Nota completa - Revista Palermo

Hipódromo de San Isidro – Sábado 9 de agosto de 2008
CLASICO GENERAL PUEYRREDON (G.II)
Todo caballo de 4 años y más edad. Peso por edad.
POTRI ARLEQUIN
Festejó en la carrera más extensa
del calendario argentino
Remató la carrera con una acción
demoledora. Esa es la síntesis de la
destacada producción de Potri Arlequin
sobre los 3000 metros del Clásico Pueyrredón
(G. II). Tuvo aliento de sobra y muy buen final para
derrotar por siete cuerpos a Flag´s Boy, que luchó
hasta el final para quitarle el segundo puesto a
Silver Vasco por medio pescuezo. Siempre es
atractivo este tipo de cotejos de larga distancia y
gran número de aficionados se acercaron al
siempre lujoso hipódromo de San Isidro para ser
testigos de esta histórica competencia, que en el
comienzo lo tuvo a Ryman como decisivo puntero.
Hasta la señal de los 1600 metros marcó los
siguientes parciales; 400 en 26”09c , 800 en 50”
57c, 1’16”84 para las doce cuadras y la milla en
1’41”34c. En ese entonces, el único que le daba
batalla era Potro Tranquilo, pero nada estaba
definido y se sabía que era muy difícil aguantar la
vanguardia en todo el recorrido. Tal es así que los
dos ejemplares que salieron de entrada a dominar
el tren de carrera llegaron en las últimas
posiciones. Tercero corría Silver Vasco, mientras
que Pablo Falero, sobre la silla de Potri Arlequin,
confiando en la resistencia de este hijo de
Potridoon lo fue llevando de menos a más. Hasta
el palo de los 2.000 metros, Potri Arlequin peleaba
el cuarto puesto con Flag´s Boy y su jockey había

ealizó una perfecta
lectura de la carrera
ya que le guardaba
resto para desplegar
toda su fuerza en el
tiro derecho final. Ahí
fue donde el
defensor de las
sedas El Ronco se
ubicó en buena
posición, abrió su
marcha y al
encontrar un hueco
se mandó con
decisión. Cuando
Falero notó que
respondía a su
conducción fue a
buscar la prueba. En
los 350 metros
finales poco le costó
quebrar a Silver
Vasco. Una vez que se transformó en líder se
puso pegado a los palos y voló hacia el disco con
una sólida acción. Cada vez eran
mayores
las diferencias que le sacaba a sus
rivales y ahí estuvo lo mejor de la carrera, gracias
a la fuerte definición del ganador, que cruzó el
disco en el buen tiempo de 3’08”39c para
completar el “cansador” recorrido de los 3.000
metros. La celebración fue netamente uruguaya.
Caballo,
profesionales y
propietario son
oriundos del vecino
país y se dieron el
enorme gusto de
quedarse con una
prestigiosa prueba. A
Potri Arlequin le llegó
la hora de
adjudicarse una
contienda clásica, ya
había “amagado”
cuando completó el
podio en el Clásico
Provincia de Buenos
Aires de la
temporada pasada.
En la actualidad no
hay muchos
fondistas con estas
condiciones, pero
tampoco hay muchas
pruebas donde este alazán se pueda destacar.
Lo valioso que el entrenador Hugo Pérez cuidó
todos los detalles y su pupilo le respondió a lo que
él esperaba. Tal vez ahora sea tiempo de analizar
qué pasos a seguir. Por el momento se convirtió
en un exponente de la larga distancia que no
parece tener contras. De eso no hay dudas.
Nicolás Alcalde