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Personas extranjeras en situación irregular
En teoría, las personas extranjeras en situación irregular tienen derecho a las mismas prestaciones sanitarias que los y las
demandantes de asilo. No obstante, los miembros de las administraciones públicas, incluidos los servicios de ayuda
social (responsables de cubrir los gastos derivados de la atención sanitaria de las personas sin permiso de residencia),
tienen obligación de denunciar a los servicios de inmigración a toda persona en situación irregular conocida en el marco
de su trabajo. Por lo tanto, las personas sin permiso de residencia renuncian a que se les atienda o a llevar a sus hijos o
hijas a la consulta médica, incluso en casos graves, por miedo a la denuncia y a la expulsión. En algunos casos, intentan
pagar ellos mismos los gastos médicos o utilizar la tarjeta sanitaria de algún familiar o amigo.
Según la ley que regula las enfermedades infecciosas, la población sin permiso de residencia tienen derecho a
asesoramiento, a la detección de patologías con riesgo de transmisión y a la atención ambulatoria (infecciones de
transmisión sexual, tuberculosis...). La ley prevé la cobertura de los gastos de los tratamientos del VIH/sida. Sin embargo,
la obligación de denuncia impide que haya un acceso efectivo a la atención sanitaria.
En este contexto, algunos centros atienden gratuitamente a las personas sin permiso de residencia que han sido
enviadas por asociaciones médicas, sobrepasando la ley. Asimismo, tanto por razones de salud pública como por
razones humanitarias, numerosos municipios e iniciativas locales privadas intentan facilitar el acceso a la sanidad de
todos, incluidos de aquellos que no disponen de permiso de residencia (en Múnich, Berlín, Fráncfort, Bremen y Colonia).
Además, algunas regiones están creando unos fondos financiados por impuestos o donaciones para poder cubrir los
gastos médicos de las personas sin permiso de residencia.
Hijos e hijas de inmigrantes en situación irregular
En teoría, los hijos y las hijas de las personas extranjeras en situación irregular tienen acceso a las mismas prestaciones
sanitarias que los hijos y las hijas de los demandantes de asilo. Sin embargo, al igual que las personas adultas en situación
irregular, deberán denunciarles a los servicios de inmigración, por lo que los padres en situación irregular pueden
renunciar a llevar a sus hijos e hijas a la consulta médica por miedo a que les expulsen del país.
Protección de las personas extranjeras gravemente enfermas (sin acceso efectivo a la atención sanitaria en
su país de origen)
La expulsión de una persona extranjera enferma se puede aplazar si esta no es posible debido a su estado de salud. Un
extranjero en situación irregular puede obtener una Duldung (permiso temporal excepcional) si la solicita (art.60(a) de la
ley de residencia) por razones médicas (en caso de embarazo, de trastorno por estrés postraumático o PTSD, de
enfermedades que imposibiliten la ejecución de la expulsión, etc.). El artículo 25 de esta misma ley estipula que un
extranjero puede obtener un permiso de residencia en Alemania si existen razones humanitarias o urgentes o bien
razones personales o de interés público que necesiten su presencia en Alemania. Las personas titulares de un Duldung
tienen derecho a las mismas prestaciones sanitarias que los demandantes de asilo.
Si no existe la posibilidad de tratamiento en el país de origen para una patología grave que pueda producir la muerte o
un deterioro grave del estado de salud, se puede impedir la expulsión de la persona enferma. En este caso, la persona
puede obtener un permiso de residencia y podrá disfrutar del mismo acceso a la sanidad y de las mismas prestaciones
sociales que un ciudadano o ciudadana alemán.
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Informe del Observatorio Europeo – Médicos del Mundo