surround - Mercedes-Benz España

En el archivo de la marca de Stuttgart no hay ningún
documento que demuestre que la «L» en la designación
del modelo debía significar realmente «ligero». Pero
sí encontramos evidencias. A comienzos de los años
cincuenta del siglo pasado, el jefe del departamento
de pruebas Rudolf Uhlenhaut y su equipo desarrollaron
el primer 300 SL de la historia en una pequeña nave. Sus
herramientas más importantes eran el cepillo, la lima
y la taladradora. Se trataba de construir un bólido de
competición ligero, que dejara atrás a sus adversarios.
Uhlenhaut creó en primer lugar una obra de filigrana,
el legendario bastidor tubular en celosía. En lugar de
A fondo
chapas de acero, eligió el aluminio para revestirlo. El
motor en posición oblicua le permitió diseñar un capó
especialmente bajo. E incluso renunció al radiador
clásico con la estrella en posición erguida a favor de
un frontal bajo y tendido de vehículo de competición.
Pese a tanta reducción, el puesto de conducción era
asombrosamente espacioso. Según Uhlenhaut, «el conductor
debía sentirse a gusto en su puesto de trabajo.»
Estas palabras conservan su validez en el nuevo SL,
con carrocería de aluminio de construcción ligera, que
recoge en su totalidad el legado de su antecesor.
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