Untitled - Seminario Conciliar de Madrid

"Hasta el
derramamiento
de sa ngre"
UNA REPRESENTACIÓN DEL SEMINARIO
VIAJA ROMA.
Con motivo de la imposición del capelo
cardenalicio a nuestro Arzobispo.
EI pasado día 21 de febrero doce
seminaristas y un diácono, con el Rector
y todos los formadores del Seminario,
tuvimos la gracia de poder asistir
en Roma la imposición del capelo
cardenalicio
nuestro Arzobispo D
Antonio María Rouco. Tan solo quince
días antes habíamos hecho un sorteo,
por comunidades, para elegir a
los afortunados que asistiríamos
al Consistorio y
acompañaríamos a nuestro
Arzobispo en ese
momento tan señalado. AI
llegar a Roma f uimos acogidos
en la residencia del
Instituto Teresiano, tundado
por san Enrique de
Ossó, cuya estatua pronto
veremos a la entrada de
nuestro Seminario, en Ia
vía Valcanutta en el extrarradio
de Roma.
El primero de los actos,
que estaba prevtsto que
tuviese lugar en el Aula
Pablo Vl, tuvo que ser trasladado,
por primera vez en
la larga historia de los
Consistorios, a la Plaza de
San Pedro ante la gran
af luencia de f ieles. El Papa
impuso el birrete cardenalicio
a los veinte n uevos pu rpu rados
como expresión de su entrega radical
- .-t-+^., ^ -,, r^r^-;-
d LI|)Lu y d )u l9ltr)ld hasta el derra_
mamiento de la propia sangre. Por la
tarde. las puertas del Vaticano se
abrieron para todo el pueblo para que
"visitas
di calore" En ellas, cada uno de
oudiéramos asistir a las llamadas
los nuevos cardenales ocupaba una
sala de los palacios del Vaticano en la
que recibía el saludo caluroso de sus
diocesanos, familiares y amigos. Entre
algún empujón que otro y tras una larga
espera, pudimos llegar hasta la
sala, maravillosamente decorada, en
que se encontraba nuestro querido
Arzobispo Allí saludamos también,
entre otros, al cardenal Ratzinger, que
comentó lo mucho que la lglesia de
Madrid y su Arzobispo esperaban de
nuestro Seminario.
Al día siguiente, domingo, también
en la Plaza de san Pedro, bajo un
espléndido sol, asistimos a la Misa presidida
por el Santo Padren la solemnidad
de la Cátedra de Pedro. En ella,
el Papa impuso el anillo cardenalicio
a los veinte nuevos miembros del colegio,
como signo del especial vinculo
esponsal que les une con la lglesia.
Por la tarde, y gracias un amigo de
Miguel Angel Arribas, pudimos visitar,
junto a los vicarios, algunos canónigos
de la Catedral y otros sacerdotes
de la diócesis de Madrid, la Capilla Sixtina,
la Sala Regia y la capilla paulina.
Construida por Pablo Vl, estaba flanoueada
oor los dos últimos frescos
pintados por Miguel Angel: La Conversión
de san Pablo y La Crucifixión
"
de Pedro. Esta vez, por gracia, st que
no te abandono Señor", Parecía decir
expresivamente Pedro, mientras le crucificaban
boca abajo. Pudimos visrtar
también otras dependencias que no
están habitualmente abiertas al público.
Por ultimo, el lunes 23, nuestro nuevo
Cardenal presidió una misa de
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