquietud con acopio<br />
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<strong>ANSELMO</strong> <strong>SEQUEIRA</strong>, <strong>NICARAGUA</strong> POESÍA<br />
para internarse está propio<br />
en Asilo de Alienados.<br />
¿Qué palidez marfileña<br />
de camelia y de poesía<br />
de esas pulcras ninfas fluía,<br />
embrujadora y matrera,<br />
que el paisaje en flor, cual cera<br />
se fue de pronto poniendo?<br />
Ya no quiso estar sonriendo,<br />
sintió recóndita crisis<br />
y la tremebunda tisis<br />
de un sufrimiento estupendo.<br />
Pero las ninfas preciosas<br />
poseen fuerza magnética<br />
y al paisaje su estética<br />
le dan, con gracias unciosas:<br />
Ante tan potentes cosas<br />
el doliente gusto alcanza,<br />
fluye en su adentro bonanza<br />
pues las pasmosas criaturas<br />
le arrancan las amarguras<br />
y le infiltran la esperanza.<br />
Qué alegra ha tornado el gozo<br />
paisajil; con más reflejo,<br />
que casi con el pellejo<br />
pagó su deliquio soso;<br />
mas dice hoy: ¡Cuán deleitoso!<br />
Las ninfas, bordando excesos,<br />
me dan besos, tiernos besos,<br />
y son sus boquitas lirios<br />
con que siento hondos delirios<br />
aunque me quede en los huesos.<br />
Esa es la luz legendaria<br />
de un paisaje y unas ninfas<br />
repercutiendo en las linfas<br />
de una laguna suntuaria<br />
que es de entonces más plenaria<br />
en su ilusión fabulosa,<br />
y al caer la tarde rosa<br />
riega y riega más leyenda<br />
sobre la expresión tremenda<br />
de su elegancia azulosa.<br />
En ella un gran panorama<br />
por ferrocarril circuido<br />
que a un pasajero aburrido<br />
ARTEPOÉTICA-ROSTROS Y VERSOS<br />
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<strong>ANSELMO</strong> <strong>SEQUEIRA</strong>, <strong>NICARAGUA</strong> POESÍA<br />
pareciera que lo llama<br />
y le dice: Soy la dama<br />
que delicias exagera,<br />
zanja de índigo es mi oreja,<br />
y el sol se duerme en mi boca<br />
y a madrigales me aloca<br />
al besarme la cadera.<br />
Huelo a floridos caminos<br />
y a sangre enamorada;<br />
huelo a india recién bañada<br />
y a ensueños ultramarinos;<br />
huelo a trinos peregrinos<br />
de pajarillos gandules<br />
o de exóticos bulbules;<br />
huelo a extrañas sinfonetas<br />
extraídas por poetas<br />
de mis entrañas azules.<br />
Entretanto el tren se aleja,<br />
sueña la linda laguna<br />
y en la noche la luna<br />
le suelta mieles de abeja<br />
para edulcorar la queja<br />
que hace en su oleaje sangría,<br />
ya en su azulidad que hastía<br />
flota una fábrica mustia<br />
de mansos moarés de angustia<br />
que enjoyan su hidrografía.<br />
¿Ella es Lago de Lucerna<br />
de que Helvecia fantasea?<br />
Mi Psiquis enajenada<br />
a su imperio se prosterna<br />
y le grita: Brilla eterna<br />
en tu quietismo azulino,<br />
más de momento imagino<br />
que ¡zas!, por loco derecho<br />
al bolsillo me la echo,<br />
gema que hallé en mi camino.<br />
Y presiento que con ella,<br />
sin perder jamás la calma<br />
obtengo la sin par palma<br />
de un palacio en una estrella<br />
que no existiera más bella<br />
y fuera zumos encumbrado<br />
de lo hasta entonces increado,<br />
pero si es que todo es humo<br />
quedó de pronto aquel zumo<br />
ARTEPOÉTICA-ROSTROS Y VERSOS<br />
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<strong>ANSELMO</strong> <strong>SEQUEIRA</strong>, <strong>NICARAGUA</strong> POESÍA<br />
en humo estéril cambiado.<br />
Con todo, mil sugestiones<br />
ella en infundar se emplea<br />
en la intrépida tarea<br />
de machihembrear corazones,<br />
con las finas emociones,<br />
con la insólita poesía<br />
de ir a su costa algún día<br />
a canturriar, cual rapsodas,<br />
desligues tristes o bodas,<br />
tribulación o alegría.<br />
Bajo de fresca enramada<br />
la guitarra se enternece;<br />
crece el sentimiento, crece<br />
el dulzor de la tonada<br />
que salta empingorotada<br />
como loco pajarillo<br />
que alea en triscar sencillo,<br />
o como ímpetu que arrolla<br />
y al corazón de una polla<br />
golpea como martillo.<br />
Luego el baile de boleros<br />
de sonoras chapandongas,<br />
de saracuacos, de congas,<br />
y de ritmos chinamperos.<br />
Damitas y caballeros<br />
departen, y por la noche<br />
de cultura hay tal derroche<br />
que la animada laguna<br />
decir parece: A ninguna<br />
ni a ninguno doy reproche.<br />
Selene riela inquietante<br />
cual prodigando consuelo;<br />
asemeja desde el cielo<br />
suspendido un gran diamante.<br />
Hay optimismo enguizgante,<br />
hay blandor contra lo duro;<br />
hay sentir contra lo impuro;<br />
hay contra lo brusco, tente;<br />
hay contra lo inmente, mente;<br />
hay claros contra lo oscuro.<br />
Nunca se yerga el escollo<br />
tartufesco, tenebrero,<br />
en el balneario festero<br />
de la enamorante Apoyo.<br />
ARTEPOÉTICA-ROSTROS Y VERSOS<br />
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<strong>ANSELMO</strong> <strong>SEQUEIRA</strong>, <strong>NICARAGUA</strong> POESÍA<br />
Luzcan en ella humor, meollo,<br />
que hacen placer inefable;<br />
que se sienta allí anhelante<br />
el feliz yantar campestre<br />
y siempre en sus aguas muestre<br />
un zafiro incontrastable.<br />
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