Nº 26-27 (ago.-set. 1968) - Publicaciones Periódicas del Uruguay

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LUISA BRIGNARDELLO
Universidad Nacional de La Plata fue preventivamente
desalojada el mismo día en que se decretaba
la intervención.
Rápidamente las Universidades quedaron acéfalas.
En cinco de las ocho Universidades Nacionales (3)
los rectores y decanos rechazaron las funciones de
meros administradores que la intervención les
concedía. Mientras las tres restantes (4) eran autorizadas
a reiniciar sus actividades, para las cinco
"decapitadas» se inició un receso docente, que el
Poder Ejecutivo dispuso para darse tiempo de
capear el temporal, y que debía haber tenido una
duración de tan sólo quince días (5).
Tardíamente el gobierno explicó la razón de su
intervención. El 3 de agosto, cinco dias después de
decretada la misma, el Ministerio del Interior entrega
a la prensa un comunicado oficial en el que
se dice: "La actitud asumida por el gobierno nacional
frente al problema universitario responde a un
insistente clamor de la opinión pública contra los
desórdenes en que han incurrido organizaciones
estudiantiles y autoridades universitarias.» Recuerda
que las Universidades Nacionales son costeadas
con la renta nacional cuya utilización no debe
verse distorsionada. "Las medidas adoptadas por
el gobierno nacional... no tienen por objeto avasallar
la autonomía.» En las reformas a realizarse
"no se van a menoscabar las jerarquías y atribuciones
de las autoridades». En cuanto a "las normas
que rigen a la universidad serán objeto de
una profunda revisión y elaboradas nuevamente
con el propósito de eliminar las causas de acción
subversiva».
Reacciones a la intervención
El comunicado no tranquiliza demasiado a los afectados.
Las protestas llueven sobre el gobierno central.
Y si bien es cierto que muchas voces clamaban
antes del golpe de junio por reformas y reorganización
para muchos problemas universitarios.
y entre ellos muy principalmente el de su gobierno
(voces que ante la intervención se declararán "a la
expectativa»), no puede negarse que las notas de
crítica son infinitamente más numerosas que las
de aprobación.
La politización de los movimientos estudiantiles.
que se traducía en panfletos. manifiestos, acciones
y hasta violencia callejera y en perturbación de la
vida universitaria, es el argumento principal de los
partidarios de la intervención, algunos de los
cuales habían visitado a las nuevas autoridades
para solicitarla. Entre los que harán públicas sus
declaraciones en dicho sentido figuran pocos movimientos
universitarios centristas, algunos que se
autodefinen como católicos y prácticamente todos
los de extrema derecha, entre ellos los nacionalistas,
cuya acción les acerca a la peligrosa vecindad
de "Tacuara». organización de choque racista y
nazi. También las ligas. uniones y federaciones anticomunistas
(6). Ellos hablarán de "un deformado
concepto de autonomía que propicia la impunidad
del caos y el desorden», de "la infiltración» o aún
de "la hegemonía marxista» en la universidad. De
la "necesidad de disolver las agrupaciones estudiantiles»
y "expulsar a los profesores marxistas»
pues la idoneidad moral y científica sería ,.jncompatible
con ideologías foráneas". Y rechazarán una
"estructura subversiva de gobierno» que prácticamente
identifican con el gobierno tripartito (7).
De estas voces se hace eco el matutino La Prensa,
de Buenos Aires, cuando en su editorial del 2
de agosto dice: "Al amparo de un mal entendido
concepto de autonomía legal [y] sin que se pudieran
tomar medidas elementales de seguridad [...]
el extremismo había dominado el ambiente universitario
[...j. Las universidades dejaron de ceñirse a
sus funciones específicas.»
Muchas más son las críticas que la ley de intervención
a las universidades merece. Ellas provienen
de todos los sectores de la ciudadanía que, sin
excepción, repudian las violencias policiales y el
atropello inútil a la dignidad académica; de las
autoridades universitarias y el cuerpo docente que
se expresan con extrema inquietud sobre el riesgo
de abolir la autonomia universitaria. amenazar la
(3) Las cinco son: Buenos Aires. La Plata, Córdoba.
Litoral y Noroeste.
(4) Noreste. Cuyo y del Sud.
(5) Del 1 al 16 de agosto fue su programación inicial.
Pero se prolongó hasta el mes de setiembre.
(6) Cierto es que en estos momentos los nombres de
dichas asociaciones se multiplican curiosamente y
muchos de ellos son grupos "fantasmas". con nombres
pero sin miembros.
(7) "Abolir el absurdo sistema tripartito de la reforma
anticristiana y antiargentina» (Liga Estudiantil Anticomunista).