28.03.2014 Views

Problemas Ortopédicos Frecuentes en Pediatría - osecac

Problemas Ortopédicos Frecuentes en Pediatría - osecac

Problemas Ortopédicos Frecuentes en Pediatría - osecac

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA<br />

<strong>Problemas</strong> Ortopédicos <strong>Frecu<strong>en</strong>tes</strong> <strong>en</strong> Pediatría<br />

Ped-38<br />

Año 2008 - Revisión: 0<br />

Página 1 de 16<br />

<strong>Problemas</strong> Ortopédicos <strong>Frecu<strong>en</strong>tes</strong> <strong>en</strong> Pediatría<br />

Copia N° :<br />

Nombre<br />

Firma<br />

Fecha<br />

Repres<strong>en</strong>tante de la Dirección:<br />

Fecha:<br />

Revisó<br />

Aprobó<br />

Dr. Fernando Lamas<br />

Dr. Gustavo Sastre<br />

27/10 07/11


GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA<br />

<strong>Problemas</strong> Ortopédicos <strong>Frecu<strong>en</strong>tes</strong> <strong>en</strong> Pediatría<br />

Ped-38<br />

Año 2008 - Revisión: 0<br />

Página 2 de 16<br />

Introducción:<br />

Ante un recién nacido, debemos valorar los miembros inferiores <strong>en</strong> cuanto a su postura,<br />

movilidad, pres<strong>en</strong>cia de asimetrías y deformidades.<br />

La función de caminar no se hace de forma instantánea, requiere un apr<strong>en</strong>dizaje. Todos<br />

los niños al principio ti<strong>en</strong><strong>en</strong> dificultad para mant<strong>en</strong>erse <strong>en</strong> pie y adoptan posturas<br />

anómalas. Anda sin ayuda alrededor de los 12 meses. A esta edad apreciamos una<br />

marcha bipodal de lado, titubeante, aum<strong>en</strong>tando con ello la base de sust<strong>en</strong>tación de las<br />

extremidades inferiores, abri<strong>en</strong>do los miembros superiores con el fin de conseguir un<br />

mayor equilibrio.<br />

Las alteraciones del andar que aparec<strong>en</strong> con más frecu<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> los primeros años y que<br />

no deb<strong>en</strong> considerarse patológicas, sino d<strong>en</strong>tro de los límites de la evolución fisiológica<br />

del aparato locomotor se describ<strong>en</strong> <strong>en</strong> la sigui<strong>en</strong>te figura:


GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA<br />

<strong>Problemas</strong> Ortopédicos <strong>Frecu<strong>en</strong>tes</strong> <strong>en</strong> Pediatría<br />

Ped-38<br />

Año 2008 - Revisión: 0<br />

Página 3 de 16<br />

La exploración de la marcha es fundam<strong>en</strong>tal, aunque no siempre es fácil <strong>en</strong> el niño, qui<strong>en</strong>,<br />

al s<strong>en</strong>tirse observado, corrige, o al m<strong>en</strong>os int<strong>en</strong>ta hacerlo, los trastornos que preocupan a<br />

su familia. En esta exploración es importante valorar la actitud de las rodillas (rótulas si<br />

“miran” hacia d<strong>en</strong>tro o hacia fuera), así como el ángulo del paso, si dirige las puntas de<br />

los pies hacia d<strong>en</strong>tro o hacia fuera.<br />

Debería completarse la exploración de la marcha haci<strong>en</strong>do andar al niño de puntillas,<br />

sobre los talones, saltar de forma monopodal (a partir de los cuatro a cinco años), así<br />

como hacerle levantar del suelo, donde se le hace s<strong>en</strong>tar.<br />

Si se sospecha asimetría, realizar medición de los miembros inferiores.<br />

Para apreciar la torsión femoral se evalúan las amplitudes de rotación externa e interna<br />

de las caderas. Normalm<strong>en</strong>te, <strong>en</strong> el niño la amplitud de la rotación externa es igual a la<br />

de la rotación interna (alrededor de 50 grados). Si existe un aum<strong>en</strong>to de la anteversión<br />

femoral se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra de manera proporcional un aum<strong>en</strong>to de la amplitud de la rotación<br />

interna y una disminución de la de rotación externa.<br />

La medida de la torsión tibial, valorar el ángulo muslo-pie, con el niño <strong>en</strong> decúbito


GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA<br />

<strong>Problemas</strong> Ortopédicos <strong>Frecu<strong>en</strong>tes</strong> <strong>en</strong> Pediatría<br />

Ped-38<br />

Año 2008 - Revisión: 0<br />

Página 4 de 16<br />

Es preciso verificar que la rótula se desplaza normalm<strong>en</strong>te (con el niño s<strong>en</strong>tado <strong>en</strong> la<br />

camilla y las piernas colgando se le hace ext<strong>en</strong>der y flexionar la pierna valorando el<br />

trayecto de la rótula).<br />

El exam<strong>en</strong> de los pies:<br />

Eje del talón, talón varo descartar patología neurológica.<br />

Huella (valorar <strong>en</strong> podoscopio, pies planos, cavos y normales) es fundam<strong>en</strong>tal para<br />

descartar que no sea una malformación de ellos la responsable de la alteración de la<br />

marcha, con la que también pued<strong>en</strong> ir asociados, sobre todo el metatarso varo o aducto y<br />

el pie plano.<br />

El g<strong>en</strong>u varo es fisiológico hasta los dos o tres años, y lo habitual es que estas piernas se<br />

corrijan espontáneam<strong>en</strong>te, e incluso no es infrecu<strong>en</strong>te que pas<strong>en</strong> de la deformidad <strong>en</strong><br />

varo a valgo.<br />

El g<strong>en</strong>u valgo absolutam<strong>en</strong>te fisiológico, suele aparecer a partir de los dos años de edad<br />

para aum<strong>en</strong>tar hasta los tres años y después irse corrigi<strong>en</strong>do para ir disminuy<strong>en</strong>do hasta<br />

llegar a la normalización, que siempre es <strong>en</strong> un discreto valgo hacia los siete-nueve años.<br />

Es patológico cuando hay un ángulo femorotibial de varo mayor o igual a 25º, <strong>en</strong> la<br />

primera etapa «varoide», y un ángulo femorotibial de valgo, mayor o igual a 15º o con una<br />

distancia intermaleolar superior a 6 cm <strong>en</strong> la segunda etapa «valgoide».<br />

Como <strong>en</strong> la mayoría de deformidades, la afectación de una sola pierna o extremidad<br />

suele ser criterio de mayor gravedad.<br />

Objetivos:<br />

Los objetivos de la sigui<strong>en</strong>te guía son establecer recom<strong>en</strong>daciones basadas <strong>en</strong> la mejor<br />

evid<strong>en</strong>cia ci<strong>en</strong>tífica disponible, para establecer el diagnóstico y seguimi<strong>en</strong>to de los<br />

problemas ortopédicos frecu<strong>en</strong>tes que con mayor frecu<strong>en</strong>cia se pres<strong>en</strong>tan <strong>en</strong> la<br />

infancia.<br />

Se int<strong>en</strong>tará establecer con la mayor claridad posible los signos de alarma que nos<br />

hac<strong>en</strong> sospechar las difer<strong>en</strong>tes patologías y poder establecer el diagnóstico y tratami<strong>en</strong>to<br />

de las mismas.<br />

Síntesis de la evid<strong>en</strong>cia:<br />

PIE PLANO<br />

Se puede definir el Pie Plano como "aquel pie que pres<strong>en</strong>ta una deformidad <strong>en</strong> valgo<br />

del retropié (pronación), asociada g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te a un hundimi<strong>en</strong>to de la bóveda o<br />

arco plantar <strong>en</strong> carga, y a una t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia a la supinación del antepié". Debe existir<br />

una imposibilidad de obt<strong>en</strong>er la eficacia máxima durante la marcha <strong>en</strong> el mom<strong>en</strong>to de la<br />

fase de propulsión.<br />

Durante el apoyo, el astrágalo, <strong>en</strong> cualquier tipo de pie plano, se desplaza siempre<br />

adelante, abajo y ad<strong>en</strong>tro (al contrario que <strong>en</strong> un pie normal), favorecido por la laxitud del<br />

ligam<strong>en</strong>to interóseo, lo que provoca el valgo o pronación del retropié, que es comp<strong>en</strong>sado<br />

por la supinación del antepié. La laxitud de los t<strong>en</strong>dones y ligam<strong>en</strong>tos de la parte interna


GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA<br />

<strong>Problemas</strong> Ortopédicos <strong>Frecu<strong>en</strong>tes</strong> <strong>en</strong> Pediatría<br />

Ped-38<br />

Año 2008 - Revisión: 0<br />

Página 5 de 16<br />

del pie, desestabilizan el arco interno, <strong>en</strong>contrándonos una parte interna del pie más larga<br />

que la parte externa, y por tanto, aplanada.<br />

Como vemos, deb<strong>en</strong> cumplirse varias condiciones para poder hablar de Pie Plano, pero<br />

podemos asegurar que siempre será un problema m<strong>en</strong>or si, cuando el pie no se apoya <strong>en</strong><br />

el suelo, éste adopta un contorno normal.<br />

Etiología:<br />

Muchas son las causas que pued<strong>en</strong> originar un Pie Plano, y corresponde al Especialista el<br />

descartar la exist<strong>en</strong>cia de problemas reales que precis<strong>en</strong> tratami<strong>en</strong>to específico. Entre los<br />

diagnósticos difer<strong>en</strong>ciales debemos considerar las <strong>en</strong>fermedades neurológicas;<br />

retracciones del t<strong>en</strong>dón de Aquiles; sinostosis o fusiones anormales de los huesos del<br />

retropié; <strong>en</strong>fermedades óseas, reumatológicas o <strong>en</strong>docrinas; etc. Una vez descartadas<br />

estas posibles patologías, lo cual puede hacerse la mayor parte de las veces con una<br />

s<strong>en</strong>cilla exploración clínica, nos queda LA CAUSA MAS FRECUENTE DE PIE PLANO,<br />

QUE ES EL PIE PLANO LAXO INFANTIL<br />

Se puede considerar que este tipo de pie es FISIOLOGICO, es decir, NORMAL hasta los<br />

4 años de edad, debido a la hiperlaxitud de los ligam<strong>en</strong>tos articulares <strong>en</strong> esta época de la<br />

vida, y a la persist<strong>en</strong>cia de una almohadilla de grasa <strong>en</strong> la bóveda plantar del pie, que nos<br />

da la apari<strong>en</strong>cia de un falso pie plano.<br />

De los 4 a los 9-10 años, se trata g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te de niños con hiperlaxitud, que con<br />

frecu<strong>en</strong>cia pres<strong>en</strong>tan también g<strong>en</strong>u valgo y mayor elasticidad articular <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral, de<br />

forma que <strong>en</strong> bipedestación, el niño ti<strong>en</strong>e los pies <strong>en</strong> eversión y rotación externa, estando<br />

el eje de carga por d<strong>en</strong>tro del dedo gordo. Con frecu<strong>en</strong>cia, al caminar, desvían el pie<br />

hacia d<strong>en</strong>tro, haci<strong>en</strong>do una marcha <strong>en</strong> rotación interna que es comp<strong>en</strong>sadora, y que se ve<br />

favorecida por el aum<strong>en</strong>to que a estas edades existe del ángulo que el cuello del fémur<br />

forma con el eje de toda la pierna (ángulo de anteversión femoral).<br />

Otros factores, como la obesidad y el sobrepeso, también frecu<strong>en</strong>tes a estas edades,<br />

pued<strong>en</strong> favorecer el aplastami<strong>en</strong>to de la bóveda plantar, sin que se trate de un problema<br />

del propio pie (además de favorecer otras alteraciones estéticas <strong>en</strong> los miembros<br />

inferiores, como el g<strong>en</strong>u valgo).<br />

Diagnóstico:<br />

El exam<strong>en</strong> físico debe descartar totalm<strong>en</strong>te cualquier posibilidad de patología real <strong>en</strong> el<br />

pie. Por otra parte, todo pie apar<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te plano que se excava cuando el niño se pone<br />

de puntillas o al hacer la flexión dorsal del dedo gordo, va a ser un pie <strong>en</strong> principio no<br />

problemático, aunque se trate de un Pie Plano.<br />

En este s<strong>en</strong>tido, la exploración física (valorando sobre todo la reductibilidad y la<br />

importancia del valgo del talón) debe complem<strong>en</strong>tarse con una visión de la huella plantar<br />

<strong>en</strong> el Podoscopio; y si aún queda alguna duda, es cuando se puede recurrir al estudio<br />

mediante radiografías, que deb<strong>en</strong> ser de ambos pies y <strong>en</strong> apoyo, para poder valorar<br />

determinados ángulos de carga necesarios para determinar el tipo de problema real<br />

exist<strong>en</strong>te.<br />

Se dejan exploraciones más específicas como la TAC, para problemas concretos<br />

(descartar una sinóstosis o fusión anormal de los huesos del retropié).


GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA<br />

<strong>Problemas</strong> Ortopédicos <strong>Frecu<strong>en</strong>tes</strong> <strong>en</strong> Pediatría<br />

Ped-38<br />

Año 2008 - Revisión: 0<br />

Página 6 de 16<br />

Tratami<strong>en</strong>to:<br />

Como premisa hay que dejar claro que el que "sufre" el tratami<strong>en</strong>to (sobre todo si es<br />

innecesario), es el niño, y que por tanto, debemos dejar a un lado la preocupación o las<br />

presiones de los padres para "que se haga algo".<br />

Así, hasta los 4-5 años, no se precisa tratami<strong>en</strong>to alguno para estos pies planos laxos, ya<br />

que son fisiológicos. Se pued<strong>en</strong> y se deb<strong>en</strong> dar recom<strong>en</strong>daciones, <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido de:<br />

1. Controlar el Sobrepeso de los niños.<br />

2. Aconsejar la realización de Ejercicios s<strong>en</strong>cillos (Puntillas, Talones, Tomar cosas con los<br />

dedos de los pies).<br />

3. Caminar por terr<strong>en</strong>os naturales como ar<strong>en</strong>a o césped.<br />

4. Normas para uso de un Calzado Adecuado (NO ORTOPEDICO): que t<strong>en</strong>ga un<br />

contrafuerte "Fuerte", que mant<strong>en</strong>ga el talón bi<strong>en</strong> sujeto, y una suela flexible que no<br />

comprima excesivam<strong>en</strong>te el antepié. El calzado fisiológico, debe dejar libres las<br />

articulaciones del tobillo y de los dedos (metatarsofalángicas), y debe mant<strong>en</strong>er el talón<br />

vertical, evitando la desviación <strong>en</strong> valgo.<br />

A partir de los 5 años de edad, el Pie Plano Laxo Infantil puede ser susceptible de<br />

tratami<strong>en</strong>to ortopédico mediante plantillas a medida, pero sólo 1 de cada 10 veces suele<br />

ser necesario este tratami<strong>en</strong>to. En este caso debemos t<strong>en</strong>er pres<strong>en</strong>tes que nunca se<br />

deb<strong>en</strong> colocar plantillas <strong>en</strong> pies doloridos y contracturados, y nunca se colocarán plantillas<br />

antes de los 2 años de edad; y que dichas plantillas deb<strong>en</strong> cumplir una serie de requisitos<br />

para considerarse adecuadas:


GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA<br />

<strong>Problemas</strong> Ortopédicos <strong>Frecu<strong>en</strong>tes</strong> <strong>en</strong> Pediatría<br />

Ped-38<br />

Año 2008 - Revisión: 0<br />

Página 7 de 16<br />

• Corregir el valgo del talón y la supinación del antepié.<br />

• Se confeccionarán ex profeso para cada pie.<br />

• Ser rígida y con el punto más alto <strong>en</strong> la articulación astrágalo-escafoidea.<br />

• Estar libres d<strong>en</strong>tro del zapato y terminar a nivel retrocapital, es decir, a la altura de<br />

las almohadillas plantares anteriores.<br />

• La plantilla debe colocarse d<strong>en</strong>tro de un calzado con contrafuerte rígido (¡no ti<strong>en</strong>e<br />

s<strong>en</strong>tido llevar plantillas con calzado deportivo!); y se alternará su uso con la<br />

práctica de ejercicios de pot<strong>en</strong>ciación.<br />

Por todo ello, antes de prescribir plantillas a un niño, hay que estar conv<strong>en</strong>cidos de que<br />

realm<strong>en</strong>te las necesita, pues se corre el riesgo de convertir <strong>en</strong> <strong>en</strong>fermo, a un niño normal,<br />

aunque sea más «laxo» que otros. El aspecto psicológico del problema también es muy<br />

importante a estas edades, y hay que t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta que estos niños no suel<strong>en</strong> t<strong>en</strong>er<br />

ninguna sintomatología <strong>en</strong> sus pies. No se debe atribuir al pie plano la culpabilidad del<br />

dolor de los pies de estos niños, sin antes descartar causas que sí suel<strong>en</strong> provocarlos; ni<br />

se pued<strong>en</strong> culpar a estos pies de que el niño se caiga más o corra m<strong>en</strong>os que sus<br />

amigos.<br />

Por otra parte, hay mucha controversia sobre la efectividad de las plantillas, existi<strong>en</strong>do<br />

trabajos que demuestran que no influy<strong>en</strong> <strong>en</strong> el curso evolutivo del Pie Plano Laxo Infantil;<br />

aunque otros afirm<strong>en</strong> que mejoran la marcha. Parece que esta última afirmación sí se<br />

manti<strong>en</strong>e, si<strong>en</strong>do útiles por ejemplo, <strong>en</strong> niños que "desgastan" mucho el calzado, pero<br />

debemos considerar que LA PLANTILLA NO VA A CORREGIR NI INFLUIR EN LA<br />

EVOLUCIÓN DEL PIE PLANO LAXO, SOBRE TODO SI NO SE ASOCIAN A LOS<br />

EJERCICIOS DIARIOS ACONSEJADOS, LOS CUALES SÍ SE HA DEMOSTRADO QUE<br />

SON EFICACES.<br />

Si queda claro que no suele ser necesario tratar ortopédicam<strong>en</strong>te estos pies, es lógico<br />

asumir que el tratami<strong>en</strong>to quirúrgico del Pie Plano Laxo Infantil es excepcional.<br />

Sólo estará indicado:<br />

• Ante un pie plano irreductible.<br />

• En los casos de fracaso del tratami<strong>en</strong>to ortopédico cuando éste está bi<strong>en</strong> indicado<br />

y se ha realizado correctam<strong>en</strong>te durante 3-4 años.<br />

• En los casos de pies planos secundarios a alguna de las causas o <strong>en</strong>fermedades<br />

antes referidas.<br />

En cualquier caso, debe esperarse a la segunda infancia para llevarlo a cabo (8-14 años)<br />

debido a la posibilidad de mejoría al aum<strong>en</strong>tar la actividad deportiva y disminuir la laxitud<br />

ligam<strong>en</strong>tosa, y va <strong>en</strong>caminado a corregir la relación o compás astrágalo-calcáneo.<br />

Hay 4 grandes conceptos a t<strong>en</strong>er pres<strong>en</strong>tes cuando nos <strong>en</strong>contramos ante un Pie Plano:<br />

• No convertir una situación fisiológica <strong>en</strong> un problema médico.<br />

• No ilusionarse con la eficacia de las Plantillas Ortopédicas.<br />

• Resistirse a las "inquietudes " maternas; y, por supuesto, a las<br />

t<strong>en</strong>taciones quirúrgicas.<br />

• No olvidar ciertas causas de Pie Plano, como las Sinóstosis o las<br />

<strong>en</strong>fermedades neurológicas.


GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA<br />

<strong>Problemas</strong> Ortopédicos <strong>Frecu<strong>en</strong>tes</strong> <strong>en</strong> Pediatría<br />

Ped-38<br />

Año 2008 - Revisión: 0<br />

Página 8 de 16<br />

EL NIÑO QUE ANDA DE PUNTILLAS<br />

Se trata, a m<strong>en</strong>udo, de un trastorno temporal durante los primeros meses de la<br />

adquisición de la deambulación, considerando los tres años como edad límite para<br />

considerarlo normal. Si persiste explorar tono muscular (hipertonías), reflejos<br />

osteot<strong>en</strong>dinosos, fatigabilidad muscular (signo de Gowers)<br />

Pie Bot<br />

Se d<strong>en</strong>omina pie bot o pie zambo a toda deformidad congénita perman<strong>en</strong>te del pie, que le<br />

impida apoyar <strong>en</strong> los puntos normales.<br />

Las cuatro deformidades congénitas más frecu<strong>en</strong>tes del pie son: el pie varo equino, el<br />

metatarso varo, el talo valgo y el astrágalo vertical.<br />

Pie varo equino congénito<br />

El pie varo equino (PVE) es la anomalía congénita más importante observada <strong>en</strong> el pie.<br />

Si bi<strong>en</strong> su diagnóstico no ofrece dificultad, es difícil de corregir completam<strong>en</strong>te.<br />

Esta compleja patología resulta de la combinación de deformidades como la aducción y<br />

supinación del antepié, varo y equino del talón, y la rotación interna del calcáneo por<br />

debajo del astrágalo. La gravedad de la patología se define de acuerdo con el grado de<br />

rigidez que pres<strong>en</strong>t<strong>en</strong> estas deformidades.<br />

Incid<strong>en</strong>cia.<br />

El PVE es una de las malformaciones congénitas más frecu<strong>en</strong>te. Ocurre <strong>en</strong> 2 de cada<br />

1000 nacidos vivos. El 50 % de los casos son bilaterales, y el 70 % ocurre <strong>en</strong> varones.<br />

Etiología.<br />

La causa exacta de esta deformidad es desconocida, pero hay varias teorías propuestas:<br />

1. Factores mecánicos intrauterinos: serían los causales de deformidades leves, que<br />

respond<strong>en</strong> bi<strong>en</strong> al tratami<strong>en</strong>to incru<strong>en</strong>to.<br />

2. Alteraciones neuromusculares subclínicas:<br />

muchas <strong>en</strong>fermedades neurológicas congénitas (mielom<strong>en</strong>ingocele, artrogriposis) se<br />

acompañan de PVE. Sin embargo, <strong>en</strong> el PVE idiopático no se han podido demostrar<br />

hasta ahora alteraciones neuromusculares.<br />

3. Det<strong>en</strong>ción del desarrollo fetal: alteración del desarrollo óseo del pie <strong>en</strong> etapa<br />

embriotiaria.<br />

4. Factores hereditarios: mayor incid<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> has con anteced<strong>en</strong>tes de PVE.<br />

Patología.<br />

El PVE se caracteriza por una displasia ósea g<strong>en</strong>eralizada de los huesos del tarso. El<br />

astrágalo es pequeño y deformado. El escafoides no articula con la cabeza del astrágalo,<br />

sino con su cuello. El calcáneo pierde su relación normal con el astrágalo, se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra


GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA<br />

<strong>Problemas</strong> Ortopédicos <strong>Frecu<strong>en</strong>tes</strong> <strong>en</strong> Pediatría<br />

Ped-38<br />

Año 2008 - Revisión: 0<br />

Página 9 de 16<br />

<strong>en</strong> equino y rotado hacia ad<strong>en</strong>tro. El antepié acompaña al calcáneo <strong>en</strong> esta rotación. Los<br />

ligam<strong>en</strong>tos articulares están <strong>en</strong>grosados y los músculos de la pierna y pie son<br />

hipotróficos.<br />

PIE BOT INVETERADO<br />

Todas estas alteraciones provocan una atrofia g<strong>en</strong>eralizada de la pierna y el pie.<br />

Diagnóstico.<br />

El diagnóstico del PVE no ofrece dificultad. A veces puede ser confundido con el<br />

metatarso aducto severo, pero el compon<strong>en</strong>te equino del PVE marca la difer<strong>en</strong>cia.<br />

Al exam<strong>en</strong> físico, el pie y la pantorrilla son pequeños. En el talón no se palpa el calcáneo<br />

que está asc<strong>en</strong>dido (equino). El tobillo está <strong>en</strong> varo y el antepié <strong>en</strong> aducción y supinación.<br />

Todas estas deformidades pued<strong>en</strong> ser rígidas e irreductibles, o por el contrario corregirse<br />

con maniobras suaves.<br />

La pres<strong>en</strong>cia de un PVE debe llevar a una búsqueda minuciosa de otras anomalías<br />

musculoesqueléticas o neurológicas.<br />

Luego del exam<strong>en</strong> clínico describiremos al PVE como:<br />

l. Tipo flexible: moderado, reductible y con bu<strong>en</strong>a respuesta al tratami<strong>en</strong>to incru<strong>en</strong>to.<br />

2. Tipo rígido: las deformidades no se corrig<strong>en</strong>. Pued<strong>en</strong> necesitar tratami<strong>en</strong>to quirúrgico.<br />

3. Tipo teratológico: asociado a <strong>en</strong>fermedades neuromusculares como artrogriposis, mielo<br />

m<strong>en</strong>ingocele y otros síndromes g<strong>en</strong>éticos (requiere tratami<strong>en</strong>to quirúrgico).


GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA<br />

<strong>Problemas</strong> Ortopédicos <strong>Frecu<strong>en</strong>tes</strong> <strong>en</strong> Pediatría<br />

Ped-38<br />

Año 2008 - Revisión: 0<br />

Página 10 de 16<br />

Radiología.<br />

En el niño de más de 6 meses de edad es útil para evaluar la gravedad de la deformidad.<br />

Se utiliza la radiografía de fr<strong>en</strong>te y perfil con apoyo del pie, donde mediremos los ángulos<br />

astragalocalcáneos y evaluaremos la relación de estos dos huesos con e! resto del pie.<br />

Tratami<strong>en</strong>to.<br />

El objetivo del tratami<strong>en</strong>to del PVE es corregir la deformidad mant<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do la movilidad<br />

normal. El pie deberá ser plantígrado con una normal superficie de apoyo sobre el piso.<br />

Debe permitirle al niño usar calzado normal y t<strong>en</strong>er una apari<strong>en</strong>cia aceptable.<br />

Tratami<strong>en</strong>to incru<strong>en</strong>to.<br />

El tratami<strong>en</strong>to inicial para todos los tipos de PVE es la corrección progresiva de las<br />

deformidades mediante la aplicación de botas altas de yeso. Se debe com<strong>en</strong>zar tan<br />

pronto como sea posible luego del nacimi<strong>en</strong>to.<br />

Técnica del <strong>en</strong>yesado. Se confecciona una bota corta de yeso, corrigi<strong>en</strong>do la deformidad<br />

con maniobras suaves. Los yesos se cambian semanalm<strong>en</strong>te. En una primera etapa (2 a<br />

4 semanas) se corrige la aducción del antepié. Posteriorm<strong>en</strong>te se corrige el equino y el<br />

varo de talón. Este tratami<strong>en</strong>to se manti<strong>en</strong>e hasta obt<strong>en</strong>er un pie plantígrado; pasando<br />

luego al uso perman<strong>en</strong>te de una férula de D<strong>en</strong>is Browne. Esta ortesis manti<strong>en</strong>e el pie <strong>en</strong><br />

flexión dorsal y rotación externa. Cuando el niño comi<strong>en</strong>za la marcha y ti<strong>en</strong>e el pie<br />

corregido, continuará con el uso nocturno de la férula.<br />

Con el tratami<strong>en</strong>to incru<strong>en</strong>to se consigue una corrección aceptable de las deformidades<br />

<strong>en</strong> el 60 % de los paci<strong>en</strong>tes. Cuanto m<strong>en</strong>or sea el niño al comi<strong>en</strong>za el tratami<strong>en</strong>to,<br />

mayores serán las posibilidades de éxito.<br />

Tratami<strong>en</strong>to quirúrgico.<br />

La edad adecuada para la cirugía es <strong>en</strong>tre los 6 y 8 meses. Para corregir las<br />

deformidades del pie, es necesario liberar las articulaciones y alargar los t<strong>en</strong>dones que<br />

manti<strong>en</strong><strong>en</strong> las relaciones anormales <strong>en</strong>tre los huesos del pie. De acuerdo con la severidad<br />

de estas deformidades puede ser necesario liberar las estructuras posteriores del pie, las<br />

internas o ext<strong>en</strong>derse hacia el lado externo (liberación completa de la articulación<br />

subastragalina).<br />

Pronóstico.<br />

La recidiva de la deformidad es frecu<strong>en</strong>te luego del tratami<strong>en</strong>to, tanto incru<strong>en</strong>to corno<br />

quirúrgico. Puede ser corregida con la aplicación de nuevos yesos o con operaciones que<br />

pued<strong>en</strong> incluir resecciones óseas (osteotomías) y, <strong>en</strong> otros casos leves, trasfer<strong>en</strong>cias<br />

t<strong>en</strong>dinosas.


GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA<br />

<strong>Problemas</strong> Ortopédicos <strong>Frecu<strong>en</strong>tes</strong> <strong>en</strong> Pediatría<br />

Ped-38<br />

Año 2008 - Revisión: 0<br />

Página 11 de 16<br />

Esta <strong>en</strong>fermedad, de por sí recidivante, hace que el niño deba ser controlado hasta la<br />

finalización de su crecimi<strong>en</strong>to.<br />

Metatarso varo<br />

También llamado antepié aducto, es la deformidad congénita más frecu<strong>en</strong>te del pie. El<br />

antepié se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> aducción, el borde externo del pie es curvo, pero el talón es<br />

normal ya que no hay equino.<br />

El tratami<strong>en</strong>to comi<strong>en</strong>za ni bi<strong>en</strong> se hace el diagnóstico, y consiste <strong>en</strong> manipulaciones y<br />

botas de yeso. El resultado final es exitoso <strong>en</strong> la gran mayoría de los casos y es<br />

excepcional la indicación quirúrgica.<br />

Pie talo valgo<br />

Esta deformidad está caracterizada por la desviación perman<strong>en</strong>te del pie <strong>en</strong> flexión dorsal<br />

(talo) y valgo del talón. En la mayoría de los casos es producido por un vicio de posición<br />

<strong>en</strong> la vida intrauterina, aunque también se lo ve asociado a otras malformaciones<br />

congénitas.<br />

El tratami<strong>en</strong>to consiste <strong>en</strong> la aplicación de férulas <strong>en</strong> la cara anterior de la pierna, que van<br />

llevando paulatinam<strong>en</strong>te el pie a la posición de flexión plantar.<br />

Astrágalo vertical<br />

También llamado pie plano convexo congénito, es una malformación caracterizada por la<br />

posición verticalizada del astrágalo (como <strong>en</strong> el pie plano), acompañada de equino del<br />

calcáneo. El pie se pres<strong>en</strong>ta sin bóveda plantar, observándose una convexidad <strong>en</strong> la<br />

planta. El talón es alto, y el dorso del pie se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra próximo a la pierna por la<br />

retracción de los músculos ext<strong>en</strong>sores.<br />

Puede pres<strong>en</strong>tarse como deformidad aislada, pero frecu<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te se acompaña de otras<br />

malformaciones.<br />

El tratami<strong>en</strong>to ortopédico con yesos no da resultados. El tratami<strong>en</strong>to quirúrgico debe<br />

realizarse antes de que el niño comi<strong>en</strong>ce la deambulación, y consiste <strong>en</strong> la liberación<br />

completa del astrágalo, permiti<strong>en</strong>do restablecer sus relaciones normales con los demás<br />

huesos del tarso, y la elongación de los t<strong>en</strong>dones retraídos (ext<strong>en</strong>sores y tríceps sural).


GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA<br />

<strong>Problemas</strong> Ortopédicos <strong>Frecu<strong>en</strong>tes</strong> <strong>en</strong> Pediatría<br />

Ped-38<br />

Año 2008 - Revisión: 0<br />

Página 12 de 16<br />

NORMAL METATARSO ADUCTO PIE BOT<br />

La luxación recidivante de la rótula.<br />

Habitualm<strong>en</strong>te se debe a una displasia regional que <strong>en</strong>globa al desarrollo asimétrico de la<br />

rótula con una hipoplasia de la carilla interna, asociándose a una tróclea plana con poca<br />

capacidad mecánica para ret<strong>en</strong>er a la rótula y a una asimetría <strong>en</strong> la t<strong>en</strong>sión de las aletas<br />

rotulianas. Algunas veces <strong>en</strong>contraremos una asociación a un g<strong>en</strong>u-valgo o a una<br />

alteración torsional de las extremidades inferiores.


GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA<br />

<strong>Problemas</strong> Ortopédicos <strong>Frecu<strong>en</strong>tes</strong> <strong>en</strong> Pediatría<br />

Ped-38<br />

Año 2008 - Revisión: 0<br />

Página 13 de 16<br />

Valoración clínica:<br />

Se debe valorar la hipermovilidad lateral de la rótula provocando un signo de apreh<strong>en</strong>sión<br />

de Smillie que provoca un gran temor <strong>en</strong> el niño, ya que la rótula puede luxarse.<br />

Mediremos así mismo el ángulo Q, se trata del ángulo formado por una línea que va de la<br />

espina ilíaca ántero-superior al c<strong>en</strong>tro de la rótula y otra línea que va del c<strong>en</strong>tro de la<br />

rótula a la tuberosidad tibial anterior. Para medir este ángulo colocaremos una toalla<br />

<strong>en</strong>rollada debajo de la rodilla para que ésta se mant<strong>en</strong>ga <strong>en</strong> un ángulo de 10º a 20º de<br />

flexión. El diagnóstico de inestabilidad fémoro-patelar <strong>en</strong> el niño es es<strong>en</strong>cialm<strong>en</strong>te clínico.<br />

El estudio radiológico estándar no mostrará alteraciones salvo <strong>en</strong> caso de luxación<br />

habitual de la rótula. Puede medirse la congru<strong>en</strong>cia fémoro-patelar con la ayuda de un<br />

TAC que nos informará así mismo de la displasia rotuliana y femoral.<br />

Tratami<strong>en</strong>to:<br />

El tratami<strong>en</strong>to deberá ser <strong>en</strong> principio ortopédico, mediante el uso de ortesis de<br />

cont<strong>en</strong>ción rotuliana y una fisioterapia progresiva y prolongada. Con cierta frecu<strong>en</strong>cia, <strong>en</strong><br />

caso de luxaciones verdaderas de la rótula, el tratami<strong>en</strong>to será quirúrgico, con el fin de<br />

estabilizar la rótula <strong>en</strong> su canal troclear y permitir un crecimi<strong>en</strong>to congru<strong>en</strong>te de ambos<br />

huesos.<br />

GENU VARO. Las rodillas diverg<strong>en</strong> - los tobillos converg<strong>en</strong>. Fisiológico (bilateral) o<br />

Patológico (uni o bilateral)<br />

Se trata de una incurvación de los miembros inferiores a convexidad externa y se<br />

<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra su punto más extremo a nivel de las rodillas. Es importante saber que el niño,<br />

desde su nacimi<strong>en</strong>to y hasta los 24 o 30 meses aproximadam<strong>en</strong>te pres<strong>en</strong>ta un g<strong>en</strong>u varo<br />

que debe ser considerado como fisiológico. Se controla por la separación que existe <strong>en</strong>tre<br />

ambos cóndilos femorales internos y cuya medida no debe sobrepasar los 6 cm (3 o 4<br />

dedos del examinador). Radiográficam<strong>en</strong>te el <strong>en</strong>trecruzami<strong>en</strong>to de los ejes trazados por la<br />

diáfisis de la tibia y el fémur no sobrepasará los 28º (radiografía con carga).<br />

G<strong>en</strong>u varo Fisiológico<br />

El más frecu<strong>en</strong>te<br />

Bilateral<br />

Hasta los 30 meses aproximadam<strong>en</strong>te<br />

6 cm de separación IC ( 3 dedos del examinador)<br />

Se deberán obt<strong>en</strong>er, <strong>en</strong> lo posible, datos familiares directos y aspecto social del niño.<br />

Si los controles de medición superan los reconocidos como normales o la deformidad<br />

persiste por <strong>en</strong>cima de los 36 meses, se deberá realizar un diagnóstico difer<strong>en</strong>cial con


GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA<br />

<strong>Problemas</strong> Ortopédicos <strong>Frecu<strong>en</strong>tes</strong> <strong>en</strong> Pediatría<br />

Ped-38<br />

Año 2008 - Revisión: 0<br />

Página 14 de 16<br />

el raquitismo car<strong>en</strong>cial de vitamina D, el raquitismo hipofosfatémico (Síndrome de<br />

Fanconi), la <strong>en</strong>fermedad de Blount (alteración del cartílago de crecimi<strong>en</strong>to interno de la<br />

tibia) g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te unilateral, malformaciones congénitas, osteoartritis, etc.<br />

La mayoría de los g<strong>en</strong>u varo que el pediatra examina <strong>en</strong> su consultorio, son de índole<br />

fisiológicos y deberá tranquilizar a los padres, manifestándoles que la deformidad irá<br />

paulatinam<strong>en</strong>te corrigi<strong>en</strong>do con el tiempo dando luego lugar a un g<strong>en</strong>u valgo; de lo<br />

contrario, se plantearán dudas que llevarán a los padres a consultar directam<strong>en</strong>te con un<br />

ortopedista.<br />

El g<strong>en</strong>u varo fisiológico no merece ningún tratami<strong>en</strong>to. El g<strong>en</strong>u varo patológico, sea<br />

idiopático o por causas específicas, requiere un tratami<strong>en</strong>to quirúrgico, <strong>en</strong> lo posible <strong>en</strong> la<br />

preadolesc<strong>en</strong>cia, mediante epifisiodesis u osteotomías de fémur, o de tibia y peroné.<br />

G<strong>en</strong>u valgo. Las rodillas converg<strong>en</strong> y los tobillos diverg<strong>en</strong>. Fisiológico (bilateral) o<br />

Patológico (uni o bilateral)<br />

La desviación de ejes de los miembros inferiores es s<strong>en</strong>tido contrario al del g<strong>en</strong>u<br />

varo, <strong>en</strong> donde las rodillas ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> a converger y las piernas se separan (rodillas<br />

<strong>en</strong>contradas o piernas <strong>en</strong> X).<br />

Se distingu<strong>en</strong> dos tipos de G<strong>en</strong>u valgo: uno articular que responde a un hecho<br />

absolutam<strong>en</strong>te fisiológico y otro esquelético, secundario a difer<strong>en</strong>tes causas.<br />

G<strong>en</strong>u Valgo Articular o fisiológico<br />

Entre los 3 y los 7 años existe un g<strong>en</strong>u valgo considerado como fisiológico, que no debe<br />

superar los 6 cm de separación intermaleolar <strong>en</strong> descarga del peso corporal (3 dedos del<br />

examinador). Esto obedece a la hiperlaxitud articular que el niño pres<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> el curso del<br />

desarrollo y a esa edad. Examinándolo <strong>en</strong> decúbito dorsal y colocando sus miembros<br />

inferiores ext<strong>en</strong>didos, podrán ponerse <strong>en</strong> contacto los maléolos tibiales <strong>en</strong>tre sí, sin<br />

ningún tipo de dificultad y sin que una rodilla se superponga a la otra. Esto demuestra<br />

que se está <strong>en</strong> pres<strong>en</strong>cia de un g<strong>en</strong>u valgo articular, fisiológico y que no merece<br />

tratami<strong>en</strong>to alguno. Debe tranquilizarse a los padres sin dejar de reconocer que la<br />

deformidad existe pero explicándoles que con el tiempo se irá corrigi<strong>en</strong>do.<br />

G<strong>en</strong>u Valgo Fisilógico<br />

El más frecu<strong>en</strong>te<br />

Bilateral<br />

Desde los 3 a los 7 años aproxim.<br />

6 cm de separación IM ( 3 dedos del examinador)


GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA<br />

<strong>Problemas</strong> Ortopédicos <strong>Frecu<strong>en</strong>tes</strong> <strong>en</strong> Pediatría<br />

Ped-38<br />

Año 2008 - Revisión: 0<br />

Página 15 de 16<br />

G<strong>en</strong>u Valgo Esquelético o patológico.<br />

En el G<strong>en</strong>u valgo esquelético, los niños no pasan por la etapa normal de g<strong>en</strong>u varo y por<br />

el contrario se constata desde el comi<strong>en</strong>zo de la marcha un g<strong>en</strong>u valgo que se irá<br />

acrec<strong>en</strong>tando con el desarrollo. El relato de los padres dirá que su hijo es torpe, que cae<br />

con frecu<strong>en</strong>cia y suel<strong>en</strong> t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> su corta historia, ruptura de di<strong>en</strong>tes y heridas <strong>en</strong> sus<br />

pómulos m<strong>en</strong>tón o arcos superciliares; referirán también que pid<strong>en</strong> ser llevados <strong>en</strong> sus<br />

brazos, que se cansan rápidam<strong>en</strong>te al caminar y que cuando son llevados de la mano,<br />

fácilm<strong>en</strong>te trastabillan y deb<strong>en</strong> ser sost<strong>en</strong>idos para evitar la caída. Estas se deb<strong>en</strong><br />

justam<strong>en</strong>te al choque de rodillas <strong>en</strong> cada paso que el niño realiza y que los desestabiliza.<br />

Cuando la separación bimaleolar supera los límites de la normalidad se puede apreciar, si<br />

se traza una plomada desde el c<strong>en</strong>tro de la cabeza femoral, que ésta no finalizará <strong>en</strong> el<br />

pie y todo el peso será soportado por las rodillas y <strong>en</strong> especial por el compartimi<strong>en</strong>to<br />

externo.<br />

Si esta deformidad persiste <strong>en</strong> el tiempo, es fácil imaginar que conducirá <strong>en</strong> etapas de la<br />

adultez a una severa artrosis de rodillas que obligará a su reemplazo protésico.<br />

G<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te estos paci<strong>en</strong>tes pres<strong>en</strong>tan un retropie <strong>en</strong> valgo (talones hacia ad<strong>en</strong>tro) que<br />

debe considerarse como un hecho comp<strong>en</strong>sador.<br />

La Radiografía de grandes ejes y con el niño parado, mostrará que el ángulo <strong>en</strong>tre el eje<br />

femoral y el de la tibia supera los 5º considerado como normal, es decir que aún <strong>en</strong> el<br />

adulto debe aceptarse un g<strong>en</strong>u valgo residual. En la etapa adolesc<strong>en</strong>te se podrá apreciar<br />

<strong>en</strong> la radiografía un mayor tamaño del cóndilo femoral interno con respecto al externo.<br />

Tratami<strong>en</strong>to<br />

El manejo terapéutico <strong>en</strong> las etapas tempranas consistirá <strong>en</strong> la indicación de un calzado<br />

con contrafuerte rígido y la colocación de un realce interno <strong>en</strong> el taco, com<strong>en</strong>zando con 3<br />

mm <strong>en</strong> los niños pequeños para ir aum<strong>en</strong>tándolo progresivam<strong>en</strong>te con el tiempo, no<br />

debi<strong>en</strong>do superar los 10 mm. El objetivo de este tratami<strong>en</strong>to radica <strong>en</strong> mejorar la marcha,<br />

evitar las caídas y brindar mayor confort <strong>en</strong> el niño.<br />

En los casos severos y a la edad de 12 o 13 años cuando existe una separación<br />

intermaleolar de 16 cm o más (8 o 9 dedos del examinador) será necesaria una indicación<br />

quirúrgica, previa solicitud de una edad de madurez ósea del paci<strong>en</strong>te, porque con el<br />

tiempo, este deseje estructurado conducirá a una segura artrosis de ambas rodillas, <strong>en</strong><br />

especial del compartimi<strong>en</strong>to externo.<br />

Las técnicas más utilizadas para el tratami<strong>en</strong>to quirúrgico son la epifisiodesis temporaria y<br />

la osteotomía de fémur y/o tibia y peroné.


GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA<br />

<strong>Problemas</strong> Ortopédicos <strong>Frecu<strong>en</strong>tes</strong> <strong>en</strong> Pediatría<br />

Ped-38<br />

Año 2008 - Revisión: 0<br />

Página 16 de 16<br />

Bibliografía:<br />

1. Rosselli, Duplat, Uribe, Turriago; Ortopedia Infantil. Editorial panamericana, 2005.<br />

2. Scherl, Susan; Common Lower Extremity Problems in Childr<strong>en</strong>; Pediatrics in<br />

Review Vol.25 No.2 February 2004.<br />

3. Sass P, Ghinwa H. Lower extremity abnormalities in childr<strong>en</strong>. American family<br />

physician, August 1, 2003 / volume 68, number 3.<br />

4. Stricker, Steph<strong>en</strong>; Sama, Andrew; Assessm<strong>en</strong>t of Angulation and Torsion of Lower<br />

Limbs in Childr<strong>en</strong>; International Pediatrics/Vol. 16/No. 3/2001 139<br />

5. Werner C. Brooks, MD, and Richard H. Gross, M; G<strong>en</strong>u Varum in Childr<strong>en</strong>:<br />

Diagnosis and Treatm<strong>en</strong>t; J Am Acad Orthop Surg 1995;3:326-335<br />

6. Gregory R. White; G<strong>en</strong>u Valgum in Childr<strong>en</strong>; Journal of the American Academy of<br />

Orthopaedic Surgeons; Vol 3, No 5, September/October 1995.<br />

7. Rebollo D. Manifestaciones ortopédicas frecu<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> el consultorio pediátrico.<br />

2005.<br />

8. Scherl S. Common Lower Extremity Problem in childr<strong>en</strong>. Pediatr. Rev. 2004;25:52-<br />

61.<br />

9. Clifford L et al. Foot and Leg Problems. Pediatr. Rev. 1993; 14:395-400.<br />

10. Gelfman M. Valores normales de g<strong>en</strong>u valgo <strong>en</strong> niños arg<strong>en</strong>tines de 2 a 12 años.<br />

Arch. Arg. Pediatr. 1998; 96: 103-107.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!