A) Fichas personales - Portal del Estado Uruguayo

vecina que vivía enfrente de la casa. El operativo fue muy grande, se utilizaba helicóptero. (…).
A la noche llaman a la puerta, era el gallego, le cuentan todo, este huye por los fondos de la casa
seguido por Gonzalo, que no pudo saltar el alambrado. “El Gallego” ¿había visto a una
camioneta, llegan varios hombres buscando al Gallego, le preguntaron a Gonzalo quién era el que
huía? éste dice desconocer y allí pregunta qué van a hacer ellos. Los dejan ir a las casas de sus
parientes menos Andrea Hernández, que como tenía 4 años no sabe irse sola (...).
Atribuido a:
Casos conexos: Detenciones y desapariciones de Lourdes Hobbas (madre, desaparecida), Beatriz
Lourdes (hermana, 16 años, desaparecida), Washington Fernando (hermano, 15 años, desaparecido).
Desaparición
Lugar:
Circunstancia:
Testigos:
Testimonios:
Atribuido a:
Situación posterior a la desaparición
Luego de la detención de su familia, Andrea Viviana pasa a vivir en la localidad de Becar (Provincia
de Buenos Aires) con una pareja que la recibió, integrada por N.M.F. y J.R. Fue inscripta con un
nuevo nombre y apellido. No le fue ocultada su historia familiar.
Observaciones
00.03.1977. Es allanado el domicilio donde se encuentra Esteban Hernández (junto a Roberto
Etchard Martínez, esposo de la madre de Lourdes Hobbas y una persona más).
Testimonio de Esteban Hernández recogido por diario “La República” en su publicación “Donde
Están? la historia de los 13 niños uruguayos desaparecidos” (09.04.1989, págs. 92-93): Eran las
tres y media de la madrugada, cuando me despertaron algunos ruidos y me sorprendió un hombre
de bigotes que llevaba un fusil M-16, parado a los pies de mi cama -¿qué pasa? – vos sabés mejor
que yo lo que está pasando – No, no se. – Entonces callate. En ese momento entró a la pieza quien
debe haber sido el oficial a cargo: ‘no lo trates mal, es un chico, dejalo quieto’. Pedí entonces salir
del cuarto, pero me lo prohibieron.
En un momento en que se descuidó el hombre de bigotes llegué hasta la cocina, ahí estaba el
abuelo y Ricardo contra la pared, tenían las manos en alto. Alguien me tomó firmemente del brazo
y me obligó a entrar nuevamente al cuarto. El oficial a cargo me esperaba: ¿Dónde están los
compañeros de tu madre? – No se. – Sólo queremos conversar, ellos están haciendo cosas malas. –
No se. – Pero ¿a las casas que fuiste? – No sé, siempre fui agachado, en auto, de noche, que se
yo… –Si traemos a una
amiga que conocés, ¿le dirías a ella en las casas que estuviste? Yo, con curiosidad por saber quién
era, le contesté: ‘no se’. ‘Traigan a la fulana’, dijo el oficial. Ella -a quien yo conocía pues
habíamos vivido juntos y durante un tiempo fue como mi segunda madre- se inclinó a mis pies. Yo
recordé que un día me había dicho: ‘Esteban, si alguna vez yo te pido que me entregues direcciones
ante los ‘milicos’, no lo hagas, a pesar que yo te ruegue, no lo hagas’. Así fue. No dije nada. El
oficial, molesto, agregó gritando: ‘Cómo es posible que no recuerdes algún lugar, aunque sea el
color de una puerta’.
Recuerdo que no tenía miedo, sólo rabia. A Ricardo se lo llevaron, ahí quedamos el abuelo y yo.
Durante un tiempo tuve un gran sentimiento de culpa. Nunca he entendido por qué se llevaron a
mis tres hermanos y no a mí, por qué a ellos tres y no a mí, que soy uno solo.
06.05.1977. Esteban Nelson Hernández Hobbas (hermano) se encuentra con su padre, Nelson
Hernández, en Uruguay. Según nota del Consulado del Uruguay en Buenos Aires (07.04.1986): El
consulado pudo ubicar al Sr. Hernández en su domicilio en Montevideo y, previo consentimiento de
éste, repatrió al pequeño Esteban Nelson (5 de mayo de 1977).