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La vuelta al mundo naranja - Spend In

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Vuelta <strong>al</strong> <strong>mundo</strong><br />

<strong>La</strong> <strong>vuelta</strong> <strong>al</strong> <strong>mundo</strong> <strong>naranja</strong><br />

José A. Domínguez, madrileño de 30 años, ingeniero aeronáutico e ilusionista, nos trae de<br />

primera mano su última gran experiencia: la <strong>vuelta</strong> <strong>al</strong> <strong>mundo</strong>. Tras 259 días regresa con más<br />

peso en su mochila: 15.000 fotografías, 67.000 km, extraordinarias vivencias y un diario de viaje<br />

Nunca imaginé que pintar sin mucho criterio<br />

sobre Google Earth una futurible y soñada<br />

<strong>vuelta</strong> <strong>al</strong> <strong>mundo</strong>, el rey de todos los viajes,<br />

fuera el punto decisivo que me llevara a emprender<br />

el periplo poco tiempo después. A<br />

partir de ese momento la idea ya no estaba<br />

sólo en mi imaginación. El runrún en mi cabeza<br />

había comenzado y no encontraba razón<br />

<strong>al</strong>guna que me impidiera coger mi mochila y<br />

s<strong>al</strong>ir a ver <strong>mundo</strong>. Para un humano mínimamente<br />

curioso e inquieto, conocer su propio<br />

planeta y la actu<strong>al</strong>idad que le ha tocado vivir<br />

es lo menos que puede hacer. Además de curiosidad<br />

tengo s<strong>al</strong>ud. También tengo pasaporte<br />

español, de la Unión Europea, con lo que la<br />

tramitación y obtención de visados no es problema<br />

cruci<strong>al</strong>. El euro es una moneda fuerte<br />

y, hoy en día, volar grandes distancias es posible<br />

y nunca fue tan económico ni accesible<br />

para ninguna de las generaciones anteriores.<br />

¿Alguien da más? “Para eso habrá que ser millonario”<br />

escucho una y otra vez. Es paradójico,<br />

porque el coste de viajar durante un año,<br />

incluyendo todos los gastos y evitando países<br />

del m<strong>al</strong> llamado primer <strong>mundo</strong>, es inferior<br />

<strong>al</strong> coste de permanecer ese mismo tiempo de<br />

brazos cruzados en un país como España. Con<br />

todo esto y siendo sabedor de que ahí fuera<br />

esperan mil aventuras y maravillas, no me<br />

costó mucho esfuerzo abandonar la rutina del<br />

día de la marmota y, tras dieciséis pinchazos<br />

en concepto de vacunas, tomé rumbo hacia las<br />

cuatro partes del <strong>mundo</strong>.<br />

Mis viajes anteriores siempre habían sido<br />

cortos y en compañía; en esta ocasión no sería<br />

así. Debía ser largo en el tiempo, es necesario.<br />

Sólo cuando ha transcurrido un tiempo<br />

suficiente aparece la fase más provechosa,<br />

donde asoma la consciencia de un nuevo estado<br />

con tintes nómadas y el viaje comienza<br />

84•


Vuelta <strong>al</strong> <strong>mundo</strong><br />

FOTOGRAFÍA<br />

En esta página de arriba a abajo:<br />

+ Puesto de perfumes en Ulán Bator (Mongolia)<br />

+ Ambiente transiberiano en Rusia<br />

+ Mis cuadernos de viaje<br />

En la página anterior:<br />

+ José A. Domínguez en Aitutaki (Islas Cook)<br />

a ser también interior. <strong>La</strong>s preocupaciones<br />

de buscar <strong>al</strong>ojamiento, comida y transporte<br />

constantemente son relevantes <strong>al</strong> comienzo,<br />

tras <strong>al</strong>gunos días pasan a ser un hábito y después<br />

de <strong>al</strong>gunos meses se convierte en una<br />

tarea tot<strong>al</strong>mente secundaria. Exactamente<br />

ocurre lo mismo a la hora de regatear hasta<br />

en el menú o <strong>al</strong> pagar una habitación.<br />

Existen muchos modos de viajar y cada persona<br />

termina por encontrar el suyo propio;<br />

sólo hay que ensayar y elegir. <strong>In</strong>tenté huir<br />

de lugares turísticos con ventanillas de tickets,<br />

largas colas y autobuses en la puerta<br />

en favor de hacer vida <strong>al</strong>lá donde me encontrara.<br />

Elegir una buena ubicación para<br />

un desayuno con relente teniendo como<br />

escaparate una c<strong>al</strong>le transitada es el lugar<br />

ide<strong>al</strong> para practicar la actividad humana<br />

más elevada: la contemplación. Observar<br />

los gestos, pequeños det<strong>al</strong>les y maneras de<br />

actuar o trabajar de la gente loc<strong>al</strong> es el pasatiempo<br />

más enriquecedor. También es el<br />

entorno perfecto para desarrollar dos de mis<br />

pasiones: la fotografía y la elaboración de<br />

cuadernos visu<strong>al</strong>es.<br />

No di un solo paso sin cámara a mano. <strong>La</strong><br />

necesidad de poseer instantes en forma de fotografías,<br />

mi tesoro más preciado, estuvo presente<br />

en todo momento, rozando la obsesión y<br />

llegando a dirigir gran parte de mis hábitos.<br />

Uno de mis múltiples objetivos fue la producción<br />

de un cuaderno de viaje manuscrito.<br />

<strong>La</strong>s libretas Moleskine, con<br />

su clásico y potente estilo, son<br />

•85


Vuelta <strong>al</strong> <strong>mundo</strong><br />

86•


Vuelta <strong>al</strong> <strong>mundo</strong><br />

FOTOGRAFÍA<br />

En la página anterior de arriba a abajo:<br />

+ Templo de Swayambhunath en Katmandú (Nep<strong>al</strong>)<br />

+ Plaza de Tiananmen en Beijing (China)<br />

En esta página:<br />

+ Ushuaia en Tierra del Fuego (Argentina)<br />

el soporte ide<strong>al</strong> para documentar experiencias.<br />

Ideas, sensaciones, dibujos, reflexiones<br />

y recortes <strong>al</strong>imentan las entreveradas<br />

páginas donde el aspecto estético glob<strong>al</strong> es<br />

prioritario. <strong>La</strong> re<strong>al</strong>ización de crónicas de<br />

viaje es fundament<strong>al</strong> no sólo como materi<strong>al</strong><br />

para el recuerdo, sino porque ayuda a<br />

digerir las experiencias pasadas y potencia<br />

enormemente la observación en las venideras.<br />

Advierto que la tarea, si es meticulosa,<br />

es un sumidero de tiempo.<br />

Comencé en Moscú, a bordo del mítico tren<br />

Transiberiano. Concretamente recorrí la<br />

ruta del tren Transmongoliano, que atraviesa,<br />

además de no pocos husos horarios, gran<br />

parte de Siberia, Mongolia y el desierto del<br />

Gobi, fin<strong>al</strong>izando en Beijing. <strong>La</strong> huella de los<br />

fuertes cambios del siglo XX está muy presente,<br />

tanto en la burocrática Rusia como en<br />

la efervescente China. Con el tren como mi<br />

medio de transporte preferido recorrí China<br />

durante casi dos meses, asombrado por el<br />

enorme potenci<strong>al</strong> de este gigante formado<br />

por 1.300 millones de infatigables hormigas,<br />

todas de la clase trabajadora, que andan de<br />

un lado para otro siempre atareados con el<br />

fin de hacer más y más yuanes.<br />

Desde la primavera de 2007 existe una<br />

nueva y recomendable línea de tren hasta<br />

Lhasa (Tíbet) donde, durante los dos días de<br />

trayecto, tuve la oportunidad de charlar con<br />

un sincero y humilde budista tibetano sobre<br />

temas variados como su visión de la vida o<br />

los lamas más experimentados que son capaces<br />

de volar. Sus p<strong>al</strong>abras siempre venían<br />

adornadas con extraordinarias fábulas. Tíbet<br />

es un lugar que deja helado a cu<strong>al</strong>quiera<br />

por su crudeza, gentes que parecen traídas<br />

de otra época y sus insuperables paisajes.<br />

<strong>La</strong>s vistas del Him<strong>al</strong>aya desde un puerto a<br />

5.500 m de <strong>al</strong>titud o el propio Everest desde<br />

su campo base ponen los pelos de punta.<br />

Qué grande, Everest. Bravísimo.<br />

Tras unas semanas en Nep<strong>al</strong>, me asomé a <strong>In</strong>dia.<br />

No importa cuánto hayas viajado o vivido,<br />

<strong>In</strong>dia siempre produce un impacto brut<strong>al</strong>.<br />

Actu<strong>al</strong>mente no se puede re<strong>al</strong>izar una excursión<br />

interplanetaria, pero visitar este país es<br />

lo más parecido. Un lugar fascinante <strong>al</strong> que<br />

volveré porque <strong>In</strong>dia merece un gran viaje.<br />

•87


Vuelta <strong>al</strong> <strong>mundo</strong><br />

comencé en moscú y, a bordo del mítico tren transiberiano, atravesé<br />

siberia, mongolia y el desierto del gobi, fin<strong>al</strong>izando en beijing<br />

88•


Vuelta <strong>al</strong> <strong>mundo</strong><br />

FOTOGRAFÍA<br />

En la página anterior:<br />

+ Hong Kong<br />

+ Shanghai (China)<br />

En esta página:<br />

+ Glaciar Franz Josef (Nueva Zelanda)<br />

+ Buscando medio de transporte en Nep<strong>al</strong><br />

Dejando atrás Tailandia, país del que me<br />

enamoré, M<strong>al</strong>asia, Singapur e <strong>In</strong>donesia,<br />

puse pie en Austr<strong>al</strong>ia. En un santiamén<br />

pasé del respeto, humanidad, costumbres y<br />

sonrisas de Asia a la sociedad del plástico,<br />

de las tarjetas de crédito y del pague-portodo.<br />

Física y anímicamente Austr<strong>al</strong>ia fue el<br />

punto más bajo del viaje. Al menos Nueva<br />

Zelanda es agradable para los ojos.<br />

Es <strong>al</strong>tamente recomendable cruzar el Pacífico<br />

dando s<strong>al</strong>tos de isla en isla sin s<strong>al</strong>irse un<br />

ápice de las líneas tropic<strong>al</strong>es. Cada una de las<br />

islas, que son infinitas, es única, y volar en<br />

esta zona del planeta resulta especi<strong>al</strong>mente<br />

tranquilo aunque caro. Debo señ<strong>al</strong>ar aquí,<br />

con ilusión, el lugar más idílico que he visto<br />

jamás: Aitutaki, en Islas Cook, una isla paradisíaca<br />

rodeada por un arrecife de cor<strong>al</strong>, tan<br />

perfecta que no parece re<strong>al</strong>. Tahití y la exclusiva<br />

Bora Bora fueron las últimas perlas en<br />

medio del vasto océano antes de aterrizar con<br />

tino sobre la remota Isla de Pascua.<br />

Volver a hablar castellano en América del<br />

Sur fue una extraña sensación. Comencé en<br />

Chile lindo y continué después por Argentina,<br />

la tierra de los mejores bifes. Emulando<br />

el lugar más idílico<br />

que he visto jamás<br />

es Aitutaki, en las<br />

islas cook, una isla<br />

paradisíaca rodeada<br />

por un arrecife de<br />

cor<strong>al</strong>, tan perfecta<br />

que no parece re<strong>al</strong><br />

a Juan Sebastián Elcano y a otros grandes<br />

viajeros, no podía eludir el paso por el Estrecho<br />

de Mag<strong>al</strong>lanes. Acabé en Ushuaia<br />

(Isla del Fuego), la ciudad más austr<strong>al</strong> de la<br />

tierra, <strong>al</strong>lá tan lejos donde re<strong>al</strong>mente acaba<br />

el <strong>mundo</strong> y así t<strong>al</strong> cu<strong>al</strong> lo refleja un letrero:<br />

“Fin del <strong>mundo</strong>”. Mis últimos días de viaje<br />

transcurrieron en Río de Janeiro donde,<br />

paseando por la playa de Copacabana, me<br />

preguntaba si re<strong>al</strong>mente éste era el fin<strong>al</strong> de<br />

mi viaje. ¿<strong>La</strong>s <strong>vuelta</strong>s <strong>al</strong> <strong>mundo</strong> tienen un<br />

último día? Nadie me avisó de ello.<br />

Fui tan libre y feliz que podía hasta volar.<br />

Me quedo con las doce páginas que ocupan<br />

los contactos de nuevas personas conocidas,<br />

con el continuo y v<strong>al</strong>ioso aprendizaje, con las<br />

charlas mantenidas con otros viajeros en el<br />

camino, con las auténticas maravillas que<br />

deben ser observadas, con las experiencias<br />

de todo tipo, ya presentes para el resto de mi<br />

existencia, con las penetrantes miradas de<br />

las diferentes culturas y con la sensación de<br />

entender un poco más este <strong>mundo</strong> re<strong>al</strong>, que<br />

tanto dista del que estamos acostumbrados<br />

en nuestra vieja y anestesiada Europa.<br />

Anímense. Seguramente viajar es la mejor inversión<br />

posible y con tan buenas propiedades<br />

como el mismísimo bálsamo de Fierabrás.<br />

•89

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