La Precarización del Empleo - Centro de Estudio Sobre Desarrollo ...
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frente a los centros), en otras palabras se trata <strong>de</strong> optar entre círculos virtuosos <strong>de</strong><br />
crecimiento o “trampas <strong>de</strong> pobreza” (Porcile, 2007, p. 23).<br />
Es evi<strong>de</strong>nte que existe una brecha importante entre la evolución <strong><strong>de</strong>l</strong> PIB y la PEA<br />
que pone en evi<strong>de</strong>ncia la insuficiencia <strong>de</strong> la economía para absorber <strong>de</strong> manera<br />
productiva a la fuerza <strong>de</strong> trabajo. El crecimiento económico y la naturaleza <strong>de</strong> la<br />
transformación aplicadas gestaron una insuficiencia dinámica que produjo dos efectos<br />
principales: aumentos <strong>de</strong> la <strong>de</strong>socupación abierta (cuando en la mayoría <strong>de</strong> países no<br />
existe protección contra el <strong>de</strong>sempleo), e incremento <strong>de</strong> ocupaciones con baja<br />
productividad (con niveles <strong>de</strong> informalidad y precarización laboral insostenibles,<br />
económica y socialmente). <strong>La</strong> explicación <strong><strong>de</strong>l</strong> lento crecimiento económico se encuentra<br />
en los cambios estructurales efectuados, fruto <strong>de</strong> los procesos <strong>de</strong> ajuste y las reformas<br />
que se implementaron, que producen modificaciones significativas en la estructura<br />
ocupacional, la absorción productiva y la movilidad ocupacional.<br />
Es indudable que las reformas estructurales no son las (únicas y) directas<br />
responsables <strong>de</strong> la dinámica <strong>de</strong> escasa generación <strong>de</strong> empleo (característico <strong>de</strong> la<br />
región), pero tampoco han contribuido a crearlo ni a propiciado el incremento <strong>de</strong><br />
productividad <strong><strong>de</strong>l</strong> trabajo, que hubieran posibilitado aumentar la competitividad <strong><strong>de</strong>l</strong><br />
sistema productivo, siendo discutible afirmar que hayan facilitado la aparición <strong>de</strong> un<br />
nuevo patrón <strong>de</strong> especialización productiva, sino que más bien han insistido en patrones<br />
anteriores, caracterizados por la reducción <strong>de</strong> costes (a partir <strong>de</strong> la informalidad y el<br />
estancamiento salarial), y el empleo <strong>de</strong> baja calidad (reducción <strong>de</strong> la formalidad)<br />
(Gurrieri y Sáinz, 2003)<br />
El ajuste laboral (en cantidad y precio), se traslada gracias al sector informal<br />
(más flexible y barato) <strong>de</strong> facto al sector formal vía ajuste en una economía sin<br />
dinamismo tecnológico propio. Se trata <strong>de</strong> una “ajuste <strong>de</strong>fensivo” ante un entorno<br />
hostil, apoyado en la mo<strong>de</strong>ración salarial y no en el impulso a la productividad, y en<br />
este contexto, las políticas laborales (preactivas), como las formativas tienen escasas<br />
posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> éxito, ya que no encuentran base <strong>de</strong> aplicación, y pue<strong>de</strong>n llevar (como<br />
ya se aprecia parcialmente) a un exceso <strong>de</strong> sobreeducación, lo cual se convierte en un<br />
aliciente adicional a la emigración.<br />
También en este contexto, preten<strong>de</strong>r mejorar la problemática <strong>de</strong> la pobreza a<br />
través <strong>de</strong> la política social resulta espúreo, ya que la reducción <strong>de</strong> la pobreza sólo será<br />
posible si las economías son capaces <strong>de</strong> generar empleos y mejorar la calidad a un ritmo<br />
que supere los incrementos <strong>de</strong> la PEA, absorba gradualmente el <strong>de</strong>sempleo abierto y la<br />
informalidad. <strong>La</strong>s políticas sociales pue<strong>de</strong>n paliar la pobreza, pero no reducirla<br />
significativamente, lo cual solo es posible generando empleos, y buenos empleos. Por lo<br />
tanto, como expresan Ruesga y Fujii, 2006, p. 21) los problemas <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>de</strong>sarrollo en<br />
América <strong>La</strong>tina, don<strong>de</strong> se ubica la problemática <strong><strong>de</strong>l</strong> mercado <strong>de</strong> trabajo, se encuentran<br />
en el campo <strong>de</strong> la economía política (generación <strong>de</strong> renta y su distribución), y no en las<br />
políticas sociales (paliativos).<br />
Los mayores impactos sobre la distribución <strong><strong>de</strong>l</strong> ingreso se <strong>de</strong>bieron a los<br />
incrementos <strong>de</strong> las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s (concentración) <strong>de</strong> las remuneraciones <strong>de</strong> los<br />
ocupados (se amplían los retornos <strong>de</strong> la educación), la disminución <strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong> empleo<br />
(la creación <strong>de</strong> empleo, sobre todo <strong>de</strong> calidad) y, en menor cuantía, los cambios en la<br />
estructura ocupacional, mas <strong>de</strong>sfavorables para los sectores <strong>de</strong> menor nivel<br />
socioeconómico. Entonces, la mejora <strong>de</strong> los niveles <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdad y pobreza requieren<br />
<strong>de</strong> aumentos en el empleo agregado, pero también en los niveles <strong>de</strong> ingresos medios,<br />
que <strong>de</strong>berían ser progresivos, lo que implica revertir la ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> largo plazo al<br />
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