comparación entre marcadores microbianos - Inia
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8 M.D. CARRO<br />
proteína microbiana en el rumen estaba relacionada con el flujo total de polinucleótidos<br />
(Ellis y Pfander, 1965) y con la excreción urinaria de derivados púricos (Topps y Elliot,<br />
1965). Posteriormente se han utilizado como <strong>marcadores</strong> <strong>microbianos</strong> el total de ácidos<br />
nucleicos (Zinn y Owens, 1980; Ushida et al., 1985), el ADN (Arambel et al., 1982) y el<br />
ARN (Ling y Buttery, 1978; Merry y McAllan, 1983; Schönhusen et al., 1995), aunque<br />
en los últimos años la utilización de las purinas ha adquirido un mayor protagonismo (Pérez<br />
et al., 1996a, 1997b; Calsamiglia et al., 1996; Carro y Miller, 1999a).<br />
El análisis de purinas (Zinn y Owens, 1986) es simple, rápido y más barato que la<br />
mayoría de los otros procedimientos utilizados para estimar la síntesis microbiana en el<br />
rumen. Sin embargo, la utilización de las purinas como marcador microbiano presenta<br />
también algunos inconvenientes. En primer lugar, los ingredientes que forman parte de las<br />
raciones de los animales contienen, en mayor o menor cantidad, purinas. Algunos alimentos<br />
presentan contenidos muy inferiores a los existentes en los microorganismos ruminales,<br />
pero otros (p.e. harina de pescado) presentan valores ligeramente menores a los encontrados<br />
por algunos autores en estos microorganismos (Titgemeyer et al., 1989; Pérez<br />
et al., 1996b; Carro y Miller, 2001). McAllan y Smith (1973a) observaron que cuando se<br />
introducían ácidos nucleicos libres (ARN y ADN) en el rumen, éstos eran degradados rápidamente<br />
a nucleósidos y bases, las cuales eran posteriormente catabolizadas (McAllan y<br />
Smith, 1973b). Sin embargo, la situación puede ser diferente en el caso de los ácidos nucleicos<br />
de los alimentos, ya que en este caso se encuentran protegidos por las estructuras<br />
de la pared celular (McAllan, 1982). La degradabilidad de las purinas de origen alimenticio<br />
se ha determinado en algunos estudios, pero los resultados obtenidos son contradictorios.<br />
Algunos autores (McAllan y Smith, 1973a; Schelling y Byers, 1984) concluyen que<br />
el flujo duodenal de purinas de origen alimenticio es insignificante, a pesar de que otros<br />
estudios, en los que se marcaron los ácidos nucleicos <strong>microbianos</strong> con 32 P (Smith et al.,<br />
1978) o con 15 N (Pérez et al., 1997a), señalan que, dependiendo de la ración ingerida por<br />
los animales, hasta un 30 % del flujo duodenal de purinas puede ser de origen alimenticio,<br />
lo que provocaría una sobreestimación de la síntesis de proteína microbiana cuando se utilizan<br />
las purinas como marcador. Pérez et al. (1996b) determinaron la degradación aparente<br />
y verdadera de las purinas de nueve alimentos (heno de alfalfa, harinas de pescado y<br />
carne, gluten feed, cebada, maíz, tortas de soja y girasol, y paja de cebada) tras su incubación<br />
en bolsas de nylon en el rumen de ovejas. Los valores de degradación verdadera de<br />
las purinas de estos alimentos tras 24 horas de incubación (valor correspondiente a un ritmo<br />
de paso a través del rumen de 0,042 h –1 ) oscilaron <strong>entre</strong> 80 y 99 % (excepto la paja de<br />
cebada que presentó un valor del 50 %). Por otra parte, Calsamiglia et al. (1996) determinaron<br />
la degradación de las purinas de ocho raciones diferentes en fermentadores continuos,<br />
y señalaron que la degradación microbiana del N púrico de origen alimenticio osciló<br />
<strong>entre</strong> 81 y 110 %.<br />
Un segundo inconveniente de las purinas como marcador microbiano es que la relación<br />
purinas/N no es la misma en las bacterias y protozoos, e incluso varía en las diferentes<br />
especies bacterianas. Arambel et al. (1982) analizaron las relaciones ARN/N y<br />
ADN/N en diecisiete especies bacterianas ruminales y observaron que éstas oscilaban <strong>entre</strong><br />
8,0 y 102 y <strong>entre</strong> 0,2 y 39, respectivamente. Cuando las bacterias se agruparon según<br />
las características de su pared celular, observaron que los valores medios de la relación<br />
ARN/N eran de 37 y 62 para las bacterias gram-positivas y gram-negativas, respectivamente,<br />
y de 8,8 y 19 para la relación ADN/N. Estas diferencias <strong>entre</strong> bacterias se han observado<br />
también en la relación purinas/N, tal como puede observarse en la Tabla 1. En la