El Problema de la Tuberculosis en las Américas* - PAHO/WHO

60 BOLETIN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA * Enero 1965
costos que varían desde 2,35 delares por per-
sona y por año usando isoniacida sola, hasta
44,50 dólares si se usa isoniacida y estrepto-
micina durante un semestre, debiendo en el
otro semestre gastarse 20,50 dólares con iso-
niacida y PAS, también por persona y por
año. Como ejemplo dice que al no poder
tratar debidamente sino 100 casos en una
localidad en que existen 2.000, por falta de
dinero, dejando 1.900 focos de infección, pre-
fiere, trat,ándolos a lodos con isoniacida, ob-
tener la quiescencia en 1.400 aunque tenga
600 pacientes con infección isoniacida re-
sistente. Le parece menos malo lo segundo
que lo primero.
En el trabajo a que hicimos referencia,
también McDermott ha creído que debe
usarse más ampliamente la isoniacida con
o sin droga acompañante. Apoya esta opinión
en el hecho de que así se puede ejercer una
influencia antituberculosa poderosa, en pa-
cientes que de otra manera no reciben ningún
tratamient,o. No hay duda de que un tra-
tamiento con isoniacida sola en los niños
de baja edad que, sin síntomas ni signos
radiológicos, se convierten de tuberculinone-
gativos a positivos, prevendría la mayor parte
de las diseminaciones y ahorraría un aprecia-
ble número de muertes, especiahnente por
meningitis tuberculosa.
Estas consideraciones son las que han
llevado al Centro Quimiot’erápico de Madrás
a plantearse el dilema, tratando de estudiarlo
dentro de términos experimentales. ,$uál
es el pro y el contra en los buenos regímenes
con óptimos resultados? ¿Cómo se pueden
aminorar los fracasos de los regímenes más
fáciles de aplicar? {Cuáles serán sus conse-
cuencias futuras? Razones obvias no nos
permiten analizar las variadas cuestiones que
se están tratando de dilucidar y que habrá
necesidad de experimentar dentro de di-
ferentes condiciones en otros países.
Allí y en otras partes se ha probado que
la combinación isoniacida-PAS, da casi tan
buenos result,ados como la isoniacida con
la estreptomicina diaria, teniendo la ventaja
de poder ser usada en forma ambulatoria en
los países en vfas de desarrollo. La dificultad,
fuera de problemas de índole económica, es el
mantenimiento del tratamiento después de
los primeros seis meses, cuando la mejoria
es suficiente como para que el paciente, a la
menor manifestación de gastritiso de diarrea,
no esté dispuesto a continuarlo y se pierda
de vista.
Se ve pues, que cl problema afecta también
a pafses que tienen presupuesto suficiente
para ofrecer gratis las drogas, pero que no
disponen de servicios generales de salud
pública, suficientes para vigilar regímenes
menos fáciles de mantener. Es un problema
doble: económico y de organización de con-
trol.
Consideramos de urgente necesidad in-
tensificar las investigaciones con regímenes
que, aunque menos eficaces, sean capaces de
llenar parcialmente las lagunas que por las
razones conocidas, están dejando en Latino-
américa los regímenes de alta eficacia. n’os
parece que las experiencias deben realizarse
dentro del propio Continente por lo mucho
que varían las condiciones de una a olra
parte del mundo.
Por último, además de que el tratamiento
se debe poder ofrecer gratis, éste debe ser
de la responsabilidad de los gobiernos, según
lo expone el Director de la Oficina Sanitaria
Panamericana en el trabajo que ya mencio-
namos.
Consideramos la necesidad del control de
las drogas para evitar la automedicación.
En el X Congreso Panamericano de la Tuber-
culosis (1953) (28) se emitió la siguiente
recomendación: “A los gobiernos de los paises
americanos, la conveniencia de tomar las
medidas necesarias para evitar el uso in-
discriminado y el abuso de los antibió-
ticos”, siendo ratificada en el XI Congreso,
en 1957 (29).
En Venezuela, el Ministerio de Sanidad
y Asistencia Social ha mantenido el control
de la isoniacida desde su aparición y su libre
expendio no está permitido. Aun en clientela
privada los pacientes la reciben gratuita-
mente de los organismos oficiales mediante
la receta del médico con la notificación del
caso. Tal medida ha servido, además, para