Raimon Bundo

Después de unos días
en Bergen, os espera
un viaje en tren, en el
Tren de Flam. Este
antiguo tren hace un
recorrido por escarpadas
montañas desde donde
disfrutaréis de magníficas
vistas. Cámara preparada
porque en la parada que hará el tren,
podréis hacer una de las fotos más bellas
del viaje, la de una preciosa y espectacular
cascada.
Después de este paseo en tren, por fin
llegaréis a los fiordos. La mejor forma de
disfrutar de los paisajes es en crucero, os
parecerá que formáis parte de una postal.
Las impresionantes montañas a ambos
lados del canal por el que navegaréis en
un precioso barco os dejarán sin palabras.
No debéis olvidar echar un ojo al agua,
donde con suerte podéis ver focas.
Los Fiordos están formados por glaciares
que han excavado en la montaña y que
cuando se encuentran con el mar, dejan
entrar el agua salada formando canales
estrechos y profundos, sabiendo esto, no
podéis dejar de visitar uno de estos
Glaciares. Una sugerencia puede ser el
Glaciar de Jostedal. Hay que caminar
alrededor de 1km. Es un paseo
precioso por la margen de un
río de agua de
deshielo por el que
podréis ver animales,
como ardillas, y también
flores y plantas autóctonas.
Cuando os encontréis con el
glaciar, sentiréis la grandiosidad
de la naturaleza, una gigantesca
masa de hielo del azul más puro.
Una imagen extraordinaria.
Proseguiréis el viaje para dirigiros a
Ålesund. Ha sido totalmente reconstruida
con estilo Art Nouveau después de ser
destruida por un gran fuego que la
calcinó casi totalmente en 1904. Podéis
visitar el museo donde conoceréis la
historia de esta ciudad y sus bellísimas
calles.
Un recorrido precioso es el Sendero de
los Trolls. Un trazado vertiginoso
atravesando frondosos bosques. Es
típico encontrar puestos de fresas que
están deliciosas así que no dudéis en
probarlas!
Antes de llegar a Oslo tendréis
oportunidad ver uno de los valles más
bellos de Noruega donde la foto perfecta
es una solitaria granja junto a su granero
rojo. Si la bandera noruega está izada,
el granjero está en casa!
Para terminar el viaje, llegada a Oslo,
capital del país. En esta ciudad podéis
visitar el Parque Frogner, abierto todos
los días y donde descasan y pasean los
noruegos. El Museo de Främ es también
una visita recomendable y donde
además podréis subir al bardo de las
expediciones polares.
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