ENSAYOS SOBRE SARTRE Y EL EXISTENCIALISMO Dr. Adolfo Vásquez Rocca
ENSAYOS SOBRE SARTRE Y EL EXISTENCIALISMO Dr. Adolfo Vásquez Rocca Sartre - Existencialismo - Heidegger - Ser y Tiempo - Libertad - Angustia - Esencia - Existencia - El Ser y la Nada - El Existencialismo es un humanismo - Universidad Complutense de Madrid - Dr Adolfo Vásquez Rocca -
ENSAYOS SOBRE SARTRE Y EL EXISTENCIALISMO Dr. Adolfo Vásquez Rocca
Sartre - Existencialismo - Heidegger - Ser y Tiempo - Libertad - Angustia - Esencia - Existencia - El Ser y la Nada - El Existencialismo es un humanismo - Universidad Complutense de Madrid - Dr Adolfo Vásquez Rocca -
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Sartre y el Existencialismo 1<br />
<strong>ENSAYOS</strong> <strong>SOBRE</strong> <strong>SARTRE</strong> Y <strong>EL</strong> <strong>EXISTENCIALISMO</strong><br />
<strong>Dr</strong>. <strong>Adolfo</strong> <strong>Vásquez</strong> <strong>Rocca</strong><br />
Universidad Complutense de Madrid<br />
Referencia:<br />
VÁSQUEZ ROCCA, <strong>Adolfo</strong>, “Sartre; Teoría fenomenológica de las emociones y<br />
conciencia posicional del mundo”, En Revista NÓMADAS. Revista Crítica de<br />
Ciencias Sociales y Jurídicas - Universidad Complutense de Madrid<br />
| Nº 36 (2012. 4)
Sartre y el Existencialismo 2<br />
Introducción<br />
En el presente trabajo se trata el problema de la vivencia emocional, se indaga la<br />
naturaleza de la conciencia emotiva, es decir, la conciencia de la emoción desde<br />
una perspectiva fenomenológica, siguiendo principalmente el pensamiento de<br />
Sartre en su obra “Bosquejo de una teoría de las emociones”, obra sigue la<br />
tradición fenomenológica de Husserl, haciendo énfasis en las contradicciones en<br />
que incurre la teoría psicoanalítica. Se busca evidenciar cómo la conciencia<br />
emocional es ante todo conciencia del mundo.<br />
1.-<br />
Sartre nace en París en 1905 y muere en la misma ciudad en 1980. Se trata de<br />
uno de los máximos representantes del existencialismo. Éste es una corriente<br />
filosófica que surge en Europa en el siglo XX, teniendo su máximo apogeo entre<br />
las décadas del 40 al 60. Sin embargo sus antecedentes se remontan al siglo XIX<br />
con Kierkegaard. Su interés se centra en la pregunta por el sentido de la vida.<br />
Filósofos pertenecientes a este movimiento son entre otros: Heidegger, Jaspers,<br />
Sartre, Simon de Beauvoir, Camus, etc. Pero el existencialismo es imposible de<br />
entender al margen de los grandes acontecimientos que pasamos a comentar:<br />
Sartre vive la época de entreguerras (1914-1945) y la inmediata postguerra La<br />
postguerra es precisamente el periodo por excelencia del existencialismo. La I<br />
Guerra Mundial se desarrolla entre 1914 y 1918, al tiempo que se produce la<br />
Revolución Rusa en 1917. Este período se caracteriza por conflictividad social, la<br />
aparición de la sociedad de masas y el surgimiento de las vanguardias en el<br />
plano artístico. Tras la crisis económica de 1929 los sistemas totalitarios<br />
fascistas se imponen, desembocando en la II Guerra Mundial. En el plano<br />
cultural París sigue siendo el centro mundial donde se desarrollan las<br />
vanguardias artísticas, literarias o filosóficas: surrealismo, dadaísmo, cubismo,<br />
existencialismo… De este modo el existencialismo se populariza y Sartre se<br />
convierte en uno de los filósofos más conocidos del mundo.<br />
La II Guerra Mundial fue un conflicto de dimensiones catastróficas para<br />
occidente. La población civil sufrió la peor parte de este cruel conflicto: La<br />
guerra civil española, el holocausto, las purgas soviéticas, y la represión en toda<br />
la Europa ocupada por los nazis. Poco a poso se desarrolla un sentimiento<br />
colectivo de absurdo, una pérdida de sentido de la vida. A partir de 1940 el<br />
territorio galo es ocupado por los nazis durante cinco años.
Sartre y el Existencialismo 3<br />
Sartre partidario en esas fechas del comunismo, pasa a formar parte de la<br />
resistencia a la ocupación. Cuando la guerra acabó en 1945, Europa está<br />
empobrecida y moral y políticamente desorientada. Los EEUU y la URSS son<br />
ahora las dos potencias hegemónicas. Los países europeos ven decrecer su<br />
importancia política. Todo esto trae como consecuencia el proceso de<br />
descolonización:<br />
En efecto, el proceso de descolonización de Asia y África en las que Francia,<br />
seguía manteniendo colonias se va abriendo paso tras la situación catastrófica<br />
abierta por la II Guerra Mundial. Los países europeos estaban perdiendo su<br />
capacidad para mantener el control colonial. Los frentes de liberación nacional<br />
coloniales van tomando conciencia de sus posibilidades reales de liberarse de las<br />
metrópolis. Los existencialistas, y concretamente Sartre, desde posiciones<br />
izquierdistas denuncian la brutalidad e injusticia colonial y demandan<br />
activamente la liberación de los países colonizados, desde conferencias y revistas<br />
como Les Temps Modernes, fundada por Sartre y Merleau-Ponty.<br />
El activismo político de Sartre y los existencialistas continuó con las protestas<br />
estudiantiles, a las que se unieron los obreros, del mayo del 68. Sartre abandonó<br />
el partido comunista y se adhirió por entonces a la extrema izquierda maoísta.<br />
Colaboró con los estudiantes rebeldes, participó en las Asambleas de la Sorbona,<br />
en manifestaciones huelgas.<br />
La importancia del existencialismo se va diluyendo a partir de los años 70” del<br />
siglo XX. En los años 80” se populariza otra corriente de pensamiento: la<br />
postmodernidad, integrada por autores de diverso origen y tendencia: tales<br />
como Lyotard y Váttimo. Los filósofos postmodernos tienen en común la crítica<br />
a la noción clásica de sujeto y el humanismo por considerarlos etnocéntricos; la<br />
desconfianza hacia las ideologías emancipatorias incluidos el marxismo y el<br />
existencialismo; la pérdida del sentido de la historia ya que no podemos confiar<br />
en la noción de progreso ni existe un ideal sujeto humano a alcanzar; un<br />
concepto retórico de la verdad, cercano a Nietzsche, que desconfía de los<br />
discursos grandilocuentes; gusto por la fragmentariedad y alejados de los<br />
grandes sistemas filosóficos, etc. En general, los postmodernos denuncian la<br />
filosofía moderna, incluido el existencialismo tal como venía desarrollándose<br />
desde la Ilustración.<br />
1. <strong>EL</strong> SER HUMANO COMO LIBERTAD: ANGUSTIA, DESAMPARO Y<br />
DESESPERACIÓN
Sartre y el Existencialismo 4<br />
Tras los horribles acontecimientos y vivencias de la I y II Guerras Mundiales era<br />
natural preguntarse ¿Qué cosa es el ser humano? Hasta entonces los filósofos<br />
habían confiado en la capacidad racional humana y su sociabilidad. Sin<br />
embargo las barbaridades cometidas en los dos conflictos referidos nos devolvía<br />
una imagen de la humanidad inquietante.<br />
A la pregunta por el ser humano, Sartre responde que nos definimos como seres<br />
libres: “Estamos condenados a ser libres”. Es cierto que vivimos en medio<br />
de unas circunstancias, una situación, pero Sartre niega la existencia de<br />
determinismos de todo tipo: teológico, biológico, psicológico o social (ni Dios, ni<br />
la naturaleza, ni el inconsciente ni la sociedad nos obligan a actuar de una<br />
determinada manera) Al contrario: somos lo que hemos querido ser y siempre<br />
podremos dejar de ser lo que somos.<br />
La Libertad es el modo que tenemos de responder a las diversas situaciones que<br />
se nos plantean. Somos nosotros en cada acto los que nos vamos haciendo lo que<br />
somos. Esto significa fundamentalmente que somos responsables y que no<br />
podemos escondernos detrás de las excusas. La conciencia de la responsabilidad<br />
se convierte en Angustia ya que nunca podremos saber a priori si hemos<br />
elegido bien. La existencia es así angustiosa inseguridad.<br />
"En la angustia adquiere el ser humano conciencia de su libertad o, si se prefiere,<br />
la angustia es el modo de ser de la libertad como conciencia del ser". Sartre (El<br />
Ser y la Nada).<br />
La angustia no es tener miedo a algo externo, sino miedo a nosotros mismos al<br />
saber que somos responsables de nuestros actos, pero es que, además, con cada<br />
decisión que tomamos, estamos afirmando un modelo de conducta válido para<br />
todos. En cada acto comprometemos a la humanidad entera.<br />
El no poder poner excusas a nuestra conducta al ser conscientes de nuestra<br />
libertad nos sentimos desamparados, porque estamos solos frente a nuestras<br />
elecciones, no hay un Dios que nos dicte lo que debemos hacer; no hay una<br />
moral establecida que nos imponga unas normas: somos nosotros desde nuestra<br />
conciencia de la libertad intransferible los que nos vamos definiendo a nosotros<br />
mismos.<br />
Pero el reconocimiento de la propia libertad implica el reconocimiento de la<br />
libertad de los otros. El ser humano no es sólo subjetividad, un ente aislado, sino
Sartre y el Existencialismo 5<br />
también Intersubjetividad: no hay “yo” sin “tú”. La libertad de cada uno de<br />
nosotros se enfrenta a otras libertades. Pero ¿es posible tratar al otro como a un<br />
sujeto, como un ser que tiene sus propios proyectos, como un ser libre? La<br />
respuesta de Sartre es pesimista: No. En la relación con los demás pueden<br />
suceder dos cosas: o bien el otro nos tratará como meras cosas o bien nosotros lo<br />
trataremos a él; yo intento utilizar al otro y el otro intenta utilizarme a mí. La<br />
esencia de las relaciones interpersonales es el conflicto. Sartre expresa<br />
gráficamente esta idea señalando que “El infierno son los otros”.Sartre: A<br />
puerta cerrada<br />
Ser libre significa que somos responsables y que nuestra vida es un Proyecto.<br />
Pero cuando pretendemos refugiarnos en excusas, cuando nos mentimos a<br />
nosotros mismos acerca de nuestra responsabilidad, nos auto-engañamos,<br />
incurrimos en lo que Sartre llama “mala fe”. La mala fe es a la vez conocimiento<br />
y desconocimiento: primero somos conscientes de que nuestra libertad es causa<br />
de nuestro futuro, pero por luego fingimos desconocer que somos lo que somos<br />
por nuestras decisiones del pasado. Este es el modo que tenemos de liberarnos<br />
de la angustia que nos causa la libertad. La «mala fe», consiste en engañarnos a<br />
nosotros mismos fingiendo que no somos responsables de nuestros actos. De ese<br />
modo elegimos renunciar a nuestra propia humanidad porque nos<br />
“cosificamos”, nos vemos a nosotros mismos como una simple cosa, que las<br />
circunstancias u otros manejan. Pero Sartre nos recuerda que ya no hay excusas,<br />
que debemos asumir nuestra libertad, y la angustia y el desamparo que la<br />
acompañan porque con cada elección comprometemos a la humanidad entera.<br />
De ahí que cuando elegimos debemos preguntarnos ¿Querría que todos actuasen<br />
del mismo modo en mi lugar? La mala fe es un modo de Existencia inauténtica.<br />
Afrontar el hecho permanente de que somos libres es por el contrario una<br />
Existencia auténtica.<br />
1.2.<br />
Así como lo posible o la posibilidad son de tal naturaleza importantes para<br />
comprender el sentido del existencialismo, así lo es también y en grado sumo la<br />
elección. Podría pensarse que el existencialismo desde tiempos remotos hasta<br />
llegar a Sartre, y particularmente con él, se pensó para explicarle al hombre la<br />
importancia de la elección y también para liberarlo, aclarándosela, del peso de<br />
responsabilidad que ésta conlleva.
Sartre y el Existencialismo 6<br />
Existir es ser un ser que se elige a sí mismo. El hombre, único existente, es el ser<br />
que elige su ser; es el ser que tiene que elegir a cada instante. Porque es elección<br />
de sí mismo, elige esto o aquello, y no puede no elegirlo. Así como es posibilidad<br />
y por eso tiene esta o aquella posibilidad determinada, de la misma manera es<br />
elección y hace esta o aquella elección determinada. Y lo que elige son sus<br />
posibilidades; y se elige proyectándose hacia esto o aquello. Toda la existencia es<br />
una elección constante; pero no es sólo elección la elección consciente y<br />
deliberada; nuestros impulsos más secretos, nuestras tendencias más oscuras,<br />
son, también, elección. El hombre, ser que se crea a sí mismo, se crea<br />
eligiéndose y eligiendo sus posibles; si no los eligiese, no se crearía a sí mismo, y<br />
sería creado por los posibles que actuarían sobre él desde fuera. Elegimos todo lo<br />
que somos, y somos eso que elegimos; y eso que elegimos lo elegimos creándolo,<br />
no escogiéndolo dentro de un juego ya dado de posibles.<br />
2. R<strong>EL</strong>ACIONES ENTRE ESENCIA Y EXISTENCIA HUMANAS EN <strong>EL</strong><br />
<strong>EXISTENCIALISMO</strong>.<br />
“El hombre es el único que no sólo es tal como él se concibe, sino tal como él se<br />
quiere, y como se concibe después de la existencia, como se quiere después de<br />
este impulso hacia la existencia; el hombre no es otra cosa que lo que él se<br />
hace. Éste es el primer principio del existencialismo.”<br />
El existencialismo es humanismo, Sartre<br />
La distinción entre esencia y existencia se debe a Avicena. Posteriormente llega<br />
Tomás de Aquino la emplea para distinguir los seres contingentes las criaturas,<br />
y el ser necesario *Dios. En efecto, según el aquinate, Dios es el ser necesario, es<br />
el único ser en el que la esencia se identifica con la existencia, su esencia consiste<br />
en existir.<br />
Siguiendo a Aquino, Dios crea las cosas a partir de las ideas eternas. Somos la<br />
realización concreta del concepto de ser humano que tiene Dios. A partir de la<br />
Edad Moderna, el concepto de Dios va siendo cuestionado por los filósofos, sin<br />
embargo la idea de que La esencia precede a la existencia sigue vigente; y<br />
se sigue pensando que existe la naturaleza humana, cada ser humano es un<br />
ejemplo concreto de la esencia humana.
Sartre y el Existencialismo 7<br />
Si negamos la existencia de Dios llevando la contraria a los pensadores<br />
cristianos, deberemos asumir que tampoco existe una esencia previa a la<br />
existencia del ser humano, porque nuestra existencia no ha sido planificada por<br />
la mente divina siguiendo un modelo ideal, una esencia. La consecuencia de la<br />
negación de la existencia de Dios trae como consecuencia inmediata la negación<br />
de que exista una “naturaleza humana” (esencia humana), una idea a priori de<br />
ser humano. No existe la naturaleza humana, porque no hay Dios que la haya<br />
diseñado. Entonces debemos concluir que “la existencia precede a la esencia”<br />
Todo lo anterior significa que el ser humano está “arrojado a la existencia”, es<br />
decir, que el estar aquí en el mundo no se debe a ninguna intención o necesidad<br />
divina, que la vida carece de sentido, es absurda. Somos contingentes (si no<br />
existiéramos no pasaría absolutamente nada). Estamos aquí porque sí, sin un<br />
motivo, gratuitamente. No hay un sentido previo a nuestra existencia. El<br />
ponernos frente al absurdo de nuestra existencia es lo que genera la Náusea, una<br />
sensación de vértigo en la que tenemos la tentación de liberarnos de ese mal que<br />
es el sinsentido de la vida, una mala digestión del absurdo. La nausea es, por<br />
tanto, experiencia originaria del ser: la conciencia de que nuestra vida carece de<br />
sentido.<br />
Pero aunque la vida no tenga sentido, eso no significa que no podamos dárselo<br />
¿Cómo? Aceptando que nuestra existencia es un Proyecto, es decir, que gracias a<br />
la libertad podemos ir definiendo nuestra esencia. Con cada uno de nuestros<br />
actos vamos decidiendo nuestra esencia, lo que vamos siendo, y al mismo<br />
tiempo al elegir nuestros principios de vida y valores definimos con cada acto a<br />
la humanidad entera.<br />
Vemos por todo lo anterior, que el existencialismo de Sartre es consecuencia,<br />
como él mismo afirma, de su ateísmo, porque: si existimos sin causa divina,<br />
entonces somos libres y responsables de nosotros mismos, determinando con<br />
cada acto nuestra esencia. Niega también la existencia de una naturaleza<br />
humana, pero a la vez afirma la existencia de lo que él llama “Condición<br />
humana” que es el marco de acción que limita a nuestra conducta, que nos<br />
conecta al resto de los seres humanos y gracias a los cuales podemos<br />
comprendernos:<br />
- Estamos arrojados en el mundo;<br />
- Vivimos -a nuestro pesar- con los demás<br />
3. LA REALIDAD: LA NADA.
Sartre y el Existencialismo 8<br />
"El hombre es el ser por el cual la nada adviene al mundo."<br />
Sartre (El ser y la nada)<br />
En su obra de 1943, “El ser y la nada” Sartre se propone una investigación del<br />
ser, siguiendo el método fenomenológico, al igual que anteriormente hiciera<br />
Heidegger. Sartre reduce lo existente a lo que aparece ante nuestros sentidos.<br />
Así, la tarea de la filosofía será describir dicha apariencia. Comienza<br />
distinguiendo entre: ser en sí y ser para sí.<br />
El “ser en sí” es el ser propio de las cosas, del que sólo se puede decir que<br />
“existe”. Este ser no es consciente, es sencillamente “lo que hay” (una casa, una<br />
piedra…); En cambio el “ser para sí”, es la consciencia propia del ser humano.<br />
En sí misma es un vacío, nada, mera posibilidad, representa la libertad frente al<br />
determinismo del en sí, Ahora bien, el ser para sí es el que aporta un sentido, un<br />
significado al mundo, al ser en sí.<br />
El ser para sí, el ser humano, no tiene una esencia o una naturaleza previa: es<br />
pura libertad, no está determinado. Sartre afirma que primero el hombre existe,<br />
y sólo después es una persona u otra, se va definiendo como sujeto cuando elige<br />
cómo actuar en cada situación. El ser del hombre es indeterminado, es pura<br />
nada.<br />
Sartre afirma que la experiencia de la nada es correlativa a la del ser. La nada no<br />
es algo extraño al hombre, sino la consecuencia implícita en su libertad, pues el<br />
hombre es el único que puede introducir su capacidad de “néantisation”<br />
(capacidad de decir “no”) en el ser. Porque somos humanos somos libres; porque<br />
somos humanos podemos decir “no”. Por eso Sartre identifica la nada con la<br />
libertad: el ser humano existe en una actividad, realiza actos mediante los cuales<br />
se va definiendo, va llegando a ser sí mismo.<br />
«El hombre, tal como lo concibe el existencialista, si no es definible, es porque<br />
empieza por no ser nada. Sólo será después, y será tal como se haya hecho (...)<br />
El hombre es el único que no sólo es tal como él se concibe, sino tal como él se<br />
quiere».<br />
La nada está en el origen y en el fin del ser humano: cuando vivimos una<br />
existencia auténtica también somos conscientes de nuestro límite: la muerte, la
Sartre y el Existencialismo 9<br />
nada. Heidegger afirmaba igualmente que el ser humano es un ser para la<br />
muerte. La angustia y la nada son, para Sartre, el destino de la humanidad, de<br />
ahí que la frase final de su obra "El ser y la nada" afirme: "El hombre es una<br />
pasión inútil".<br />
En "El existencialismo es un humanismo" de1946, mantiene una posición<br />
más optimista afirmando que el existencialismo es una filosofía de la libertad y<br />
la acción, la dignidad humana reside en la libertad, gracias a ella el ser humano<br />
siempre trasciende su situación concreta, aspira al futuro sin estar determinado<br />
por su pasado, se traza metas y en este trazarse metas construye su ser; de ahí<br />
que el existencialismo sea también una doctrina de la acción.<br />
<strong>Dr</strong>. <strong>Adolfo</strong> <strong>Vásquez</strong> <strong>Rocca</strong><br />
Universidad Complutense de Madrid