Desde el Balcón 104

desde el balcón
La religión católica sigue siendo la de mayor presencia y
fe en Yucatán, ya que reúne al 80 por ciento de sus habitantes,
en tanto que otras tantas agrupaciones religiosas,
e incluso sectas, han crecido exponencialmente en la entidad
en los últimos años y la mayoría, al cobijo de grandes
recursos económicos provenientes del extranjero.
En paralelo, en medio de las preferencias, simpatías o
creencias sobre alguna religión o evangelio, a últimas fechas
llama la atención la aparición de seguidores al culto
de la Santa Muerte, que para todos los grupos eclesiásticos
no es más que la “adoración a Satanás”.
Las cifras frías de las estadísticas a nivel internacional
indican que el número de feligreses
católicos ha disminuido de manera
importante, tan es así que en 2012 la Asamblea
general ordinaria de los Sínodos de los
obispos, giró en torno al tema “La nueva
evangelización para la transmisión de la fe
cristiana”, donde se planteó la modernización
de la iglesia católica y sus métodos de evangelización,
en respuesta a la disminución de
católicos practicantes.
Esta necesidad de la iglesia católica por reestructurarse,
también es evidente en Yucatán, pues son muchas las personas
que han dejado de profesar la religión o que se han
cambiado de culto al no obtener los resultados espirituales
que esperaban. La partida de seguidores ha obligado a la
grey católica a flexibilizarse, incluso dejando parte de sus
exigencias en cuanto a la vestimenta de sus fieles y también
en relación a la confesión y comunión, que hasta hace
unos años era imposible de aceptar sino eran procesos juntos,
nunca separados.
Ante esta pérdida de adeptos, otras agrupaciones,
asociaciones religiosas o sectas, han
encontrado el campo fértil para sumar simpatizantes,
tal es el caso de los evangelistas,
que son la asociación religiosa que más crecimiento
ha tenido en la entidad.
Para la investigadora de la Instituto Nacional de Antropología
e Historia (INHA), Ella Quintal, el crecimiento de los
evangelistas se debe principalmente a su manera de conformase.
Son grupos pequeños en los que todos se conocen,
una variable que no existe en el catolicismo, donde es
prácticamente imposible que un sacerdote conozca a todo
la feligresía.
Además de los evangelistas, existen otras agrupaciones a
las que algunos llaman “sectas”, que bajo un manto de religiosidad
se aprovechan de la ignorancia y humildad de
las personas para obtener beneficios propios, casi siempre
económicos, como señala el rector del Templo Expiatorio
de Nuestra Señora de la Consolación, el padre Marcín
Pawel Czyz, de origen polaco pero quien trabaja en Yucatán
desde hace dos años.
Página 03