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Viernes 14 de diciembre de 2007<br />
29. festival internacional <strong>del</strong> nuevo cine latinoamericano / <strong>del</strong> 4 al 14 de diciembre<br />
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Historia de un hombre que se construyó a sí mismo<br />
Por GLADYS GONZÁLEZ<br />
Luis Alberto García, reconocido actor cubano <strong>del</strong> cual el<br />
público recuerda memorables interpretaciones en Clandestinos<br />
o La vida es silbar, muestra también, a los amantes<br />
<strong>del</strong> cine de la región, su primer trabajo como realizador.<br />
Leal al tiempo –documental producido por Alejandra Ochoa<br />
y con música de Polito Ibáñez–, logra, gracias al montaje,<br />
la selección exhaustiva de testimoniantes y la excelente<br />
fotografía, develar a un Eusebio Leal historiador, humano,<br />
caballero, patriota y entregado a la labor de salvaguardar la<br />
memoria de la Ciudad de La Habana.<br />
Con Leal al tiempo debutas como director. ¿Por qué dedicarle<br />
este documental al Dr. Eusebio Leal? ¿Cómo surge la idea<br />
de realizarlo?<br />
Este año se cumple el 40 aniversario de que el Dr.<br />
Eusebio Leal comenzara a desempeñarse como Historiador<br />
de la Ciudad de La Habana. Una amiga común entre él<br />
y yo, Alejandra Ochoa, quien residía en La Habana Vieja<br />
hasta hace muy poco tiempo, me dijo en el mes de febrero<br />
que quería hacerle a Leal una especie de homenaje, pero<br />
que no tenía claro si a través de un libro, un disco o un<br />
documental. Enseguida le dije que era el audiovisual lo<br />
más apropiado. Hacía tiempo venía rumiando en mi cabeza<br />
la idea de incursionar en la dirección. Esa fue una oportunidad<br />
que parecía caída <strong>del</strong> cielo. Esa fue la génesis <strong>del</strong><br />
proyecto y yo me niego a decir que ha sido un documental<br />
por encargo.<br />
Desde la primera oportunidad en que trabajamos juntos<br />
Alejandra y yo, siempre tuve claro que eso era algo<br />
que quería hacer porque Eusebio, en el imaginario popular<br />
y en el mío propio, es patriota, con todo lo que esa<br />
palabra pueda implicar. A mí me interesaba mostrar la<br />
faceta más humana. No quería entregar el personaje público<br />
porque ese ya lo hemos visto durante años en reuniones,<br />
congresos y en su programa televisivo semanal<br />
Andar La Habana. A ese Eusebio sí lo conoce toda Cuba.<br />
Quería hurgar en el más íntimo y personal que, a la larga,<br />
es el que construyó al otro. Quería demostrarles a todos<br />
cómo este hombre es realmente de los que cree que toda<br />
la gloria <strong>del</strong> mundo cabe en un grano de maíz. Es alguien<br />
que se entrega a su país y a su gente 25 horas al día sin<br />
pedir nada a cambio. Para mí es casi un Quijote peleando<br />
contra molinos de toda clase.<br />
La pasé muy bien porque estaba haciendo un documental<br />
que me nacía <strong>del</strong> corazón y de la admiración. Como<br />
soy partidario de que los homenajes deben realizarse en<br />
vida, me pareció honesto, hermoso, hacerle esta especie de<br />
regalo a un hombre tan especial y a la obra de tantos seres<br />
humanos que laboran en la Oficina <strong>del</strong> Historiador, porque<br />
como él mismo ha asegurado –y no son palabras vanas–,<br />
no ha sido un trabajo de él solo.<br />
Llama la atención en el documental la selección de los<br />
entrevistados…<br />
Se consultó con Leal. Nadie mejor que él para saber<br />
quiénes son sus allegados, quiénes le conocen desde hace<br />
mucho tiempo y tienen una verdadera dimensión de lo<br />
que ha sido su vida. No solo intervienen figuras de la política<br />
o <strong>del</strong> arte y la cultura, también entrevistamos a personas<br />
de la calle y todos aparecen con sus nombres, apellidos<br />
y profesiones. En mi criterio, son tan importantes las visiones<br />
que de Eusebio puedan tener hombres como Alfredo<br />
Guevara o Silvio Rodríguez, que las de los cocheros o los<br />
que empujan carretillas a diario en La Habana Vieja. Y es<br />
que de eso se trata. Leal pertenece por igual al grupo de las<br />
mentes más encumbradas <strong>del</strong> país y a los ciudadanos anónimos.<br />
A estos últimos ha dedicado su vida.<br />
Si tuvieras que sintetizar las razones por las cuales recomiendas<br />
visionar este material, ¿cuáles serían?<br />
Proyecté este documental en Holguín en la Muestra <strong>del</strong><br />
Audiovisual Iberoamericano y en ciertos círculos de conocidos.<br />
La reacción ha sido muy buena. Yo estoy muy contento<br />
con lo que ha pasado. Si tuviera que promocionarlo con mis<br />
palabras les diría que no es algo aburrido, ni hecho ex profeso<br />
para profesionales <strong>del</strong> ramo, arquitectos o historiadores. Es<br />
un documental para la gente común. A ellos los invito a que<br />
sean testigos de cómo un hombre, con gran decencia, inteligencia<br />
y sensibilidad, se fabricó a sí mismo para poder hacer<br />
la obra que hoy estamos disfrutando todos.<br />
Luego de este comienzo, ¿piensas continuar en el camino<br />
de la realización audiovisual?<br />
Sí, lo puedo asegurar. Una vez que me metí en esto, y<br />
que me ha gustado y apasionado tanto, no pienso parar. Lo<br />
que sucede es que quiero pensármelo bien para hacer las<br />
cosas sin correr ni apurarme demasiado. De la realización<br />
digo lo mismo que de la actuación: veo estas profesiones<br />
como carreras de fondo, no de velocidad. Ideas tengo muchas,<br />
pero quiero tomarme un tiempo para trabajar con la<br />
mayor seriedad posible.<br />
Quizás me van a juzgar con mucha más dureza que a<br />
los demás: cuando uno es un actor establecido y te pasas al<br />
campo de la realización, a menos que tengas muchas y<br />
buenas cosas que decir, los demás enjuician y comienzan<br />
a preguntarse si realmente la vida le dio talento para eso<br />
o está inventando. No quiero inventar nada, pero sí siento<br />
la necesidad de expresar las ideas que como actor no puedo<br />
decir. En la interpretación, uno siempre está atado a lo que<br />
otro escribe o quiere. Como realizador, puedo sacar a la luz<br />
mi visión de la realidad.<br />
Una película en Nueva York<br />
Foto: Vladimir Molina<br />
Por IVET GONZÁLEZ LEMES<br />
La cinta Padre Nuestro, dirigida por Christopher Zalla, compite<br />
en la categoría de Largometrajes de Ficción <strong>del</strong> 29.<br />
<strong>Festival</strong> de <strong>Nuevo</strong> <strong>Cine</strong> Latinoamericano de La Habana.<br />
Zalla apuesta por el cine independiente, por una óptica<br />
personal y todo lo que se aleje de los cánones de Hollywood.<br />
Ahora, el joven director muestra la ciudad de Nueva York,<br />
en un ambiente desgarrador y artísticamente osado.<br />
¿Por qué el tema de la emigración?<br />
Empecé pensando en hacer una peli sobre las relaciones<br />
humanas y, más que todo, sobre cómo es sentirse fuera<br />
<strong>del</strong> mundo. Era muy fácil que surgiera la idea de la emigración.<br />
Tengo muchos amigos en Nueva York que son emigrantes.<br />
He sido como un emigrante toda mi vida: he vivido<br />
como en 20 países. En realidad, no sé lo que significa<br />
ser mexicano en los Estados Unidos, mexicano pobre, ni<br />
nada de eso. Pero para mí, el cine es un proceso de adentrarse<br />
en mundos que no conoces. Es un proceso de querer conocer,<br />
querer comunicarse con otras personas, es un proceso<br />
de cruzar barreras… Ese es el tema: cruzar barreras.<br />
Hace poco reconoció en una entrevista que Padre Nuestro,<br />
“no es fácil de ver ni sirve para sentirse mejor”. ¿Qué se<br />
propuso específicamente transmitir con este filme?<br />
El cine de Hollywood es como una droga y si dejamos<br />
que el espectador siempre se sienta feliz, y creamos una<br />
imagen <strong>del</strong> mundo cómoda, van a entrar más gente a los<br />
cines. Los filmes que son para escaparse <strong>del</strong> mundo, muy<br />
divertidos, me gustan también, pero tienen que dejar espacio<br />
para otros sentimientos. Quería luchar para mostrar lo<br />
que está pasando, porque si muere el cine independiente,<br />
muere el cine.<br />
También tiene que ver con mi visión de la familia: para<br />
mí la familia no tiene nada que ver con el vínculo de sangre.<br />
Usted muestra en su filme la cara menos luminosa de Nueva<br />
York. ¿Qué otras facetas de esa ciudad le gustaría filmar?<br />
La diversidad y mezcla de culturas, de las cuales salen<br />
otras maneras de hablar. Eso no quiere decir que la cara que<br />
hemos puesto es la cara de Nueva York. Hay otras caras.<br />
También es una cara un poco estilizada, un poco creada,<br />
porque quería crear un sentimiento de ansiedad. Si en Nueva<br />
York hay mucha esperanza, también es muy difícil vivir,<br />
hay que trabajar, trabajar, ganar, ganar, para sobrevivir.<br />
Desde el punto de vista de la técnica cinematográfica, Padre<br />
Nuestro tiene sus particularidades a la hora de componer<br />
los cuadros, los planos, la fotografía, el color. ¿Qué persiguieron<br />
al utilizar esas constantes en su cinta?<br />
Quisimos tratar el tema de las barreras, no solamente<br />
geográficas, también morales. No hay un mundo entre el<br />
blanco y el negro, sino un mundo de grises. Yo quería crear<br />
una oscuridad, unos colores que jugaban entre el totalmente<br />
blanco y el negro. También siempre quería poner<br />
barreras en los cuadros, cosas que obstruyeran la imagen,<br />
lo que quizás queremos ver, para causar en el espectador el<br />
sentimiento de cómo es estar afuera. Eso también da un<br />
sentimiento de voyeur, de ver lo prohibido, da una sensación<br />
de realismo.<br />
Cada vez son más los realizadores estadounidenses, que<br />
no tienen raíz latina, y filman temas relacionados con esas<br />
comunidades en su país. ¿Por qué cree que ha ocurrido este<br />
acercamiento?<br />
En el mundo latino está emergiendo un cine interesado<br />
en el arte, en la verdad, en luchar contra el estilo de<br />
Hollywood. Las personas <strong>del</strong> arte, que están fuera <strong>del</strong> mundo<br />
latino, se están identificando un poco con una parte de<br />
su sociedad. Hay una gran ilusión de hacer algo sobre el<br />
solitario, el que está afuera. Hay actores en México que<br />
tienen gran talento como Gael (García), Diego (Luna) y<br />
Jesús Ochoa, el actor principal de nuestra película, que<br />
quieren buscar la verdad.