Las virtudes cristianas - P. Benjamín Martín Sánchez

el trabajo, en el vestido..., en cuantas cosas hacemos.
“Pensad dos veces las palabras antes de que las profiera
la lengua... Quitad la prudencia, y la virtud será
vicio.” (San Bernardo)
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La prudencia es el ojo y el piloto del alma, así
como de todos los movimientos y acciones. El prudente
es, pues, el que ve de lejos. (Santo Tomás)
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Séneca dijo: “El que no sabe callar, no sable hablar”.
No obréis pronto si no después de haber examinado
cuidadosamente; no reflexionar es locura”
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La prudencia es la ciencia del discernimiento entre
el bien y el mal... “Un hombre falto de prudencia es
semejante a un navio sin piloto, que es llevado de acá
para allá, como juguete de los vientos...” (S. Basilio)
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El hombre prudente mide sus discursos y los pesa
en la balanza de la justicia, para que haya gravedad en
su razón y peso en lo que dice. Obrando así manifiesta
dulzura, bondad y modestia.” (S. Ambrosio)
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¿Qué nos enseña la prudencia? Nos enseña a ser
dóciles, a saber aconsejamos de los más prudentes, a