El uso de la observación participante, el grupo

Carlos Fonseca Hernández, Ma. Luisa Quintero Soto
ellas, mientras que los muchachos estaban jugando al
fútbol, pero lo odiaba, el fútbol. Ja ja.
A los diez años mi vida era como la de un niño
normal, no tenía relaciones; bueno ya a los doce
empecé a tener relaciones con un hombre. Yo me
travestía, porqué quería que el hombre me viera como
una chica a los doce años, yo era pasiva. Yo no me
tocaba ni quería que me tocaran. Yo no disfrutaba
sexualmente, claro. Ese hombre era uno que surgió
de la noche a la mañana, uno que vivía por ahí por la
calle. Yo no disfrutaba sexualmente porque una vez
intenté tocarme; la única forma que sabía tocarme era
masturbándome. Porque para mí el hecho de tocarme
los genitales era para mí un hecho muy masculino y
tal y cual. Por la concepción que tienes clara que son
de un sexo. Luego ya más adelante vinieron más cosas.
Al travestirme con ese chico tenía claro que quería
que me viera como chica. ¿Fue traumático o placentero?
Fue placentero porque me reafirmó como género
femenino, pero sexualmente fue traumático por que
no disfrutaba, negativo por el rechazo por mis genitales.
Mi identidad en un primer momento tenía claro
que quería cambiar de sexo, en un primer momento
un diagnóstico claro de transexualidad. Me di cuenta
con quince años, catorce, o sea consciente claramente
que yo era eso a los catorce años. Yo me sentía diferente
desde toda la vida, lo típico, jugar con muñecas,
tener más atención sobre lo femenino, usar prendas,
maquillaje, siempre me atraía mucho más los juegos,
prefería jugar con las niñas no con los niños pero
todavía no era conciente de ello, el porqué hacía eso,
cosa que me reñían, claro y me decían: tú aquí y tú
allí. Me reñía, no sé, un profesor más que nada por
jugar con las niñas, pero tú no eres conciente de eso.
Y ya poco a poco vas viendo al principio del proceso
cuando ya tenía doce años o trece, te vas dando cuenta
que ya no eres normal porque me empezaba a maquillar
y tener mis primeras fantasías sexuales que eran con
niños, eran con chicos. Me gustaban, me atraían, cuando
Caderno Espaço Feminino, v.18, n.2, Ago./Dez. 2007 65