El Cuidado Pastoral - OpenDrive
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Tales crisis como el divorcio, mudanza, muerte de un ser amado o<br />
enfermedades graves perturban a los niños. Pero generalmente ellos exhiben<br />
una gran capacidad para aceptar las crisis y moverse con las realidades de la<br />
vida. Donde muchos adultos son muy lentos para luchar con la presión de<br />
aceptación y reintegración, involucrada en resolver situaciones de crisis, los<br />
niños generalmente se expresan abiertamente y muy rápido comienzan a<br />
reconstruir su mundo a la luz de nuevas situaciones.<br />
Los adultos frecuentemente luchan por encontrar todas las razones posibles en<br />
medio de alguna crisis, o tratan de explicar lo que debiera o no haber pasado.<br />
Revisan muchas alternativas y aun así buscan más. Muchas veces se<br />
sobrecargan y, consecuentemente, se deprimen a causa de la desesperación<br />
que perciben. Los niños, sin embargo, tratan con las situaciones de crisis mucho<br />
más en concreto. Aun sus preguntas de: qué si… tratan con asuntos prácticos<br />
(como: “Qué si el abuelo no mejora; quién me llevará a pescar?”).<br />
Generalmente, a los niños en crisis no se les ministra a solas. Al contrario, se les<br />
cuida como parte de un grupo familiar. Este punto es importante ya que el<br />
cuidado provisto en tales situaciones frecuentemente es orientado hacia los<br />
adultos o el grupo familiar. Rara vez un niño recibe la parte de atención<br />
individual que necesita tanto. Tal vez, el simple hecho de llamar su atención a<br />
este punto le anime lo suficiente como para enfocar su atención más<br />
directamente sobre los niños.<br />
Qué debe hacerse? <strong>El</strong> niño necesita decir su historia sin ser juzgado. Hay<br />
necesidad de cuidar a los niños a través del contacto emocional, y aun físico,<br />
que sea de aceptación y apoyo. Simples declaraciones, reflejando las<br />
expresiones del niño, pueden ayudar a transmitir comprensión y aceptación:<br />
“Extrañas a tu abuelo. Tú le amabas mucho. <strong>El</strong> te amaba mucho a ti. Es muy<br />
duro creer que ya no esté más con nosotros.” Responder con expresiones<br />
cortas y simples; y si se los solicitan, datos simples y honestos, confortarán al<br />
niño. Acompañado por un afectuoso abrazo y una mirada amorosa, el niño<br />
podrá confrontar la situación con un agregado sentido de valor y seguridad<br />
personal.<br />
Miedo y ansiedad son una parte normal de la crisis, pero usualmente son de<br />
períodos cortos. Sin embargo, si éstos parecen excesivos o se continúan<br />
expresando después que se ha resuelto la crisis, es aconsejable referir a los<br />
padres y al niño a un especialista.