Andalucía de Excelencia

Un lenguaje para
los datos imperfectos
Investigadores andaluces de las universidades de Granada, Jaén y Córdoba) pretenden acercar los ordenadores
a la forma de comunicarse y razonar del hombre. Para ello, desarrollan nuevas herramientas
para manipular ingentes cantidades de datos, procedentes de fuentes heterogéneas muy diversas y que
carecen de estructura rígida y de precisión en su descripción. De ahí que se consideren imperfectos. La
idea es desarrollar herramientas que permitan manipular este tipo de datos de una manera más sencilla
y que la presentación de la información se haga con etiquetas
lingüísticas comprensibles para el usuario. Se trata de un Proyecto
de Excelencia que la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia ha
financiado con 179.368 euros.
Centro:
Universidad de Granada
Área:
TIC
Código:
TIC 3175
Nombre del proyecto:
Representación y Manipulación
de Objetos Imperfectos en
Problemas de Integración
de Datos: Una Aplicación
a los Almacenes de
Objetos de Aprendizaje
Contacto:
Nicolás Marín Ruiz
nicm@decsai.ugr.es
Dotación:
179.368 euros
Un centro comercial cuenta con
multitud de datos que pueden ser
analizados. Por eso, los gestores demandan
herramientas donde observar
qué productos se compran más,
a qué hora, cuál es el perfil del comprador...
Estos resultados de detección
de hábitos se pueden presentar
a través de gráficos. Sin embargo, la
tendencia actual es acompañar esa
información numérica con una descripción
lingüística, lo más cercana
posible al lenguaje humano. Este
es uno de los objetivos principales
hacia el que trabajan investigadores
de la Universidad de Granada,
Universidad de Jaén y Universidad
de Córdoba, de la mano de estrategias
de Inteligencia Artificial. Unos
mecanismos que pretenden acercar
los ordenadores cada vez más a la
forma de comunicarse y razonar del
hombre. En ese intento, los datos que
manejan las computadoras aparecen
afectados de la vaguedad que es inherente
al uso del lenguaje natural o a
las características de las fuentes que
los producen. “Por ejemplo, además
de datos numéricos para expresar la
edad de una persona (25 años) necesitamos
también manipular valores
imprecisos, como joven. Nuestros
modelos deben permitir representar
y operar bien, tanto con los datos precisos,
como con los que no lo son, que
suelen ser, además, muy habituales
en las descripciones que hace el ser
humano del mundo que le rodea”,
precisa el investigador responsable
del proyecto, Nicolás Marín.
Por ello, los expertos de la UGR
pretenden desarrollar nuevas herramientas
que permitan manipular
ingentes cantidades de datos, procedentes
de fuentes heterogéneas muy
diversas y que carecen de la estructura
rígida y de la precisión en su descripción
que exigen las técnicas de
manipulación de datos actuales para
poderlos gestionar con facilidad. Por
ejemplo, cuando un usuario introduce
sus datos en un formulario, inser-
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