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• Poetas mexiquenses
ENRIQUE CARNIADO PERALTA
Por: M. en A.P. Rodolfo Alanís Boyzo
Abogado, poeta y escritor, nació en la ciudad de Toluca el 14 de
diciembre de 1914, casi a la mitad de la década en que se llevó a
cabo la gesta revolucionaria iniciada por Francisco I. Madero en 1910.
Hijo de los señores Gerardo Carniado y Beatriz Peralta, realizó sus
primeros estudios en el Liceo Universal Católico de su ciudad natal y
la enseñanza preparatoria en el Instituto Científico y Literario de
Toluca de 1913 a 1916, sosteniendo sus estudios con el sueldo que
tenía como mecanógrafo en el Tribunal Superior de Justicia.
Con el ánimo de formarse como abogado, en 1917 se trasladó a la
Ciudad de México, inscribiéndose en la Escuela Nacional de
Jurisprudencia, la cual tuvo que abandonar momentáneamente por
falta de recursos. Gracias a la beca que recibió por parte del Gobierno
del Estado de México y de la Fundación Torres Adalid a partir de 1918
pudo concluir su carrera, obteniendo el título de abogado en 1922.
Aún cuando es más conocida su actividad como poeta, Carniado también desarrolló una importante
carrera profesional. Un año después de titulado se desempeñó como Procurador General de Justicia
del Estado de Morelos, y en 1924 fue Secretario de la Comisión Nacional de Reclamaciones,
institución creada por el Estado Mexicano para dar respuesta a los reclamos de particulares e
instituciones de los daños sufridos durante la Revolución.
La labor educativa también fue un aspecto importante de su vida, por lo cual durante el período de
1925 a 1927 fungió como Director del Instituto Científico y Literario, después de lo cual ejerció su
profesión como litigante en sus despachos de las ciudades de Toluca y México de 1928 a 1930.
En 1931 se incorporó nuevamente al servicio público, ingresando a la Junta Central de Conciliación y
Arbitraje del Distrito Federal, de la cual llegó a ser su presidente y a formular su Reglamento. En esta
etapa de su vida también participó en la redacción de la Ley Federal del Trabajo, elaborando un
apartado de la misma.
A partir de 1932 y hasta 1948 nuevamente se dedicó a litigar por su cuenta, como especialista en
Derecho Laboral, para después reingresar al sector público como asesor jurídico del ministro de la
Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, presidente de un sector de la Junta Federal de
Conciliación y Arbitraje y participante como observador en la Convención Internacional de
Radiodifusión por Altas Frecuencias por parte de la Secretaría de Comunicaciones. Esto lo proyectó
para que en 1949 viajara a Europa para firmar como representante de México una serie de convenios
con Francia, Italia, Suiza y España, relacionados con comunicaciones radioeléctricas, telefónicas y
telegráficas, y en 1951 fue miembro de la delegación mexicana que asistió al Congreso
Interamericano de Carreteras, celebrado en Lima, Perú.