La Precarización del Empleo - Centro de Estudio Sobre Desarrollo ...
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1990/2002 se produce una mejora significativa en el nivel medio <strong>de</strong> escolarización <strong>de</strong> la<br />
fuerza laboral elevándose <strong>de</strong> 9,1 a 10,2 el promedio <strong>de</strong> años <strong>de</strong> estudio, a partir <strong>de</strong> una<br />
fuerte expansión <strong>de</strong> la secundaria y la postsecundaria (produciéndose los mayores<br />
avances en Brasil, Colombia y Guatemala). <strong>La</strong>s diferencias salariales <strong>de</strong>bidas al nivel<br />
educativo o el efecto salario <strong>de</strong> la educación se eleva <strong><strong>de</strong>l</strong> 34% al 38%, para esos años,<br />
aunque con diferencias apreciables entre países.<br />
Se evi<strong>de</strong>ncian menores tasas <strong>de</strong> retorno en la educación básica y secundaria, que<br />
bajan mientras que se elevan las <strong>de</strong> la educación superior, incrementándose la brecha<br />
(salarial y educativa) entre el ciclo superior y la secundaria (que tenían tasas <strong>de</strong> retorno<br />
similares en los años noventa, si bien a partir <strong><strong>de</strong>l</strong> nuevo siglo se reducen las <strong>de</strong><br />
secundaria y se eleva la superior). <strong>La</strong> explicación <strong>de</strong> este comportamiento tiene que ver<br />
con la mejora generalizada <strong><strong>de</strong>l</strong> sistema educativo en la región, que eleva el número <strong>de</strong><br />
años <strong>de</strong> estudios <strong><strong>de</strong>l</strong> conjunto <strong>de</strong> la población infantil y joven, tendiendo entonces a<br />
“<strong>de</strong>svalorizarse lo que tienen todos o muchos” y “revalorizar lo que tienen pocos o<br />
menos”, pasando el mercado (<strong>de</strong>manda <strong>de</strong> empleo) a valorar sólo la educación superior<br />
(y como vimos anteriormente, con limitaciones). Una evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> este fenómeno<br />
resulta al observar que los países más avanzados en términos educativos son los que<br />
muestran menores tasas <strong>de</strong> retorno.<br />
Dado que la productividad <strong><strong>de</strong>l</strong> trabajo se mantiene estancada (al nivel <strong>de</strong> 1980) o<br />
con un débil crecimiento, según países, y los incrementos salariales son más lentos que<br />
los aumentos <strong>de</strong> la productividad se produce una redistribución <strong>de</strong> la renta en contra <strong>de</strong><br />
los trabajadores, y con gran<strong>de</strong>s diferencias salariales según su cualificación. Esta es la<br />
forma que se produce el ajuste laboral, don<strong>de</strong> el empleo informal resulta ser un<br />
instrumento <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> los salarios reales (incrementándose menos los salarios<br />
en el sector informal que en el formal), y resultado un “retorno <strong>de</strong> la educación” mayor<br />
en el sector formal que en el informal, sobre todo para las mujeres, que participan en<br />
una proporción mayor <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> dicho sector. En la medida en que la productividad<br />
total <strong>de</strong> los factores muestra una fuerte caída, y la productividad laboral se mantiene<br />
estancada, se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>stacar que este hecho significa que los factores no-laborales<br />
muestran un escaso dinamismo, resultando entonces una falacia achacar las <strong>de</strong>ficiencias<br />
<strong><strong>de</strong>l</strong> mercado laboral a las carencias <strong>de</strong> capital humano y/o a la rigi<strong>de</strong>z institucional,<br />
como hará el discurso ortodoxo que incorpora las reformas laborales. En el fondo, lo<br />
que se está poniendo <strong>de</strong> manifiesto es que la nueva estrategia <strong>de</strong> crecimiento que<br />
acompañan a las reformas estructurales implementadas en los años ochenta-noventa, ni<br />
han generado un fuerte crecimiento económico ni han sido capaces <strong>de</strong> elevar<br />
significativamente la productividad, ni han generado abundante empleo, y <strong>de</strong> calidad, ya<br />
que el sistema productivo no ha incorporado <strong>de</strong> forma generalizada avances<br />
tecnológicos que lo garanticen, siendo la consecuencia más inmediata la elevación <strong><strong>de</strong>l</strong><br />
nivel <strong>de</strong> informalidad <strong>de</strong> la economía y el empleo, que se convierte en el efecto y causa<br />
<strong>de</strong> la baja productividad <strong>de</strong> la misma (Ruesga y Fujii, 2006, pp.18-21).<br />
El <strong>de</strong>terioro <strong>de</strong> la relación contractual<br />
Otra variable que explica el <strong>de</strong>terioro <strong>de</strong> la calidad <strong><strong>de</strong>l</strong> empleo tiene que ver con<br />
los cambios que se producen (a partir <strong>de</strong> las reformas laboral, como inmediatamente se<br />
verá), en las figuras contractuales, reduciéndose la estabilidad en el empleo, con una<br />
caída sistemática <strong>de</strong> los contratos in<strong>de</strong>finidos, y la aparición <strong>de</strong> bolsas importantes <strong>de</strong><br />
trabajados sin ningún tipo <strong>de</strong> contrato.<br />
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