Un historia para pensar: El camaleón - Coparmex

Reflexiones p o r or l a n d o Cl ú a d e la To r r e
Un historia para pensar:
El camaleón
En los verdes bosques de
Sudáfrica vivía una colonia de
camaleones. Estos saurios son
únicos entre los reptiles, con su
lengua y cola larga. También tienen
piernas más largas que los demás
saurios, lo que los ayuda en su
arbolado hábitat.
Estos camaleones estaban bien
adaptados a su entorno, pero
su número estaba bajando
rápidamente. Parecían ser un
alimento muy fácil para sus
predadores. Durante siglos habían
vivido en sus grandes bosques
y nadie había considerado una
posible mudanza. Sus vidas se
habían tornado cada vez más
rutinarias y pasaban la mayor
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parte del día escondiéndose
bajo grandes hojas. Rara vez se
aventuraban lejos de sus familiares
entornos. La recolección de
alimentos era muy dificultosa y no
podían pasar periodos largos al
descubierto. Sus predadores, sin
embargo, cada vez crecían más
en número y tamaño, ya que su
suplemento de comida era sencillo
y abundante.
Ocasionalmente, algunos
camaleones habían sugerido que
debían mudarse del bosque y vivir
en un lugar más seguro, pero el
consenso general de opiniones
era: “Hemos vivido aquí por miles
de años; ¿para qué molestarse en
cambiar?” A medida que envejecían
los camaleones más ancianos,
confiaban en los más rápidos
y jóvenes para que reuniesen
alimentos para ellos.
Un día, un joven y aventurero
camaleón decidió que era tiempo
de un nuevo hogar. No estaba
preparado para esperar a ser
comido. Decidió que era mejor
morir intentando una vida mejor,
que esperar sentado ser la cena de
alguien. Así que todos los días se
aventuraba fuera de su territorio,
reuniendo toda la información
que podía sobre el mundo más
allá del bosque. Averiguó que
si se mantenía bajo las hojas, los
predadores no podían ver su
brillante color verde pero que, tan

pronto como salía al descubierto,
su movimiento era detectado al
contrastar contra la tierra café, y
tenía que correr rápidamente para
cubrirse de nuevo.
Para su sorpresa, descubrió que,
cuando permanecía un rato al
descubierto, su piel lentamente
cambiaba de color para asemejarse
al color café de su entorno. Al
experimentar más, averiguó que,
como un mago, podía cambiar
su piel a toda clase de colores,
cuando estaba expuesta al sol,
para filtrar la luz y ser oscura. Este
cambio de colores le ayudó mucho
en su exploración de toda clase de
lugares nuevos.
Ansiosamente aprendió a utilizar su
nueva habilidad como una ventaja.
Se arrastraba al borde del follaje,
permanecía quieto por un rato y
luego se balanceaba suavemente
de un lado al otro al fin de ver
si sus movimientos alertaban a
algún predador. Este movimiento
daba a su piel la oportunidad de
quedar expuesta y adaptarse a los
cambios de luz. Luego era libre para
caminar rápidamente a través de la
tierra, arena, hojas secas o pasto,
sabiendo que el color de su piel se
mezclaría con el de su entorno.
Estaba extraordinariamente
satisfecho consigo mismo, con el
hecho de que él había descubierto
nuevas capacidades en su
sorprendente cuerpo. Pasó semanas
perfeccionando sus cambios de
color y luego regresó a la colonia a
fin de enseñar a otros camaleones
los secretos del camuflaje.
Sin embargo, no resultó tan sencillo
como había supuesto. Hubo muy
pocos deseosos de arriesgarse
e intentar sus nuevos métodos.
Tenían miedo de exponerse
innecesariamente al peligro. La
mayoría de ellos estuvieron de
acuerdo en que, si se quedaban
donde estaban, en el familiar
[[
“La vida de cualquier ejecutivo
requiere en estas épocas
aventurarse a desarrollar
nuevas formas de pensar y actuar”
entorno, entonces tendrían mayores
oportunidades de sobrevivir.
El joven camaleón se sintió muy
triste y, lejos de ser saludado como
un héroe, fue considerado como
tonto y loco. Tenía que pensar en
mejores maneras de convencer a su
colonia de que mudarse y exponer
sus pieles a la luz era su única
oportunidad de sobrevivir.
Pasó días con sus amigos y
conocidos, contándoles sobre
la vida fuera del bosque. Les
explicó su descubrimiento sobre
la importancia de los cambios de
colores de su piel. Les enfatizo las
limitaciones de usar sólo cola y
lengua.
Finalmente, se las arregló
para convencer a unos pocos
camaleones de que lo acompañaran
y observasen la vida fuera del
bosque. El pequeño grupo
emprendió el viaje con inseguridad,
siempre temerosos de un ataque,
pero con entusiasmo. Lentamente su
confianza creció y no pasó mucho
antes de que lograran dominar su
nueva técnica.
Decidieron de manera unánime
quedarse en el nuevo hábitat,
donde podían reunir comida con
más facilidad y vivir más satisfechos.
Eran menos vulnerables, ya que
era muy difícil que los detectaran
mezclados en los diferentes refugios
del suelo. Posteriormente supieron
que los que decidieron permanecer
sin cambios fueron totalmente
aniquilados por los depredadores.
Conclusión
La vida de cualquier ejecutivo
requiere en estas épocas
aventurarse a desarrollar nuevas
formas de pensar y actuar. Esto les
permitirá crear su propia ventaja
competitiva.
La innovación es uno de los retos
diarios para cualquiera que
desee triunfar en este mundo.
En esta historia, ¿con quién nos
identificamos?, ¿con los animales
que desean quedarse en la
comodidad y rutina, o los que con
miedo a veces generan nuevas
formas de competir? Píenselo y
actúe.E
El autor es psicólogo industrial. Licenciado
en Psicología por la Universidad
Iberoamericana, con especialización en el
área Industrial y estudios avanzados en
Desarrollo Organizacional en Ginebra, Suiza.
Es colaborador en la Maestría de Educación
de la Universidad Anáhuac del Norte.
Actualmente es Director de OCLÚA
Consultores, firma de Consultores en
Recursos Humanos. Es autor de seis libros
de liderazgo y desarrollo organizacional,
entre ellos, Rompiendo sus límites, Editorial
Edamex, 2006 y Los nuevos ejecutivos,
Editorial Edamex 2007. www.oclua.com.mx.
oclua@terra.com.mx
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