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XII<br />
<strong>de</strong> las naciones. Un simple estado que presente la balanza <strong>de</strong>l movimiento comercial comparada con la<br />
obtenida en años ó épocas anteriores, pue<strong>de</strong> imponer terribles y severas obligaciones á un gobierno , si<br />
déla simple comparación <strong>de</strong> números, resulta la <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> un pais; mucho mas en un siglo en el<br />
que los intereses materiales entran por mucho, y aun en algunos pueblos entran por todo en las transacciones<br />
políticas. Estudíese <strong>de</strong>tenidamente la estadística que un gobierno presente, por imperfecto que sea,<br />
y en aquel trabajo se conocerá también si la navegación pue<strong>de</strong> aumentarse hasta el punto que los capitales<br />
<strong>de</strong> cada pais tengan la seguridad que correspon<strong>de</strong> y que reclama imperiosamente esta parte no pe- y<br />
quena <strong>de</strong> la riqueza pública, una vez alejados los buques <strong>de</strong> las costas nacionales; conocerá asi mismo [<br />
si la fuerza militar pue<strong>de</strong> organizarse con mayor economía y con mejores resultados para la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong>l<br />
pais, averiguándose como dato muy importante, si una nación pue<strong>de</strong> dar el contingente <strong>de</strong> soldados que /<br />
se la pi<strong>de</strong> sin perjudicar consi<strong>de</strong>rablemente su agricultura, su comercio, su industria, sus artes; observará<br />
igualmente si es posible mejorar la instrucción y por que medios ; si pue<strong>de</strong> disminuirse el número <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>litos, moralizando los hombres en quienes se observa propensión al crimen; si cabe alterar el sistema<br />
<strong>de</strong> hacienda; si la riqueza pública consiente el aumento <strong>de</strong> los impuestos, disminuir los gastos <strong>de</strong> la administración<br />
, y utilizar con mas acierto los recursos que el pais ofrezca. Sin los resultados que la estadística<br />
presenta en los diferentes ramos que abraza, no es posible reformar con acierto un código civil,<br />
ni mejorar la legislación criminal; y es <strong>de</strong> todo punto difícil que los proyectos <strong>de</strong> conveniencia pública<br />
que se sometan á la discusión <strong>de</strong> los cuerpos colegisladores, ofrezcan las garantías <strong>de</strong> utilidad, <strong>de</strong> equidad<br />
y <strong>de</strong> acierto; mucho menos si se trata <strong>de</strong> contribuciones metálicas ó <strong>de</strong> sangre. Bien pue<strong>de</strong>, pues,<br />
<strong>de</strong>cirse que <strong>de</strong>be ser hoy la estadística la guia <strong>de</strong>l legislador en los gobiernos absolutos, en las monarquías<br />
representativas y en los estados republicanos; y que en todos ellos esta ciencia con sus aplicaciones<br />
presi<strong>de</strong> los acuerdos <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s consejos, llamados á <strong>de</strong>cidir <strong>de</strong> la suerte futura <strong>de</strong> las naciones.<br />
Por eso está reconocido como ya escribí en 1839, que sin la estadística no pue<strong>de</strong> saberse si una nación es<br />
rica ó pobre, puesto que la riqueza y la miseria tienen también sus apariencias engañosas; si es ilustrada<br />
ó ignorante; si es feliz ó <strong>de</strong>sgraciada; si es virtuosa ó corrompida; si es po<strong>de</strong>rosa ó débil: sin la estadística<br />
no es posible averiguar si las comunicaciones admiten mejoras; si los territorios incultos son<br />
susceptibles <strong>de</strong> cultivo ; si pue<strong>de</strong> aumentarse la población, beneficiarse las minas conocidas, y acaso<br />
<strong>de</strong>scubrirse otras que entraña el suelo <strong>de</strong> la tierra. Es en fin la estadística, para <strong>de</strong>cirlo en pocas palabras,<br />
la balanza <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> las naciones. Aquel pueblo es proporcionalmente mas po<strong>de</strong>roso, que mejor<br />
estadística tiene; y mas hábil, mas afortunado en sus operaciones, el diplomático que es mejor estadista<br />
, porque enterado con exactitud <strong>de</strong>l estado <strong>de</strong> su pais, <strong>de</strong> sus recursos, <strong>de</strong> sus medios, <strong>de</strong> su<br />
fuerza, se presenta exigente en su dia, ce<strong>de</strong> con oportunidad, entretiene con tino y pulso el asunto mas<br />
<strong>de</strong>licado, hasta que conoce llegado el momento <strong>de</strong> obrar con energía.<br />
A pesar <strong>de</strong> las ventajas que la estadística ofrece á los estados, á pesar <strong>de</strong> los beneficios que <strong>de</strong> ella<br />
han <strong>de</strong> resultar á todas las clases <strong>de</strong> la sociedad, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la mas miserable, hasta la mas opulenta , en<br />
todas las naciones y también en todas las épocas, bajo monarcas débiles y <strong>de</strong>scuidados, bajo reyes ó emperadores<br />
enérgicos y activos, ha tropezado la marcha <strong>de</strong> esta ciencia en su aplicación práctica con<br />
obstáculos al parecer insuperables, que han dado por resultado que obras tenidas por perfectas, <strong>de</strong>spués<br />
<strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong>sembolsos se han reconocido mas tar<strong>de</strong> como viciosas y <strong>de</strong> ningún provecho.<br />
La nación europea que mas ha a<strong>de</strong>lantado en esta clase <strong>de</strong> estudios, <strong>de</strong> trabajos y publicaciones<br />
oficiales, es sin duda alguna la Francia, sin que por eso pueda <strong>de</strong>cirse que haya llevado esta ciencia<br />
á la perfección necesaria, ni que haya superado los inconvenientes que á cada paso se la presentan en<br />
su gloriosa carrera, unos <strong>de</strong>pendientes <strong>de</strong> la naturaleza misma <strong>de</strong> las cosas, otros suscitados por la impericia,<br />
por la pereza, por la <strong>de</strong>sconfianza, por los intereses hostiles y sobre todo por la repugnancia<br />
<strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrir la verdad y la exacta situación <strong>de</strong>l estado. Y no se crea que en la nación vecina son solos<br />
los contribuyentes los que oponen resistencia á la adquisición <strong>de</strong> datos, que puedan contribuir á la<br />
justa apreciación <strong>de</strong> las inmensas fuerzas <strong>de</strong> aquel pais; son también las autorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l Gobierno que<br />
temen que los hechos que consigne la ciencia puedan <strong>de</strong>scubrir el secreto <strong>de</strong> sus faltas.<br />
A fines <strong>de</strong>l siglo XVII en el célebre reinado <strong>de</strong> Luis XIV se hizo el primer ensayo <strong>de</strong> la estadística<br />
general <strong>de</strong> Francia: las glorias <strong>de</strong> <strong>este</strong> rey inmortal y la superioridad <strong>de</strong> la Francia en sus obras <strong>de</strong> inteligencia,<br />
exigía se elevara un monumento tan necesario auna administración sabiamente dirigida: al encargar<br />
á los inten<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> las provincias que prepararan los materiales <strong>de</strong> tan colosal trabajo, les previno<br />
especialmente, comprendieran en ellos, tanto los hechos relativos á la agricultura como los <strong>de</strong>más elementos<br />
que pudieran interesar á la vida pública y privada <strong>de</strong>l pueblo. Pero ni las instrucciones mas esplícitas,<br />
ni las medidas que al efecto se tomaron, ni las ór<strong>de</strong>nes enérgicas que se comunicaron, fueron bastantes<br />
para que no fracasara <strong>este</strong> grandioso proyecto por el vicio que en sí mismo encerraba. La falta <strong>de</strong><br />
plan, <strong>de</strong> método analítico y sintético en los cuadros mo<strong>de</strong>los que se formaron, y el disculpable pero<br />
irreflexivo empeño <strong>de</strong> improvisar en muy corto tiempo y simultáneamente operación tan difícil, obra<br />
tan vasta, trabajosa y tan complicada, <strong>de</strong>bieron naturalmente alejar toda esperanza <strong>de</strong> ver realizado tan<br />
útil pensamiento, viniendo bien pronto á justificar esta previsión la mas amarga y dolorosa esperiencia.<br />
Cada Inten<strong>de</strong>nte, creyendo que le era permitido por su alta posición prescindir <strong>de</strong> cumplir las ór<strong>de</strong>nes<br />
<strong>de</strong>l Gobierno, y separarse <strong>de</strong>l programa general que contenia el método <strong>de</strong> los trabajos, hizo con la<br />
mejor buena fé lo contrario <strong>de</strong> lo que se le habia mandado. De aquí resultó lo que no podia menos <strong>de</strong><br />
resultar, que su trabajo fué casi inútil, porque careciendo <strong>de</strong> verdad, <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n y hasta <strong>de</strong> pensamiento,<br />
no podia compararse con otro alguno <strong>de</strong> la misma especie. Es necesario , sin embargo , confesar que en<br />
la época á que me refiero, no podían estos trabajos dar otro resultado en Francia: las cartas geográficas<br />
ipie representaban el territorio, se diferenciaban las unas <strong>de</strong> las otras respecto á su <strong>este</strong>nsion en