El acceso y el control de los recursos por parte de las mujeres: un ...

Grupo de Género, Autonomía y Seguridad
Alimentaria de la Comisión de Mujeres y Desarrollo
El acceso y el control de los recursos
por parte de las mujeres:
un desafío para la seguridad alimentaria
Recomendaciones

Hacia una seguridad alimentaria:
lucha contra las desigualdades
El papel de las mujeres en
la seguridad alimentaria
Durante los últimos años, ya sea con motivo
de la crisis de materias primas (productos
agrícolas, petróleo…), la crisis financiera,
o medioambiental (cambio climático), se han
registrado una serie de crisis que han impactado
en la seguridad alimentaria del mundo.
En 2009, el número de personas que pasaron
hambre en el mundo aumentó a 1.020 millones,
siendo éste el resultado más alto registrado
desde 1970. Desde el año pasado han
aumentado más de 100 millones de personas
que pasan hambre.
Las mujeres producen entre el 60 y el 80 % de
los alimentos en los países del Sur y son responsables
de la mitad de la producción alimentaria
del mundo. Y lo más paradójico es que el
70 % de las personas que pasan hambre viven
en zonas rurales, siendo las más afectadas las
mujeres y los niños. (FAO, 2009)
Las mujeres debido a su rol sociocultural, se
encargan de los cultivos de subsistencia (los
productos que solemos encontrar a diario en
nuestras mesas), del suministro de agua y de
la cosecha y/o la producción de plantas medicinales.
Del mismo modo, las mujeres son
las que se encargan de preparar la comida e
intentan equilibrar la dieta alimenticia de la
familia. Además, en el medio urbano, las mujeres
contribuyen significativamente al presupuesto
alimentario de los hogares gracias a
sus actividades remuneradas. Sin embargo,
en todo el mundo, y concretamente en África,
constatamos que éstas siguen teniendo menos
derechos que los hombres: como por ejemplo,
el acceso y el control de la tierra (o incluso la
seguridad de conservar dicha tierra), el acceso
a los medios financieros, a los medios de
producción, etc.
Del mismo modo, las mujeres se ven obligadas
a buscar terrenos lejanos, lo cual aumenta
sus gastos e incluso en situaciones de riesgo
(violencias, infracción por falta de información
cuando se encuentran en zonas de pasto…).
El acceso y el control de los medios financieros
también están limitados: en ciertos países
africanos, tan sólo el 10% de los créditos agrícolas
se conceden a mujeres.
Igualmente ellas tienen un acceso limitado a
los fertilizantes agrícolas y a diversos productos
(semillas mejoradas, pesticidas, etc.) así
como a las herramientas, ya que no disponen
de servicios de vulgarización o carecen de medios
económicos.
Además, el acceso y el control del tiempo y de
la mano de obra también son problemáticos.
Las mujeres deben combinar las obligaciones
vinculadas con la reproducción de la familia y
el trabajo productivo, lo cual explica que sus
jornadas estén a menudo sobrecargadas.
Por último, las mujeres tienen un acceso limitado
a la información, a la formación y a
la toma de decisiones y a menudo, sus necesidades
prácticas e intereses no se tienen en
cuenta al no estar aún o estar poco representadas
en los órganos de toma de decisiones.
El desafío es alcanzar la igualdad en el acceso
y el mantenimiento de los recursos para mujeres
y hombres, permitiéndoles de este modo
contribuir a la seguridad alimentaria, cuyos
tres elementos centrales son los siguientes: la
disponibilidad de los alimentos, es decir, una
producción alimenticia suficiente, el acceso
económico y físico a los bienes alimentarios
explotables y por último, la seguridad nutricional.
Las mujeres ocupan cargos importantes
en la aportación de estos tres elementos
indispensables a la seguridad alimentaría.
El empoderamiento de las mujeres
como estrategia sostenible
Durante los últimos diez años, el tema de la
seguridad alimentaria ha ido adquiriendo cada
vez más importancia y de hecho, también han
evolucionado las estrategias. El empoderamiento,
como un proceso, se inscribe lógicamente
como una pista de solución, tanto a nivel
individual como colectivo cuatro componentes:
TENER (el poder económico) – SABER (el poder
del conocimiento) – QUERER (el poder interno)
- PODER (el poder social y político).
Ante todo esto, la Comisión de Mujeres y Desarrollo
aconseja a todos los diferentes actores*
dar preferencia en las políticas de desarrollo,
a los cuatros componentes.

TENER
El objetivo del “tener” presupone la igualdad
en el acceso y el control de las mujeres de los
recursos, la tierra, el tiempo, los créditos, los
mercados y las tecnologías que les permiten
producir los alimentos
Promulgar y aplicar las leyes que concedan
igualdad de derechos de propiedad a las mujeres
y a los hombres y las leyes de herencia de
tierras y sensibilizar a los jefes tradicionales y
a las poblaciones de base, para que sean aplicadas.
Fomentar la producción y la diversificación
de los cultivos de productos gracias a una mayor
información, a la investigación-acción y a
otras actividades de vulgarización.
Fomentar el desarrollo de las técnicas de reducción
de las tareas agrícolas et domésticas.
En este sentido respaldar el reparto igualitario
de las tareas entre hombres y mujeres y entre
niños y niñas.
Promover la implementación de servicios sociales
(guarderías, etc.).
Garantizar el suministro de agua potable,
electricidad y energías renovables.
Mejorar el acceso a los servicios sanitarios y
de nutrición.
Favorecer la creación de fondos colectivos
de ahorro y de crédito haciéndolos accesibles a
todos y todas.
Fomentar y acompañar las actividades generadoras
de ingresos, como la transformación de
productos agrícolas de subsistencia y la creación
de micro-empresas rurales.
Promover la participación de hombres y mujeres
en la gestión y la organización de los trabajos
en el campo y en los graneros.
Mejorar las infraestructuras de transporte.
Mejorar la accesibilidad y la calidad de los
mercados mediante una mejor movilidad (a nivel
del acceso, del tiempo, los medios y los permisos)
y de la promoción del comercio justo.
Mejorar las infraestructuras de almacenamiento
y las técnicas de conservación.
Promover la certificación de los productos
biológicos.
* Actores a quienes son enviadas
las recomendaciones
= Estado: gobiernos nacionales, locales,
servicios técnicos, ministerio de
agricultura, ministerio encargado de la
promoción femenina, instituciones internacionales.
= Autoridades consuetudinarias:
autoridades consuetudinarias, religiosas
y tradicionales.
= Organismos de investigación: universidades,
institutos nacionales estadísticos,
escuelas agrícolas.
= Sociedad civil: organizaciones
campesinas, ONG, agrupaciones de mujeres,
familias, medios de comunicación.

SABER
El objetivo del “saber” radica en la creación,
la difusión y el hecho de compartir conocimientos
así como en la elaboración de datos
estadísticos sobre la agricultura, que tengan
en cuenta las desigualdades entre hombres y
mujeres.
Garantizar que en las investigaciones,
diagnósticos y recopilaciones de datos sean
sexo-específicos.
Garantizar que las investigaciones tengan
en cuenta los temas específicos de género
(violencia, acceso y control de los recursos,
acceso a los alimentos, identificación de las
discriminaciones alimenticias, reparto de la
dieta alimenticia en la familia, identificación
de las prácticas habituales favorables y desfavorables
para las mujeres).
Desarrollar investigaciones-acción que
tengan en cuenta las especificidades de los
hombres y de las mujeres, concretamente:
> los roles de hombres y de mujeres en
la agricultura
> la producción y la conservación de
semillas
> el impacto del cambio climático en la
seguridad alimentaria
> el impacto de las políticas de
cooperación en la seguridad y en la
soberanía alimentaría.
Desarrollar y respaldar los sistemas de comunicación
accesibles a las poblaciones rurales,
periféricas y urbanas, y que abarquen
temáticas vinculadas con el acceso y el control
de los recursos, la nutrición, las discriminaciones
alimenticias y los derechos de las
mujeres.
Organizar visitas de intercambios de experiencias
para mujeres y hombres valorizando
los enfoques innovadores a nivel técnico y
social (como el cambio de los roles de hombres
y mujeres).
Fomentar la valorización y la capitalización
de los conocimientos de las mujeres y
los hombres sobre los ecosistemas y los cultivos
tradicionales.
Recopilar datos diferenciados por sexo sobre
la agricultura y los tres pilares de la seguridad
alimentaria, que son:
> Disponibilidad/Producción
> Accesibilidad/Mercados
> Uso/Nutrición
y ponerlos al servicio de los planificadores,
técnicos y decidores.
Hacer que los hombres y mujeres participen
en la formación y en las campañas de
sensibilización sobre: el género, las leyes y
los derechos, la nutrición, el funcionamiento
de los servicios técnicos, los cultivos de subsistencia
y sostén y la alfabetización funcional,
económica y política.
Consolidar las capacidades de los servicios
técnicos a nivel nacional y descentralizado en
materia de seguridad alimentaria.

QUERER
El objetivo del querer consiste en el cambio
de las mentalidades hacia normas y costumbres
favorables para todos los miembros de
la familia, así como el respaldo del liderazgo
femenino.
Promover la sensibilización de todos los
actores implicados (autoridades locales, religiosas
y tradicionales, hombres, mujeres y
niños) sobre el respeto de los derechos de las
mujeres.
Garantizar un entorno de seguridad física
para permitir que las mujeres puedan asumir
sus funciones como productora, gestora,
transformadora, comerciante…
Trabajar sobre la autoestima de las mujeres
y apoyar el liderazgo de las mujeres.
Implementar los reglamentos destinados a
luchar contra cualquier forma de discriminación
de las mujeres, en cuanto al acceso y al
control de los recursos (la tierra y los medios
de producción), el reparto de la dieta alimenticia
en la familia y los tabúes alimenticios.
Apoyar la creación de redes de organizaciones
de mujeres.
Formar a los hombres y a los jóvenes sobre
el respeto a las mujeres y las buenas normas
de vida en relación a la salud, alimentación,
etc.

PODER
El objetivo del “poder” radica en que la sociedad
civil, concretamente las agrupaciones de
mujeres, participe en la elaboración de las políticas
que traten sobre la seguridad alimentaria.
En otras palabras, se trata de reforzar la autonomía
de los Estados para que garanticen una
seguridad alimentaria y promuevan una agricultura
familiar sostenible. Así como reconocer
el papel fundamental de las mujeres en la seguridad
alimentaria y exigir la aplicación de las
leyes para la igualdad de sexos.
Examinar y reorientar las políticas agrícolas
y alimentarias a favor de una agricultura familiar
sostenible teniendo en cuenta los intereses
concretos de las mujeres en la explotación familiar,
situación que no está homogeneizada en
absoluto.
Regular la filial agroalimentaria para proteger
una agricultura local en los países en los que la
seguridad alimentaria no esté garantizada.
Consolidar el poder político de los Estados
para regular los mercados con vistas a garantizar
el derecho a la alimentación y precios remuneradores
y estables para los productores y
productoras en un contexto de alta volatilidad
de precios y grandes desafíos climáticos.
Apoyar la participación de las mujeres en las
instancias de poder, así como en el desarrollo
rural y en las estrategias de seguridad alimentaria.
Garantizar la integración de de la perspectiva
de género durante la elaboración de los
presupuestos (genderbudgeting) de los ministerios
técnicos implicados (agricultura, economía/
finanzas, desarrollo rural, medioambiente)
y atribuirles un presupuesto adecuado.
Promover la implicación del ministerio encargado
de la promoción de la mujer en el análisis
y elaboración de las políticas nacionales agrícolas
y de seguridad alimentaria. Crear vínculos
entre los ministerios, como la agricultura, el
desarrollo rural, el medioambiente y el ministerio
de la mujer, mediante espacios interministeriales
reservados a un análisis de género.
Elaborar leyes que garanticen un acceso justo
a los recursos naturales, productivos y a la
alimentación como un derecho.
Revisar los textos fundamentales vigentes
(Constitución), comprobar su aplicación con
vistas a garantizar un acceso y un control justo
a los recursos naturales (agua, tierra, biodiversidad,
etc.), al conocimiento, a los créditos y a
las infraestructuras, a favor de las mujeres y de
los hombres.
Promover las organizaciones de mujeres (organizaciones
agrícolas y de economía solidaria
vinculadas con el sector agroalimentario).
Consolidar la participación efectiva de las
mujeres en la organización y la gestión financiera
de la producción, del almacenamiento y
de la comercialización de los productos agrícolas
en las organizaciones agrícolas y en las
federaciones.
Fomentar una mayor participación de las
mujeres en la toma de decisiones en el seno de
los hogares.
Secretaría de la Commisión Mujeres y Desarollo
Karmelietenstraat 15 (Na 59 – B305) - 1000 Bruselas
Tel. +32 2 501.44.43 - Fax +32 2 501.45.44 - Mail: cvo-cfd@diplobel.fed.be
Una publicación de la Comisión de Mujeres y Desarrollo
Fecha de publicación: Octubre del 2010
Dibujos de Lisette Caubergs
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