El Castillo del Dr. Perujo - Uruguay Educa

La casa era una publicidad muda. Visible desde lejos, enviaba un mensaje sobre la calidad
profesional del abogado Perujo, tan buena que le había dado éxito económico. Quizá él no meditó
específicamente estas ventajas, pero siguió lo acostumbrado en su tiempo y detrás de lo
acostumbrado subyacía esta finalidad.
La geografía puede decir mucho sobre la gente. Es notable el contraste de localización entre
su mansión y “El Peñasco”, más impactante por la altura y quizás en el aspecto, pero también más
inaccesible, algo que Perujo no debía hacer puesto que necesitaba facilitar -no dificultar- el
acceso a su escritorio. Igualmente resaltó la casa colocándola en la cima de una suave colina que
ascendía desde el arroyo Maldonado, y le agregó una larga avenida –la longitud creaba
expectativa- que anunciaba la importancia del dueño de casa.
10 El vecino "Peñasco", de Maximiliano Seijo, circa 1915.
A pesar de la imagen que esta investigación pueda dejar, Perujo no fue un hombre ostentoso
ni arrogante, sino lo contrario. Por eso se ganó el respeto, la valoración y el afecto de la gente, y
no solo de la encumbrada. Era consciente de su posición privilegiada -que le venía desde sus
orígenes en España- e incluso conservó características traídas seguramente desde la cuna, pero
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