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CON EL PARO EMPIEZA TODO...
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¡LA OPCIÓN NEOLIBERAL PARA LA UNIVERSIDAD SE LLAMA PLAN BOLONIA!
La crisis económica no ha impedido la puesta en marcha de la reforma universitaria que,
probablemente, el gobierno de Rajoy pretenderá profundizar y consolidar. En el origen,
el llamado Plan Bolonia para las universidades europeas pretendía eliminar los problemas
académicos y administrativos que surgían en los intercambios internacionales de
estudiantes y profesores e investigadores. Sin embargo, la duración de los estudios, el
dichoso “crédito” que mide la duración y contenido de cada asignatura y cada titulación,
se constituyó en la piedra de toque de toda la reforma, destapando la estrategia neoliberal
de convertir todos los componentes del Estado del Bienestar, salud, educación, pensiones
y gastos sociales, en otras tantas mercancías de producción privada y vendidas
al mejor postor. En lugar de entender la educación superior como un derecho de toda
persona, la reforma transforma el acceso y disfrute a un período de formación superior
en un acto de compraventa de un diploma, convenientemente troceado en cómodos plazos
de pago, cuyo contenido está más en función de la comercialización y venta que de
la coherencia del proceso formativo.
Matricularse en la universidad es ahora la compra de determinados créditos, compra que
está al alcance cada vez de menos personas, justo en el momento en que las personas
sin empleo, emigrantes, adultas... más necesitan mejorar sus capacidades para poder
salir adelante en esta sociedad mercantilizada e injusta. Al mismo tiempo, en nombre
de los recortes, pero siguiendo la estrategia privatizadora dominante, las condiciones
laborales de las personas que trabajan en las universidades, ya sea en los servicios,
administración, docencia o investigación llevan empeorando en detrimento del servicio
público y favoreciendo la proliferación de centros privados de enseñanza, financiados
por las grandes empresas y entidades financieras, al servicio de los intereses de los más
poderosos.
La universidad, como la sociedad, está mal. Depende de todas y todos, de la acción colectiva,
que las cosas empiecen a cambiar en la dirección correcta, la que beneficia a la
mayoría y respeta las necesidades de la Naturaleza.
Henrike Galarza Prieto
Profesor UPNA-NUP