Descargar número completo (6,9 MB) - Eikasia
Descargar número completo (6,9 MB) - Eikasia
Descargar número completo (6,9 MB) - Eikasia
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
HIDALGO TUÑÓN, A.: Crítica al “pensar” de M. Heidegger desde el materialismo gnoseológico.<br />
la ayuda del fenómeno del valor?» (ST, p. 126) La única respuesta que aquí se anticipa remite, sin<br />
embargo, a Kant y el problema de la metafísica como horizonte (es decir, a la publicación de<br />
1935, cuando el distanciamiento con respecto a Husserl se ha consumado): «Con el<br />
descubrimiento radical de la extensio como praesupositum para toda determinación de la res<br />
corporea, Descartes preparaba la comprensión de un a priori cuyo contenido sería fijado luego<br />
más rigurosamente por Kant» (Ib.). Este guiño al apriorismo no es gnoseológicamente<br />
circunstancial, sino que remite directamente al enfoque fenomenológico de Husserl del que<br />
Heidegger se declara explícitamente seguidor todavía en Ser y Tiempo, (pese a las anotaciones<br />
posteriores del ejemplar de la choza). Si para aclarar la naturaleza del Dasein, vale decir, del<br />
hombre, no sirven de nada los resultados científicos de la antropología, la psicología y la biología,<br />
ello es debido a que hay que evitar toda cosificación positiva del sujeto, del alma, de la<br />
conciencia, del espíritu y de la persona. «Desde el punto de vista de una “teoría de las ciencias”,<br />
esas demarcaciones son necesariamente insuficientes, ya por el sólo hecho de que la estructura de<br />
dichas disciplinas -y no la “cientificidad” de los que trabajan en su desarrollo- es hoy<br />
enteramente cuestionable, y necesita de nuevos impulsos que deben brotar (otra vez) de la<br />
problemática ontológica» (ST, p.71). Desde un punto de vista filosófico Heidegger parece insinuar<br />
que las mencionadas ciencias siguen dentro de los límites explorados por Descartes sobre «el<br />
cogitare del ego», mientras la analítica del Dasein que el propone intenta dilucidar «el ser del<br />
sum. Sólo cuando este haya sido determinado podrá comprenderse el modo de ser de las<br />
cogitationes». Con ello queda establecido otro argumento a favor de la prioridad o el a priori de la<br />
filosofía sobre las ciencias, pues «estos fundamentos ontológicos nunca se dejan inferir<br />
hipotéticamente a partir de material empírico, sino que, por el contrario, ellos ya están siempre<br />
“allí” en el momento mismo de reunir el material empírico» y son «problemáticos en un sentido<br />
más radical que aquel en que puede serlo jamás una tesis de las ciencias positivas» (ST, p. 75).<br />
En nota a pie de página aclara Heidegger esta superioridad a priori de la filosofía apelando a<br />
Husserl, gracias al cual «hemos aprendido no sólo a comprender nuevamente el sentido de toda<br />
auténtica “empiría” filosófica, sino también a manejar el instrumento que ella requiere. El<br />
“apriorismo” es el método de toda filosofía científica que se comprenda a sí misma. Y como<br />
apriorismo no tiene nada que ver con construcción, la investigación del a priori exige la correcta<br />
preparación del terreno fenoménico». Ahora bien, ¿significa este alineamiento inequívoco con el<br />
Herr Profesor, al que dedica Ser y Tiempo, que Heidegger suscribe no ya sólo la tesis de la<br />
filosofía como «ciencia estricta» (strenge Wissenschaft), sino también el diagnóstico de que la<br />
<strong>Eikasia</strong>. Revista de Filosofía, 3 (Marzo, 2006). 17