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PREGABALINA Y EPILEPSIAS<br />

Dr. Alfredo Thomson<br />

Jefe de Epilepsia, Instituto de Neurociencias, Fundación Favaloro<br />

Jefe de Epilepsia, Hospital Francés<br />

Neurólogo, Hospital Británico<br />

Docente de la Universidad de Buenos Aires<br />

Las Epilepsias constituyen la enfermedad<br />

neurológica más frecuente en niños y la<br />

segunda enfermedad neurológica en adultos.<br />

Afectan al 1% de la población; hay actualmente<br />

más de 50.000.000 de personas con Epilepsia<br />

(OMS, 1999). La mayoría vive en países en vías<br />

de desarrollo. Las epilepsias pueden comenzar,<br />

como enfermedad, en cualquier momento<br />

de la vida; siendo las franjas etarias más afectadas<br />

el primer año de vida y luego de los 65<br />

años de edad. Si se comparan ambos grupos la<br />

incidencia acumulada es mayor en el segundo<br />

grupo (1).<br />

El diagnóstico de las Epilepsias es eminentemente<br />

clínico. La utilización de los distintos<br />

tipos de electroencefalogramas (EEG): de<br />

rutina, prolongado, ambulatorio de 24 horas<br />

y Video-EEG, es para confirmar el diagnóstico(2).<br />

Los términos crisis (seizure) y epilepsia<br />

no son sinónimos y la distinción debe hacerse<br />

con claridad. Una crisis es una alteración de<br />

la conducta, súbita, involuntaria y limitada en<br />

el tiempo, que incluye cambios en la actividad<br />

motora o en la función autonómica, en la<br />

conciencia, o en las sensaciones, y que resulta<br />

de una descarga anormal de un grupo de neuronas<br />

corticales. Las epilepsias constituyen<br />

una condición crónica caracterizada por crisis<br />

recurrentes, no provocadas por disturbios<br />

metabólicos, tóxicos, ni por lesiones agudas<br />

del sistema nervioso central (Liga Internacional<br />

de Lucha contra la Epilepsia, International<br />

League Against Epilepsy, ILAE, 1981) y se agrupan<br />

en síndromes (ILAE 1989).<br />

El término disritmia, aún utilizado en nues-<br />

1<br />

tro medio, no tiene entidad nosológica ni sindrómica.<br />

En la literatura sajona el término seizure se<br />

emplea tanto para designar a las crisis convulsivas<br />

como a las crisis no convulsivas. El mismo<br />

ha sido a veces traducido al español erróneamente<br />

como convulsión llevando a la confusión<br />

que equipara crisis con convulsión (2).<br />

Los pacientes con epilepsia pueden presentar<br />

eventos no epilépticos, fisiológicos, psicogénicos.<br />

Dentro de los eventos no epilépticos,<br />

las crisis psicogénicas (pseudocrisis, histeroepilepsia),<br />

se diferencian de los eventos epilépticos<br />

objetivamente con el video-EEG.<br />

La clasificación internacional de crisis epilépticas<br />

(1981), basada en la correlación electro-clínica,<br />

las divide en:<br />

1) Crisis parciales: (inicio de la descarga eléctrica<br />

en un grupo de neuronas de un hemisferio<br />

cerebral):<br />

a) Simples (CPS) o auras: sin pérdida de<br />

conciencia. Constituyen alrededor del 20% de<br />

las crisis. El 90% de las mismas tienen el EEG<br />

de superficie (electrodos sobre el cuero cabelludo)<br />

normal.<br />

b) Complejas (CPC): con pérdida de conciencia.<br />

Constituyen alrededor del 50% de<br />

las crisis de la clasificación. El 50-60% de las<br />

mismas se originan en el lóbulo temporal (LT),<br />

20% en el lóbulo frontal, y el resto en los otros<br />

lóbulos. Muchas están precedidas de auras<br />

(crisis parciales simples), pero las mismas<br />

pueden quedar inmersas en la inconsciencia de<br />

la CPC. Hay pacientes que, durante un monitoreo<br />

video-EEG, pueden haber presionado el


otón de “alarma” de aviso de crisis y luego<br />

no recordarlo.<br />

Las crisis parciales pueden evolucionar del<br />

siguiente modo:<br />

CPS CPC CSG (Crisis Secundariamente<br />

Generalizada)<br />

CPS CSG<br />

CPC CSG<br />

2) Crisis Generalizadas: inicio de la descarga<br />

eléctrica en grupos de neuronas en ambos<br />

hemisferios cerebrales. Pueden ser convulsivas<br />

(de tipo: tónico-clónicas, tónicas, clónicas,<br />

atónicas o mioclónicas), o no convulsivas<br />

(ausencias).<br />

Las crisis epilépticas más frecuentes, en<br />

personas mayores de 15 años, son de tipo no<br />

convulsivo (crisis parciales simples o complejas).<br />

Cualquier crisis puede manifestarse como<br />

status epiléptico (SE).<br />

Queremos recalcar que si la CPS no evoluciona,<br />

la epilepsia en ese paciente consistirá<br />

sólo en el síntoma de la misma, lo que adquiere<br />

particular relevancia cuando se trata de síntomas<br />

de la esfera psíquica y emocional (3).<br />

La crisis parcial se puede presentar con síntomas<br />

de la esfera psíquica, emocional, sensorial,<br />

etc. Una CPS dura segundos a minutos,<br />

aunque ocasionalmente puede prolongarse<br />

en el tiempo o recurrir con breves intervalos.<br />

Debe tener cierta consistencia y estereotipia.<br />

Hay que distinguirla de los pródromos experimentados<br />

en los días previos a un ataque:<br />

nerviosismo, ansiedad, mareo, cefalea, irritabilidad.<br />

Recordemos que sólo si evoluciona a<br />

CPC, hay pérdida de la conciencia.<br />

Las crisis parciales simples o auras pueden<br />

iniciarse en cualquier región del cerebro dando<br />

lugar a:<br />

• Signos motores<br />

• Síntomas autonómicos (vómitos, palidez,<br />

rubor, piloerección, borborigmos, incontinencia).<br />

2<br />

• Síntomas somatosensoriales (descriptos<br />

como “alfileres o agujas” y, más ocasionalmente,<br />

alteraciones de la propiocepción y<br />

del espacio) o sensoriales especiales, en<br />

forma de auras:<br />

- visuales (desde manchas, estrellas, burbujas,<br />

círculos de luz monocromáticos<br />

o de varios colores hasta alucinaciones<br />

visuales estructuradas incluyendo personas<br />

o escenas).<br />

- auditivas (timbres, zumbidos, ruidos de<br />

máquina). Cuando se propagan a otras<br />

zonas del lóbulo temporal (LT), pueden<br />

dar alucinaciones auditivas, incluso de<br />

tipo musical.<br />

- olfatorias (se trata invariablemente de<br />

un olor desagradable a goma, sulfuros,<br />

solventes orgánicos). Se las ha llamado<br />

“crisis uncinadas”, porque la lesión se<br />

halla en el LT medial. En general se<br />

acompaña de sensaciones gustativas.<br />

- gustativas (gusto metálico o amargo);<br />

sugiere compromiso parietal.<br />

- vertiginosas.<br />

• Síntomas epigástricos (frecuentemente<br />

asociada a fenómenos emocionales, psíquicos<br />

y autonómicos).<br />

• Síntomas cefálicos y cefaleas ictales.<br />

• Síntomas emocionales (miedo, depresión,<br />

placer, etc.)<br />

• Síntomas psíquicos.<br />

• Síntomas sexuales: son sentimientos de<br />

contenido erótico acompañados o no de<br />

sensaciones genitales y de signos del despertar<br />

sexual. Son infrecuentes. Parecen<br />

ocurrir en el LT(4).<br />

Los pacientes con epilepsia del lóbulo temporal<br />

(ELT) tienen la más alta incidencia de<br />

auras epigástricas, psíquicas y emocionales<br />

(reiteramos, el lóbulo temporal es la zona del<br />

cerebro en la que más frecuentemente se originan<br />

las crisis parciales).<br />

Sin embargo, ninguna aura única está<br />

necesariamente restringida a un único lóbulo.


Dejaremos en claro aquí el concepto de que<br />

la sensación inicial de un aura (crisis parcial<br />

simple) refleja la primera área funcional cerebral<br />

activada por la crisis que tiene acceso a<br />

la conciencia, pero no es necesariamente el<br />

sitio de origen de la crisis (este es un concepto<br />

de difusión eléctrica, conocido a partir de la<br />

utilización de los video EEGs con electrodos de<br />

superficie y/o de profundidad). Por ejemplo,<br />

una crisis que se inicia en una región parietal<br />

posterior puede ser inicialmente asintomática,<br />

hasta que la actividad ictal se propaga<br />

a las áreas funcionales adyacentes; propagada<br />

al giro postcentral dará lugar a una sensación<br />

somatosensorial y propagada a la corteza de<br />

asociación parieto-occipital puede dar lugar a<br />

ilusiones o alucinaciones visuales de inicio.<br />

Volviendo a las auras emocionales, el aura<br />

de miedo resulta a veces de difícil diferenciación<br />

con un ataque de pánico porque la constatación<br />

del fenómeno ictal subsiguiente a la<br />

primera no siempre es posible. Desde luego<br />

ambos fenómenos pueden coexistir.<br />

Las auras de elación, placer y éxtasis (ej.:<br />

las descriptas por Dostoievsky) son más infrecuentes.<br />

Las auras psíquicas fueron descriptas por<br />

Hughlings Jackson en 1880: “...ciertos estados<br />

psíquicos durante el comienzo de crisis<br />

epilépticas, que incluyen auras intelectuales,<br />

reminiscencias, sensaciones oníricas, sueños<br />

entremezclándose con pensamientos presentes,<br />

fenómenos de doble conciencia, sensación<br />

de volver atrás, a todo lo que ocurría en<br />

la infancia”. Constituyen un rango impreciso<br />

de fenómenos llamados experienciales. La<br />

ilusión psíquica sería una “diplopía mental”,<br />

experimentándose como micropsias, macropsias,<br />

microacusias, macroacusias, percepción<br />

alterada del tamaño o peso de un miembro, en<br />

tanto que la alucinación psíquica es un evento<br />

a la manera de flashback de la memoria, complejo<br />

y estructurado, en contraste con las alucinaciones<br />

elementales que caracterizan la<br />

3<br />

excitación de las áreas sensoriales primarias.<br />

Sería infructuosa una rígida clasificación<br />

de fenómenos que, por su riqueza, permiten<br />

entrever el modo de operar de la conciencia.<br />

Han sido descritos:<br />

1) Déjà vu: es una ilusión de una memoria<br />

familiar<br />

2) Jamais vu: lo familiar deviene desconocido<br />

3) Déjà entendu: correspondiente auditivo<br />

de 1)<br />

4) Jamais entendu: correspondiente auditivo<br />

de 2)<br />

5) Autoscopia: alucinación de la propia<br />

imagen, viéndola en forma externa.<br />

Si bien hay reportes de estos fenómenos en<br />

cualquier crisis parcial, el consenso las ha<br />

adscripto a la ELT.<br />

6) Pensamientos forzados: se trata de pensamientos<br />

intrusivos estereotipados. Han sido<br />

descriptos en forma separada de las auras<br />

psíquicas e indican habitualmente localización<br />

en el lóbulo frontal.<br />

Las crisis del lóbulo frontal (4), que abarca<br />

el 60% del volumen cerebral, no son infrecuentes,<br />

pero suelen no ser reconocidas por<br />

la diversidad de fenómenos ictales que producen.<br />

Se generalizan rápidamente, no tienen<br />

confusión postictal (característica de las crisis<br />

del lóbulo temporal), se presentan en salvas,<br />

muy frecuentes, breves (10-20 segundos) y<br />

estereotipadas. Habitualmente tienen una<br />

presentación nocturna (durante el sueño).<br />

Además presentan síntomas motores bilaterales,<br />

complejos y bizarros. Se las confunde con<br />

síntomas psiquiátricos.<br />

En 1989 la ILAE introdujo modificaciones a<br />

la Clasificación previa, agregó los Síndromes<br />

epilépticos: relacionados a localización, generalizados,<br />

focales y dentro de cada categoría:<br />

idiopáticos, criptogénicos y sintomáticos (5).<br />

Alrededor del 70% de los pacientes que<br />

presentan epilepsia de reciente diagnóstico,


controlan sus crisis con drogas antiepilépticas<br />

(DAE) en mono o politerapia. Los restantes continuarán<br />

con crisis a pesar de recibir esquemas<br />

terapéuticos adecuados de DAE. Un pequeño<br />

porcentaje de pacientes se beneficiará con un<br />

tratamiento quirúrgico de la epilepsia (6).<br />

El 47% de los pacientes con epilepsia de<br />

reciente diagnóstico responden a la primera<br />

droga, 14% responden a la segunda droga, que<br />

se cambió por intolerancia a la primera, sólo el<br />

3% responde a un esquema de 2 drogas (6).<br />

Cuando el paciente, luego de recibir medicación<br />

adecuada para sus crisis, no controla<br />

las mismas, se dice que es refractario al tratamiento.<br />

Pero aún no existe todavía una<br />

definición internacionalmente aceptada sobre<br />

cuándo un paciente debe ser considerado<br />

refractario al tratamiento farmacológico. Sin<br />

embargo, se acepta que un paciente es refractario<br />

al tratamiento cuando continúa con crisis<br />

luego de 1-2 años de tratamiento, habiendo<br />

utilizado dos esquemas terapéuticos adecuados<br />

para el tipo de crisis que lo aqueja, que<br />

incluyan drogas de 1ra y 2da línea, en forma<br />

individual y/o en combinación (27° Congreso<br />

Mundial de Epilepsia, Singapur, 2007).<br />

Según los estudios epidemiológicos publicados<br />

en los últimos años, la epilepsia del<br />

“futuro” será la de las personas mayores de<br />

60 años.<br />

La tercera edad es el segmento de la<br />

población que más rápidamente ha crecido<br />

demográficamente en los últimos años, y el<br />

comienzo de la epilepsia es mayor en este<br />

grupo etario que en cualquier otro. La incidencia<br />

de una primera crisis es 52-59 por<br />

100.000 en personas de 40-59 años de edad,<br />

pero aumenta a 127 por 100.000 en personas<br />

de 60 años o más de edad. En personas de<br />

65 años o más, la prevalencia de epilepsia<br />

activa es 1,5%, alrededor del doble de un<br />

adulto joven.<br />

A pesar que la incidencia de la epilepsia es<br />

desproporcionadamente alta en pacientes de<br />

4<br />

más de 60 años, poco se sabe de su diagnóstico<br />

y tratamiento. Los resultados del estudio de<br />

Veteranos, indican que si se tiene en cuenta el<br />

subdiagnóstico, la incidencia de crisis en este<br />

grupo de pacientes es 6 a 10 veces mayor que<br />

en grupos de pacientes más jóvenes (1).<br />

Aproximadamente la mitad de las crisis de<br />

reciente comienzo ocurren en esta cohorte y<br />

la posibilidad de recurrencia de crisis es mayor<br />

del 90% si no se las trata.<br />

La conclusión de este estudio es que para<br />

el tratamiento de la epilepsia en personas<br />

mayores de 60 años, el uso de drogas nuevas<br />

es recomendable en lugar de las drogas clásicas.<br />

Por su mejor tolerancia y menor interacciones.<br />

En Abril de 2005, la ILAE, modificó la definición<br />

de esta enfermedad: se requiere de por lo<br />

menos una crisis y una condición cerebral que<br />

perpetúe las mismas (una lesión visible en la<br />

Resonancia de cerebro) (7).<br />

Desde 1989 se ha triplicado el número de<br />

drogas antiepilépticas (DAE) disponibles para<br />

el tratamiento de las epilepsias.<br />

Las DAE siguen siendo el tratamiento<br />

principal de las epilepsias. Los pacientes que<br />

continúan con crisis reciben altas dosis de<br />

DAE, en mono y politerapia y están expuestos<br />

a tener efectos indeseables de los fármacos.<br />

Esto afecta su calidad de vida. Los trabajos<br />

de Frank Gillian(8) mostraron que los efectos<br />

adversos de las DAE afectan más la calidad<br />

de vida de los pacientes, que el número de<br />

crisis.<br />

Existe una necesidad de contar con nuevas<br />

drogas antiepilépticas para un mejor control<br />

de las crisis y así reducir la morbimortalidad<br />

de los pacientes con epilepsia refractaria al<br />

tratamiento.<br />

La aprobación de las nuevas DAE por las<br />

autoridades regulatorias se realiza en base a<br />

estudios multicéntricos, controlados, doble<br />

ciego con placebo, manteniendo la medicación<br />

habitual de los pacientes.


En estos estudios se evalúa la eficacia y<br />

seguridad de los nuevos fármacos, en terapia<br />

adjunta (la cual es la primera indicación para<br />

el uso clínico de los mismos).<br />

La utilización de las nuevas drogas en monoterapia,<br />

se realiza luego de que los fármacos<br />

están en el mercado y demuestran su eficacia<br />

en la práctica clínica en las condiciones descritas<br />

anteriormente.<br />

De las nuevas DAE, las únicas que tienen<br />

aprobación para su uso en monoterapia son:<br />

lamotrigina, oxcarbacepina y topiramato.<br />

Las opciones terapéuticas en el tratamiento<br />

de las epilepsias aumentan cada año con la<br />

aparición de nuevas drogas en el comercio y<br />

los médicos deben conocer la farmacodinamia<br />

y la farmacocinética de las mismas así como<br />

sus indicaciones.<br />

Pregabalina es una nueva droga antiepiléptica,<br />

aprobada en el año 2004 en Europa y en<br />

el 2005 en los EE. UU., para el uso en terapia<br />

adjunta en pacientes con epilepsia parcial<br />

con o sin generalización secundaria. Las crisis<br />

parciales representan más del 50% del total de<br />

crisis epilépticas.<br />

La pregabalina tiene, además, efectos<br />

analgésicos y ansiolíticos.<br />

Es un análogo estructural, no funcional, del<br />

neurotransmisor GABA. No tiene efecto sobre<br />

los receptores GABA A ni GABA B, ni sobre la<br />

síntesis, liberación, o degradación del mismo.<br />

Estudios en modelos animales de epilepsia<br />

demostraron que su potencia antiepiléptica es<br />

entre dos y dieciocho veces superior al gabapentin<br />

(9-10).<br />

Se une al igual que el GABA, a la subunidad<br />

alfa 2 delta, proteína auxiliar de los canales de<br />

calcio voltaje dependientes, en los receptores<br />

presinápticos. Esta unión reduce la entrada de<br />

calcio en las terminales nerviosas, disminuyendo<br />

la liberación de neurotransmisores excitatorios<br />

como el glutamato, la noradrenalina y<br />

la sustancia P (Figura 1).<br />

La pregabalina es activa en numerosos<br />

modelos animales de crisis epilépticas,<br />

excepto en ratas Wistar que se caracterizan<br />

por presentar crisis de ausencias espontáneas;<br />

en ellas no bloquea la actividad de espigaonda,<br />

al igual que el gabapentin (10).<br />

Figura 1: Mecanismo de acción de la pregabalina (adaptado de Hamandi y Sander, Seizure, 2006) (10)<br />

5


La pregabalina presenta un excelente<br />

perfil farmacocinético luego de su administración<br />

por vía oral; la absorción es completa y<br />

rápida, obteniendo una concentración plasmática<br />

máxima en una hora y un nivel estable en<br />

sangre a las 24-48 horas de tratamiento continuo.<br />

La toma de pregabalina con comidas no<br />

afecta su absorción.<br />

Su biodisponibilidad es del 90% y su vida<br />

media de 6,3 horas, aunque estudios en modelos<br />

animales de epilepsia sugieren que su vida<br />

media es más prolongada (11).<br />

La concentración plasmática de pregabalina<br />

es proporcional a la dosis administrada.<br />

No se une a proteínas plasmáticas y la molécula<br />

se excreta sin cambios en la orina.<br />

No induce ni inhibe a las enzimas del citocromo<br />

P450, por lo que no se han observado<br />

interacciones farmacocinéticas, en los estudios<br />

realizados durante su desarrollo.<br />

Si se administra pregabalina con oxicodona<br />

(analgésico opiáceo) se potencia la dificultad<br />

motora y cognitiva de esta última, así como<br />

la administración conjunta con lorazepam y/o<br />

alcohol potencia los efectos de los mismos.<br />

La eficacia y tolerabilidad de la pregabalina,<br />

para el tratamiento de las epilepsias<br />

focales, fue investigada en tres estudios, que<br />

permitieron su aprobación por las autoridades<br />

regulatorias de Europa y los EE.UU.<br />

Los mismos fueron multicéntricos, randomizados,<br />

doble ciego con placebo, como<br />

terapia adjunta en pacientes con epilepsia<br />

refractaria al tratamiento. Un total de 1052<br />

pacientes fueron incluidos en estos estudios,<br />

758 en la rama de tratamiento y 294 en la<br />

rama placebo.<br />

El esquema de los protocolos de los estudios<br />

fue similar a los utilizados en los últimos<br />

diez años para otros fármacos antiepilépticos<br />

(11,12,13).<br />

Lo diferente fue la medida primaria de eficacia,<br />

establecida como la reducción de la fre-<br />

6<br />

cuencia de crisis desde la línea de base (antes<br />

de empezar el estudio) hasta la finalización<br />

del tratamiento. Este dato se lo reportó como<br />

la tasa de respuesta media.<br />

La misma se midió en un rango de – 100<br />

hacia + 100, donde las reducciones de crisis se<br />

representaron en valores negativos. Un valor<br />

de 0 indicaba que no había cambios en la frecuencia<br />

de crisis, desde la línea de base; -33<br />

indicaba 50% de reducción; -100 el paciente<br />

estaba libre de crisis.<br />

Como medida de eficacia secundaria se<br />

evaluó la tasa de respondedores: una reducción<br />

del 50% o más de las crisis y pacientes<br />

libres de crisis.<br />

El primer estudio (12) comparó un grupo<br />

de pacientes con placebo, otro con 150 mg de<br />

pregabalina y el tercero con 600 mg de pregabalina,<br />

divididos en tres dosis diarias, siempre<br />

en terapia adjunta.<br />

La tasa de respuesta media fue de 0,9 para<br />

el grupo de placebo, -11,5 con 150 mg de pregabalina<br />

y -31,4 para 600 mg diarios de pregabalina;<br />

estos valores se corresponden con<br />

reducciones en la frecuencia de crisis de -1,8,<br />

20,6 y 47,8% respectivamente.<br />

La reducción de 50% o más de las crisis<br />

fue significativamente superior en el grupo<br />

tratado con 600 mg (43,5%) que en el grupo<br />

placebo (6,2%). La respuesta con 600 mg fue<br />

superior estadísticamente a la del grupo con<br />

150 mg.<br />

Un dato muy interesante fue la proporción<br />

de pacientes libres de crisis durante el último<br />

mes de tratamiento: 12% de los pacientes tratados<br />

con 600 mg, 7% de los tratados con 150 mg y<br />

1% en el grupo que recibió placebo (Ver Fig. 2).<br />

En otro estudio (11) se comparó placebo,<br />

y dosis de 50 mg, 150 mg, 300 mg y 600 mg,<br />

divididos en dos tomas diarias. La dosis completa<br />

de la medicación, en este estudio, fue<br />

recibida por los pacientes, desde el primer día<br />

de tratamiento.<br />

La reducción de la frecuencia de crisis,


comparada con la fase basal, fue del 7% en el<br />

grupo placebo, 12% en el grupo de 50 mg, 34%<br />

con 150 mg, 44% con 300 mg y 54% en el grupo<br />

de 600 mg.<br />

En las dosis comprendidas entre 150 mg<br />

y 600 mg, el estudio demostró una respuesta<br />

lineal entre la dosis y la eficacia clínica.<br />

El tercer estudio que también sirvió para<br />

la aprobación de pregabalina (13), comparó<br />

un grupo de pacientes con placebo versus otro<br />

grupo con 600 mg/día de pregabalina dividida<br />

en dos tomas diarias (300 mg dos veces al día)<br />

y otro en tres tomas diarias (200 mg tres veces<br />

al día).<br />

Los resultados de eficacia fueron similares<br />

en los dos grupos que recibían tratamiento<br />

activo, con una tasa de respuesta de 49% para<br />

el grupo de tres tomas diarias y de 43% para el<br />

de dos tomas, comparado con 9% para el grupo<br />

placebo. El porcentaje de reducción de crisis<br />

fue del 53% con 3 tomas diarias, 44,3% con dos<br />

tomas diarias, mientras que en el grupo pla-<br />

7<br />

cebo hubo un aumento del 1,2% en la frecuencia<br />

de crisis.<br />

Basados en el diseño y los resultados obtenidos,<br />

los autores concluyeron que la pregabalina<br />

podía administrarse inicialmente en dos<br />

tomas diarias y en caso de no tener una respuesta<br />

adecuada, se podía cambiar el esquema<br />

a tres tomas diarias.<br />

Los efectos indeseables del fármaco, dosis<br />

dependientes, fueron los mismos en los tres<br />

estudios: mareos (28,9%), somnolencia (20,8%),<br />

ataxia (13,2%) y aumento de peso (10,4%). Al<br />

comenzar con dosis altas rápidamente, se<br />

incrementan las posibilidades de intolerancia<br />

(Ver Tabla 1).<br />

Hubo una buena tolerancia en estos estudios,<br />

dado que 86,6% de los pacientes permanecieron<br />

en la extensión abierta de los<br />

mismos.<br />

Cuando se observan los resultados de los<br />

estudios regulatorios, hay que tener en cuenta<br />

que los mismos fueron realizados en pacientes<br />

Figura 2: Pacientes libres de crisis durante los últimos 28 días de tratamiento (adaptado de Arroyo, 2004) (12)


altamente refractarios al tratamiento, medicados<br />

con dos o tres DAE, simultáneamente, y<br />

a los cuales se les agregó pregabalina, en dosis<br />

fijas, al régimen de tratamiento.<br />

¿Cuál es el lugar que ocupa la pregabalina<br />

entre las numerosas drogas de las que disponemos<br />

en la actualidad para los pacientes con<br />

epilepsia parcial, y en base a qué estudios la<br />

comparamos?<br />

Frente a la disyuntiva con la que nos encontramos<br />

los médicos, debido a los múltiples<br />

tratamientos disponibles, necesitamos sugerencias<br />

o consejos.<br />

Es importante tener una aproximación<br />

científica hacia todos los aspectos del tratamiento.<br />

La medicina basada en la evidencia ha<br />

mejorado la evaluación de los mismos.<br />

En 2004 se publicaron guías de tratamiento<br />

(Asociación Americana de Epilepsia, NICE<br />

(Inglaterra) y SIGN (Escocia) y en el 2006 las<br />

guías de la Liga Internacional de Lucha contra<br />

la Epilepsia (ILAE).<br />

* Diferencia significativa con placebo.<br />

8<br />

La confección de estas guías se realizó en<br />

base a los estudios utilizados para la aprobación<br />

de las drogas por las autoridades regulatorias<br />

(FDA y EMEA), que tenían el mejor grado de<br />

evidencia. Dichos estudios han sido realizados<br />

con protocolos con dosis fijas, administrando<br />

la nueva droga en un tiempo determinado por<br />

el protocolo y en dosis desconocidas por el<br />

médico tratante, y no representan, necesariamente,<br />

la práctica clínica. Desde este punto<br />

de vista, las guías tienen una perspectiva clínica<br />

estrecha.<br />

Existen diferencias metodológicas entre<br />

las diferentes guías, a pesar de que utilizan<br />

la misma base de datos. Otra limitación<br />

que reduce el valor práctico de las guías es<br />

el tiempo. Ninguna guía publicada hasta la<br />

fecha, sugiere la utilización de drogas nuevas<br />

que hayan sido aprobadas para su uso en la<br />

práctica clínica, tales como levetiracetam,<br />

pregabalina o zonisamida.<br />

En 2007 (15) se publicó el primer trabajo<br />

Tabla 1: Efectos adversos observados en los estudios clínicos de pregabalina utilizada<br />

como terapia adjunta en pacientes con Epilepsia Parcial, que tomaban entre 1 y 3 drogas<br />

antiepilépticas (Gil-Nagel Rein, Gómez-Alonso, 2005) (14)<br />

Efecto Adverso Frecuencia (%) Suspensión del tratamiento (%)<br />

Pregabalina<br />

(n = 758)<br />

Placebo<br />

(n = 294)<br />

Pregabalina<br />

(n = 758)<br />

Placebo<br />

(n = 294)<br />

Mareo 28,9* 10,5 5,3 0,3<br />

Somnolencia 20,8* 10,9 3,3 0<br />

Ataxia 13,2* 4,1 3 0,3<br />

Astenia 11,2 8,2 1,8 0,3<br />

Aumento de peso 10,4* 1,4 0,4 0<br />

Lesión accidental 9,9* 5,4 0,9 0<br />

Cefalea 9,1 11,6 1,2 0<br />

Visión borrosa 9* 4,4 1,6 0<br />

Diplopía 8,4* 3,7 1,6 0,7<br />

Temblor 7,5* 3,7 1,6 0,7<br />

Dificultad de<br />

concentración<br />

7* 2 1,3 0


que compara drogas nuevas con drogas clásicas,<br />

para epilepsia parcial y para epilepsia<br />

generalizada de reciente comienzo. Fue un<br />

estudio randomizado, abierto, pragmático,<br />

Clase III.<br />

También en 2007 (16) se publicó el primer<br />

trabajo, comparando una droga clásica con<br />

una droga nueva en monoterapia, en epilepsia<br />

de reciente comienzo, utilizando la guía de la<br />

ILAE.<br />

Fuera de esos estudios, no tenemos otras<br />

comparaciones para evaluar qué tratamiento<br />

utilizamos, más allá de la experiencia clínica y<br />

de la literatura disponible.<br />

En conclusión, la pregabalina es una droga<br />

efectiva en el tratamiento adjunto de crisis<br />

parciales, con mayor potencia que el gabapentin.<br />

Las ventajas que tiene sobre otras drogas<br />

son la ausencia de interacciones farmacociné-<br />

Referencias bibliográficas<br />

1) Ramsay RE, Rowan AJ, Pryor FM. Special considerations<br />

in treating the elderly patient with epilepsy. Neurology<br />

2004; 62(5 Suppl 2):S24-9.<br />

2) Campos M, Kanner A. Epilepsia, Diagnóstico y Tratamiento.<br />

Editorial Mediterráneo, 2004.<br />

3) Wyllie E. The treatment of epilepsy. Third edition. Lippincott<br />

W&W, 2001.<br />

4) Lüders H, Wyllie E. Classification of seizures. In Wyllie<br />

E, The treatment of epilepsy, Third Edition, Lippincott,<br />

W&W, Chapter 17, 2001.<br />

5) Proposal for revised classification of epilepsies and epileptic<br />

syndromes. Commission on Classification and Terminology<br />

of the International League Against Epilepsy.<br />

Epilepsia 1989; 30(4):389-399.<br />

6) Kwan P, Brodie MJ. Early identification of refractory epilepsy.<br />

N Engl J Med 2000; 432(5):314-319.<br />

7) Fisher RS, van Emde Boas W, Blume W, et al. Epileptic<br />

seizures and epilepsy: definitions proposed by the International<br />

League Against Epilepsy (ILAE) and the International<br />

Bureau for Epilepsy (IBE). Epilepsia 2005;<br />

46(4):470-472.<br />

8) Gilliam F, Carter J, Vahle V. Tolerability of antiseizure<br />

medications: implications for health outcomes. Neurology<br />

2004; 63(10 Suppl 4):S9-S12.<br />

9) Ben-Menachem E. Pregabalin pharmacology and its relevance<br />

to clinical practice. Epilepsia 2004; 45(Suppl 6):13-<br />

18.<br />

9<br />

ticas, su rápida absorción, su farmacocinética<br />

lineal. Puede ser indicada 2 veces al día.<br />

En los estudios realizados para su aprobación<br />

muestra, como pocas drogas antiepilépticas,<br />

un número interesante de pacientes<br />

libres de crisis. Probablemente, sea una droga<br />

altamente recomendable, para personas con<br />

epilepsia, mayores de 60 años.<br />

Desde 2005 utilizo pregabalina en pacientes<br />

que no han respondido a otros tratamientos<br />

y he tenido una muy buena respuesta de la<br />

droga. La mayoría de los pacientes han tolerado<br />

la misma en dosis de 450-600 mg/día, utilizada<br />

con otra droga, y el número de crisis se<br />

redujo en la mayoría.<br />

El próximo paso importante, será contar<br />

con la aprobación para su uso en monoterapia<br />

y con estudios que comparen su utilidad con<br />

otras drogas.<br />

10) Hamandi K, Sander JW. Pregabalin: a new antiepileptic<br />

drug for refractory epilepsy. Seizure 2006; 15(2):73-78.<br />

11) French JA, Kugler AR, Robbins JL et al. Dose-response<br />

trial of pregabalin adjunctive therapy in patients with partial<br />

seizures. Neurology 2003; 60(10):1631-1637.<br />

12) Arroyo S, Anhut H, Kugler AR et al. Pregabalin add-on<br />

treatment: a randomized, double-blind, placebo-controlled,<br />

dose-response study in adults with partial seizures. Epilepsia<br />

2004; 45(1):20-27.<br />

13) Beydoun A, Uthman BM, Kugler AR et al. Safety and efficacy<br />

of two pregabalin regimens for add-on treatment of<br />

partial epilepsy. Neurology 2005, 64(3):475-480.<br />

14) Gil-Nagel Rein A, Gómez Alonso J. Experiencia clínica de<br />

la pregabalina en el tratamiento de las Epilepsias focales.<br />

Rev Neurol 2005; 40(10):609-613.<br />

15) Marson AG, Al-Kharusi AM, Alwaidh M et al. The SANAD<br />

study of effectiveness of carbamazepine, gabapentin,<br />

lamotrigine, oxcarbazepine, or topiramate for treatment of<br />

partial epilepsy: an unblinded randomised controlled trial.<br />

Lancet 2007; 369(9566):1000-1015.<br />

16) Brodie MJ, Perucca E, Ryvlin P et al. Comparison of levetiracetam<br />

and controlled-release carbamazepine in newly<br />

diagnosed epilepsy. Neurology 2007; 68(6):402-408.

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