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Estructura y función del músculo. Metabolismo muscular

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Sistema cardiovascular y ejercicio 77<br />

Con el ejercicio físico aumenta la demanda <strong>del</strong> músculo en<br />

oxígeno y nutrientes lo que obliga a establecer adaptaciones<br />

cardiovasculares. La respuesta adaptadora difiere<br />

mucho en los distintos mo<strong>del</strong>os de ejercicio, pero desde el<br />

punto de vista descriptivo es útil considerar dos mo<strong>del</strong>os principales<br />

de ajuste: en ejercicios de baja intensidad y larga duración,<br />

frente a cargas livianas y, en ejercicios de potencia, con<br />

cargas elevadas y grandes desarrollos de la fuerza.<br />

5.1. Adaptación cardiovascular<br />

al ejercicio aeróbico, dinámico<br />

o de endurancia<br />

En los ejercicios dinámicos intensos las necesidades de oxígeno<br />

y nutrientes en el músculo se multiplican hasta por 50.<br />

Aumenta el volumen de sangre impulsado por el corazón en la<br />

unidad de tiempo, la presión arterial media y la velocidad de<br />

circulación de la sangre; se modifican los flujos de sangre a los<br />

distintos territorios y las resistencias periféricas con vasoconstricción<br />

en territorios inactivos y vasodilatación en los activos.<br />

Los trazos esenciales de este mo<strong>del</strong>o de adaptación son<br />

(figura 5.1):<br />

a) Aumento <strong>del</strong> gasto o caudal cardíaco (Q·), equivalente<br />

al volumen minuto cardíaco (VMC), con mayor frecuencia<br />

cardíaca (número de latidos por minuto, fc) y<br />

volumen de sangre expulsado por cada sístole (volumen<br />

de eyección o volumen sistólico, Vs).<br />

Figura 5.1. Aspectos esenciales de la adaptación cardiovascular al<br />

ejercicio.<br />

b) Aumento de la presión sanguínea arterial media, resultante<br />

de la mayor fuerza de contracción <strong>del</strong> corazón y<br />

la vasoconstricción en las zonas no activas.<br />

c) Modificaciones <strong>del</strong> calibre arteriolar, con vasoconstricción<br />

generalizada en las zonas inactivas y vasodilatación,<br />

en las activas.<br />

De esta manera el mayor caudal sanguíneo se dirige a<br />

mayor presión, específicamente hacia los territorios que lo<br />

precisan.<br />

5.1.1. Modificaciones <strong>del</strong> gasto cardíaco<br />

inducidas por la actividad física<br />

El gasto cardíaco equivale al total de litros de sangre que<br />

salen de los ventrículos en la unidad de tiempo. Se expresa en<br />

L · min -1 y corresponde al producto volumen de expulsión sistólica<br />

(Vs) por frecuencia cardíaca (fc).<br />

Q . = VMC = Vs (L) x fc (ciclos.min –1 ) = L · min –1<br />

En situación de reposo el VMC varía con la postura: con<br />

cifras de 5 a 6 L · min -1 en posición de pie, y algo superiores en<br />

decúbito (figura 5.2). En este caso, los efectos de la acción gravitatoria<br />

sobre la columna sanguínea son menores, disminuyendo<br />

las resistencias vasculares. Como la fuerza de contracción<br />

de la musculatura cardíaca ventricular permanece<br />

constante, el volumen de expulsión sistólica será mayor, con<br />

ligera disminución de la fc.<br />

Con la actividad física el VMC aumenta. El incremento<br />

depende de la potencia <strong>del</strong> ejercicio; pudiendo llegar en condiciones<br />

de esfuerzo máximo a valores muy superiores a los de<br />

reposo (figura 5.2). Las cifras máximas alcanzables de gasto<br />

cardíaco varían en función <strong>del</strong> nivel de entrenamiento; en el<br />

no entrenado, puede ser de unos 30 L · min -1 , llegando en los<br />

entrenados a cifras de hasta 40 L · min -1 o incluso más, gracias<br />

a la mayor repleción ventricular, con mayor Vs y superior<br />

capacidad contráctil <strong>del</strong> miocardio.<br />

Los incrementos <strong>del</strong> VMC (figura 5.3) en ejercicios de<br />

intensidad baja y moderada son directamente proporcionales<br />

a la magnitud <strong>del</strong> esfuerzo para potencias de esfuerzo inferiores<br />

al 40% o 50% de V·O 2 máx. 1 ; en ejercicios intensos se pierde<br />

esta linealidad con tendencia a la estabilización <strong>del</strong> VMC a<br />

partir de valores de potencia cercanos al 60 o 70% de V·O 2<br />

1 En fisiología <strong>del</strong> ejercicio la intensidad de trabajo suele expresarse en base al consumo de oxígeno expresado en % V·O 2 máx. De esta manera se establece<br />

mejor el nivel de trabajo solicitado.

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