Desde el Balcón 104
En este número abordamos el teme de las asociaciones religiosas en Yucatán, y de cómo la iglesia católica ha perdido devotos, principalmente ante la sobreoferta religiosa y los diferentes mecanismos de convencimiento que utilizan las distintas congregaciones con presencia en el estado.
En este número abordamos el teme de las asociaciones religiosas en Yucatán, y de cómo la iglesia católica ha perdido devotos, principalmente ante la sobreoferta religiosa y los diferentes mecanismos de convencimiento que utilizan las distintas congregaciones con presencia en el estado.
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Lamenta no tener apoyo gubernamental<br />
para comprar una máquina que le<br />
permita coser zapatos, “la vida está<br />
cara, lo que gano, apenas me alcanza<br />
para comer y mantenerme”, subrayó.<br />
“Dolito”, señala que aunque hay muchos<br />
oficios que van desapareciendo, afortunadamente<br />
<strong>el</strong> d<strong>el</strong> zapatero sigue vigente.<br />
“Creo que no somos muchos, pero todavía<br />
hay gente que busca a los zapateros<br />
para que arreglen su calzado<br />
antes que comprar un par nuevo”, comentó.<br />
El viejo triciclo le permite cargar sus<br />
zapatos en reparación, sus pinturas,<br />
sus herramientas de trabajo y una<br />
que otra bolsa con sus pocas pertenencias.<br />
Así pedalea lo más posible. Se mete y entremezcla en varias calles<br />
y grita desde ahí: “Zapatero a tus zapatos”…. en señal de que ya<br />
llegó para arreglar <strong>el</strong> calzado hasta <strong>el</strong> mismo domicilio d<strong>el</strong> cliente.<br />
Su oficio ambulante es producto de la necesidad. Alguna<br />
vez pensó en establecer un negocio en forma, pero para<br />
eso, se necesita dinero y él no lo tiene.<br />
“Tengo mis manos, mis conocimientos, las ganas de trabajar,<br />
pero no hay como arrancar en un pequeño local”, precisó.<br />
“Dolito” es ampliamente conocido en esos rumbos y aunque<br />
mostraba las hu<strong>el</strong>las d<strong>el</strong> mal dormir porque una dolencia<br />
le aquejó durante toda la noche, aseguró que lleva dos<br />
años sin probar licor, que decidió rehabilitarse porque “toqué<br />
fondo”, ya que por <strong>el</strong> vicio d<strong>el</strong> alcohol y las mujeres, perdió<br />
a su familia.<br />
En r<strong>el</strong>ación a sus hijos comentó: “Ahí están… pero para <strong>el</strong>los… no<br />
existo”, dijo en tono m<strong>el</strong>ancólico.<br />
José Dolores manifestó que hasta su muerte será zapatero. Aunque<br />
es un oficio que no deja mucho dinero, es parte de su vida, de la<br />
enseñanza que tuvo desde niño y por tanto no piensa en otra cosa<br />
que seguir en lo mismo.<br />
Siendo zapatero y buscando retomar su vida, alejado d<strong>el</strong> alcohol,<br />
ese vicio que le quitó lo más valioso que tuvo: su familia.<br />
José Dolores Méndez dejó <strong>el</strong> vicio d<strong>el</strong> alcohol<br />
luego d<strong>el</strong> abandono de su familia y ahora sólo se<br />
concentra en su oficio artesanal de la reparación<br />
de zapatos.<br />
José Dolores Méndez Huchim<br />
recorre las calles de Mérida,<br />
ofreciendo sus servicios de<br />
limpieza y reparación de<br />
zapatos.<br />
El zapatero "Dolito" rompe<br />
estilos al salir a las calles<br />
a ofrecer sus servicios de<br />
zapatero.<br />
Página 17<br />
www.desde<strong>el</strong>balcon.com